miércoles, 5 de octubre de 2011

XXIX MEDIA MARATON DE MIRANDA

La mañana comenzó algo más fría de lo habitual, hoy tocaba ir hacia Miranda para competir en una media maratón. Como no había podido engañar a nadie para que fuese conmigo, pues después de desayunar, hacer la bolsa y a por una competición más.
Llegue, aparqué el coche y me fui directo a por el dorsal, a falta de una hora para el comienzo ya se veía bastante ambiente por los alrededores, eso está bien, cuando no sabes exactamente donde tienes que ir, que la marea te hace llegar. Iba con bastante tiempo y como hacia algo de frio decidí cambiarme un poco más tarde para estar lo menos posible de corto.
El calentamiento previo fue muy-muy escaso (cosa que habrá que cambiar para las próximas) cuatro carreras para un lado, cuatro estiramientos mal hechos y hacia la línea de salida. Rondábamos los 600 participantes, puesto que a parte de la media, se corría una carrera popular dentro de esta de unos 7 kilómetros. Después de unos 10 minutos se da el pistoletazo de salida, se sale como aviones y con la inercia, voy algo más rápido de lo que debería. La idea era hacer entre 3:40 o 3:50 el kilómetro, y en el primer Km pase a 3:24 (ya llegarían las consecuencias). Dejo algo de margen con los de delante e intento ir algo más despacio, puesto que el ritmo de estos primeros no me conviene para nada y quedan 20 Km todavía.


Me quedo en tierra de nadie muy temprano, los delante van como motos y no quiero que me pillen los de detrás, no pasa nadie con mi ritmo y a partir del 6 empieza el infierno. Aunque parezca una tontería el ir con alguien de un ritmo similar es beneficioso, siempre que no sea muy superior al que llevas, pero en esta ocasión solo y a tirar se ha dicho. En cuanto te sales del centro, hay muy poca gente, lo que aún empeora todavía un poco más. A unos 2 kilómetros de acabar la primera vuelta (había que dar 3 al circuito) han puesto un equipo de música que escucho a lo lejos…..”Saca el whyski cheli para el personal y vamos a hacer un guateque…..”  Madre mía, así que ya tenía objetivo para las siguientes vueltas…… a ver que ponían la siguiente vez.
El paso por meta muy bonito, con bastante gente animando y dando su apoyo. Las piernas estaban muy pesadas, joder, 2 vueltas todavía, no conseguía mantener un buen ritmo y las sensaciones no eran muy buenas. Miraba el pulsómetro y de caja iba muy bien, sobre las 150 ppm pero las piernas decían que no, un choque de situaciones bastante desmotivante, un dato te dice que vas ok y el otro que no, así que toca sacar lo mejor que se tenga en ese momento para salvar la situación. El avituallamiento tampoco ayudaba mucho, si había agua, pero se echaban de menos las naranjicas de la media de Vitoria.
Se acercaba de nuevo el punto musical de la jornada, que nos depara esta vez……”Danza kuduro…la mano arriba, cintura sola, da media………” No si la cancioncita está bien, pero estaba yo como para levantar la mano, jeje. Llegada a la segunda vuelta se empiezan a ver a lo lejos doblados,  me doy cuenta de que solo me queda una vuelta y no estoy muy bien de piernas, no quiero ni pensar como lo están pasando ellos y al pasarles pienso que ole por ellos, cada uno a su ritmo pero el mérito no se lo va a quitar nadie, a que si Diego.


En algunos kilómetros me encuentro con una buena zancada, así que intento aprovechar para no bajar demasiado el ritmo, por lo menos hasta que vuelta a venir el bajón. Ya va quedando menos, las curvas se hacen imposibles y las rectas no más bonitas, yo creo que ya había que buscarle pegas a todo. Último paso por la discoteque, esta vez esta Maná, que si donde estas mi amor, que si no sé qué, así que eso ayuda a marchar de allí cuanto antes, eje.
Y así llego a la parte final de la carrera, lo que parecía muy lejano se está acercando, a menos de 1000 metros me pasa uno, pero ni amago en seguirle, solo quiero pasar por entre la gente, y llegar al arco de llegada. Al final llego en 15ª posición, que aunque un  buen puesto, me quedo con un poco de cosa, porque creía que podía haber hecho un poco menos de tiempo (1:19:34) si hubiese sabido regular, pero bueno, para las próximas esperemos aprender.
Al finalizar veo que hay masaje y como no hay mucha gente, decido quedarme (aunque hasta que me cogieron tardaron un poco).  Eso sí, no era un masaje como los de otras veces, era mediante un maquina (abalada por el atleta Chema Martínez) decían que era para recuperar mejor, y le daremos un margen de confianza, porque los isquios a última hora de la noche no estaban tan cargados.
Y lo que es la paradoja del deporte, mientras lo estas practicando y a los pocos kilómetros, el sufrimiento llega, y piensas en quien narices te mandará hacer estas cosas para sufrir de esta manera, y después de cruzar meta, recuperar algo de fuerzas, ya estas pensando en cual será el siguiente reto, y así en forma de bucle, espero que esto no termine.