martes, 20 de diciembre de 2011

34ª Media Maratón Vitoria Gasteiz 2011


Domingo invernal en Vitoria, 8 de la mañana, hoy tocan 21 km y tengo bastantes ganas de ir a correr. A pesar de hacer bastante frio, estar lloviendo y se pronostique que algo de nieve pueda caer, estoy animado, será que no he corrido en 2 semanas y tengo ganas. No quiero ni estar ni un minuto parado, así que a preparar un poco todo y salida hacia Mendi. 


Hay mucho ambiente por las inmediaciones, se ha comentado que rondaran las 3.300 personas. Es una carrera muy chula, y aunque no sea una de mis distancias favoritas me encanta correrla. Aparcar el coche, y empezar a cambiarse es todo uno, la verdad que con el frio que hace es importante no estar parado mucho tiempo, así que trotes, estiramientos y en poco tiempo a la línea de salida.
En medio de toda la gente no se nota el frio para nada, parecemos sardinillas en lata, todos quieren estar en el mejor sitio posible. Antes de la salida se guarda un minuto de silencio y nada más acabar dan el pistoletazo de salida. Allí sale el séptimo de caballería a conquistar Vitoria. Primeros metros difíciles, decido irme hacia la derecha por el carril de bicis, antes de llegar a la zona prado me reincorporo a la carretera (ya he librado el tumulto).


Empiezo con buena zancada, hace un buen día para correr, para correr eh dicho, jeje, y voy cogiendo ritmo. En el kilómetro 1,5Km me doy cuenta de que se me están cayendo las llaves del coche que tenía atadas al culote, por suerte, las puedo coger antes. Sigo con ellas en la mano hasta que en el kilómetro 3 veo a Txetxu de refilón (menos mal que me grito) y se las lanzo, bueno un peso que me he quitado de encima.


Los grupos ya se han estirado bastante y en el que estoy parece que lleva buen ritmo (algo superior al que yo debería ir, pero me encuentro bien) así que me quedo con ellos. Kilómetro 6, empiezo a tener ligero dolor en la cadera (maldita lesión) pero no me entorpece a la hora de mantener el ritmo. Seguimos el mismo grupeto bastante rato, la bajada hacia Los Herrán me la tomo como un pequeño respiro, aunque el viento frio que pega lo hace un poco difícil. Llegando al kilómetro 8 se me empieza a cargar el isquio izquierdo y el gemelo, se empieza a poner la cosa fea….A pesar de los dolores me encuentro bastante bien, mantengo zancada y la respiración esta de lujo. Kilómetro 10 en 35:01 a 3:30 clavados (eso después de ver los datos, que en carrera ni miraba el reloj) Muchísimo mejor de lo esperado y con buenas sensaciones. Espero con ansia la naranja del avituallamiento, y aunque esta difícil cogerla a esas velocidades al final “le robo” una y pa dentro se ha dicho. Recupero el aliento y veo que poco a poco se me están yendo unos metros los de delante, yo sigo a mi ritmo. Pasamos por Jacinto Benavente, coño mi antiguo barrio, habrá que poner buena cara por si alguien me conoce, jeje.
Kilómetro 13, hasta aquí la primera parte de la Media, muy bonito todo, buenos tiempos, pero la falta de entrenamiento de estas dos últimas semanas empiezan a notarse, la pierna izquierda ya la he perdido hace bastante, y el gemelo y los cuádriceps de la derecha están a punto de reventar, “venga un último esfuerzo”, me digo a mi mismo, “si mañana vas a estar jodido igualmente…..” 


Después de la pequeña subida, la recta dirección a Mendizabala se hace llevadera, tengo las piernas muy muy duras y los gemelos me dan pequeños amagos de subida. El avituallamiento está cerca y estoy pensando en la naranja, a ver si me puede recuperar algo, pero que sorpresa la mía, cuando lo que veo es solo gente dando botellines de agua, después de coger uno intento buscar la fruta deseada, pero la veo detrás de un contenedor, ya cuando paso de él, muy mala ubicación, si no hay gente para poder entregarla, que menos que dejarla en mesas (como en otras ocasiones) que se vean bien al lado de la carretera, pero bueno…..mi gozo en un pozo y 6 kilómetros de sufrimiento sin efecto placebo.
La llegada a Mendi de nuevo, es un choque de sufrimiento y subidón, mucha gente en los laterales de las carretera animando, el nombre en el dorsal y sus animos haciendo referencia a este. Es inexplicable lo que se siente, en el fondo eres una personilla que está corriendo una carrera, y la gente te anima como si fueras el primero, la verdad que no hay palabras, chapó por ellos.
Llegan los últimos kilómetros y en las cercanías de San Cristóbal, comienza una ráfaga de viento y lluvia que es lo que menos me hacía falta en esos momentos, las piernas están como piedras y a la altura de las unis, me rebasan un par de corredores, imposible seguirles. Falta poco más de un kilómetro, los ánimos de la gente en el parque del Prado es de lo poco que hace que las piernas se muevan, unos chavalillos animan mientras corren al lado, “si casi van más rápido que yo!”. Cartel del KM.20 y pica hacia arriba en la recta del Estadio, aprieto los dientes, hay que dar la vuelta como sea y dejarse llevar hasta meta. Veo el parking a 200m, curva cerrada para meterse hacia dentro y ya veo el arco. La ultima instantánea del “fotógrafo” que ha estado sacando varias fotos durante la carrera, dice que me vacie, yo solo puedo levantarle un dedo en muestra de mi agradecimiento a sus ánimos (thank Txetxu).


Por fin piso las alfombrillas, oigo que la speaker dice mi nombre al entrar, yo no puedo apenas andar y a duras penas intento llegar al polideportivo. Lo único en lo que estoy pensando es en que me den un masaje para descargar, si es posible, algo las piernas. Esperando a mi turno me pongo la camiseta que me han dado, porque me estoy empezando a quedar frio y todavía queda un rato. Subirme a la camilla me cuesta horrores, y los masajes me están doliendo muchísimo (eso aunque parezca mentira es bueno). Acabado el “suplicio”, voy hacia el coche medio tiritando para ponerme algo de ropa, “pero que frio se ha levantado”, casi estaba mejor corriendo…..
Balance positivo entre comillas, si bien, que para como estaba y sin haber entrenado nada en medio mes, he hecho una marca similar a la del año pasado 1:15:57 con un ritmo impensable de 3:36 y llegando en 44ª posición, así que por ese lado estoy contento, pero me quedo con algo de rabia, porque creo que podía haber ido un poco mejor de no ser por esos pequeños detalles, pero bueno, hay momentos es los que estas bien y otros como en este caso en los que toca sufrir. Ahora intentar recuperar a la perfección la cadera y el año que viene vendrán nuevos objetivos. 


martes, 6 de diciembre de 2011

XV. Gasteizko Herri Krosa 2011


Una mañana más en esta aventura del deporte. Hoy toca la Herri Krosa de la ciudad, una cita que no hay que perderse. Pese a estar lesionado, hay que intentar correrla, solo un penúltimo esfuerzo y se parara para poder recuperar y que no sea nada grave.
Las pocas ganas de comer la pasta matutina son las mismas de siempre, pero bien sea por lo físico o por lo psicológico, nos hemos acostumbrado a ello y cualquiera lo deja. Son las 10 y  me dirijo a Mendizorrotza para recoger el dorsal, he quedado con David, y ni con los dos hacemos un corredor sin dolores. La cola es bastante larga, estamos 50 minutos para recoger el dorsal y todavía queda gente por cogerlo, esto no había pasado nunca, una mala organización (según mi punto de vista) hace que la salida se tenga que retrasar una media hora, y no es por la gran afluencia de gente que se ha apuntado, que sí que es cierto que hay más gente que otros años.
Hace algo menos frio que en ediciones anteriores, pero aun así el momento de cambiarse no es nada placentero. Me pongo la ropa de faena y a intentar calentar un poco, el cuerpo se ha quedado apelmazado, con lo que se agravan los dolores de la pierna. El calentamiento es de los peores desde hace bastante, 2 carreras 4 estiramientos y a la salida, de repente esta todo las gente en el arco y hay que buscar un hueco. Después de estar unos 10 minutos esperando parece que se deciden a dar la salida. Ya sé que es una carrera popular y que todo el mundo tiene derecho a salir donde quiera, pero parece que no impera el sentido común, yo que no estoy muy atrás a la hora de salir tengo que ir esquivando a muchos chavalillos y gente que se ha colocado delante, no siendo su ritmo el idóneo para estar ahí posicionados, es como si a Gontzal le mandan salir en mitad del pelotón, pues nos comería a todos nosotros.  Es bastante peligroso por las dos partes, los atropellos son involuntarios, pero pueden acarrear accidentes serios, ahí creo que la organización tendría que poner un poco de orden, más que nada como he dicho antes, sentido común.


Salvado el obstáculo de los primeros metros, veo que el grupo de cabeza se va estirando, no están muy lejos, pero es tontería hacer esfuerzo por pillarles.  Primer kilómetro y me encuentro bastante bien, no noto dolores en la pierna y puedo mantener un buen ritmo, a la salida del Prado, sopla algo de viento y dando un pequeño acelerón intento colarme en el grupo de cabeza. Llegado al kilómetro 3 los galgos empiezan a tirar y hasta ahí llego el momento de estar en posiciones de cabeza, veo que se alejan y me quedo con Gil y Zubia, pero este último parece muy fuerte y se aleja sin que pueda hacer nada.


Llegada a los institutos y el cuádriceps de la pierna derecha está excesivamente cargado, es raro porque solo llevamos 4 o 5 kilómetros, pero los pocos entrenamientos que he hecho y cambiar la forma de correr para no lesionarme del todo, son los causantes de este intenso dolor, pero ya solo queda la mitad y hay que tirar como sea (por lo menos engañemos a la cabeza…). Llegada a la zona de las unis, “solo” queda volver a la meta, pica un poco hacia abajo así que a intentar recuperar fuerzas.
Sobre el kilómetro 6 escucho como viene la caballería por detrás, y en la llegada al Prado, me pasan como titanes, me intento quedar con ellos, solo quedan 2 kilómetros y aunque voy con el piloto encendido hace bastante hay que dar lo que queda, si es que queda algo. Entre los que me pasan, veo a Beloki, como ha mejorado en carrera el tío, se nota la mano de Martin. No me separo del grupo, y los ánimos de la gente a falta de 1 kilómetro para meta me dan un poco de energía. A la altura del Estadio, uno de los atletas de delante se retira echándose la mano al glúteo, cuando le paso, veo que es Joseba, una lástima lesionarse a falta de tan poco. La bajada hacia la meta se hace eterna, intento dar el último apretón y a pocos metros de la llegada paso a dos corredores. A la hora de pisar las lonas de meta, se acaba el sufrimiento, no sé ni el tiempo que he hecho, lo único que intento es coger aire y recuperar el aliento que en estos momentos me falta.


Después del avituallamiento (que por cierto algo sólido no estaría de más) llego donde mi hermana que esta con Olatz, la alegría que tiene, choca con los dolores que me empiezan a venirme a mí. Casi no puedo ni andar, pero eso ya lo sabíamos, así que como suelen decir sarna con gusto…. En unos minutos darán la salida a los txikis y me voy con Olatz hacia la salida. De nuevo la organización brilla por su ausencia, desde donde se sale no se oye la megafonía, la gente no sabe en cuál de las carreras tienen que salir los txikis y lo peor de todo, los padres se creen los amos de la pista entrando por cualquier lado y haciendo lo que quieren, con lo que el caos y la aglomeración de gente es aún mayor. Olatz me decía que a ver si corría con ella y en un principio lo iba a hacer (aunque visto como corrió después me hubiese dejado atrás) pero viendo el desorden le comento que corra ella sola y que en la meta le espero. Lo acepta estupendamente, que tía, y ahí está ella a la hora de salir toda preparada. Sale desde atrás y le espero para ver la primera vuelta, al poco tiempo veo que ha pasado a toda la marabunta y ya está de vuelta, increíble, ya tengo que empezar a pensar en un planing especifico, para su entrenamiento, jeje. Finalmente llega a la meta con una sonrisa de oreja a oreja, menuda campeona está hecha (si, se nota que soy su tío…..)

Conclusión, carrera finalizada con un buen tiempo 30:55 y acabando en 17ª posición, pero con un punto negativo, que es que tengo unos dolores tremendos en la pierna izquierda, que habrá que mirar seriamente y que ponen en duda la participación en la media de Vitoria dentro de 2 semanas, lo que está claro es que no voy a correr más hasta esa fecha y si puedo correrla la corro sin entrenar, es una lástima pero es así.