miércoles, 24 de diciembre de 2014

37ª Media Maratón Vitoria Gasteiz 2014

La mecha de este 2014 se va acabando y con la media maratón de Vitoria damos por finalizado el año oficial de carreras en todas sus variantes. Mañana perfecta donde las haya para correr, frio, ausencia de viento y ganas, no hace falta más para vestirse de corto. Después de organizar todo lo necesario, cojo la bici y me dirijo a Mendizorrotza para cambiarme. Al igual que el año pasado, petado de coches y gente en las inmediaciones, al igual que repitiéndose la escena pasada, la gente cambiándose, en pleno pasillo de taquillas habiendo espacio más que suficiente en los vestuarios, parece una repetición ;).
Mientras me cambio comienzo con las primeras charletas del día y en cuanto estoy listo me dispongo a trotar. Los días previos no he realizado apenas actividad, con lo que puedo empezar con soltura. Vuelta al perímetro del polideportivo y estiramientos llenan estos primeros instantes. 20 minutos para el comienzo y llevo la chaqueta a la taquilla, más o menos está el pescado vendido por aquí, así que últimos calentones dirección a la salida y allá que voy. Por fin, la organización piensa un poco y pone una salida digna de un evento con más de  4000 personas, nunca es tarde. Este año hay 3 cajones de salida por tiempos, con lo que me coloco en el que me toca y espero cuan simio enjaulado a que den la salida.
Se acerca la hora y sin apenas agobios dan la salida. Primeros metros rápidos, comentario de “venga que ya está hecho” se oye de una espectadora, no me jodas, jeje, en bajada como era de esperar y sorteando la rotonda se va formando grupo inicial. De todas las veces que he hecho esta carrera esta ha sido con diferencia la más limpia de todas, buena para los corredores y buena para la gente que lo está viendo. Primer Km rapidísimo, pero entraba en los planes, así que a calmarse un rato. 

Foto Rakel
En la avenida, hay un pequeño grupo que se está alejando un poco y como tampoco van mucho más rápidos que yo, salto para unirme a ellos, calentón que refrigero al llegar a su altura.
No me noto muy mal, si bien es verdad que no llevamos ni una cuarta parte de la carrera, pero voy encontrando ritmo. Pasadas muy bonitas por las zonas de más público, que hacen ampliar la zancada. La pequeña subida de Portal de Castilla, hace que me quede rezagado y no recupero hasta volver a pasar por delante de Mendi. 

Foto Fitgüne
Llegamos a una gran recta, para llegar hasta Adurza, pasando por Zumaquera. En mi cabeza solo pienso en llegar a la calle los Herrán, lugar que me agrada recorrer por su mínimo descenso. Tengo referencia visual en todo momento de la gente de adelante y mantengo la distancia, pero a partir del 8 empiezo a oír llamadas del infierno, las piernas se comienzan a poner pesadas, aun así todavía no me impide rodar bien, con lo que espero que solo haya sido eso, una advertencia pasajera.

Foto Saioa
A lo lejos se vislumbra el arco de los 10 Km y a pesar de empezar a no estar a gusto, paso por el con un buen tiempo de 35:53. Me alcanza un nuevo grupo, parece que la tónica va a ser esa, la ir siendo alcanzado en vez de alcanzar. Normalmente no suelo ser espectador de estas cosas, pero, al dar la curva para volver a retornar hacia Iparralde, del grupeto de unos 10 con los que iba, un lumbreras decide que 21 km a lo mejor se le quedan largos y se mete una recortada que ni delante de un toro, que le lleva del último puesto al primero (que mira, si lo hacemos todos o la mayoría, pues yo que, se lo hace, pero a mí se me caería la cara de vergüenza al creerme el más listo de la clase).
A parte de la anécdota, todo sigue parecido, yo empezando a sufrir dolores en las piernas y quedando descolgado de todo grupo. Subiendo hacia la calle Francia, más de lo mismo, llega un grupo e intento seguir, en esta ocasión está formado por Javi del Arabatri, que me dice que me pegue a ellos, lo intento, la verdad que esta vez lo intento con más ganas, incluso veo que mira para atrás para seguir animándome a ello, se lo agradezco como el que más, pero estoy roto y me libero de la goma que me estaba colocando. 

Foto Saioa
Kilómetro 14 y ahora sí que no tiene solución, tengo los cuádriceps destrozados, cada zancada en un dolor indescriptible. Siempre he dicho que se corre como se entrena, por lo que sabía que esta situación iba llegar, lo que no me esperaba es que fuese tan pronto ni tan doloroso.

Foto Rakel
Aquí la situación se convierte en supervivencia, primer objetivo no andar y segundo no retirarse, así que literalmente, aprieto los dientes y me vienen recuerdos de la media maratón final del tri de Vitoria y eso no fue tampoco nada agradable. No sé si es suerte o desgracia, pero retornamos hacia la parte más afición de la carrera. Intento ir lo más digno posible, van cayendo inevitablemente los segundos en cada parcial y eso unido a que ves que la gente te va pasando sin poder hacer nada, me mina moralmente.

Foto Aita
Después de la larga (a mi ahora todo se me hace largo, jeje) recta de Manuel Iradier, llega la cuesta del puente San Cristóbal, me avergüenzo de cómo lo afronto mientras me pasa un nuevo grupo encabezados por un gran Asier, el cual también me anima, agradecido es poco. Quedan todavía 3Km, una minucia, pero lo multiplico y son todavía muchos minutos de sufrimiento, a pesar de ir en unas comodísimas 150ppm. Las 2 últimas veces que me encuentro con mi padre, me dice que lo deje, que no tiene sentido, veo que también lo está pasando mal. Paso el 19, no lloro en cada zancada, porque no estaré lo suficientemente hidratado. 

Foto Aita
Al dar la vuelta en Fray francisco, veo la liebre del 1:20 que esta por detrás. Lo poco que tengo es para intentar que no me pille, pero todavía quedan más de 1500m y a pesar de que lo intento, en la subida al Estadio soy rebasado por toda la tropa que le acompaña. Ultimo kilómetro, llego al giro a duras penas para ser ayudado en la bajada por la pendiente y solo me queda torcer a la derecha para entrar en el aparcamiento y un poco más tarde cruzar el arco en 165ª posición en 1:20:20.


Me pongo a andar, apenas lo logro, me estallan las piernas, imagen de uno vomitando a la derecha, joderrr. Lo único que quiero es llegar a los masajes, a duras penas puedo subir las escaleras al recinto y entre gemidos alcanzo la cola. No puedo casi ni aguantar de pies sin estar apoyado en la valla, “la que has liado pollito”. Después de ver que los recortadores oficiales lo hacen hasta en estas colas (no tengo ganas ni de discutir) espero a que me toque el turno. Al cabo de un buen rato, tengo camilla libre y me dirijo a ella de muy mala manera, tanto que la propia masajista se acerca para ayudarme a llegar. Me tumbo con dolores increíbles, ella se queda flipada e intenta hacer lo que sabe, preocupándose en todo momento de mí. Esta un buen rato conmigo, la verdad que solo tengo palabras de agradecimiento para las chicas que me han tocado.
Bajo de la camilla y me dirijo a la ducha, cosa que tardo un ratillo, por las paradas que me encantan, de diálogos post carrera con la gente que me voy encontrando, para acabar reuniéndome con la family.
Ha sido un año con muchas cosas, primeros meses espectaculares, difíciles de repetir, pero con ganas de intentarlo, media zona de lesión dramática, que ha condicionado los siguientes eventos y ultima parte de intento de recuperación, sin llegar a ello pero dando pequeños pasos. Así que no se puede pedir más variedad en el mercado señores, al igual que nos encantan las buenas épocas hay que saber pasar los obstáculos.

jueves, 11 de diciembre de 2014

XXXIV Carrera pedreste Alsasua 2014 (Memorial Barricarte)

Con el descenso de temperaturas y las lluvias que están cayendo estos días, la verdad que las ganas de ir a correr cuesta que entren, pero ante una carrera gratuita y bien montada, que nada tiene que envidiar a las otras (sino todo lo contrario) no se puede dejar pasar esa oportunidad y pongo destino Alsasua. Durante el camino está lloviendo todo el rato, mi sobrina hace apuestas a que me voy a caer en el transcurso de la prueba, todo puede pasar, jeje.
A la llegada, me cuesta un poco más aparcar que el año pasado, pero en un par de vueltas está solucionado. Con el cuerpo helado me acerco a por el dorsal, las primeras caras conocidas no se hacen esperar, estamos los mismos locos de siempre. Las preguntas de vas como últimamente tienen la misma respuesta….iba ;).  Espero lo justo para ir a ponerme de corto y empezar a espabilar el cuerpo, así que a veinte minutos del comienzo, doy las primeras zancadas. A pesar de hacer frio, creo que en carrera no voy a pasarlo mal y decido salir en tirantes, cosa que salvo en algunos tramos, fue un acierto.
Se va acercando la hora de la salida, me quito la chaqueta y me coloco sin muchos problemas en segunda fila por la parte izquierda. Con una salida algo desconcertante, se da por comenzada la carrera.

Foto Jose Cruz
Primeras curvas un poco mal organizadas y que gracias a los avisos de algunos corredores podemos trazar correctamente, cosa que más adelante se pudo subsanar con algunos voluntarios y con el conocimiento del recorrido. A priori tengo la sensación de que se ha arrancado relativamente suave y se mantiene un grupeto de unas 10 personas, pero la realidad llega de forma científica, cuando el reloj marca un primer kilómetro por debajo de 3:30, no imaginaba que fuésemos tan rápido y eso no lo voy a poder mantener. Aun así, con la inercia de la carrera, veo que los siguientes kilómetros vamos todavía más rápidos, el grupo ya se está estirando y han empezado a correr en serio, con lo que solo me queda ir despegándome del grupo lentamente e intentar coger mi actual ritmo.

Foto Aita
Primer paso por meta, me he quedado solo y aunque mantengo referencia visual con los de adelante, correr así es bastante durillo. El ánimo de la gente en cada pasada hace que inconscientemente des un poquito más de lo que tienes y eso me motiva para mantener la velocidad. Hay pequeñas, diría que ligeras subidas a lo largo de todo el recorrido, que hacen descender un poco el ritmo, con el daño moral que eso hace. Esto unido a las zonas de viento en las que se está expuesto me comienzan a pasar factura y hay momentos que apenas aprieto y me dejo llevar.

Foto Jose Cruz
Llegados a la mitad de la carrera es donde la discontinuidad de entrenamiento se hace notar, el cuerpo echa en falta esos kilómetros que le faltan, y las piernas me lo recuerdan, pero por suerte los dolores se han convertido en molestias y no me incomodan en demasía. A ratos me noto que puedo dar buenas zancadas, pero en otros momentos vuelvo a la pesadez de piernas y me cuesta empujar. Un poco antes de finalizar la tercera vuelta, me pasa una pareja e intento seguir un poco a su ritmo, aprovechando que me tapan un poco el aire, pero su excesivo ritmo hace que un poco más adelante les vea alejarse.

Foto Rakel 
Por suerte llego al comienzo de la última vuelta, ahora ya solo queda ir restando Kms, me lo tomo con más calma, sin dejar de intentar ir lo más rápido que puedo. Estamos teniendo bastante suerte, porque apenas ha llovido en el trascurso de la carrera y eso es de agradecer. Hace unos kilómetros que he empezado a pasar a gente doblada y esta pequeña motivación le da un poco a de aliento a mis ya cansadas extremidades inferiores. Después de pasar la zona más dura con viento en contra, solo me restan algo más de 1000m para dar por finalizada la prueba. Encarando la recta de meta, me rebasa un corredor, pero no estoy ni para sprintar ni cosas parecidas, con lo que me limito a dejarme llevar hasta cruzar línea de meta.

Foto Rakel 
Finalizo en 12ª posición  con un tiempo de 44:14 algo más que el año pasado, pero contento porque estoy volviendo a empezar a disfrutar (dentro del sufrimiento) de nuevo.



Como colofón, se da un pequeño gran lunch, para participantes y acompañantes, otro detalle que engrandece esta carrera y que en la medida de lo posible se pondrá como una de las fijas en cada año.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

XV Gasteiz Hiria Herri Lasterketa (Berria) 2014

Berria, de siempre, o como se llama en los últimos tiempos, Gasteiz hiria herri lasterketa. Sea como fuere, son 10 Km de carrera y en Vitoria, no hay excusas para no ir, bueno si miento, el precio, que como siga así, sinceramente me pensaré el participar en próximas ediciones, pero en esta ya he picado.
El pronóstico vaticinaba lluvias a segunda mitad del día, pero nada más ir a coger la bici para acercarme al centro, comienza a llover, cambio de planes y a sacar el coche. Aparco con bastante suerte cerca de la salida y me dirijo a recoger el dorsal, pre-carrera con primeras risas e intercambio de impresiones con aguerridos participantes con pocas ganas, a esas horas, de correr, en los que me incluyo.
Con tiempo, me cambio y empiezo a trotar en medio de las primeras gotas serias de agua. No me desagrada correr con lluvia, pero el viento va a ser un factor relevante en diversos puntos del recorrido. Sin mucho más que contar, gestiono los minutos adecuadamente para ir acercándome a la línea de salida. 

Foto Iñigo
Fallo por parte de la organización al no poner una cinta, desde la cual se empezase a situar la gente, eso hace que estemos intentando atrasarnos a duras penas e incluso uno de los que va a dar la salida, comienza a empujar a los primeros, con el consiguiente efecto cascada que origina y que solo hace que la gente se pise y tropiece, vamos un premio para el caballero.
Después de este altercado dan la salida, este año, a causa de las obras se alarga un poco más la vuelta, pero lo peligroso es la curva por lo pivotes del tranvía, que aun yo, que iba medio adelante, los paso muy justos. Se lanza la carrera y se empiezan a poner cada uno en su sitio, hoy están todos los gallos del gallinero, así que por primera vez, la cabeza piensa y me quedo en un lugar acorde a mis características, no quiero morir en los primeros kilómetros para llegar arrastrándome.

Foto Aita
En el primer Km todavía creo que voy algo rápido y me lo tomo con más calma si cabe, pero a los pocos metros me pasa Zubi e iluso de mi, intento seguirle un poco el ritmo (bueno un error también se podía cometer). Por suerte para mí, pienso y sobre el 3 decido despedirme del bueno y me quedo como El Llanero…... Uno de los momentos duros para mí, empieza en el Km 4, la lluvia es más acusada y toca atacar la cuesta de Lasarte, el viento también pone de su parte y comienza a bajar el ritmo y aunque les tengo a la vista al grupeto que me precede, veo que no puedo dar más sin tensar mi pierna, así que mentalizarse y hasta arriba toca.
En el giro de derechas para llegar al parque de Armentia consigo recuperar el aire y la zancada, que al final es lo importante, mientras se aproxima el barro y charcos típicos de esta zona. Hace tiempo que la carrera se ha convertido en un entrenamiento exigente, delante no puedo forzar a por nadie, pero por detrás oigo las zancadas de corredores. Eso hace que me tome los últimos Kilómetros con algo más de tensión y en cuanto me vienen algo de fuerzas intento apretar un poco, pero sin esa chispa que hace falta.
La chupa de agua que nos estamos comiendo es considerable e incluso la minúscula camisetica que llevo parece que pesa un quintal, jeje. Después de pasar por el Prado, giro a la derecha para hacer el último kilómetro entre las calles céntricas que dan acceso a la calle dato. 

Foto Aita
En mi cabeza solo esta dar la última curva y afrontar la calle de meta, momento en el que el compañero que ha ido detrás mío estos kilómetros, me dice que no me va a disputar la llegada, yo tampoco tenía muchas ganas de ello, porque tampoco es que fuese una posición espectacular, pero bueno, al cruzar línea de meta le agradezco el detalle y empapado me dirijo a por algo de beber, aunque hoy, deshidratado, lo que se dice deshidratado va a ser que no.
Llegada en los algo más de 10 Kilómetros con un tiempo de 36:37 y 14 posición, ritmo que visto lo visto todavía se puede mejorar y aunque no me obsesione, me motiva para intentar recuperarme y disfrutar un poco más del correr como antes.



Como colofón y mojados hasta las cejas, nos vamos agrupando conocidos para cambiarnos como medianamente se puede en medio de la calle, a los que bautizo como “los tiraos de la Renfe”. La verdad que, que sería de esto, sin estos momentos. Y después de la entrega de trofeos un cacharrillo y para casa a entrar en calor ;).

martes, 14 de octubre de 2014

XXXII Media Maraton Miranda de Ebro 2014 (Carrera de 7,6 km)

A medida que se empieza a consumir el año, comienza la escasez de luz diaria y eso significa que están las carreras populares en apogeo. Hoy tocaba ir a Miranda a correr 7Km, la idea de hacer 21Km (que es la prueba “reina”) ni se me pasa por la cabeza y esta, es una alternativa cercana para apretar un poco. El día está algo nublado en Vitoria y con alguna gota que otra que se suicida desde las alturas, pero por lo que parece, allí no va a haber problemas. Lo que si observo de camino, es que hay mucho viento y no sé lo que podrá repercutir en el transcurso de la prueba.
Después de callejear por la ciudad, encuentro un hueco en el que estacionar el vehículo y me dirijo a por el dorsal. Como siempre, ambiente estupendo y gente conocida con la que me paro a dialogar. Cojo el instrumental y vuelta al coche a cambiarme ante la cara de sorpresa de algunas personas, que al salir del portal se encuentran con unos tipos mudándose de atuendos en los coches, por las calles de sus viviendas ;).
Primeros trotes, para quitar los dolores y la cojera, que ya se ha incorporado en mi cuerpo en todos estos años y paseo hasta un lugar apartado para evacuar peso líquido que no nos va a servir. Siguiendo con la rutina de siempre y estando cerca de la musiquilla que están poniendo y que me anima en estas ocasiones, voy controlando el tiempo y poco a poco me voy acercando a la salida. Mientras voy mirando más o menos quien hay en mi carrera, puesto que ni por tiempo ni por ganas, soy de los que mira con anterioridad quien va a correr.
Me meto un poco con calzador a la derecha y ya cuando avanzamos hacia la salida, me ubico un poco mejor, así que solo falta el pistoletazo y a por ello. Salida brutal, como era de esperar Julen va a poner un ritmo fuerte y mi único objetivo va a ser aguantar lo más que pueda hasta que me deje. 

Foto Rakel 
Vamos un grupo de 3, el aire yo creo que ni llega a hacer el intercambio O2 y CO2 de rigor y me duelen las piernas, “pa que me meteré yo en estos fregaos”, jajaja (típica pregunta que a los pocos metros, que nos hacemos la mayoría).
Nos vamos alejando de la plaza, la verdad que no me encuentro nada cómodo, pero intento que no se vayan tan pronto. Verles correr con esa elegancia me da hasta envidia y a poco de pasar el segundo kilómetro, las piernas cogen las riendas de la cabeza y deciden que hay que bajar el ritmo, con lo que veo distanciarse a los 2 galgos.

Foto Aita
Les intento mantener referencia visual, hasta que también veo que el 2º queda también rezagado y decido hacer mi carrera. Llego hasta el 4 como puedo, donde me adelanta Toñin (primero de la media) que va como un tiro y no puedo ni pegarme a él. Intento recuperar el aliento, oigo por detrás zancadas que en el 5 se unen a mí, también son de la otra distancia y en esta ocasión sí que consigo, no sin esfuerzo, quedarme con ellos. Poco a poco vamos recortando metros al segundo clasificado, pero no creo que pueda darle caza.
A falta de algo más de 1 Km intento pegar un tirón para ver si me quedan algo de fuerzas, pero imposible, reduzco algo la distancia, pero no voy a poder llegar hasta él, con lo que doy por bueno el tercer puesto y gracias. 

Foto Aita
Encaro la recta de llegada de 100m y les doy ánimos a los compañeros que van a continuar con su media, gracias a ellos he podido llegar de una manera digna hasta aquí. Cruzo línea de meta entre las palabras del speaker con un tiempo de 26:06 en 3ª posición, paso por los buenos avituallamientos que han puesto a la llegada y nos dicen que nos pongamos para la foto los tres primeros, momento en el que les felicito por la buena carrera efectuada y único recuerdo del “podio”, porque en esta carrera nunca se hace esta distinción, somos unos populares, jejeje.



Aprovecho para ir a darme masaje antes de que empiece a llegar más gente, luego me pregunta un compañero si soy veterano o no, para saber si él iba a ser el primero de esa categoría, la verdad que no lo sé y tampoco me importa mucho, pero me pareció gracioso esa curiosidad, jeje. 

Foto Ama
Después, entre comer y beber un poco me dirijo a la ducha para que no se aglomere la gente. Duchita rápida y a ver las llegadas de la otra carrera. Y para finalizar lo que siempre he dicho y más me gusta, charletas entre gente que hace tiempo que no ves y comentarios de diferentes índoles, al final la carrera parece una excusa, para esta forma de socializarse, antes los sábados….hoy en día más, los domingos ;). 

martes, 30 de septiembre de 2014

X Urduña Hiria Herri Krosa / Herri Krosa Orduña 2014

Llega una de las carreras del año a la que no suelo faltar y espero que no se desvanezca esta sana costumbre. La Herri Krosa de Orduña la descubrimos allá por el 2009 y nos encantó el ambiente, la entrega y la ilusión que le ponen (por no hablar del precio reducidísimo), por lo que empezó a ser una de las carreras referentes, para pasarlo bien un domingo cualquiera.
Después de que se quedase en mi casa, la peque de los telerines y pasárnoslo en grande con Monstruos University, la mañana la empleamos en preparar las bolsas para las carreras, puesto que ella también va a correr un poco, en las organizadas a posteriori para peques (a cero euros, insisto).
Hace un día espléndido, llegamos a Orduña con tiempo, la plaza se empieza a llenar de gente y  el ambiente es inigualable. El viento que hace me preocupa un poco, porque hay bastante zona expuesta, pero es lo que hay. Cojo dorsal, hecho la ojeada de rigor y me voy a cambiar. Minutos por delante para trotar, calentar los musculillos y minimizar las molestias. Estiro ligeramente 4 cosas y el último arreón para poner el cuerpo a tono ante la inminente salida.

Foto Arando Korrikalari Taldea
Me coloco sin muchos problemas delante en la salida hacia la zona izquierda, me gusta correr, en la medida de lo posible, por las zonas lisas de las baldosas, para no lastimar mis tobillos de cristal ;).
Salida sin problemas, el circuito me lo conozco y aunque este año no veo a marroquís por aquí, hay gente muy buena y va a ser una carrera dura. Primera vuelta a la plaza, nadie salta a lo loco, pero se va formando un grupito de no más de 10 personas. A pesar de no empezar a ritmos desorbitados para mí, si que vamos ligeritos y las pasadas por el centro hacen aumentar el ritmo sin querer. Bueno, salimos del pueblo para dirigirnos hacia la izquierda después de la vertiginosa cuesta, que me hace temblar hasta las muelas. 

Foto Arando Korrikalari Taldea
Encontramos estabilidad en forma de llaneo e intento adecuar las zancadas para ir lo mas cómodo posible. Ahora ya vamos 4 personas, por lo que el objetivo inicial de quedar entre los 5 primeros parece factible. Llega el Km 4, de momento voy bien, estamos yendo a unos 3:25, pero sabiendo que lo duro, psicológicamente hablando llega en la segunda mitad, más vale tener la cabeza fría.
Pasado el 5 retornamos al pueblo, por medio de un ligero desnivel hacia arriba, donde aprovecho para ver si puedo soltar a alguno de los 3 compañeros, pero a pesar de que 2 de ellos parece que se quedan un poco, es insuficiente y continuamos en piña. 

Foto Aita
Poco me dura el liderazgo, ya que en la misma plaza coge la cabeza de nuevo el mismo, por lo que me dedico a intentar no perderlo. Por cada lugar que pasamos oigo como le animan por su nombre, incluso le dan consejos para afrontar el final, la verdad que necesita pocos, porque está haciendo un carrerón.
Llegamos a lo que yo denomino, la parte menos bonita de la carrera, tampoco es fea, pero no puede ser todo perfecto, jeje. Restan 3 kilómetros y tengo altibajos, por momentos me encuentro a gusto siguiéndole y en otras ocasiones me da la sensación de que lo pierdo en breve. La cabeza en estos casos es la que manda e intento animarme, no lo puedo perder ahora, no queda nada, ya veremos lo que ocurre al final, pero no lo puedo perder. Las piernas me duelen, por suerte, el viento que vaticinaba una lucha en ciertos sectores en su contra, no aparece por ningún lado y se puede correr a la perfección.

Foto Aita
Después de un kilómetro de subida llegamos al 9, momento en la que toca decidir qué hacer, la ligera bajada me permite recuperar un poco de aliento, pienso en cambiar el ritmo, pero como ya he comprobado, no lo puedo soltar, por lo que la única opción es la llegada al sprint.
De nuevo un último repecho y el aumento de ritmo del compañero, me ponen contra las cuerdas, pero consigo llegar hasta arriba con él. Ahora sí que sí, llegan 500m con diversas curvas antes de entrar rectos hacia meta. Primera cuerva de izquierdas, continuamos igual, pienso en saltar al dar la curva de derechas que nos encara al arco, pero todavía lo veo lejos y no sé si llegaría en caso de respuesta. Así que el cuadro que se pinta son 2 tíos a falta de 300m y la muchedumbre de meta a lo lejos. 

Foto Aita
No me lo pienso más, salto, aprieto los dientes y me voy a la zona lisa, empujo 100m, doy lo que tengo y miro hacia atrás, parece que me estoy alejando, aun así mantengo la inercia y en la segunda mirada veo que me he podido alejar lo suficiente, así que puedo disfrutar de la llegada a meta más tranquilo, no sé qué se hace en estas ocasiones, así que aprovechando que voy chocando las manos de los más peques, levanto las manos y paso el arco como novato en una primera posición, con un tiempo de 35:47. Me quedo exhausto, intento coger un aire que se le niega a los pulmones y en la medida de lo posible avanzo para dar mi nombre y localidad a los organizadores que me lo piden. En cuanto puedo voy a felicitar a Josu, que así es como se llama el corredor que ha llevado todo el peso de la carrera y cuando digo todo, es todo. 


Da gusto correr con personas así, con una sonrisa en todo momento. También llegan el 3º y el 4º con los que hablo brevemente antes de ponerme a estirar algo, mientras intento beber un poco de agua, que tampoco me entra. Después de ser felicitado por la family y aprovechando que queda algo de tiempo antes de que empiece mi sobrina la carrera, decido irme a duchar, para evitar tener que esperar en demasía y poder verla correr. Organizado todo con tiempo milimétrico, al finalizar la última prueba, comienza la entrega de trofeos, rápida y fluida con diversos premios y clasificaciones. La última es la mía, soy el último en ser nombrado, que ilusión hacen algunas pequeñas cosas, así que recojo el trofeo la mar de original y felicito a los pedazo de corredores que han ascendido conmigo.

Foto Rakel
Por último y como viene siendo habitual en esta prueba, agradecer a los organizadores, todo lo que hacen por tan poco. Sigo diciendo que unos seguirán teniendo la fama y a otros más humildes como estos, no se les dará voz, pero por mi parte me quito el sombrero. Zorionak guztiagatik, merezi duzue eta.

martes, 9 de septiembre de 2014

VIII Triatlon Sprint Zumaia (Euskadiko txapelketa)

Comienza septiembre y con ello la vuelta de muchos a sus respectivos hogares naturales, que no idílicos, como en los que han estado. Como este no es mi caso y en  agosto he sido participe de una Vitoria semi-desierta, pues en unos momentos de esos de soslayo, decido apuntarme al Triatlón de Zumaia. Las molestias de toda esta temporada parece que van siendo menores y me anima a ponerme otra vez el mono de trabajo y disfrutar del ambiente competitivo.
Llega el día, sábado soleado, buen tiempo y a pesar de tener toda la mañana para organizarme, al final como de costumbre se me amontona todo al final y llego con unos minutillos de desfase, a la recogida de los viajeros. Después de un trayecto tranquilo, a falta de escasos 2 Km para llegar a Zumaia, me encuentro parado en “un atasco” (consecuencia de la carrera popular que se está celebrando horas antes de la nuestra). Después de llevar un rato parado y sabiendo que tengo que ir a por el dorsal y demás, decido bajar la bici del coche e ir con la mochila hasta allí, mientras mi aita espera a poder proseguir (aunque nada más ponerme en marcha, veo que se empieza a mover la cola…)

Foto Aita
Nunca he corrido aquí y entre las explicaciones de unos y otros llego por fin a los boxes con todo el material preparado. Sigo sin entender lo del marcaje con rotulador en la piel, puesto que se borra a la minina y estamos identificados en todos los sectores por diferentes medios, pero bueno, espero que se vayan dando cuenta de que es una pérdida de tiempo. Coloco la bici y voy poniendo cada cosa en su sitio, no veo una referencia clara para quedarme con la ubicación y como no tengo mucho tiempo me salgo y voy dirección a la salida del agua.
A pesar del calor, me empiezo a poner el neopreno, comentan que no es obligatorio, pero está permitido, así que cualquier ayuda bienvenida sea. A pocos minutos para que salgan las féminas, me lanzo al agua y doy unas brazadas, volviendo al instante para que ejecuten dicha salida. Como todavía queda un ratillo para la nuestra, vuelvo al agua y doy los últimos coletazos para avisar al cuerpo que viene uno más. El sitio por el que tenemos que salir se me antoja más que estrecho, y nos apelotonamos como mejor se puede. Minutos de nerviosismo y pensar a ver por dónde puedo tirar para recibir lo menos posible.

Foto Rakel
Bocinazo, me voy hacia la izquierda, contra la pared parece que hay más hueco, intento salir rápido para evitar agarrones y medianamente lo consigo mejor de lo esperado, no sin sufrir alguna que otra “caricia”. Parece que nos estiramos, la boya de giro ni la veo, así que me dedico a seguir a los de delante. Las piernas y los brazos avisan del sobreesfuerzo inicial, pero a medida que pasan los metros se van relajando. Llegada a la boya y decido pasarla por fuera para seguir evitando problemas y nada más rebasar el obstáculo empiezo a nadar a gusto. Incluso me doy el lujo de, a lo largo del recorrido, adelantar a alguno que otro cambiando el ritmo. Los 750m están llegando a su fin, toca subir por unas escaleras estrechas hacia arriba y esperando que no se me suban los isquios, lo ejecuto de la manera más pausada posible.

Foto Rakel 
Llegada a los boxes, ya con el neopreno a la cintura y el gorro en la manos, entro bien en la fila, pero a falta de la dichosa referencia y entre tanta bici, me paso, me paro, avanzo y retrocedo, solo me falta la canción de Ricky Martin de “un pasito pa´lante María” para completar el espectáculo, jajaja. Después de esos segundillos perdido, por fin encuentro el vehículo y sin más miramientos y haciendo correctamente el cambio, salgo a por el segundo sector.
No sé exactamente el recorrido, pero me han dicho que es más o menos llano con alguna cuestecilla y sabiendo que son solo 20 Km hay que intentar apretar a tope. Se forma un grupo de unos 15 compañeros, el inicio me lo tomo intentando recuperar el aliento. Las hostilidades vienen en forma de arreones y no es plan de perder a nadie así que decido colocarme en las posiciones iniciales del grupo para intentar poner ritmo. En un par de ocasiones y ante el desacuerdo, les digo que con relevos muy cortos, ni nos vamos a cansar y vamos a poder recortar, pero salvo en contadas ocasiones no lo logramos. Al llegar a la mitad del recorrido me fijo que voy en el segundo grupo, los de adelante no nos sacan más 1 Km, pero somos incapaces de ponernos de acuerdo. Con todo esto vamos comiendo el circuito a unas velocidades más que altas y cuando me quiero dar cuenta estamos en la última cuesta que da acceso al pueblo, lugar donde se hacen diversos ataques, pero que no llegan a nada.

Foto Olatz
Pies fuera de las zapas y salto de la bici, que de la velocidad casi me mato al poner los pies en el suelo. Ahora si que recuerdo el lugar donde tengo que colgar el instrumental, me calzo las zapas y esta vez sí, me quito el casco, para salir a por los últimos 5Km.
Me noto bien, es una carrera corta y no hay que dosificar, así que a tirar desde el principio. Lo que  quiero es volver a tener la sensación de que puedo correr, esa sensación que no estaba en las últimas carreras. 

Foto Rakel
Voy adelantando gente y eso me motiva, noto como el oxígeno que inhalo, se distribuye por el cuerpo hasta llegar a las piernas y permitir el impulso que antes no encontraba. Llego al primer Km, van a ser dos vueltas al recorrido y en los cruces puedo ver la distancia que me están sacando los atletas precedentes. Hay mucha gente en los laterales del recorrido, agradezco los ánimos, llego al 2, en breve estaré dando la vuelta para recorrer la última parte del circuito. Me animo pensando que ya es cuesta abajo, que he pasado el ecuador, llámalo como quieras, pero a la cabeza se le puede engañar con ciertas cosillas.
En el 3 noto como se me está desgarrando la piel en la planta del pie, escuece, duele, pero ya habrá tiempo de curarlo cuando acabe, así que con el dolor en cada impulso voy restando cada metro de las calles de Zumaia. Solo queda pasar por el puente y desviarme hacia la izquierda, veo el arco y a pesar de ver a otro corredor, ya me es imposible darle caza.

Foto Aita
Y de esta manera acaba este sprint rapidísimo, con un tiempo de 1:01:16 en 10º lugar y con mucha satisfacción, por poder tener de nuevo buenas sensaciones, a pesar de las molestias. 


Por terminar, como ya he dicho anteriormente, no había estado antes en este Tri y me he llevado una grata sorpresa al estar todo muy bien organizado y con voluntarios cumpliendo con creces su labor ayudando en todo lo posible, así da gusto.

Foto Ama

miércoles, 16 de julio de 2014

Triatlon Half Vitoria 2014

Siete meses después de la inscripción a la carrera, por fin llega el día de hacer el triatlón half de Vitoria. Los días previos ya se va notando el ambiente por las redes sociales y comienzan a llegar las premisas de cómo se iba a ir desarrollando el evento. Es una distancia más larga de lo que estoy acostumbrado a hacer generalmente y los preparativos van a ser diferentes, eso hace que me entre un poco de agobio al no estar habituado a todo ese despliegue.
El viernes me acerco a la Virgen Blanca para ir a recoger el dorsal, en el recinto ya empiezo a conocer gente, risas, comentarios, vamos lo que viene siendo lo habitual en estos casos, pero a 2 días vista. Entre hablar con unos y con otros, que ya están curtidos en estas batallas, me voy quedando un poco más con la copla de lo de dejar las bolsas en las correspondientes transiciones, desinfectar neopreno y otros menesteres, así que el pre-agobio ya comienza a disminuir.
Sábado por la tarde, toca primeramente ir a dejar la bici y las correspondientes cosas a la T1, así que coche cargado y hacia Landa, observando por el camino la procesión de bicicletas y aficionados. 

Foto Aita
Ubico la bici en la percha (menudos pepinos que hay por los alrededores) y me voy hacia la zona de las bolsas para coger referencia y ver si he metido todo lo que tengo que dejar. Por último y con toda la calma que da el haber llegado a una hora tranquila, entrego el neopreno para la desinfección obligatoria. A partir de aquí todo es observar esa inmensa piscina, en la que no he nadado nunca,  donde mañana arrancará la competición y entre aclaraciones de algunas dudas, decido que va siendo hora de hacer la segunda parada del día.

Foto Aita
Retorno hacia Vitoria para dejar la bolsa de las zapatillas en la T2, de nuevo coger referencia de la ubicación (la verdad que me han tocado sitios fáciles de recordar) Para dar por finalizado el día, paso por  la Virgen Blanca, me doy un nuevo garbeo por los stands y por suerte y gracias a una compañera del equipo, tengo la oportunidad de hablar con Eneko Llanos, que me da unos pequeños consejos,  no te cuento con que subidón me fui para casa…Ceno pronto y a aprovecho el haber estado de mañana durante esta semana para no descolocar el horario y me voy pronto a la cama.
Domingo 5 de la mañana, no, hoy no toca ir a la fábrica a picar y a pesar de que la hora es la misma, el ánimo es diferente. No desayuno mucho que se diga y después de recoger lo poco que me queda en casa, me dirijo hacia el autobús que nos va a llevar hacia Landa. Por la calle, la confusión se apodera de las personas que van en sentido opuesto al mío ¿pero quienes son estos tíos con bolsas verdes? Se estarán preguntando los viandantes que regresan a sus respectivos hogares, para recibir el merecido descanso de una noche diferente…
Ya en la parada, todo discurre con bastante rapidez y en nada estamos de camino, los diálogos entre pasajeros no se hacen esperar  y el recorrido se hace muy ameno pensando en las buenas condiciones que nos vamos a encontrar. El autobús, nos deja a unos 500m de la salida y algunas “quejas” en plan cachondeo se dejan escuchar, con lo que uno de los pasajeros con la gracia que da la parte sureña de la península responde “te´ va a hace un ironman….y te queja po´ 500m?”


Foto Aita
Pues ya estamos en el césped de este terreno de juego, me dirijo a colocar con tranquilidad las últimas cosas en la bici para no tener agobios de última hora. Primeramente coloco las zapatillas (he decidido que voy a salir sin calcetines) después ubico el dorsal y por ultimo preparo un pequeño supermercado  en la barra horizontal de la bici, que ni el mejor Eroski.
Salgo de los box, me encuentro con la family, pero si hasta mi sobri de 8 años se ha levantado a las 6 para venir…..esto es la os. La gente de un lado para otro, los baños con unas colas enormes y yo sin saber qué hacer, decido dar alguna carrerilla, por hacer algo, a ver si me meto en escena de una vez. Nada, dos rectas y pienso que lo mejor es ir a por el neopreno y dar por finalizada la previa.
Enfundado en la goma y después de echar unas risas con los del Benetan, tengo la intención de ir a calentar, pero a estas que nos comentan que no se puede, que nos tenemos que dirigir a la posición de las bicis hasta que nos llamen para nuestra salida, mierda!!! Se me están quedando los pies helados, los grupos precedentes están saliendo y decido ponerme ya el gorro y entrar en modo carrera. Nos llaman, o eso dicen, porque yo a penas oigo y nos dirigimos hacia la salida. Al estar colocado en los últimos puestos de fila, llego al agua en la parte izquierda, no sé si es la mejor, pero sí que quiero estar más o menos adelante, cosa que consigo sin ninguna dificultad y sin estar apretujado como en otras salidas, se nota 1: que la gente sabe que es más distancia y se lo toma con más calma y 2: que cada uno sabe cuál va a ser su ritmo de natación (o por lo menos por lo que a mi lado respecta).

Foto Aita
Momento previo, algo de nerviosismo típico de estas salidas, y de repente el bocinazo. Comienza todo, quiero intentar salir rápido para evitar el agobio de los golpes, el agua está en calma, empiezo a distanciarme y ni me han rozado, a los 100m observo que se estira el grupo y ya voy nadando cómodo, esta vez no hay que pelear con las olas y los pocos tragos de agua que he dado no saben a salitre. Me sorprendo de lo cómodo que está resultando y eso me ayuda mentalmente para continuar a buen ritmo e intentar coger algunos pies de los que han salido más a mi derecha. Sobre los 300m  me asusto un poco porque de repente aparece algo en el agua, si, son algas, me ha tocado el premio, la natación por ahí se hace un poco asquerosa, pero sigo a lo mío, ya se acabara.
El reloj vibra y me da la referencia de los 500 metros, se me han hecho muy cómodos, demasiado cómodos y solo me levanto la cabeza cuando dejo de ver burbujas delante, puesto que las boyas ni las veo. En nada me topo con la boya, giro solo, sin golpes, sin apenas gente, pero por dios, esto es un lujo ;). En la búsqueda de la siguiente boya comenzamos a pasar a alguna fémina y eso hace un poco más motivante la natación, para no caer en el aburrimiento.


Nuevo giro y vuelta al punto de partida, noto como si me estuviese yendo hacia la izquierda y tengo que ir rectificando con bastante frecuencia, en una de estas que me levanto diviso ya con perfección el arco de salida y lo voy tomando como una referencia más fidedigna. Cada vez se empieza a ver más grande, voy cómodo, la verdad que está siendo una natación soñada y para ponerle algo de emoción a mi cabeza, espero que el reloj no me vibre y me indique los 2km (que me indicarían un exceso de recorrido), cosa que pasa casi al poner pie en tierra, jajaja.
Salgo un poco de lado y parece que fuese a hacer una segunda vuelta, a lo que me responde el voluntario “que te has quedado con ganas?” Me rio y me dirijo por la alfombra hacia la bolsa de las cosas. Esta es la diferencia con mis otras carreras, la bolsa del material está en un lado y la bici en otra, así que con calma, me quito el neopreno, me meto avituallamiento en los bolsillos, meto todo lo sobrante en la bolsa y la dejo de nuevo colgada. Con todo puesto (menos las zapas) voy camino de la bici y me cruzo con Maru y entre decirle 4 cosas, me equivoco y meto por su fila, mientras voy corriendo me doy cuenta del error, pero por suerte está en los sitios finales de la fila contigua y no pierdo mucho tiempo. Dorsal a la cintura y a cabalgar por la hierba bacheada, que hace botar toda la bicicleta, yo solo miro que las botas no se caigan y entre los ánimos de gente conocida llego a la carretera donde nos permiten montar. 

Foto corriendovoy

Bonita salida de bici acompañado de Aitziber y Maru, pequeñas risas para el  comienzo del segundo sector y me despido intentando coger ritmo de crucero.
De primeras, quito del visor del cuenta, los kilómetros, porque no me quiero agobiar con los 90 que me restan y me concentro en rodar cómodo con los acoples. A los pocos minutos me supera un corredor y decido intentar mantener su ritmo (a la distancia legal, por supuesto) No hace viento, ruedo a gusto, y me sorprende la velocidad, espero no estar pasándome…Continuo así, me hago un mapa mental del recorrido y los puntos en los que voy a tener que comer, ya que ha esto, sí que no estoy acostumbrado y no sé cómo va a reaccionar mi cuerpo. Con la referencia de David (eso es lo que pone en el mono azul, tanto tiempo detrás, es lo que tiene) van pasando los kilómetros y me vale muy bien para regularme, porque para mantener la distancia en ocasiones tengo que dejar de dar pedales y descansar, cosa que las veces que me pongo delante no hago.

Foto Endika Portillo
La parte trasera de Larrea y alrededores se hace monótona y esto sumado a las imperfecciones del asfalto, hace que no sea muy bonita, cosa que cambia cuando volvemos a la nacional dirección Vitoria. Primer paso por Zurbano, los ánimos de la gente son la bomba y tomamos dirección Durana con un subidón considerable. Me estoy encontrando muy cómodo en la bici, también es cierto que el día está acompañando, si hubiésemos pedido un día 10 para hoy, este sería un 11. En la subida a la presa, rebaso al compañero de viaje, pero no tarda en volverme a pasar, así que más de lo mismo. Primera vuelta, pasamos por el punto donde habíamos cogido las bicis. Aquí empezamos a coger a algún que otro corredor del Iron y también se nos juntan algunos de nuestro grupo, con lo que se generan algunos momentos de no saber dónde ubicarte, yo no quiero líos y me distancio hacia atrás, la moto está advirtiendo a algunos y yo no quiero este juego. Después de los avisos, salvo en contadas ocasiones a causa de las circunstancias del terreno, el grupo en el que voy está siendo bastante limpio, por lo menos lo que veo delante mío, porque para atrás nunca miro, aunque me imagino que igual de correcto.

Foto Aita
Antes de entrar a Zurbano, pillamos a Gurutze y se así llegamos al pueblo, en el que un avituallamiento, con gente pasando a más de 30Km/h, se me hace muy peligroso e intento tirar hacia delante para evitar accidentes. Ya huele a ambiente de T2, entramos por Vitoria y nos es casi imposible respetar las distancias, en la calle Francia y sabiendo que nos tienen que coger las bicis al vuelo, decido colocarme lo más adelante posible, para dejarla sin problemas. Y de esta manera termina el segundo sector “lanzando” la bici a un voluntario de la mejor manera posible, aunque confiaba en Leonardo plenamente, jeje.
Descuelgo la bolsa, me siento, saco las zapas, me pongo los calcetines y me meto de nuevo mi avituallamiento personal. Todo correcto, pero como no había tenido ninguna anécdota que reseñar, pues “decido” salir sin quitarme el casco, jajajaja. Realmente no me había dado ni cuenta de que lo llevaba puesto, sería la comodidad de ir con él durante 90 Km, pero salgo como si nada hasta dar la curva de bajada, donde la gente me dice que lo llevo puesto, TORPE!!!! No sé si tirarlo, dárselo a alguien… pero pienso rápido, voy por donde he venido, ante la sorpresa de los corredores y personal voluntario y dejo el casco en su sitio. Otra vez giro de 180º y a seguir por dónde íbamos, paso de nuevo por la curva y me rio de mí mismo intentado dar las gracias a la gente que me ha avisado, bueno cosas que pasan, jeje.
Y es aquí donde empieza la guerra, paso por la virgen blanca, gente, ánimos e intento no empezar muy fuerte, cosa que no consigo porque el reloj me marca un primer km más rápido de lo que quería ir.

Foto jonjo1991
Llego a la Florida, el paseo de Carmelo Bernaola lo veo como una autopista sin final, pero voy adelantando gente y estoy empezando a ir a los tiempos deseados, no a los que podría ir, pero la carrera de hoy es así. En el prado se acumula mucha gente, se ven diferentes pasos y eso ayuda a seguir la carrera. La temida recta del Stadio hace que ponga en duda mi capacidad mental, pero la ligera bajada de vuelta me tranquiliza. Intento “beber” algo en cada avituallamiento y digo algo, porque en carrera eso es muy difícil, y el aquarius pica en los ojos. La subida por Nieves Cano, mínima cuesta que te recuerda de dónde vienes, es el anticipo a la parte más “pestosa” por ponerle un pero al sector, donde tienes que hacer innumerable giros en la calle de las universidades para recorrer varios km, cosa que las articulaciones lo notan en cada cambio. Llegamos al 8ºKm los problemas que venía arrastrando empiezan a saludar, los dolores que antes podía controlar se vuelven punzantes a cada zancada, sabía que iba a llegar este momento, así que toca sufrir en mayúsculas más de la mitad del recorrido.

Foto Saioia
Los tiempos empiezan a bajar, intento ir lo más rápido que puedo aguantando el dolor, la morfina dosificada viene de manos de los aficionados con sus ánimos y sus aplausos, intento responderles con alguna señal, es lo máximo que puedo hacer en este estado. Paso por la mitad del recorrido, en los fueros y en la plaza, está la gente como loca y más cuando mi paso coincide con la entrada del primer clasificado. Comienzo la segunda vuelta, intento pensar en esos 2 últimos Km donde la gente va a estar empujando, lo paso mal, realmente mal, las zancadas son cortas, asíncronas y dolorosas, pero sé que lo puedo acabar, lo debo acabar, solo tengo un objetivo, no ponerme a andar. El paso por el Prado y el sonido de las zapatillas arrastrando por la arena, denota una falta de energía, intento no pensar en ello. Después de tachar los pasos por Stadio y Nieves Cano, me enfrento a Las Unis, más gritos, más ánimos, buf increíble. El suplicio está apunto de acabar o eso es lo que me repito una y otra vez, con cada vaso de agua que me lanzo por la cabeza. Llego a ese punto que me tenía marcado, Paseo de La Senda, Florida, ya lo tienes, veo a mi sobrina, la mano extendida como siempre, me voy a su lado y le choco con las pocas fuerzas que tengo. Solo queda la vuelta a los fueros y meterme en la plaza nueva.

Foto NuriaGD
Veo la alfombra azul, veo la gente, doy la curva (espero no caerme en la rampa de meta, jeje) y a escasos metros del crono, me relajo, aplaudo y cruzo, dando por finalizada esta mañana de domingo deportiva. Ando como buenamente puedo, me dan una botella de agua, me quitan el chip, me dan una camiseta, una medalla, casi no se ni dónde estoy. Poco a poco voy recuperando el aliento y busco hidratación y sobre todo el punto de masaje, que después de unas vueltas consigo encontrar. Al acabar éste, vuelvo de nuevo a las inmediaciones de la llegada, saludo a los diferentes compañeros y les felicito por la carrera, las condiciones han hecho que la alegría de la gente sea generalizada.


Decir que el debut en la distancia lo he realizado en 4h35m46s en 39ª posición general y 2º de mi grupo de edad (este último en plan anecdótico, ya que lo ponen…) En líneas generales he acabado muy contento con la carrera, me he visto bien en agua, en la bici ni por mucho me esperaba ese ritmo y sí que me quedo un poco con la cosilla de que si no hubiese estado tocado, hubiese disfrutado bastante más la carrera, acercándome a mi ritmo, pero es lo que hay y de verdad, estoy muy muy contento. 

Foto Triathlon Vitoria-Gasteiz
Respecto a la distancia reconozco que no me ha defraudado, pero el día ha ayudado a ello. Y como siempre he dicho, en el tri, aparte de la capacidad de la persona, afectan los materiales empleados y en este caso, ese paso se hace algo más apreciable. Por ultimo no quería acabar este “testamento” sin agradecer a todos los voluntarios por el trabajazo que han hecho, es una lástima que no se les pueda recompensar como buenamente se merecen, pero por todos los lados que los he visto, chapeau.