martes, 30 de septiembre de 2014

X Urduña Hiria Herri Krosa / Herri Krosa Orduña 2014

Llega una de las carreras del año a la que no suelo faltar y espero que no se desvanezca esta sana costumbre. La Herri Krosa de Orduña la descubrimos allá por el 2009 y nos encantó el ambiente, la entrega y la ilusión que le ponen (por no hablar del precio reducidísimo), por lo que empezó a ser una de las carreras referentes, para pasarlo bien un domingo cualquiera.
Después de que se quedase en mi casa, la peque de los telerines y pasárnoslo en grande con Monstruos University, la mañana la empleamos en preparar las bolsas para las carreras, puesto que ella también va a correr un poco, en las organizadas a posteriori para peques (a cero euros, insisto).
Hace un día espléndido, llegamos a Orduña con tiempo, la plaza se empieza a llenar de gente y  el ambiente es inigualable. El viento que hace me preocupa un poco, porque hay bastante zona expuesta, pero es lo que hay. Cojo dorsal, hecho la ojeada de rigor y me voy a cambiar. Minutos por delante para trotar, calentar los musculillos y minimizar las molestias. Estiro ligeramente 4 cosas y el último arreón para poner el cuerpo a tono ante la inminente salida.

Foto Arando Korrikalari Taldea
Me coloco sin muchos problemas delante en la salida hacia la zona izquierda, me gusta correr, en la medida de lo posible, por las zonas lisas de las baldosas, para no lastimar mis tobillos de cristal ;).
Salida sin problemas, el circuito me lo conozco y aunque este año no veo a marroquís por aquí, hay gente muy buena y va a ser una carrera dura. Primera vuelta a la plaza, nadie salta a lo loco, pero se va formando un grupito de no más de 10 personas. A pesar de no empezar a ritmos desorbitados para mí, si que vamos ligeritos y las pasadas por el centro hacen aumentar el ritmo sin querer. Bueno, salimos del pueblo para dirigirnos hacia la izquierda después de la vertiginosa cuesta, que me hace temblar hasta las muelas. 

Foto Arando Korrikalari Taldea
Encontramos estabilidad en forma de llaneo e intento adecuar las zancadas para ir lo mas cómodo posible. Ahora ya vamos 4 personas, por lo que el objetivo inicial de quedar entre los 5 primeros parece factible. Llega el Km 4, de momento voy bien, estamos yendo a unos 3:25, pero sabiendo que lo duro, psicológicamente hablando llega en la segunda mitad, más vale tener la cabeza fría.
Pasado el 5 retornamos al pueblo, por medio de un ligero desnivel hacia arriba, donde aprovecho para ver si puedo soltar a alguno de los 3 compañeros, pero a pesar de que 2 de ellos parece que se quedan un poco, es insuficiente y continuamos en piña. 

Foto Aita
Poco me dura el liderazgo, ya que en la misma plaza coge la cabeza de nuevo el mismo, por lo que me dedico a intentar no perderlo. Por cada lugar que pasamos oigo como le animan por su nombre, incluso le dan consejos para afrontar el final, la verdad que necesita pocos, porque está haciendo un carrerón.
Llegamos a lo que yo denomino, la parte menos bonita de la carrera, tampoco es fea, pero no puede ser todo perfecto, jeje. Restan 3 kilómetros y tengo altibajos, por momentos me encuentro a gusto siguiéndole y en otras ocasiones me da la sensación de que lo pierdo en breve. La cabeza en estos casos es la que manda e intento animarme, no lo puedo perder ahora, no queda nada, ya veremos lo que ocurre al final, pero no lo puedo perder. Las piernas me duelen, por suerte, el viento que vaticinaba una lucha en ciertos sectores en su contra, no aparece por ningún lado y se puede correr a la perfección.

Foto Aita
Después de un kilómetro de subida llegamos al 9, momento en la que toca decidir qué hacer, la ligera bajada me permite recuperar un poco de aliento, pienso en cambiar el ritmo, pero como ya he comprobado, no lo puedo soltar, por lo que la única opción es la llegada al sprint.
De nuevo un último repecho y el aumento de ritmo del compañero, me ponen contra las cuerdas, pero consigo llegar hasta arriba con él. Ahora sí que sí, llegan 500m con diversas curvas antes de entrar rectos hacia meta. Primera cuerva de izquierdas, continuamos igual, pienso en saltar al dar la curva de derechas que nos encara al arco, pero todavía lo veo lejos y no sé si llegaría en caso de respuesta. Así que el cuadro que se pinta son 2 tíos a falta de 300m y la muchedumbre de meta a lo lejos. 

Foto Aita
No me lo pienso más, salto, aprieto los dientes y me voy a la zona lisa, empujo 100m, doy lo que tengo y miro hacia atrás, parece que me estoy alejando, aun así mantengo la inercia y en la segunda mirada veo que me he podido alejar lo suficiente, así que puedo disfrutar de la llegada a meta más tranquilo, no sé qué se hace en estas ocasiones, así que aprovechando que voy chocando las manos de los más peques, levanto las manos y paso el arco como novato en una primera posición, con un tiempo de 35:47. Me quedo exhausto, intento coger un aire que se le niega a los pulmones y en la medida de lo posible avanzo para dar mi nombre y localidad a los organizadores que me lo piden. En cuanto puedo voy a felicitar a Josu, que así es como se llama el corredor que ha llevado todo el peso de la carrera y cuando digo todo, es todo. 


Da gusto correr con personas así, con una sonrisa en todo momento. También llegan el 3º y el 4º con los que hablo brevemente antes de ponerme a estirar algo, mientras intento beber un poco de agua, que tampoco me entra. Después de ser felicitado por la family y aprovechando que queda algo de tiempo antes de que empiece mi sobrina la carrera, decido irme a duchar, para evitar tener que esperar en demasía y poder verla correr. Organizado todo con tiempo milimétrico, al finalizar la última prueba, comienza la entrega de trofeos, rápida y fluida con diversos premios y clasificaciones. La última es la mía, soy el último en ser nombrado, que ilusión hacen algunas pequeñas cosas, así que recojo el trofeo la mar de original y felicito a los pedazo de corredores que han ascendido conmigo.

Foto Rakel
Por último y como viene siendo habitual en esta prueba, agradecer a los organizadores, todo lo que hacen por tan poco. Sigo diciendo que unos seguirán teniendo la fama y a otros más humildes como estos, no se les dará voz, pero por mi parte me quito el sombrero. Zorionak guztiagatik, merezi duzue eta.

martes, 9 de septiembre de 2014

VIII Triatlon Sprint Zumaia (Euskadiko txapelketa)

Comienza septiembre y con ello la vuelta de muchos a sus respectivos hogares naturales, que no idílicos, como en los que han estado. Como este no es mi caso y en  agosto he sido participe de una Vitoria semi-desierta, pues en unos momentos de esos de soslayo, decido apuntarme al Triatlón de Zumaia. Las molestias de toda esta temporada parece que van siendo menores y me anima a ponerme otra vez el mono de trabajo y disfrutar del ambiente competitivo.
Llega el día, sábado soleado, buen tiempo y a pesar de tener toda la mañana para organizarme, al final como de costumbre se me amontona todo al final y llego con unos minutillos de desfase, a la recogida de los viajeros. Después de un trayecto tranquilo, a falta de escasos 2 Km para llegar a Zumaia, me encuentro parado en “un atasco” (consecuencia de la carrera popular que se está celebrando horas antes de la nuestra). Después de llevar un rato parado y sabiendo que tengo que ir a por el dorsal y demás, decido bajar la bici del coche e ir con la mochila hasta allí, mientras mi aita espera a poder proseguir (aunque nada más ponerme en marcha, veo que se empieza a mover la cola…)

Foto Aita
Nunca he corrido aquí y entre las explicaciones de unos y otros llego por fin a los boxes con todo el material preparado. Sigo sin entender lo del marcaje con rotulador en la piel, puesto que se borra a la minina y estamos identificados en todos los sectores por diferentes medios, pero bueno, espero que se vayan dando cuenta de que es una pérdida de tiempo. Coloco la bici y voy poniendo cada cosa en su sitio, no veo una referencia clara para quedarme con la ubicación y como no tengo mucho tiempo me salgo y voy dirección a la salida del agua.
A pesar del calor, me empiezo a poner el neopreno, comentan que no es obligatorio, pero está permitido, así que cualquier ayuda bienvenida sea. A pocos minutos para que salgan las féminas, me lanzo al agua y doy unas brazadas, volviendo al instante para que ejecuten dicha salida. Como todavía queda un ratillo para la nuestra, vuelvo al agua y doy los últimos coletazos para avisar al cuerpo que viene uno más. El sitio por el que tenemos que salir se me antoja más que estrecho, y nos apelotonamos como mejor se puede. Minutos de nerviosismo y pensar a ver por dónde puedo tirar para recibir lo menos posible.

Foto Rakel
Bocinazo, me voy hacia la izquierda, contra la pared parece que hay más hueco, intento salir rápido para evitar agarrones y medianamente lo consigo mejor de lo esperado, no sin sufrir alguna que otra “caricia”. Parece que nos estiramos, la boya de giro ni la veo, así que me dedico a seguir a los de delante. Las piernas y los brazos avisan del sobreesfuerzo inicial, pero a medida que pasan los metros se van relajando. Llegada a la boya y decido pasarla por fuera para seguir evitando problemas y nada más rebasar el obstáculo empiezo a nadar a gusto. Incluso me doy el lujo de, a lo largo del recorrido, adelantar a alguno que otro cambiando el ritmo. Los 750m están llegando a su fin, toca subir por unas escaleras estrechas hacia arriba y esperando que no se me suban los isquios, lo ejecuto de la manera más pausada posible.

Foto Rakel 
Llegada a los boxes, ya con el neopreno a la cintura y el gorro en la manos, entro bien en la fila, pero a falta de la dichosa referencia y entre tanta bici, me paso, me paro, avanzo y retrocedo, solo me falta la canción de Ricky Martin de “un pasito pa´lante María” para completar el espectáculo, jajaja. Después de esos segundillos perdido, por fin encuentro el vehículo y sin más miramientos y haciendo correctamente el cambio, salgo a por el segundo sector.
No sé exactamente el recorrido, pero me han dicho que es más o menos llano con alguna cuestecilla y sabiendo que son solo 20 Km hay que intentar apretar a tope. Se forma un grupo de unos 15 compañeros, el inicio me lo tomo intentando recuperar el aliento. Las hostilidades vienen en forma de arreones y no es plan de perder a nadie así que decido colocarme en las posiciones iniciales del grupo para intentar poner ritmo. En un par de ocasiones y ante el desacuerdo, les digo que con relevos muy cortos, ni nos vamos a cansar y vamos a poder recortar, pero salvo en contadas ocasiones no lo logramos. Al llegar a la mitad del recorrido me fijo que voy en el segundo grupo, los de adelante no nos sacan más 1 Km, pero somos incapaces de ponernos de acuerdo. Con todo esto vamos comiendo el circuito a unas velocidades más que altas y cuando me quiero dar cuenta estamos en la última cuesta que da acceso al pueblo, lugar donde se hacen diversos ataques, pero que no llegan a nada.

Foto Olatz
Pies fuera de las zapas y salto de la bici, que de la velocidad casi me mato al poner los pies en el suelo. Ahora si que recuerdo el lugar donde tengo que colgar el instrumental, me calzo las zapas y esta vez sí, me quito el casco, para salir a por los últimos 5Km.
Me noto bien, es una carrera corta y no hay que dosificar, así que a tirar desde el principio. Lo que  quiero es volver a tener la sensación de que puedo correr, esa sensación que no estaba en las últimas carreras. 

Foto Rakel
Voy adelantando gente y eso me motiva, noto como el oxígeno que inhalo, se distribuye por el cuerpo hasta llegar a las piernas y permitir el impulso que antes no encontraba. Llego al primer Km, van a ser dos vueltas al recorrido y en los cruces puedo ver la distancia que me están sacando los atletas precedentes. Hay mucha gente en los laterales del recorrido, agradezco los ánimos, llego al 2, en breve estaré dando la vuelta para recorrer la última parte del circuito. Me animo pensando que ya es cuesta abajo, que he pasado el ecuador, llámalo como quieras, pero a la cabeza se le puede engañar con ciertas cosillas.
En el 3 noto como se me está desgarrando la piel en la planta del pie, escuece, duele, pero ya habrá tiempo de curarlo cuando acabe, así que con el dolor en cada impulso voy restando cada metro de las calles de Zumaia. Solo queda pasar por el puente y desviarme hacia la izquierda, veo el arco y a pesar de ver a otro corredor, ya me es imposible darle caza.

Foto Aita
Y de esta manera acaba este sprint rapidísimo, con un tiempo de 1:01:16 en 10º lugar y con mucha satisfacción, por poder tener de nuevo buenas sensaciones, a pesar de las molestias. 


Por terminar, como ya he dicho anteriormente, no había estado antes en este Tri y me he llevado una grata sorpresa al estar todo muy bien organizado y con voluntarios cumpliendo con creces su labor ayudando en todo lo posible, así da gusto.

Foto Ama