miércoles, 5 de noviembre de 2014

XV Gasteiz Hiria Herri Lasterketa (Berria) 2014

Berria, de siempre, o como se llama en los últimos tiempos, Gasteiz hiria herri lasterketa. Sea como fuere, son 10 Km de carrera y en Vitoria, no hay excusas para no ir, bueno si miento, el precio, que como siga así, sinceramente me pensaré el participar en próximas ediciones, pero en esta ya he picado.
El pronóstico vaticinaba lluvias a segunda mitad del día, pero nada más ir a coger la bici para acercarme al centro, comienza a llover, cambio de planes y a sacar el coche. Aparco con bastante suerte cerca de la salida y me dirijo a recoger el dorsal, pre-carrera con primeras risas e intercambio de impresiones con aguerridos participantes con pocas ganas, a esas horas, de correr, en los que me incluyo.
Con tiempo, me cambio y empiezo a trotar en medio de las primeras gotas serias de agua. No me desagrada correr con lluvia, pero el viento va a ser un factor relevante en diversos puntos del recorrido. Sin mucho más que contar, gestiono los minutos adecuadamente para ir acercándome a la línea de salida. 

Foto Iñigo
Fallo por parte de la organización al no poner una cinta, desde la cual se empezase a situar la gente, eso hace que estemos intentando atrasarnos a duras penas e incluso uno de los que va a dar la salida, comienza a empujar a los primeros, con el consiguiente efecto cascada que origina y que solo hace que la gente se pise y tropiece, vamos un premio para el caballero.
Después de este altercado dan la salida, este año, a causa de las obras se alarga un poco más la vuelta, pero lo peligroso es la curva por lo pivotes del tranvía, que aun yo, que iba medio adelante, los paso muy justos. Se lanza la carrera y se empiezan a poner cada uno en su sitio, hoy están todos los gallos del gallinero, así que por primera vez, la cabeza piensa y me quedo en un lugar acorde a mis características, no quiero morir en los primeros kilómetros para llegar arrastrándome.

Foto Aita
En el primer Km todavía creo que voy algo rápido y me lo tomo con más calma si cabe, pero a los pocos metros me pasa Zubi e iluso de mi, intento seguirle un poco el ritmo (bueno un error también se podía cometer). Por suerte para mí, pienso y sobre el 3 decido despedirme del bueno y me quedo como El Llanero…... Uno de los momentos duros para mí, empieza en el Km 4, la lluvia es más acusada y toca atacar la cuesta de Lasarte, el viento también pone de su parte y comienza a bajar el ritmo y aunque les tengo a la vista al grupeto que me precede, veo que no puedo dar más sin tensar mi pierna, así que mentalizarse y hasta arriba toca.
En el giro de derechas para llegar al parque de Armentia consigo recuperar el aire y la zancada, que al final es lo importante, mientras se aproxima el barro y charcos típicos de esta zona. Hace tiempo que la carrera se ha convertido en un entrenamiento exigente, delante no puedo forzar a por nadie, pero por detrás oigo las zancadas de corredores. Eso hace que me tome los últimos Kilómetros con algo más de tensión y en cuanto me vienen algo de fuerzas intento apretar un poco, pero sin esa chispa que hace falta.
La chupa de agua que nos estamos comiendo es considerable e incluso la minúscula camisetica que llevo parece que pesa un quintal, jeje. Después de pasar por el Prado, giro a la derecha para hacer el último kilómetro entre las calles céntricas que dan acceso a la calle dato. 

Foto Aita
En mi cabeza solo esta dar la última curva y afrontar la calle de meta, momento en el que el compañero que ha ido detrás mío estos kilómetros, me dice que no me va a disputar la llegada, yo tampoco tenía muchas ganas de ello, porque tampoco es que fuese una posición espectacular, pero bueno, al cruzar línea de meta le agradezco el detalle y empapado me dirijo a por algo de beber, aunque hoy, deshidratado, lo que se dice deshidratado va a ser que no.
Llegada en los algo más de 10 Kilómetros con un tiempo de 36:37 y 14 posición, ritmo que visto lo visto todavía se puede mejorar y aunque no me obsesione, me motiva para intentar recuperarme y disfrutar un poco más del correr como antes.



Como colofón y mojados hasta las cejas, nos vamos agrupando conocidos para cambiarnos como medianamente se puede en medio de la calle, a los que bautizo como “los tiraos de la Renfe”. La verdad que, que sería de esto, sin estos momentos. Y después de la entrega de trofeos un cacharrillo y para casa a entrar en calor ;).