martes, 2 de enero de 2018

IV San Silvestre Iruña de la Oca 2017

A escasos días del final de este 2017 mientras curioseo las redes sociales, aparece en Facebook una carrera cerca de casa, se trata de una San Silvestre organizada en Nanclares pero por la mañana. Sabiendo que la de Vitoria, en caso de hacerla, va a ser en plan colegueo me intereso un poco más y observo que es gratuita, también veo que dan una “para mi” ingente cantidad de dinero (que es una cosa que no me gusta en carreras populares, pero bueno) así que a falta de 6 días me inscribo en la prueba para pegarle un apretón al cuerpo entre comilona y comilona.
Llegamos el domingo con tiempo al pueblo, no sin antes pasar el control policial que ha montado la Ertzantza por donde nosotros entramos, jeje. Parece que la lluvia nos va a respetar justo justo, pero lo que sí que está presente es el amigo Eolo. Al ir a recoger los dorsales diviso a los que a la postre se llevarían los premios, unos billeticos fáciles de ganar no hacen mal a nadie no? Charlo con Urko  y aunque no le hace falta le animo para que salga a tope. Poco menos de media hora y me empiezo a cambiarme.
Del recorrido solo sé que empieza bastante potente y luego estaré al verlas venir, con lo que después de dejar los trastos empiezo a calentar. Como siempre gente conocida en estas cosillas, no somos más de 100 personas, pero todos con una sonrisa en la cara. Se van haciendo los grupitos en la salida, tampoco va a ver mucho problema así que me quedo donde estoy hablando con Arkaitz.
Dan la salida y tras la primera curva empiezo a colarme hacia los puestos de cabeza, Ivan parece que se quiere tomar las cosas tranquilas y vamos a ritmo lento y soltando alguna que otra broma, Enaitz comenta la posibilidad de jugárnosla en los últimos 100m, el no hay huevos me sale del alma jajaja.

Foto Iban
Y hasta aquí las risas, por lo menos hemos restado medio Km, que es cuando empiezan los galgos la carrera, se escapan Haimad, Fernández y Urko, sabiendo que esa no era mi liga, me quedo en la subida todavía hablando con Enaitz hasta que empezamos a pillar un poco el ritmo.
Como suelen decir, siempre que se sube hay que bajar y acabado el ascenso nos tiramos por los toboganes hasta recuperar la altitud inicial. Cruzamos el puente y diviso que uno de los integrantes de cabeza se está quedando y lo que iba a ser una carrera rápida pero controlada hace que se convierta en un intento de acecho al tercer puesto. 

Foto Mikel Aguirre
La recta que nos aleja del pueblo pone el viento en nuestra contra y en el repecho final de esta hacemos el giro de 180º, Urko e Ivan me animan a apretar, cosa que estoy haciendo mientras que vea una ligera esperanza de poder alcanzarle. Reduzco la diferencia en la vuelta de la recta pero cada vez veo más complicado pillarle, a pesar de no estar bien, su ritmo malo es mucho más alto que mi ritmo bueno. Continuas miradas hacia atrás me dicen que está controlando la distancia y cada vez quedan menos metros.
En los 2 últimos Km y después del curveo al adentrarnos por el pueblo, la diferencia se estabiliza y a partir de ahí no consigo aproximarme a él. El viento también hace de las suyas entre fachada y fachada y en el último Km reduzco un pelín el ritmo sabiendo que ya va a ser imposible su caza. Llego a la zona adoquinada recuperando el aliento por los tramos que en todo momento han estado perfectamente indicados y llego a la plaza de donde hemos salido después de cruzar el puente, esquivar un pivote y chocar la mano de un alegre jovenzuelo.

Foto Mikel Aguirre
Al final  4º puesto en un tiempo de 21:44 para estos poco más de 6 Km. En la meta me tomo el refrigerio y espero la llegada de los demás atletas después de felicitar a los velociraptors. Pocas veces coincido con la ganadora femenina, con lo que aprovecho para felicitarla e intercambiar 4 palabras. Después de ver entrar hasta la última persona, nos dirigimos a ver la entrega de premios y como el tiempo parece que está cambiando piano piano nos vamos dirigiendo hasta el vehículo para retornar a la capital Alavesa.