Como norma general el blog lo utilizo para relatar crónicas de carreras en las que participo.
Pero en este caso haré una excepcion y lo voy a aprovechar para poner las fotos que he sacado del campeonato del mundo de triatlon de larga distancia disputado en Vitoria Gasteiz.
domingo, 29 de julio de 2012
lunes, 25 de junio de 2012
XXVII. Triatlon de San Sebastian 2012 ( Memorial Onditz)
A quien madruga…..
5 De la mañana del domingo, horas que hacía mucho tiempo en
las que no estaba acostumbrado a levantarme. La bolsa para ir a Donosti al
triatlón la deje hecha el día anterior solo tenía que desayunar y meter las
cosas al coche.
Es un día bastante bonito, despejado y con sol, que aunque
para la carrera no es muy adecuado, prefiero esto antes que la lluvia de
Lekeitio. Llegamos bastante pronto, y por no liarme a buscar aparcamiento lo
dejo en Anoeta y nos vamos dando un paseo hasta los box. Los dorsales nos los
había cogido Fernando (gracias por el detalle) mientras le esperamos nos vamos
juntando componentes del equipo. Hoy va a haber mucha gente en la línea de
salida, rondan los 800 participantes, nunca había estado en una carrera tan
multitudinaria y la salida al agua me tiene preocupado.
Foto aita |
Entramos en los boxes, que por cierto son larguísimos, para
albergar a tanta bici, y vamos colocando todo en su sitio. A falta de 20
minutos me dirijo hacia la playa para dar algún largo que otro, mientras me
coloco el neopreno, las chicas están saliendo, así que quedan unos 15 minutos
para calentar. El mar está muy tranquilo, no hay olas y la primera boya está
bastante lejos, eso está bien.
Foto aita |
Me voy colocando en la línea de salida, no me entran casi
los nervios, como en otras ocasiones y en pocos minutos dan nuestra salida, con
lo que no me da tiempo a pensar en casi nada. Segunda línea de salida y hacia
el agua cuando veo salir a los de mi lado, porque de nuevo la bocina no la
oigo. Hay que andar bastante para poder empezar a nadar y a la que puedo me
tiro he intento no coger grupo grande. Estoy nadando bastante a gusto no he
recibido a penas golpes y me encuentro bien, incluso me llega a preocupar si no
me estaré yendo hacia un lado diferente, pero levanto la cabeza y veo que voy recto
hacia la boya. Llegada para dar el giro y milagrosamente tampoco recibo golpes,
muy limpia y sin obstáculos, es la natación deseada. Veo que un gran grupo está
muy hacia la izquierda, y aunque estoy nadando solo sin pies de nadie, veo que
sigo recto hacia la segunda, así que ni cambio mi sentido. Las siguientes 2
boyas, iguales, sin problemas aparentes y ya solo queda encarar hacia la playa.
Estoy muy bien de brazos no me he cansado en exceso, pongo pie en tierra agarro
la cremallera y me bajo el neopreno a la primera, en nada estoy con él por la
cintura, increíble lo bien que está saliendo todo. Subo las escaleras hacia
boxes, encuentro la bici sin problemas y salgo a por el segundo sector.
Foto aita |
Los primeros 3 kilómetros son más o menos llanos con lo que me
da tiempo a beber un poco y adecuarme a la bici. A partir de ahí, son pequeñas
subidas, rotondas y baches por Donosti, que me hacen sufrir un poco, pero a
pesar de que algún grupo se me escapa, intento mantenerme. Finalizado ese
tramo, nos dirigimos hacia Orio, unos cuantos kilómetros en grupo a un ritmo súper
alto, pero llevadero. Vamos alcanzando a pequeños grupillos, esos que en Donosti
se me habían escapado, y nos juntamos un gran pelotón de unos 50 o 60, nunca
había rodado con tanta gente. Este tramo trascurre sin muchos cambios hasta que
empezamos a subir Igueldo. Yo de pequeño tenía el recuerdo de que era un sitio
con atracciones y cosas divertidas, pero las estoy pasando canutas, con las
pedazo de cuestas que hay, así que alterno estar de pie con estar sentado para
poder sobrevivir. Unos larguísimos kilómetros después llega una rampa rompedora
(como si las demás hubiesen sido tachuelas), en la que parece que acaba
definitivamente el puerto, pero que va, sigue con falsos llanos y en subida
continua, parece que esto no va a acabar nunca. Sí que es cierto que ya las
piernas no duelen tanto, pero quieras que no sigues subiendo. Al final de todo
este calvario, por fin se llega arriba y ya lo que queda es únicamente bajada
hasta Donosti, es bastante peligrosa, con curvas cerradas y asfalto en no muy
buenas condiciones, que hay es donde toca tener cabeza y no jugársela.
Y a falta de 4 Km es donde llega la catástrofe:
Curva de derecha, freno para trazarla, pero de repente noto
que la bici pega un bote y se me van las manos del manillar, no sé qué ha
pasado, ahora estoy con el pecho sobre el manillar y saliéndome recto hacia
fuera de la carretera, la bici esta descontrolada, intento frenar de alguna
manera, pero me es imposible, me caigo, deslizo por el asfalto, y lo último que
veo es una moto de policía que esta estacionada con la que me empotro a toda
velocidad, el sonido del golpe es increíble. La moto se ha caído, yo intento
levantarme, llega una persona que dice que es médico, yo solo quiero ver que me
ha pasado, tengo la pierna izquierda abrasada, manos quemadas, y contusiones
por todos los lados. Intento andar un poco, veo que aparentemente “solo” es
eso. La rueda delantera se ha salido de la horquilla, el cuentakilómetros y mis
gafas han salido volando igualmente. El instinto me hace ir a por la rueda e
intentar ponerla, para llegar a box y correr como sea, pero esta como un ocho,
se ha destrozado completamente, al igual que muchas partes de la bici y el
traje, se acabó la carrera para mí. La frustración y la rabia va en aumento, el
dolor lo ira a partir de mañana, quiero saber realmente que ha pasado, me giro
hacia la carretera y veo que en plena curva hay un badén cuadrado de los
anchos, negro que apenas se ve y no hay nadie de la organización señalando
dicho peligro. La indignación va en aumento, como es posible que no lo
indiquen, se lo comunico a cualquier persona que viene a ver qué tal estoy,
unos dicen que si ellos no son de la organización que si esto que si lo otro,
hasta que al final llega uno y se pone en el badén avisando a todos los que
vienen por detrás el peligro (ahora verdad).
Me hacen algunas curas, pero lo único que quiero es que me
bajen a box por lo menos para decirles a mis padres que estoy bien, pero tengo
que esperar a que pasen todos los corredores para ir con el coche escoba. Después
de muchos minutos me bajan a box, me curan un poco más y estoy con mis aitas.
Ahora toca ir a por el neopreno y las zapatillas sin usar que se han quedado en
el box. Después de recoger todo, voy a pedir explicaciones a la organización,
pero solo echan balones fuera, ya veo lo que les importa la seguridad de los
participantes, así que no solo tengo el dolor por el cuerpo sino, también la
incomprensión de unos organizadores, que no saben reconocer errores.
Yo soy el primero que sabe que tengo que ir con cuidado, y
que si cometo un error es mi culpa, pero me voy muy cabreado sabiendo que no ha
sido un error mío.
Después de ir a buscar el coche, subir la bici como se
pueda, toca llegar a Vitoria para ir al Hospital y que me curen todas las
heridas y me hagan radiografías, solo me queda el consuelo de pensar en que
podía haber sido peor.
Dar las gracias a todos los componentes del equipo,
compañeros y familiares que me han dado sus ánimos, no estaba para muchas
palabras, se agradece el afecto sincero de todos esos apoyos.
martes, 19 de junio de 2012
XX.Triatlon de Lekeitio 2012
Vitoria 13h, 28º grados, cielo despejado, sudando mientras
meto todas las cosas en el coche y salimos de camino. Durango 14h, cielo con
bastantes nubes 20º grados y bajando puerto. Lekeitio 14:30h txirimiri
continuo, 16º grados, toca bajar los trastos.
La lluvia que está cayendo no presagia nada bueno, en estos
dos años en los que llevo practicando el triatlón, es el peor día que me he
encontrado para la carrera. El mar está algo revuelto, la carretera esta mojada
y no tiene pinta de que esto vaya a parar. Me dirijo a por el dorsal, toda
gente está como buenamente puede, intentado buscar un sitio para resguardarse
de la lluvia en los momentos previos. Nunca había visto el entrar en los box
con el neopreno completamente puesto, pero hoy no es uno ni dos los que lo
hacen. Yo coloco las cosas con muy pocas ganas, la mochila esta empapada, yo
estoy igual y lo que se va a quedar dentro del box se va a quedar hecho sopa, así
se dan las condiciones de este “apasionante” triatlón de Lekeitio.
Foto Rakel |
Me dirijo a la playa con los compañeros del equipo, ya no
hay vuelta atrás, esa nunca ha sido la opción. Un poco de calentamiento, unos
largos para arriba y para abajo y hacia la línea de salida. Después de la
salida femenina nos vamos colocando en posiciones (ahí surge la primera
anécdota del día, al lado mío hay un tío, muy concentrado, estudiando muy bien
la situación, por curiosidad me quedo con el numero para ver quién era, y
después de ver la clasi observo que es la persona que me ha sacado más de 2
minutos en unos tristes 750m. Ha sido el ganador de la prueba, el señor
australiano de turno, que makina). Nuestra salida se demora de una forma
incomprensible, en estos casos de frio y lluvia, llevar al extremo la norma no
creo que sea la mejor opción. Estoy medio tiritando, al igual que la mayoría de
los triatletas y después de unos 20 minutos se deciden a dar el bocinazo.
Bocinazo que ni oigo, porque hay una línea de salida anchísima, por lo que
cuando veo que salen los demás salgo yo, quedándome un pelín atrás.
El tumulto de gente es bastante grande y no se puede nadar
nada a gusto, cuando estoy algo mas tranquilo puedo ver con claridad que me
estoy escorando un poco hacia la izquierda, así que intento modificar el rumbo
hacia la primera boya. Noto como que no tengo fuerza en la piernas y casi no
las muevo, solo estoy tirando de brazos y no muy bien que se diga. A pocos
metros de llegar a la primera boya las olas son cada vez más altas y eso unido
a que se forma el embudo de paso, se convierte en unos continuos tragos de agua
y agobio general. La recta hacia la segunda se hace medio aceptable, incluso
soy capaz de vez al fondo un gorro que se está hundiendo lentamente. Giro de
izquierdas para volver a la playa, se pasa un poco mejor que la primera, pero
también están los golpes de por medio. Poco a poco el oleaje va disminuyendo a
medida que nos vamos acercando a la playa, en mi cabeza solo esta poner pie a
tierra y salir de ahí cuanto antes.
Foto Rakel |
Normalmente siempre sales algo mareadillo del agua, con unas
sensaciones raras, pero no sé qué pasa en Lekeitio que salgo, bastante tocado.
Subo las escaleras hacia el box entre los ánimos de la gente y llego a la bici,
me quito el neopreno muy despacio, parece que la cabeza está todavía en el
agua, todo lo demás lo hago a la misma velocidad y salgo hacia el segundo
sector. (Segunda anécdota del día, gran transición de Iñigo, con la que por lo
menos nos echamos unas risas a la finalización del evento, como esta no te va a
salir ninguna mas txapeldun).
Monto en la bici con mucho cuidado, el salto lo dejaremos
para otra ocasión, el suelo está muy mojado y no quiero verme en el suelo de
nuevo. La salida del pueblo entre adoquines incomoda a la par que peligrosa, y
la cuesta del comienzo tampoco ayuda mucho. Me coloco las gafas, pero se me
empañan muchísimo y no puedo ver casi nada, pero estoy en un repecho y no puedo
quitármelas, así que como puedo llego hasta arriba y en la rotonda, me las
vuelvo a poner en el casco, esperando que no se caigan por el camino. La lluvia
es continua, y tampoco puedo ir muy bien detrás de alguno, porque el agua que
levanta se me mete en los ojos. Lo único bueno, es que pensaba que iba a pasar
bastante frio en la bici, pero no hace demasiado y por esa parte son algo
llevaderos los kilómetros. Llegada al puerto y ahí que subir como se pueda,
algunos makinas me pasan como animales, menudo ritmaco. La bajada hay que
hacerla con cuidado, las primeras curvas con mucho tacto, no frena mucho, y a
la mínima te puedes caer. Giro de 180º y vuelta a subir “Milloi”, más de lo mismo, me van alcanzando en la subida y la
bajada hacia Lekeitio con cuidado.
El tiempo que he hecho en la bici es lo que menos me
importa, lo bueno es que no me he caído, bajo de la bici, se agradecen los ánimos
de familiares y compañeras de los del equipo que dicen tu nombre, con ese subidón
entro en box y me coloco las zapatillas para hacerlo bien en mi terreno. Pero
parece que hoy la cosa no va a ir bien, las zapatillas están empapadas, pero lo
malo es que no me encuentro nada a gusto, las piernas están muy pesadas, no me
duelen ni nada, pero no puedo ir más rápido. La primera parte es toda subida,
en la que tenía esperanzas de adelantar a más gente de lo que al final lo he
hecho y después de llegar al faro es bajada hasta meta. Todavía tengo salitre,
que noto en cada respiración, ni en la bajada puedo ir suelto, así que me
resigno a acabar de la forma más digna posible.
Paso línea de meta con el 72º mejor tiempo en 1:10:21 y con
un cansancio general nada comparado a otras ocasiones.
Después de analizar la carrera y los días previos, por lo
menos llego a un par de conclusiones, la primera es que no es normal que
nadando mejor que nunca en piscina, no llegue a estar en casi ningún momento a
gusto en el mar, a la hora de dar brazadas y llevar ritmo, con lo que habrá que
empezar a entrenar algo la técnica y la segunda es que lo de donar sangre en
plena temporada de competición, no es nada recomendable, puesto que a estos
niveles se acusa en demasía. No soy nada partidario de los “y si esto y si lo
otro” así que de estos errores son de los que trataremos de aprender.
lunes, 4 de junio de 2012
XVIII Triatlon de Ondarroa 2012
Después de las tres primeras carreras de la temporada, hago
una reunión con mis ingenieros y se deciden hacer mejoras en el sector de
natación. El lunes están pedidas las nuevas piezas y la probabilidad de que
lleguen a tiempo para el triatlón de Ondarroa está en duda. Después de hacer el
seguimiento minuto a minuto de estas (Southampton-Gatwick-Barcelona-Vitoria),
por suerte, el nuevo neopreno llega a mis inmediaciones 2 días antes del
evento, por lo que solo queda probarlo para ver si es la talla correcta y esperar
ansioso la prueba final en mar abierto.
Por fin llega un olímpico, una distancia que me gusta
bastante dadas mis condiciones (o por lo menos eso es lo que yo creo). El día
es caluroso, pero la preocupación porque eso pueda cambiar se palpa en el
ambiente y en las nubes que se están avecinando. Llego con la family bastante
pronto y me dirijo a por el dorsal, ya se empiezan a vislumbrar los colores
amarillos del equipo por todos los lados, este finde nos juntamos una veintena
de fosforitos.
Foto Rakel |
Mucho tiempo dentro del box preparando las cosas y charlando
con los conocidos que van a participar en la prueba, algunos novatos y otros ya
experimentados. A falta de 20 minutos para la salida femenina me dirijo a la playa
para probar a ver qué tal está la mejora adquirida, se adapta bastante más al
cuerpo y no se cala tanto como el otro, dejando más libertad de movimientos. La
salida de las chicas, da inicio a nuestro tiempo de calentamiento, que a la
postre no se hace muy efectivo, porque hay que esperar bastante rato para la nuestra,
un poco más de lo normal, puesto que hay que esperar que las féminas pasen el
punto en el que nos podríamos cruzar con
ellas.
Estoy colocado a la derecha de la salida, la verdad que no
parece un muy buen sitio, ya que el amontonamiento de gente esperando a salir
por el lado opuesto es considerable y sobre todo teniendo en cuenta que el mar está
bastante revuelto con un desplazamiento de izquierda a derecha bastante
apreciable, pero como ya estoy ahí me quedo, ya que recolocarme va a ser muy
difícil. El bocinazo llega, entro bastante bien en el agua e intento ir poco a
poco hacia la parte izquierda, por lo poco que puedo ver hasta la primera boya,
los del grupo cabecero no están muy lejos, tampoco es que sea mi guerra, pero
me parece curioso. Vuelta a la derecha a por la segunda, este trozo se me hace
bastante llevadero, gracias a la corriente favorable que tenemos y aprovecho
para aumentar la brazada. Nueva boya y giro de 180º hacia el otro lado, es aquí donde empiezan las malas sensaciones,
parece que no avance y encima es muy- muy largo lo que nos queda hasta
encontrar la última boya, que nos encaminará hacia la salida, así que paciencia
y a aguantar. Últimos 300 metros hasta llegar a las escaleras de salida, que
casi es el peor tramo, puesto que la gente se empieza a cruzar de forma innecesaria,
en una de estas, golpe en la gafa y agua
para dentro, un ojo encharcado hasta el final. La salida del agua se hace a
través de unas escaleras estrechas, y con toda la gente que nos amontonamos es
muy estresante salir, una vez en tierra firme solo me queda dirigirme al box y
cambiar de herramienta.
Foto Rakel |
Esta vez he tomado una buena referencia para saber la ubicación
del material, no tardé en llegar al sitio exacto y después de quitar traje,
coger casco y poner dorsal cojo la bici y arranco a por el segundo sector. La
línea de montaje se hace sobre unos adoquines y es bastante difícil, por lo que
ni salto ni nada, paso la pierna despacico y doy la primera pedalada, ya que aparte
de eso es en pendiente. Como ya me dijo una vez un tal Rossi, las primeras
curvas con los neumáticos fríos hay que hacerlas con cuidado, pero claro, me
acorde de eso después y …….ZAS SS, en toda la boca!!! Nada más dar la primera
curva a derechas cerrada y en subida, no sé ni cómo, me veo en el suelo porque
se me han ido las ruedas, han resbalado como mantequilla en el asfalto y ahí
estoy yo preguntándome qué coño ha pasado. Me levanto, me subo de nuevo,
intento dar pedales, pero la biela está loca, joder la cadena!!! Bajo de nuevo,
me cuesta volver a engranarla, lo consigo, me subo a la bici y para arriba.
Mientras yo estoy haciendo todo el teatro, me van pasando por izquierda y
derecha, así que el tiempo que había ganado en la natación, lo pierdo con
creces a las primeras de cambio, en el comienzo de “mi sector preferido” . La confianza ganada en las curvas de bajada
de Zaldiaran se esfuma en un momento, el golpe no ha sido gran cosa, pero la
rabia de perder tiempo y sobre todo grupo, es lo que más me está doliendo, pero
cosas que pasan, tampoco dura mucho el enfado. Hay mucho sube-baja por la
mayoría del recorrido, y siempre me quedo cortado, cuando se podría rodar con
algún grupo, así que paso la mayoría del trayecto en tierra de nadie. En las
subidas no me cambian bien los piñones, me imagino que a causa de la caída se
han quedado algo tocados y tengo que ir con un desarrollo un poco más duro para
que no esté saltando la cadena continuamente. Los últimos 10Km los hago más o
menos en grupo, por lo que hay que ir empezando a cambiar el chip, para la
cabalgada.
Foto Rakel |
Dejo la bici y me coloco las zapatillas, hay que dar tres
vueltas a un circuito de unos 3Km y poco para completar el tri. La primera
vuelta decido tomármela con relativa calma, esto tiene pinta de que se va a
hacer largo. No me encuentro con sensaciones de carrera al 100%, pero no voy a
disgusto, por lo que decido ampliar un poco el ritmo en la segunda. Ya con
mucha gente por el recorrido a pie, es difícil saber si esta en tu misma vuelta
o es un doblado, así que me “entretengo” en mirar si llevan pulsera o no y de qué
color es, para motivarme. En la mitad de esta segunda vuelta, veo que me pasa
una bici de la organización, y al poco tiempo me sacan “bandera azul”. Parece
ser que a uno de un país Oceánico, le ha dado por correr un poco más de lo
habitual y cuando me dobla, la cinta con el dorsal me da varias vueltas a la
cintura, jeje.
Después de pasar por última vez por boxes, solo queda hacer el último esfuerzo para acabar el olímpico, el circuito tiene bastantes curvas, giros cerrados y alguna que otra rampilla, por lo que llevar un ritmo continuo no es fácil, pero en estos últimos 3000 metros hay que gastar lo que quede. En el último paso por el casco del pueblo, solo me queda aplaudir a un grupo de personas que están en la terraza de un bar animando, la verdad que ha sido de gran ayuda oír como decían tu nombre al pasar.
Después de pasar por última vez por boxes, solo queda hacer el último esfuerzo para acabar el olímpico, el circuito tiene bastantes curvas, giros cerrados y alguna que otra rampilla, por lo que llevar un ritmo continuo no es fácil, pero en estos últimos 3000 metros hay que gastar lo que quede. En el último paso por el casco del pueblo, solo me queda aplaudir a un grupo de personas que están en la terraza de un bar animando, la verdad que ha sido de gran ayuda oír como decían tu nombre al pasar.
Foto Rakel |
Y así se llega al final del primer tri olímpico de la
temporada con un tiempo de 2:11:52 y un puesto 48 muy sufrido.
En la entrega de premios, nos han dado un premio honorifico
al equipo más simpático. La verdad, yo no sé cómo serán los demás equipos, pero
lo que sé, es que en este, se respira un compañerismo y buen rollo increíble.
![]() |
Foto 42.195 |
lunes, 28 de mayo de 2012
IV Triatlón Sprint de Hondarribia 2012
Y que viva el buen tiempo, el sol parece que se ha quedado
con nosotros unos días así que habrá que aprovecharlo. Hoy salida hasta las
proximidades Francesas, usease, triatlón de Hondarribia. Llegamos bastante
pronto, pero para estar en Vitoria haciendo tiempo, mejor salir y disfrutar del ambiente playero, sobre
todo mi sobrina.
Hay un triatlón “popular” antes que el nuestro, así que la
cosa esta animada, y veo la mayoría del recorrido antes de ponerme manos a la
obra. Despues de que finaliza, la gente ya se empieza a mover y comienza a
meter las cosas al box, con lo que solo me queda bajar la bici del coche y
empezar con el ritual. Al entrar empiezo a ver mucho amarillo por los sitios,
los del equipo se hacen ver por cualquier lado por donde vayan. Me dirijo hasta
esa zona, pensando que mi numero estaría por ahí, pero resulta que se acaba la
barandilla y no lo veo, un poco mas tarde me doy cuenta de que esta al otro
lado del box. Entre comentario y comentario voy poniendo las cosas en su sitio
y a falta de 30 minutos ya lo tengo “todo
listo”.
Dejo la mochila en el coche, por lo que solo me queda
enfundarme el neopreno e ir hacia el agua, todo esto en compañía de la gran
grupeta del 42195, cada vez nos estamos juntando más gente y así voy conociendo
a alguno más. A falta de 10 minutos para la salida de las chicas, decido
empezar a calentar, me tomo mi tiempo, no hay que ir con prisas. El primer
bocinazo anuncia la salida femenina, por lo que voy saliendo del agua para
colocarme en la línea de salida. Estamos bastante tiempo allí esperando, y a
falta de 5 minutos pasa la anécdota del día, unos de los triatletas no ha
dejado el dorsal en el box (se le había olvidado), ya no le da tiempo a
ponerlo, con lo que el nerviosismo es palpable. Al final creo que se soluciona,
alguien se lo va a poder colocar.
Foto Rakel |
Con estas y después de ver que la mayoría de las chicas habían
salido del agua, dan nuestra salida. Salgo bastante bien al agua, por la parte
izquierda, empiezo a nadar y no recibo muchos golpes, así que la cosa no está
muy mal del todo. Llegada a la primera boya y empieza la aglomeración de gente,
aun así no me agobian mucho, teniendo en cuenta otras carreras, de vez en
cuando sí que hay alguien que me agarra del pie y cosas así, pero por lo
general tengo que decir que una natación bastante limpia. Segunda boya y no me
duelen mucho los brazos, en la tercera boya, me acerco tanto a ella, que a la
hora de poner rumbo a la arena, se me queda el brazo izquierdo enganchado en la
red que tiene, casi me la llevo conmigo, jeje. Al ir acercándonos a la playa se
va viendo el fondo, lo que significa que el primer escoyo esta casi salvado.
Dentro de lo cansado que salgo, voy bastante bien, e incluso puedo ir un poco más
rápido por la arena, y sabiendo que son unos 200 metros no está nada mal.
Foto Rakel |
Llegada a la T1, posiblemente la peor transición que he
hecho. Me quito el neopreno, intento ponerme el casco, pero me cuesta una
barbaridad, y con esas cojo la bici y voy a salir, un juez me avisa de que me
ponga el dorsal, así que párate, cógelo y póntelo. Y si eso no fuera poco llega,
posiblemente, la mayor pifia de la
temporada. A la hora de subir a la bici algo no me cuadra, tengo las zapatillas
puestas en los pedales como siempre, pero hay dos formas de ponerlas, o bien o
mal, pues si señores, las he puesto al revés, la izquierda al pedal derecho y
viceversa. Mientras doy las primeras pedaladas pienso en que hacer, parar y
ponérmelas bien o intentar abrocharlas y ver que tal. Pruebo esta segunda
opción, me ato el velcro no muy apretado y aunque es algo incómodo veo que
puedo dar pedales y no me hace mucho daño, así que adelante se ha dicho.
Aprovecho para beber un poco y quitarme el sabor a salitre, a pocos metros
empieza a picar hacia arriba, me levanto de la bici e intento pasar esas
primeras rampas de esa manera para no cargar mucho las piernas, la subida al
faro no es muy larga, pero sí que tiene bastante desnivel. Aunque me pasa
gente, por lo menos veo que no me queman mucho las piernas, llega un poco de
descanso antes de subir al puerto e intento recuperar el aliento. Llega la
subida al puerto de Guadalupe, me lo tomo con calma y pongo mi habitual ritmo
de crucero para las subidas, me anima el ver que por lo menos el grupo que nos
hemos quedado se mantiene e incluso hago efímeros adelantamientos en subida, y
digo efímeros porque son momentáneos ya que al rato me pasa.
Los ánimos de la gente, nos cantan la llegada a la cima, con
lo que ahora queda bajar de la mejor manera posible, la sinuosa carretera. A
pesar de que este año han cerrado el paso de tráfico, su estrechez la hace más
peligrosa aún, las velocidades que se alcanzan son bastante considerables. Por
suerte llego a bajo sin ningún tipo de percance, vuelta a unas cuantas rotondas
y llegada hacia el pueblo entre una marabunta de badenes. Toca subir de nuevo
el repecho del faro, esta vez ya se está pensando en la transición, por lo que
no sobrecargar las piernas es ahora lo primordial.
Foto Rakel |
Llegada a la T2, con pequeñas dificultades saco los pies de
las botas y salto de la bici (menos mal que solo eran 20Km). Recorro todo el
pasillo hasta llegar a mi sitio y en un tris me coloco las zapatillas y a
correr. Me encuentro bastante bien, aun así, los primeros metros decido ir un pelín
más despacio para ver cómo responden las piernas. Hecho el chequeo pertinente
ya solo queda dar lo que haya e ir a lo Mario Mola, vamos la cantinera de todos
los días. Voy pasando a corredores entre los aplausos del público, con lo que
me animo más todavía y sigo en progresión. Primer kilómetro por el paso
estrecho que proporciona el carril bici, es difícil adelantar porque vienen los
que ya han dado la vuelta al fondo, pero bueno…
Llego al puesto de avituallamiento, cojo la botella, y me
refresco un poco. Un poco más adelante mi hermana y sobri con el brazo estirado
para que le choque, buff me pilla en el otro lado y no puedo chocarle. Cosa que
si hago a la vuelta, y mientras me alejo oigo sus gritos de ánimo.
Foto Rakel |
Ya solo
quedan un par de kilómetros, sigo “muy a gusto” y pasar a gente motiva para darlo
todo. Un par de vueltas por aquí un par de vueltas por allá y encaro recta de
meta parando el crono en 1:10:58 en el puesto 47º.
Por ultimo solo queda la charleta y los saludos con los
demás triatletas y juntarme con los de amarillo para comentar los detalles de
la carrera.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)