Y de nuevo que toca el madrugón padre, “por suerte“ he
estado trabajando toda la semana de mañana, incluso el sábado, así que para hoy
domingo, ha sido la rutina de todos los días. La salida a las tempranas 6:30,
creo que les ha costado más a mis acompañantes, pero al ver a mi sobri tan
contenta a esas horas me ha sorprendido.
Por el camino está la cosa muy nublada y con xirimiri, que
yo sepa este año no me ha tocado ningún tri con rayos de sol, aunque
temperatura ideal para la carrera. Llegamos a Donosti y en vez de complicarme
la vida en estacionar el coche, lo meto en el parking, al lado de boxes.
Mientras espero a que Hektor llegue con los dorsales, van llegando algunos
integrantes más del equipo, de los cuales algunos están para lo mismo, muchas
gracias. Charleta, bromas y ya se empieza a formar una cola interesante para
meter la bici, así que para adentro antes de que se ponga peor la cosa.
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Foto Aita |
Estoy en mitad de box, con una buena referencia a la hora de
saber el sitio para las transis. Comienza el ritual de los elementos, que si me
quito la sudadera, que si pongo las zapas, que si meto esto, que si…..en fin lo
de siempre. Cuando veo que ya está todo en orden, después de repasar no sé cuántas
veces, decido que es hora de echar unas carrerillas. Después de estirar y
deshidratar la vejiga, creo que toca entrar en faena. Quedan 5 minutos para que
salgan la féminas y estoy acabando de colocarme el neopreno, algo justo pero
bien. Primeras brazadas en el mar y escucho que ha habido una salida nula, más
tiempo, perfect. Nado hasta que la respiración y los brazos han pasado su fase
de estrés, así que toca ir hacia la inmensa salida con más de 800 guerreros con
gorro, me rio yo de esparta, jeje.
Me coloco a la derecha, tercera o cuarta fila, no quiero
batalla que me agobie, espera larga, pensamientos por la cabeza y cuando va a
dar el bocinazo, por lo que se ve, no suena a la primera, pero ya la gente ha
arrancado, como para parar a la marabunta, aun así la hace sonar al instante. Cubre
bastante poco al inicio y hay que sortear las ola que vienen, la primera la
salto, la segunda me la como y en la tercera empiezo a nadar. Primeros metros,
ostión en la cara con un pie, sin consecuencias apreciables. Intento buscar
algún hueco y acelero un poco, me está costando algo el empezar a nadar a gusto,
encima los brazos me duelen, por suerte a los 200m consigo que se pase esa
molestia y empiezo a bracear con ritmo, no ha sido muy accidentado el inicio.
A lo lejos se empieza a ver la primera boya, voy
relativamente a gusto con pequeños momentos de pillar pies, que con tanta gente
no es difícil. Llegada al hinchable, lo cojo por donde voy, bastante abierto y
la paso de forma limpia, primer escollo librado. El sector va a ser una
constante de buen ritmo y paso por boyas muy limpias, parece mentira con la
gente que hay, pero solo en la última boya, que la cojo pegada a ella, es donde
hay algo más de toque, pero apenas es reseñable. Los últimos 400m me estoy
gustando, estirando la brazada, dando fuerte a las piernas y el ver la playa a
lo lejos me hace relajarme un poco sabiendo que ya está hecho.
En cuanto salgo me bajo el neopreno, no es muy cómodo correr
entre tanta arena, pero la gente se agolpa a los laterales, ayuda a pasar ese
mal trago. Antes de subir las escaleras ya tengo las gafas y el gorro en la
mano, pasamos por las duchas y
“joder” que
fría está el agua, jajaja. Llego al pasillo de box, a uno que ha salido conmigo
le cantan el 71, pues no lo he hecho mal del todo, todavía me queda un cacho
para coger la bici, recupero el aliento ya cuando llego a ella. Transición
bastante aceptable, con todo colocado en su orden y en perfectas condiciones.
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Foto Aita |
Paso la línea, salto de la rana, y a por la carretera.
Baches y terreno no muy bueno nos acompañan hacia la salida de la ciudad, toca
uno de los 3 repechos que hay antes de descansar un rato. Las piernas
responden, pero al llegar a la zona de arriba se me escapan un poco y les tengo
que dejar ir para no petar a las primeras de cambio. Descansillo y por detrás
nos juntamos otros pocos, esta vez no se pueden ir, así que en la segunda
subida incluso me pongo por delante y arriba nos volvemos a juntar. En una de
estas uno se levanta de la bici y al moverla me pega en los radios, no me
jodas, por suerte parece que no ha pasado nada. En la última bajada de esas
tres zonas, el asfalto ya está mojado y en una de las ultimas curvas, derrapo
al final de la frenada y tengo que abrirme un poco, sustillo sin incidencias.
Comenzamos a llanear, por primera vez en lo que llevo
haciendo esto, empezamos a dar relevos con sentido, cortos, potentes y
sincronizados y lo que es mejor, durante el tiempo suficiente para coger, unos
kilómetros más adelante, al grupo que nos precedía, en ocasiones parece que voy
relajadillo y me da por mirar el cuentakilómetros y vamos a 40, madre mía.
He
aprovechado para beber y comer algo, la ligera lluvia empieza a empañarme las
gafas y a pensar que la bajada de Igeldo va a tener su punto extra de
peligrosidad. A la llegada al puerto ya casi no veo, pero como no voy a poder
colocarme las gafas bien en el casco,
opto por bajarlas provisionalmente. Llega la dura subida, se empiezan a
descolgar los primeros, yo sigo a mi ritmo, voy con buena cadencia y las
piernas me responden. Nos vamos pasando entre otros 2, pero sin distancias
entre nosotros. Parece que la acumulación de Kilómetros, desde hace 3 años que
estoy andando en bici, tiene algo que ver, no soy muy rápido, pero ya sufro
algo menos.
Llegamos a la penúltima rampa, yo creo que de las más duras,
la gente anima a pesar de la lluvia y la niebla que se ha formado allí arriba,
yo les veo con sus chubasqueros y solo tengo un “chapeu por ellos”. En esta que
al finalizar esa ascensión uno de los 3 que íbamos dice, “buen puerto chavales”,
joder, a ver si lo hemos hecho bien y todo, jeje. Me queda otra pequeña subida
y empezaremos la bajada hasta Donosti. A medida que bajamos, deja de llover y
la carretera parece que está más seca, pero entre los baches, las curvas y los
recuerdos del año pasado, voy a hacer la bajada de la forma más prudente de
toda mi vida, he aprendido a bajar agarrado a los cuernos y eso me da un poco
más de confianza. En cada curva que veo peligro, freno con antelación y entro
muy parado, me rebasa alguno que otro, pero no me importa lo más mínimo, encima
la bici parece que hace un ruido raro y solo pienso “si se tiene que romper, que rompa abajo”. En mi cabeza empiezo a
acordarme de las curvas, de los sitios, me estoy acercando a “mi curva”, puedo
ver el badén en cuanto encaro la recta que lleva hacia él, me abro muchísimo,
freno lo justo y paso la curva sin peligro. La moto de los municipales está en
el mismo lugar, me pregunto si será el mismo tío.
A partir de aquí, ya todo es nuevo para mí, siguen las
curvas peligrosas, a lo que se une el pésimo estado de la calzada, pero voy
superando una tras otra, hasta llegar a las primeras calles de la ciudad, para
decirme a mí mismo que el nivel de alarma toca apagarlo.
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Foto Aita |
Saco con bastante
antelación los pies de las botas, pensaba que la bajada iba a estar más cerca,
pero bueno, esta solo unos metros más allá. Bajo de la bici, bajamos la cuesta
y por el estrecho pasillo de box tengo que avisar al de delante que voy, por
suerte se aparta un poco y llego a mi sitio, cuelgo la bici, me quito el casco
(cosa de la que me sorprendo al instante, porque siempre lo hago al final) y me
coloco un poco toscamente la zapas para salir a la tan deseada carrera.
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Foto Rakel |
Empiezo dando mis zancadas a saltitos, voy bien, los que
tengo delante son los que me han adelantado en la bajada de Igeldo, Ahora creo
que me toca a mí no? Un poco antes de llegar al primer kilómetro, veo como los
primeros ya van a acabar su primera vuelta, me marco el objetivo de no ser
doblado en carrera, aunque casi más que de mí, va a depender de ellos, pero con
esa idea en la cabeza tengo algo con lo que distraerla. Antes de llegar a la
primera vuelta noto como el último tramo se hace llevadero, con lo que al final
de carrera va a ser un punto más que positivo para poder llegar alegre a meta.
Ya se ha empezado a incorporar más gente al circuito, pensaba que iba a ser más
agobiante y que iba a haber menos hueco para poder pasar, pero de momento se
lleva bien, el contrapunto es que no dan pulsera para marcar las vueltas y no
te puedes entretener en fijarte en eso.
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Foto |
Llegando a mi segunda vuelta me
adelanta la moto que va con el primero, no, no me puede pillar, cosa que libro
por los pelos, pero al dar la vuelta para empezar mi última vuelta, dicha
motocicleta se para en medio de la curva y tengo que “apartarla” con la mano para
que me deje sitio, con el consiguiente grito que le meto (no tendría otra zona)
Entre saludos con diferentes corredores, van pasando los metros, kilómetro 7 y
esto ya se empieza a poner un poco serio, no tengo dolores reseñables, pero
cada vez me pesan más las piernas.
Hace ya un tiempo llevo a un par de triatletas que había
rebasado pegados a mí y no me puedo separar de ellos, un poco más adelante del
7 uno de ellos hace un cambio de ritmo, y me pasa, no puedo seguirle, en el 8
el segundo hace lo propio, y ya mi cuerpo está pidiendo la hora, veo que no se
han alejado mucho, pero imposible apretar un poco más. Ultimo Km, llegada fácil
a meta, creo que así se va a quedar la cosa, mucha gente animando y a la hora
de entrar les doy mi pequeño aplauso por su pequeño, pero gran aporte.
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Foto Aita |
Entrada en meta con un tiempo de 2:09:39 y en 22ª posición.
Al llegar veo que hay poca gente esperando para el masaje y allí que voy, un
lujo poder descargar de esa manera la carga acumulada y encima el profesional
que me lo está dando lo hace que te cagas y de una manera muy amena comentando
diversas cosas, se lo agradezco al finalizar la sesión.
Para acabar, quería remarcar la gran actuación de todos los
componentes del equipo, porque por lo que he podido hablar con la mayoría, han
acabado todos muy contentos, al igual que con otros muchos corredores de otros
clubs con los que he intercambiado pequeñas impresiones, que deja en manifiesto
que este deporte, ante todo es compañerismo y buen rollo.
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