martes, 16 de diciembre de 2025

47ª Media Maratón Vitoria 2025

Estamos rascando los últimos días del año y toca la tradicional carrera de la capital. La media lleva siendo desde 2008 evento indispensable y desde entonces, por suerte, no he fallado en ninguna ocasión.

El día pintaba de lujo, escasez de viento, temperatura fresca de 4 grados, en ligero ascenso y sol en el horizonte sin nubes, de las mejores condiciones que recuerde. Lo primero reservar taquilla para no tener problemas luego y con tranquilidad a disfrutar del ambiente previo. Al ser la carrera de casa, a parte de los habituales, se juntan los corredores esporádicos conocidos y entre saludos va llegando la hora del calentamiento.

Simplemente me tengo que despojar de la ropa, guardarla y salir a la calle y al percatarme del sol, me doy cuenta que se me han olvidado las gafas, asi que toca volver a entrar de nuevo. Por primera vez en tantos años salgo con dorsal amarillo de federado y tengo que acercarme a la cámara de llamadas. El tiempo de calentamiento se me ha acortado un poco y sabiendo que luego tengo que meter la sudadera empiezo a apurar un poco más.

Después de dar la vuelta a mendi calentando, decido que si veo a Kiko le dejo a él las cosas para evitar tener que entrar de nuevo y por suerte antes de adentrarme consigo verlo entre toda la multitud, asi que todavía me quedan 10 minutos para trotar por aquí cerca. A 5 minutos vista, me voy acercando y sin que sirva de precedente, me coloco en un lateral en primera fila.

Cuenta regresiva y pistoletazo de salida dan comienzo a esta nueva edición con un arranque rápido, pero mucho más sosegado y controlado que en otras ocasiones. En cabeza, el incombustible Ander hace de lanzadera y cerca está Urko que de momento se lo está tomando con calma. Llegamos a la avenida y de momento nadie salta del grupo hasta el tercer kilometro donde después del giro de 180º grados empiezan a aumentar un poco el ritmo. Yo tengo claro que ese no es mi vagón y mantengo la velocidad mientras se hace la selección de corredores.

Foto Kiko

Primer grupo a la vista y un par de atletas se quedan entre medias, es la fotografía de la carrera cuando regresamos a la avenida para ir dirección cruz roja. Cojo la primera botella de agua en el quinto kilómetro, porque me tengo que acostumbrar a hidratarme, aunque no haga mucha falta. En la curva nos damos cuenta de que parece que hay un tramposo entre nosotros al realizar un recorte tremendo, ya se había dejado ver en curvas anteriores.

Foto Rakel

Nos adentramos en la calle castilla, voy un pelín por encima de mi ritmo, pero el grupo es consistente y va sin altibajos, asi que de momento aquí intentare mantenerme. Recta larga de Manuel Iradier donde sufro un poco más, pero aprieto para no descolgarme antes de entrar en Los Herrán. Primer tramo psicológicamente favorable y descubrimos como ha quedado la obra haciendo deporte.

Como en otras ocasiones que he tenido la fortuna de poder aguantar a Gontzal, hace un cambio de ritmo cerca del kilómetro 9, se lleva a algún corredor, pero sabiendo que queda más de la mitad, no me veo capacitado para poder seguirle. El vaivén por Iparralde nos lleva al arco de los 10km, no sin antes ver otro recorte increíble del mismo corredor, que estando ultimo de grupo se pone primero y tenemos que volver a pasarle, aquí ya empieza a tocar las narices a la gente y le recrimino su acción.

Segunda botella de agua que recojo y que después de beber cedo a Víctor, para apretar en el desnivel hacia la calle Francia que siempre hace daño. Me tengo que esforzar antes de llegar a la bajada hacia el corte inglés, donde comienza la segunda zona favorable. A pesar de haberse reducido el grupo, todavía hay un buen ritmo y la verdad que al llegar al Ciudad de Vitoria con el ambiente espectacular no tienes ni que pensar en cómo se corre, es una sensación extraña, pero el cuerpo va a esa velocidad por inercia, sin pensar.

Foto Rakel

Estamos llegando a la final de la avenida donde se ubica el kilómetro 14 y empiezo a quedarme un poco descolgado, me noto cansado y prefiero bajar un poco el pistón, se va rompiendo el grupo y llega el momento en el que cada uno comienza a hacer la guerra por su lado. Nueva botella en el kilómetro 15, me hidrato y espero que la respiración se estabilice como siempre pasa al beber.

Por suerte y después de jadear un poco comienzo a notarme algo mejor y recupero algunos metros con los de delante. Nuevo paso por la curva de la cruz roja y nueva cortada del tramposo, los demás lógicamente también recortan y yo tonto de mi sigo por la carretera. Ya se me ha calentado la cabeza y pego un acelerón para ponerme a su altura, le digo que es un tramposo y un sinvergüenza, pero como el que oye llover.

Foto Rakel

Con la mala leche continuo mi ritmo y paso el puente Castilla, ahora ya solo queda mentalizarse para no perder en exceso lo que se ha ganado hasta aquí. Espero con ganas la cuesta del puente de San Cristóbal, último escollo duro que queda. Empiezo el ascenso con cautela, pero las ganas de intentar pasarlo cuanto antes hacen que eleve un poco el ritmo. Llegada arriba, la mayoría del terreno ahora es favorable y aprovecho para adecuar la respiración.

Faltan 2 kilómetros y se me empiezan a subir los gemelos en algunas zancadas, mal asunto, pero intento mantener la cabeza frio y no pensar mucho en ello. Antes de llegar al Prado tengo que aminorar de nuevo por temor a no poder acabar y me rebasan Aner, Josu y algún corredor más. Los ánimos de la gente entrando en el último km son impresionantes, me mentalizo en que solo queda llegar al giro del estadio y ya estaría hecho. Sin perder mucha comba con los que me han pasado recientemente llego al giro, que este año lo han retrasado un poco y a partir de aquí doy lo último que tenga.

Foto Rakel

En la ligera bajada rebaso a un par de ellos, curva a la derecha y encaramos la larga recta de meta. Ahora ya solo queda, como siempre, exprimir lo poco que queda en el depósito. Los gemelos ahora se me suben a cada zancada, pero aunque sea a rastras llegaré. Metros antes de llegar alzo la vista y veo que el crono marca 1:10 y lo que me queda no llegará al minuto 11, asi que no ha salido la cosa nada mal.

Foto Rakel

Entro en 16ª posición con un tiempo de 1:10:27, como es habitual últimamente me apoyo en la valla para recuperar un poco el aliento y después me dedico a saludar a los compañeros de fatiga. También me dirijo donde el tramposo del día y le recuerdo de nuevo su comportamiento, por si acaso se le ha olvidado. De camino al frontón comento la jugada con Gontzal y recogemos el avituallamiento. Yo como ya me sé la historia, en cuanto salgo me voy a la ducha porque si no me voy a quedar helado y me encuentro con Víctor que ha estado también llevando la batuta en el grupo.

Después me reúno con la familia y tenemos que esperar, porque parece ser que subimos al podio por equipos. Todas estas cosas me pillan de nuevo porque es el primer año que estoy federado y se alarga un poco la cosa, pero para el club es importante. Y hasta aquí ha llegado la chapa de la media de la ciudad. Un día espectacular de deporte con un buen resultado y buen dolor de piernas que nos llevamos para casa, ahora a “descansar” un poco, que tanta competición no estaba dentro de mis planes.



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