Primeros días y sin dejar pasar el mes de enero, me hablan
de una carrera. Es en Idiazabal, no muy lejos de casa, nunca me había planteado
las carreras tan pronto pero me la venden muy bien. Acabé el año pasado con la
donación de sangre y he estado volviendo a la batalla muy poco a poco, pero
este tipo de carreras son las que defiendo, así que habrá que ir a cansarse un
poco.
La llegada al pueblo muy organizada desde primera hora con
los voluntarios informando de donde aparcar, así que siguiendo las
instrucciones estaciono donde me indican y me acerco para recoger el dorsal
donde se va acumulando la gente, mientras los más peques hacen su particular
carrera (gratuita como debe ser señores…). Mi cabeza hace de las suyas y me
acuerdo de que se me ha olvidado el chip amarillo, por suerte cuando voy a por
el dorsal, les comento lo sucedido y me lo solucionan sin problemas,
torrpppeee!
Después del “incidente” me voy a cambiar al coche y media
hora antes del inicio ya estoy por la carretera correteando. Me han hablado del
recorrido sinuoso y aprovecho el calentamiento para verlo un poco por encima,
aunque por lo que comprobé después, me deje las subidas buenas en el otro lado,
jeje. A falta de 10 min comienzo a acercarme a la salida y busco a mi padre
para dejarle la sudadera, después de unas cuantas vueltas y cuando ya me estoy
viendo dejándola por ahí tirada, me topo con
mi hermana y me salva a pocos minutos del inicio.
Me coloco a la derecha del arco, cedo el paso y la posición
a Juanjo que acaba de llegar sabiendo su superioridad. Con todo preparado solo
falta que den la salida, cosa que hacen unos minutos más tarde. Algún “empujón”
que otro para no irme contra las vallas y ponerme en condición de reaccionar a
los ritmos que me imagino que van a ser golosos.
Foto Aita |
Desde los primeros metros
Aitor se lanza hacia delante sin contemplación, ese no es mi vagón. Veo al anteriormente
comentado Juanjo, que en Alsasua ya me pude enganchar a él y aunque puede que
no pueda aguantar mucho, veo que puede ser una buena referencia. A la hora de
colocarme para seguirle veo a Beñat, que se instala detrás de él, menudos se
han ido a juntar, así que a apretar los dientes, porque la “estrategia” está
decidida.
El viento que hay, no es que ayude mucho en las largas
rectas con continuos desniveles, yo me intento escudar en mis predecesores para
minimizar la resistencia. Primera vuelta, Igarzabal hace un rato que ha
empezado a coger metros y no he podido seguirle, con lo que nos hemos quedado
un trio detrás.
Foto Aita |
En la cuesta intento ayudar un poco poniéndome en cabeza y noto
que se queda uno de los 2, al volver a encarar la bajada me pasa Arnaiz como un
spuknik, aprieto los dientes y le sigo como buenamente puedo. Cogemos un buen
ritmo y de esta manera empezamos a pasar a doblados un poco antes de dar por
finalizada la segunda de las tres vueltas establecidas.
Nuevo encuentro con la cuesta infernal y nuevo intento de
ayudar a un compañero que está llevando el peso de la carrera. De nuevo en el
desnivel negativo me vuelve a pasar, más rápido incluso que la vez anterior,
las piernas ya no están para mucho jolgorio pero si me mantengo en estos
arreones todavía me la podría jugar en un sprint suicida.
Foto Olatz |
El circuito ya se ha
llenado algo más y cada vez que doblamos lo tenemos que hacer con cuidado y
alagando algunas trazadas para no “molestar”.
Llega el ultimo Kilómetro y medio, las cartas ya están
jugadas y nos vamos a tener que jugar el último puesto del cajón en un sprint,
la verdad que esta de pm un final de carrera así, que no se diga que no lo
damos todo hasta el final. El ritmo ha disminuido un pelín y a la que pasamos
el Km 10 empieza a aumentar Beñat, yo le mantengo la zancada (el reloj me dirá
después que hemos estado por debajo de 3).
Foto Meri |
El arco de meta está en cuesta y ya
vamos a todo lo que tenemos, el griterío de la gente es ensordecedor e
impresiona, por unos milisegundos
incluso casi me pongo a su par, pero llega un momento en el que las
piernas están demasiado revolucionadas y aunque la cabeza diga otra cosa, he
llegado al par del motor, no tengo mas aceleración y no consigo mi objetivo de
rebasarle, con lo que a 50 metros voy disminuyendo mi velocidad para poder
cruzar dignamente la línea de meta.
Gran carrera esta de Idiazabal, un 4º puesto muy luchado con
34:07 y teniendo muy presente con quien me estaba jugando los cuartos, me voy
muy contento por haber estado a esos niveles. Sabía perfectamente que al igual que yo, Beñat
es un competidor nato y me ha encantado que nos hayamos vaciado en el sprint,
cosa que le agradezco nada más pasar la meta. Le saludo a la gacela que me ha
dejado exhausto y a los corredores que ya habían llegado y que están llegando
antes de ponerme a trotar ligeramente para intentar minimizar los daños de días
posteriores, que uno ya tiene una edad, jaja.
Al finalizar te entregan un sobrecico con un detalle de
carrera, detalle que ya me han contado que hay para casi la mayoría de
corredores y cuando me voy a recogerlo me dan un bolsón con productos de Eroski
que van a hacer las delicias culinarias de unas semanas. Muy agradecido por
como está organizada esta carrera que no “conocía” y que por supuesto queda
marcada en “mis carreras que merecen la pena” enhorabuena!
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