Empezamos el año yendo a un evento al que todavía no había ido nunca. Gracias a la inercia que cojo porque Diana se apunta a las carreras, me inscribo yo también a las 5 millas de Llodio.
“Aprovecho” que salgo de Espejo de trabajar la mañana del
domingo para ir directo, los -6ºC y la niebla no es que sean muy llevaderos,
pero por el camino parece que va saliendo el sol y aunque la mañana seguirá
gélida los rayos acompañaran.
Llego con tiempo y ya me han recogido el dorsal por lo que
toca aguantar lo máximo posible para ponerse de corto. Los Didas ya están
revoloteando por ahí, incluso algunos de esos locos ya llevan una hora
corriendo (están como una regadera, jajaja).
20 minutos y como este año tampoco ningún club me ha hecho oferta alguna
(jajaja) pues me coloco mi camiseta blanca de toda la vida, dejo la mochila en
la consigna y salgo a entrar en calor con Enaitz, que en las zonas de calor se
consigue, pero en la sombra… osti tú!
La gente se va acercando al arco, saludito al gran Apraiz y hago lo propio, esquina derecha donde encuentro un sitio y a esperar. Speaker con la cuenta regresiva y allí salgo intentando colocarme en un buen lugar.
Foto aiaraldea.eus |
Como ya es habitual empiezan las hostilidades desde el primer metro y con suerte me puedo mantener con el grupillo que se ha formado. Pasándolas canutas el reloj marca el primer Km rozando los 3 minutos, menuda salvajada. Veo como los Koldos, Unai y Marcos dirigen al resto de los participantes, Enaitz delante mío va como si no le costase y yo me estoy muriendo, que sensación de agonía.
En el segundo kilometro empiezan a tirar los 4 de delante,
las piernas no pueden ir más rápido y a pesar de estar estabilizada la
respiración, se abre un hueco entre estos y nosotros. Tres, cuatro, cinco
metros, veo como se van alejando y decido intentar cambiar el ritmo para poder
alcanzarlos, no se como me va a salir la apuesta, pero hay que jugar las pocas
bazas que tengo. Con mucho esfuerzo y gran gasto de energía consigo llegar
hasta ellos e intento recuperar el aliento, menudo calentón más gratuito.
Foto Dani Ibarrola |
Es muy bonito estar al lado de esta gente para poder ver como gestionan la carrera (también es cierto el 70% de ellos es mi 100%, así cualquiera, jejeje) yo por mi parte solo puedo intentar adaptarme a dicha gestión y gracias. En el Km 3 se baja un poco el ritmo y en el 4 Ayesta decide hacer un cambio de ritmo. Le siguen Unai y Koldo, a mi me cuesta un poco, pero puedo mantenerme con ellos y Marcos se distancia un poco, pero gracias al nuevo “parón” y la llegada a una zona en la que se empieza a empinar un pelín consigue pillar el grupo de nuevo.
Comienza la tan temida zona de subida, primero con un poco
de asfalto, pero después con las rampas de barro y hierba helada. En la primera
curva, sin comerlo ni beberlo, me veo en la primera posición y viendo como esta
el terreno, mantengo para evitar posibles caídas entre la zona de “trail” que
nos han metido. Nos van avisando del peligro constantemente, primero Ibarrola
que iba en bici en la zona asfaltada y ahora la gente que esta por la zona
agreste. Después de pasar un puente de madera con mucha precaución por parte de
todos comienzo a ver el final de la ascensión.
A partir de aquí toca una bajada vertiginosa en la que mis
piernas no dan para mas y comienzan a rebasarme los demás integrantes del
grupo. Consigo llegar mas o menos con ellos a la zona llana de abajo, en estos
momentos soy el ultimo de los 4 corredores que nos hemos quedado y de nuevo
realizan otro cambio para estos 2 últimos Kms que quedan. Mi cuerpo dice hasta
aquí, demasiado a durado la aventura de estar con los buenos y me voy quedando
rezagado viendo como se me alejan sin que pueda hacer nada al respecto.
Foto aiaraldea.eus |
Ya solo me queda mantener la cuarta posición que no va a ser moco de pavo, porque intuyo que no estará Marcos muy lejos (cosa que no quiero ni mirar). Por la zona delantera veo que el tercero se ha quedado cortado y ya no se si es una ilusión óptica o le estoy recortando algo. A penas queda un kilometro y ese aliciente de verlo algo mas cerca cada vez me da una chispa que si no fuese por eso ni me lo plantearía. Pasan los metros distancia parecida, pero parece menor, se me esta acabando la carrera y no consigo alcanzarle, la gente me anima y aprieto un poco mas si cabe. Le estoy recortando, pero no sé si será suficiente. Que sensación de impotencia el ir lo más rápido que puedes, verle tan cerca y tan lejos a la vez. A falta de 300m consigo llegar a él y sin perder la inercia que llevo continúo tirando. Llego a la ultima curva, pica un poco hacia arriba y después de echar un vistazo doy lo último que tengo para poder entrar en tercera posición totalmente sin aliento.
Foto aiaraldea.eus |
Me siento un rato en el suelo para poder recuperar, madre mía que final, que carrera más bonita. De esta manera consigo llegar con un tiempo de 24:39 en tercer lugar y con calentón de tres pares de narices. Cuando me recupero un poco voy a felicitar a los demás corredores y charlar un poco de la carrera.
Foto aiaraldea.eus |
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