Hace 11 añitos comencé a hacer duatlones en un pueblecito llamado Azkoitia, me encanto ese sufrimiento y desde entonces es una de las citas a las que siempre que pueda hay que volver, buen ambiente, distancia perfecta y organización espectacular, un duatlón que me tiene marcado por todo lo que significa. Por aquel entonces tuve suerte de que me acompañase mi padre y hoy en día ya voy hasta con mi hijo.
Foto Rakel |
Allí nos dirigimos los telerines para disfrutar de una tarde deportiva, buena meteorología y todo en plena colocación para cuando llegamos. Lo primero tras vaciar el depósito de la vejiga es ir a por el dorsal y preparar un poco todo para meter las cosas al box. Como era de esperar allí esta todo el mundo con las cabras y todos los pastores tratándolas mejor que a ellos mismos jeje. Este año me lo han puesto un poco más difícil que en ocasiones anteriores, poniendo una bicicleta mas dura y sin posibilidad de drafting, vamos idóneo para mis limitaciones jajaja.
Foto Rakel |
Yo y mi viejita Mendiz entramos sin hacer mucho ruido y la cuelgo en el sitio indicado, bastante poco espacio entre unas y otras que espero que no sea un problema a la hora de las transiciones. Con las ultimas comprobaciones me dirijo con el resto de familia a esperar la hora del calentamiento. Por allí están los Didas, unos incondicionales del mundillo con los que charlo un ratillo.
Me dirijo a dejar la mochila en consigna y me voy alejando
del centro para empezar a trotar con la calma. De la que salen las féminas me voy
de nuevo a ver si me prestan un momento la mochila de nuevo para poder coger
las gafas que se me han olvidado. Entre unas cosas y otras ya empieza a llegar
la hora del pistoletazo, me inserto por la parte de atrás y llego hasta mi
segunda fila, en la retaguardia de los buenos. Van cantando la cuenta regresiva
y de la que dan el bocinazo nos lanzamos a la aventura.
Como era de esperar se escapa Iker y le seguimos 3 por detrás, primeros metros rápidos a sabiendas que la gente buena en bici estará reservando un poco para el segundo segmento, como no es mi caso tiro hacia delante, por lo menos para resarcirme en mis sectores. Después del arreón inicial el ritmo se empieza a estabilizar mantengo la distancia con el primero y por detrás abro un poco de hueco.
Foto Aita |
Los ánimos de la gente hacen de cada zancada un poco mas de vuelo y me llevan en volandas en este primer tramo. Llegados al ecuador de la carrera me encuentro bastante bien a pesar de llevar un ritmo alto, por suerte el circuito no tiene giros de 180º ni curvas cerradas y se puede llevar una velocidad más o menos constante.
Llego al puente que nos dirige a los boxes, que tan buenos
recuerdos me trae donde nos jugamos al sprint el tercer peldaño del podio allá
por 2014. Entro por el pasillo viendo todas las bicicletas colgadas (lo que
pocas veces suele suceder), pero fíjate como estaría corriendo que ni siquiera
me ha dado tiempo a pensar en la transición con que al llegar a mi lugar me
quedo sin saber que hacer y cuando voy a echar mano de la bicicleta tengo que resetear
la cabeza para hacer la transición como debe, segunditos que no han sido muchos,
pero todo cuenta.
Foto Festak.com |
Salgo a hacerlo lo mejor posible, ni tecnología de mi bici ni la aerodinámica es la buena, pero es lo que tengo, en la primera rotonda me dicen que para arriba, yo sigo recto para arriba, pero debe de ser el otro arriba de mas a la izquierda, así que frenazo, derrape y media vuelta para continuar. El ligero viento está pegando de cara y estamos en una zona de subidas y bajadas con lo que las patejas se resienten. Sobre el Km5 al ir a dar una nueva rotonda oigo por detrás que me avisa de que vienen así que a pesar de recorrer mas metros me abro y dejo pasar a Segurola, esa no es mi liga. Detrás de él Osoro y así empieza el baile de ciclistas que me van adelantando, da gusto ver como ruedan y solo tengo la precaución de no molestar demasiado. En el Kilometro 10 me pasa de nuevo una buena hornada de corredores y la ligera bajada me ayuda a recuperar el aliento. Dura poco este descanso porque empezamos a subir el puerto (o por lo menos para mí lo es), Bizkarra me pasa como si nada, la próxima vez a ver si saluda, jejeje. Pongo mi ritmo y lo intento mantener, sé que va a ser largo hasta llegar a la iglesia así que no me preocupo de mucho más. Por suerte en este tramo tengo el viento de culo y me ayuda a sobrellevar este calvario con algo mas de solvencia. Llegamos a un desvío, bajada estrecha para meternos de lleno en el muro, la sorpresita que nos han colocado por si todavía tenia ganas de subir más.
Foto Festak.com |
Meto todo lo que tengo y me lo tomo con calma, por suerte los corredores que me preceden también van tan atrancados como yo. Llegamos a la famosa iglesia y después de coger el bidón me dirijo hacia la vertiginosa bajada. Ni siquiera en estas condiciones soy capaz de mantener la distancia con los demás ciclistas, la tecnología hace su aparición, pero por lo menos ya he pasado el peor tramo. Después de llegar abajo y tras varias rotondas solo estoy deseando llegar y de repente diviso un cartel de Azkoitia 2Km, se me hacen eternos y la subida por los túneles se me hace larguísima, pero consigo llegar a las calles del pueblo y eso viendo como me fue el último duatlón ya es un logro.
Foto Olatz |
Me desabrocho las zapatillas bastante pronto y antes de la línea me bajo teniendo que esquivar a algún corredor que se lo toma con mas calma que yo. De nuevo voy a llegar a mi territorio, cuelgo la bici y me calzo las zapatillas. Tengo las piernas reventadas y las primeras zancadas las hago con mucho miedo, los isquios están dando amagos de subirse y no es buena señal para los 5 km que quedan. Con el aliento entrecortado llego a la bajada del inicio que me da un poco de respiro, tengo objetivos por delante, muy salteados y alejados, pero lo suficiente para poder motivarme.
Foto Festak.com |
A pesar de encontrarme con no muy buenas sensaciones, el reloj marca ritmos que ni me los creo y sigo empujando como lo he hecho durante toda la carrera, los pequeños desniveles que al principio se podían subir con soltura, ahora hacen que las zancadas se acorten, se me empiezan a cargar los cuádriceps y tengo que correr diferente. Entro en los 2 últimos Kms, el recorrido ya me lo conozco y regulo para no romper nada y llegar a meta sin mayores problemas.
Foto Festak.com |
Cruzo el puente, la gente me da los últimos aplausos, choco la mano de l@s nin@s que se lo están pasando pipa y paso la línea de meta destrozado como un perrillo chico. 22º puesto para un tiempo de 2:04:50, he dado todo lo que tenía, no lo podía haber hecho mejor, así que orgulloso de mi rendimiento me dirijo a por los pastelitos y la fruta para recuperar, si es que es posible. Ahora charlar con la gente conocida y que me den su visión de la carrera, vamos mas que nada a contarnos nuestras penurias jajaja.
En cuanto viene la familia me dirijo a las duchas para aprovechar que no habrá mucha gente y en la recogida de la bicicleta aprovechando que anda por allí al lado Osoro le voy a felicitar por su carrera y por este comienzo de año que esta haciendo. No suelo coincidir mucho con él, pero es de agradecer que un tío tan bueno a nivel nacional te hable con tanta humidad y cercanía. Chapo a la gente del pueblo y al club de triatlón Azkoitri por superarse cada año.
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