Después del triatlón del sábado y volviendo para casa le planteo a Diana la posibilidad de ir mañana a la carrera popular de Murgia, todo queda a expensas de como me levante por la mañana, si puedo caminar decentemente habrá que ir a por unas palmeras a Echebarria,que al final es lo importante, jeje.
Amanezco con el cuerpo cargado desde los hombros hasta los
tobillos, pero a pesar de eso y las rozaduras, creo que si calienta un poco el
cuerpo puedo ser capaz de correr, así que en esta ocasión y gracias a que uno
se puede apuntar el mismo día de la carrera y al mismo precio (cosa rara hoy en
día y que antes era lo normal) nos dirigimos con mas ganas de pastelitos que de
otra cosa.
Llegamos muy pronto porque no estábamos seguros de la hora de
inicio, aunque al ver la plaza bastante desolada algo me olía yo. Aun así, cogemos
el dorsal y nos vamos al bar a pasar el tiempo hasta que comience el evento.
Cada vez se empieza a ver mas ambientillo y ya voy viendo a conocidos, entre
ellos al gran Josu, nunca le había visto por estos lares, pero siempre se
agradece que estos buenos corredores estén por aquí.
A falta de 20 minutos nos vamos a poner de corto y empiezo a
trotar con la ligera lluvia que empieza a caer. Saludo a Pablo que antes de
empezar ya sabia que iba a ser el ganador de la carrera por su nivel superior
al del resto de corredores populares. También me cruzo con Edu y con Enaitz y
acabo mi calentamiento con Iker, con el cual me voy a la línea de salida
charlando un rato.
Las bromas en este tipo de salida son habituales y después
de hablar con Motoso y con la señorita Pereiro me coloco a la derecha del todo
apoyado en la valla esperando la salida. En cuando nos dan el banderazo
comienza la toma de posiciones, si en anteriores ediciones salía con todo, esta
vez la idea es esperar en grupo, asimilar el cansancio y ver como se gestiona
todo. Pronto Josu coge la delantera y allí que nos pegamos todo a él en la
primera vuelta corta. Tengo las piernas como ladrillos y me cuesta respirar,
así que no hago ni un intento de variar mi posición. Oigo los relojes de los
compañeros que les marca el primer kilómetro y donde me doy cuenta de que yo no
he puesto el mío, así que start y adelante.
Saliendo del pueblo y subiendo por el puente un coche de la
autovía nos pita (que casualidad que el trastornao de Josper pasa en ese
preciso momento por allí), intuyo un grupo de 5 con Josu, Benito, Markel y
Enaitz y así continuamos toda la zona de ascenso mientras que el txirimiri
cesa. En cuando llegamos a la zona mas elevada y entrando en la tierra aprieto
un poco a ver que pasa, llegar en grupo no creo que sea la mejor idea. Pablo se
empareja conmigo y aumenta un poco más, le dejo ir y mantengo mi ritmo. Le
alcanzamos de nuevo nos reagrupamos y un poco mas adelante cambia el ritmo de
nuevo, como he dicho, está un escalón por encima de todos nosotros y le dejo
ir. Se le pega Markel y se van alejando poco a poco, correr con estas
zapatillas entre las rocas no es nada recomendable, pero el circuito es el
mismo que siempre e idéntico para todos.
Foto La Blanca |
Llegamos a la zona asfaltada, de aquí hasta la meta es en bajada y lo que a priori es beneficioso, como todos los años para mí, es una agonía, cuando no es para que no te alcance Gustavo como en otras ediciones es para que no te atrape Enaitz (al que he intuido por descarte por la zancada más larga que la de Josu). De esta manera, con el aliento en el cogote tengo que lidiar los últimos 3 kilómetros. Sin tiempo para mirar para atrás calculo la distancia que le saco por el sonido de las zapatillas en diferentes zonas del asfalto mojado, no suena igual una pisada en el paso de cebra que en la carretera. No le sacaré mas de 2 segundos y ni tengo fuerzas para apretar un poco en la ultima subida que hay para intentar alejarle. Al contrario, tengo la sensación de que cada vez esta mas pegado y nos queda una pequeña recta y dos curvas antes de la línea de meta. Mantengo en la recta, pero en la curva de izquierdas casi le veo por el rabillo del ojo a mi par y no se ni de donde saco fuerzas para tomar la ultima curva de derechas y aumentar un poco el ritmo, le saco lo suficiente para en mitad de recta echar un vistazo y verme con la suficiente ventaja para entrar en meta por delante de Enaitz con la inercia.
Llego muerto en 3ª posición con un tiempo de 20:13 y en
cuanto traspaso la línea me apoyo al igual que ayer en una valla e intento
recuperar el aliento, vayas donde vayas da todo lo que tengas. Me dicen que me
vaya hacia delante, pero la verdad es que no puedo ni moverme, por lo que hasta
que no recupero medianamente la consciencia no avanzo hasta encontrarme con los
compañeros que me han ganado para sacar la foto de meta.
Foto La Blanca |
También llega Diana copiando mi posición en el podio y después de charlar nos vamos a aprovechar la ducha que nos brinda la carrera. Los premios una maravilla, como siempre digo, los trofeos, pues bien, pero donde estén los detallitos mejor, un poco de comer y un poco de cosmética, que nunca viene mal.
Para finalizar y sin olvidar la prioridad del viaje, nos dirigimos a comprar la palmera merecida del día, que al final es a lo que habíamos venido, eso sí, hemos tardado más en comprar que en la carrera, como se pone esto, madre mía.
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