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miércoles, 27 de agosto de 2025

XXII Legua Nocturna Santa Maria del Paramo 2025

Me recordaban las redes sociales que hacía por lo menos 13 años que no iba a correr la legua nocturna de Santa María del Páramo, carrera que era habitual en la época "joven" que venía al pueblo de Valdesandinas, ahora un poco más tarde y con unos años más, coincidía que venía a Vecilla por la fecha que se celebra y quieras que no, la nostalgia hace que me tenga que apuntar.

Empieza el día, que iluso de mi, me da por hacer la “carrera” de bicis de las fiestas del pueblo, en mi cabeza para hacer bulto, pero me encuentro con la elite, con bicis de élite y otro y yo con hierros de dos ruedas, en que jaleo me he metido yo. Pues eso, que al final salgo con un dolor de piernas innecesario y llegando en, como queréis que lo diga, quinto (como dirían los instagramers) o penúltimo, para los realistas como yo, que es como quedé, jajaja.

Risas por lo menos ya me he echado y llevo la bici de la Juani con la rueda frenada al parking habitual. Por la tarde juegos para el demonio y cuando se aproxima la hora nos vamos Kiko y yo hacia el pueblo. Con tiempo aparcamos y vamos a recoger los dorsales juntándonos con David y su familia allí (que también tiene varios representantes de varias edades en el evento). 

A falta de 20 minutos me dispongo a calentar y por primera vez en mucho tiempo realizo un calentamiento aceptable. Me voy acercando a la línea de salida, David me ha informado del nuevo recorrido para mí (antiguamente no era así) me hago una idea, pero al final una legua es una legua. A pesar de ser una carrera de pueblo, hay mucha calidad en la salida, con lo que me centraré en acabar lo más digno posible sin reventar en el intento.

El speaker da los últimos ánimos y después de la cuenta regresiva nos lanzamos a desgastar suela de zapatilla. En los primeros metros me encuentro en un primer grupo de unos 10 corredores, pero en cuanto empiezan a meter ritmo me voy descolgando a sabiendas de que es otra liga muy muy superior, solo viendo a los del Vicky food y Kevin Vuñuela(entre otros) ya me hago a la idea del percal.

Primer kilometro y nos quedamos descolgados otro corredor y yo, el cual no tarda mucho en pasarme y se aleja unos metros, le mantengo la distancia, que no es poco e intento estabilizar la respiración después de este inicio de locos. La noche ya se empieza a echar y el paisaje se trasforma, son muy chulas las carreras nocturnas. Regresamos de nuevo al pueblo después de hacer el tramo por la periferia, se empieza a ver gente de nuevo y los aplausos animan un poco a la soledad que estoy viviendo, por delante el tema esta como al principio y por detrás ni idea porque prefiero no mirar.

Primera vuelta, la boca la tengo más seca que la suela de mis zapatillas, pero solo pienso en que queda menos de la mitad, así que me concentro en mantener el ritmo. Por delante he visto que alguno del grupo cabecero se ha quedado, pero va a ser imposible darle caza. Lo bueno que tienen estas carreras cortas es que el tiempo no es un obstáculo mental, pero el estar continuamente a full gas es bastante agobiante, es el ying y el yang de estos eventos. Kilometro 4, empezamos a doblar a algún que otro corredor, les animo y me dirijo a la ansiada entrada a la pista no sin antes recibir los ánimos de Jose, que a sus setenta y pocos años sigue estando en estos saraos.

Curva de derechas y entro al tartán, los 300 metros restantes bajo los focos me los quiero tomar con calma, pero de repente oigo la respiración y los pasos de alguien que se esta acercando, a falta de 200m, mi gozo de disfrutar se termina y me veo inconscientemente aumentando el ritmo para no ser rebasado. Esto me llega a suceder antes de entrar en la pista y ni me esfuerzo, pero viendo la meta tan cerca y a pesar de no optar a ningún puesto cabecero, la competitividad hace un clic en algún sitio y ahí estoy yo haciendo el sprint de mi vida con las fuerzas que me quedan jajaja.

 Con la inercia que hemos cogido tenemos al corredor de delante bastante cerca y le pasa como a mí, que al darse cuenta de lo que viene se le fastidia su llegada tranquila y tiene que aumentar el ritmo para no ser rebasado, así que allí estamos los 3 en estos últimos 60 metros, como si nos fuera la vida en ello.

Finalmente y con gran sufrimiento los puestos se mantienen y consigo entrar en 10ª posición con un tiempo 17:57. El ultimo apretón pasa factura y tengo que estar un rato intentando recuperar el aliento. Cuando me incorporo voy a saludar al causante de este sprint y nos reímos de lo sucedido. Paso a recoger el avituallamiento (que me dieron el de los pequeños, aunque luego me pudieron entregar el que me correspondía) y voy a ver la llegada del compañero de viaje, porque si hablamos de que Jose tiene mérito, Kiko tampoco se queda corto.


Después de ver entrar a todos los conocidos, la típica charleta post carrera es de rigor y allí estamos debatiendo sobre lo dura que ha sido y que si esto que si lo otro. La noche ya se ha echado por completo y tenemos que regresar al pueblo, pero antes me entero que tengo que recibir un trofeo por viejo, así que la vuelta tiene que atrasarse un pelín. Después del evento y despedirme de la gente, tomamos rumbo hacia Vecilla que hoy le prometí al pequeño que se podría quedar un rato en la verbena, así que hay que cumplir.



lunes, 9 de junio de 2025

IV Vihalf Gasteiz 2025

¡¡¡Spoiler!!! De gozarla el año pasado y disfrutar como nunca, a pasar el peor triatlón de mi vida, viviendo un autentico infierno en mi ciudad.

Llegaba la fecha del primer triatlón, este año por lo que sea, mas tarde de lo normal y en media distancia. Aunque no me siento muy cómodo en una distancia ya algo larga para mí, el Vihalf se celebra en casa y el buen recuerdo del año pasado hace que me lo plantee de nuevo. Lo que menos me gusta, lo de siempre, la organización que requiere este tipo de evento. A mi me gusta ir, llegar, correr y para casa, pero en esta distancia hay que hacer varios preparativos que ni me gustan ni me apetecen. Luego también tenía que alargar un poco las salidas con la cabra y ver que tal me amoldaba.

Gracias a la ayuda de Diana, que al final tuvo que desistir de la prueba por una puñetera lesión, la nutrición la dejo en sus manos y con todo ello se acerca el día de la carrera, el viernes comienza el baile con la recogida del dorsal y la preparación de las bolsas. El sábado por la mañana me acerco a dejar la bolsa en la T2 y vuelvo para acabar con lo demás antes de ir a Garaio.


Foto Dy

Aparcamos en la explanada y meto las cosas en el box, me encanta este sistema donde no tienes que colgar la bici y hay mucho hueco entre bici y bici, siempre pensando que me dejo algo y a toca hacer tiempo, mientras nos vamos dirigiendo hacia el punto de salida. A falta de 20 minutos me cambio, dejo la bolsa en la consigna y me dispongo a calentar un poco en el agua. Al salir empezamos con los problemas, el reloj se pone con la iluminación al mínimo y con el sol ni se ve, intento solucionarlo, pero ya están llamando a la salida y lo dejo por imposible.


Foto Dy

Me ubico en la salida elite, con el síndrome del impostor y me preparo para el bocinazo. Sin darme cuenta ya estamos en este primer sector, algún que otro leve golpe, pero bastante limpio. Los primeros 500m se me están haciendo agónicos hasta que consigo coger algún pie y me quedo detrás de sus burbujas lo máximo que puedo. Lo bueno de no ser de los nadadores, es que no tengo que guiarme con mi nefasta visión en el agua, así que me fio de lo que hacen los de delante.

No tengo alarmas de los metros, pasamos una boya, continuamos, otra boya y así hasta que pasamos una, giramos mas de lo normal y a lo lejos veo de nuevo tierra. La natación se me está haciendo eterna, pero teniendo en cuenta que mi mayor tirada en la piscina este año son 2000 metros, es lo normal, me resigno y continúo intentando seguir lo mas junto al de delante. Metros antes de llegar, las algas nos van dando la bienvenida y un poco mas adelante ya me puedo poner de pie. Por lo que le escucho al speaker parece que somos de los últimos en salir, es lo que tiene salir con los buenos.

Me voy bajando el neopreno, encaro mi fila y dejo salir al compañero de al lado antes de empezar a cambiarme. Me cuesta un horror bajarme el traje y casi se me suben los gemelos en el intento. A duras penas consigo zafarme de él y lo meto en la bolsa con las gafas y el gorro. Casco y a por el segundo sector, me monto con calma sin saltar, me voy poniendo las zapatillas e intento recuperar el aliento que, esta vez, tanto me está costando recuperar.

Foto Kiko

Con todo en orden salgo del parque viendo a un ciclista caído en la cuneta (luego me enteraría que es Josu, mucho ánimo). Me sigue costando respirar y voy muy cansado en estos primeros metros, soy de los que le cuesta más esta transición que la segunda, solo espero que se estabilice el cuerpo y pueda “disfrutar” del sector que mas miedo me da. Los compañeros que han salido conmigo se van alejando y por fin me puedo acoplar y encontrar una cadencia que me permita pedalear. La recta hasta Agurain con sus toboganes se hace llevadero y me adentro entre los ánimos hacia Gordoa. Se suponía que este tramo iba a tener el viento en contra, pero no se nota en demasía. Km 20 y me adelanta el primer ciclista, yo hago lo propio con otro y empiezo la subida.

Después de pasar varias veces por aquí antes de la carrera, sé que la tengo que afrontar con calma y a mi ritmo, la vertiginosa bajada hacia Zalduondo y primer avituallamiento en el que fallo en el primer bidón, pero cojo el segundo. Me lo meto en el traje, de momento todo va como el año pasado y continúan los kilómetros con buen ritmo. El objetivo ahora que me marco es llegar a Egino y rezar para que el aire nos empiece a pegar de culo.

Otros corredores me han pasado, pero como eso ya estaba en el guión tampoco me frustra en exceso. Por fin llego a Egino y el viento parece que nos favorece, por lo que me alegra y después de alimentarme de nuevo encaramos las cuestas que nos llevaran a Agurain, próximo objetivo llegar vivo a Guereñu. Llegada a Agurain y subidita hasta siguiente punto de control personal.

De momento todo como lo estaba haciendo estos días, velocidad normal y controlando el esfuerzo, de Guereñu hasta el final, lo que se suponía que iba a ser bajada y aprovechar el viento, se hace raro y ya no lo veo tan bonito, porque el viento no es tan claro como se esperaba. El siguiente objetivo en Zurbano, pasando por el repecho de Argomaniz, pero al llegar a Elburgo se me empiezan a subir los cuádriceps, no me lo puedo creer, no me había pasado en ninguna salida anterior, intento estirar un poco y aunque no se pasa del todo por lo menos puedo seguir pedaleando, pero no me ha gustado nada la sensación.

Giro hacia Argomaniz y puerto de “primera categoría” para retomar por la nacional continuando acoplado y con buenas sensaciones. Desvío en Ilarraza, ya nos estamos acercando hacia el final y por suerte no ha habido ningún percance. Poco antes de llegar a Zurbano vuelvo a tener la sensación en los cuádriceps que se me ponen duros y ya no esta gustando nada, pero puedo pedalear y el cartel de 80km hace que tenga mas cerca el objetivo. Los últimos metros por la ciudad es para no cometer errores e ir preparando la mente para el sector que mas espero. Me saco los pies de las zapatillas y me dispongo a bajar, no se porque no lo hago como de costumbre y bajo pasando la pierna por detrás del sillín, se me suben de nuevo los cuádriceps, esto ya no es normal.

Foto Rakel

Los metros hacia la carpa ya voy cojeando, llego a mi a bolsa, me cuesta descolgarla, saco todo lo que hay y me siento en la silla para vestirme con calma, primero el casco para dentro, pero al ponerme los calcetines las piernas se me agarrotan, con las zapatillas igual y la segunda me la intento meter de pies con la misma suerte. Cuando tengo todo listo empiezo la carrera, pero a cada zancada me duelen una barbaridad las piernas, en mi cabeza está el deseo de que se acostumbren a la situación y me dejen correr, por eso voy con mucha calma, es la idea de la primera vuelta, pero las sensaciones son malas malas y me moleta hasta la botella que tengo en la mano, lo que iba a ser un sector complicado por la fascitis plantar, resulta que ha quedado relegado a nada.

Foto Rakel

Rebaso a algún corredor, los dolores en lugar de ir a menos incrementan, antes del segundo kilometro se me hace prácticamente imposible correr, a veces me fallan del dolor y a punto estoy de caerme en alguna ocasión. Me siento una mierda porque no hay solución al tema, voy bajando el ritmo, que ya de por si es bajo, pero nada de nada, dolor insoportable. Hago un primer paso por donde esta Diana y la familia, voy arrastrándome, las cuestas arriba no puedo apretar y las bajadas me matan. Solo llevo 2 kilómetros y por mi cabeza pasa la idea de la retirada, cuando vuelva a pasar por donde esta la familia me paro porque el dolor en increíble y voy medio parado. 

Foto Rakel

Todos los ánimos de la gente que recibo hacen crecer mi frustración, mi cabeza puede pero las piernas no me dejan y es una impotencia que no había sufrido nunca en mi vida, dolores y cansancio si, pero esto en la vida. Alla donde esté, oigo decir a mi padre “hijo, párate y dejalo”, no le gustaba verme sufrir de esa manera y en parte tenía razón. De la que estoy bajando y valorando la retirada mi orgullo puede mas y me digo a mí mismo que si soy capaz de no pararme ni andar, tengo que terminarlo, por la gente que ha venido, por la prueba, pero sobre todo por mí, no soy de los que se retira si las cosas no salen bien. En el horizonte 19 kilómetros de puro sufrimiento, yendo a 2 por hora y con la cabeza gacha. Consigo la primera vuelta, ante la mirada de preocupación de mi hermana y mi madre, los metros van pasando a cámara lenta, esto no estaba en el plan, me resigno a mi suerte, ya me empieza a adelantar mucha y mucha gente, me aparto al lado derecho como un coche en la autopista con los warning puestos, que desesperación.

Foto Rakel

Los demás kilómetros mas de lo mismo, penurias, dolor e impotencia, de vez en cuando intento ir un poco mas rápido, pero nada de nada y ya no para quedar mejor o peor sino por hacer el sufrimiento menos duradero. Al llegar a mi segunda vuelta Jon el speaker me nombra creyendo que voy hacia meta, agradezco su confianza, pero todavía y muy a mi pesar me queda otra. Doy las gracias a varios corredores que me van ofreciendo su apoyo por si necesitaba algo, pero creo que piernas de repuesto no van a tener.

Foto Rakel

Y así por fin (aunque ha sido una penuria) llego a meta en 155ª posición con un tiempo de 4:44:10, nada mas cruzar meta y sin casi poder andar, los de la cruz roja me prestan una silla para sentarme, estoy allí descansando un rato hasta que a duras penas voy al avituallamiento para intentar recibir un masaje, aunque poca solución tiene el tema.

En cada movimiento me pichan las piernas y voy a comer un poco antes de ir con la familia, la que siempre está ahí. La cara de este año contrasta con la de año pasado, cuando al acabar, me fui trotando incluso, a buscar a Diana mientras acababa su carrera. Mi moral esta por los suelos y solo quiero llegar a casa para descansar y olvidarme un poco del tema.

Foto Rakel


No soy una persona que vaya pensando en los puestos ni en el tiempo y menos ahora con los famosos grupos de edad, cuando voy a una carrera voy con la ilusión de acabarla con la mejor sensación posible, dejándome la piel y sobre todo disfrutarla con sufrimiento, quede el 30 o el 300. El día de hoy es la primera vez que recuerde, que no he disfrutado, lo he pasado mal, muy mal, no creo que me haya pasado en bici, porque es lo típico que podía pasar y lo tenía en mente, pero al final las carreras son así, con lo que habrá que dejar pasar los días y retomar la rutina diaria (pero eso ya dentro de una semana cuando vuelva a poder andar)


miércoles, 30 de abril de 2025

IV 10k Camargo "Pedro Velarde" 2025

Seguimos con el descubrimiento de carreras, esta vez toca la zona de Cantabria, aprovechando unos días, nos acercamos la expedición para correr la carrera de Camargo. Arrancamos un par de días antes y visitamos los alrededores (con muy mala meteorología) antes de ubicarnos, el día anterior de la carrera, en Maliaño, aquí se va a desarrollar el evento y me acerco a recoger el dorsal. A la hora de mirar la lista de inscritos veo que no aparezco, pero tengo la seguridad de que me he inscrito correctamente. Hablo con la persona que está entregando los dorsales, le enseño el email de confirmación y aunque sigo sin aparecer hace las gestiones pertinentes y me puede dar un dorsal para la carrera, menudas historias.

Después del contratiempo también recojo el dorsal de un compañero y nos vamos a “disfrutar” del día perruno que hay, con lluvias constantes y viento, pero gracias a la compañía se hace la aventura más amena. Ya en el aparcamiento y pensando en el día de mañana preparamos la cena y después de jugar un poco nos vamos a descansar esperando que mejore un poco la meteorología.

El madrugón se hace más llevadero cuando ya te encuentras en el lugar y con la calma me voy preparando para salir a calentar, todavía llueve algo, pero el viento ha bajado bastante y no ha quedado mal día para correr. Tan calmado estoy preparándome que me tienen que decir que vaya a calentar o se me hará tarde y acatando ordenes salgo a trotar ya vestido de corto. Es una carrera dividida en dos (hasta 38 minutos y a partir de 38 minutos) lo cual mejorará el tema de la salida, porque hay bastante buenos atletas apuntados.

Foto Dy

Calentamiento algo escaso, pero tampoco me apetecía mojarme mucho, por lo que me aproximo a la línea de salida y con sentido común me coloco en 4 o 5 fila para no estorbar a los corredores más rápidos. Minutos de presentaciones y en nada se da la salida al evento. Intento salir como siempre, fuerte al principio, pero el tumulto de la salida hace que vaya a trompicones buscando los huecos. 

Foto Dy

Cuando por fin se estira la carrera, noto que me empiezan a doler un poco los cuádriceps, espero que no vaya a más y al ver a Gontzal por delante pruebo a ver cuánto le puedo aguantar, es una buena referencia para los primeros kilómetros a sabiendas que es bastante más rápido que yo, pero me motiva el intentar seguirle, siempre con cabeza.

Foto Bea

Sobre el segundo kilometro le doy un relevo y me coloco en cabeza, a pesar de que hay menos viento que estos días, todavía pega algo y se hace molesto en bastantes momentos del recorrido. Son 3 vueltas al circuito, en algunas ocasiones los charcos hacen que tengas que coger la curva más abierta y eso también penaliza mentalmente. Sobre el kilómetro 4 empiezo a oír los pasos y los jadeos de los perseguidores y decido reducir un poco el ritmo a la espera de ser rebasado e intentar mantenerme con ellos. De esa manera me pasa la primera fémina apoyada por un corredor del Vicky Food y varios corredores más e intento pegarme a ellos.

Foto 10k Camargo

Al principio les aguanto el ritmo, pero viendo que llegando al sexto kilometro ya mi cuerpo me pide un poco de calma para poder llegar al final, me voy descolgando y me quedo mano a mano con otro corredor. Entre él y yo vamos dando algún relevo y nos acercamos a los dos últimos kilómetros. Los cuádriceps han ido decayendo con el paso de los metros y ya empiezan a doler demasiado, a lo lejos veo la bandera de los 9 kilómetros y con ganas de terminar el evento cuanto antes, intento sacar lo poco que me queda.

Foto Dy

En la rotonda nos dirigen hacia meta, reconozco la recta principal y gracias a que escucho las zancadas de los perseguidores intento que no me rebasen. Por desgracia y a pesar de exprimir mis piernecillas todo lo que puedo, a falta de unos metros me rebasa uno y ahora si, por primera vez, miro hacia atrás para ver el panorama. Por suerte los demás están “lejos” y disminuye esta especie de mini-sprint que estaba haciendo para cruzar línea de meta.

Foto Bea

Puesto 33 para esta carrera plagada de buenos corredores en un tiempo de 32:22 y en cuanto veo una valla a unos pasos, me apoyo en ella intentando recuperar el aliento, que en esta ocasión tarda más de lo habitual en llegar. Cuando por fin puedo andar un poco, me paseo por el área de avituallamiento que, dicho sea de paso, está muy muy bien, mientras saludo a varios corredores conocidos y les felicito por la carrera.


Luego voy a buscar a las otras 2 patas de la familia y sabiendo como se suele poner la ducha, me acerco al polideportivo para dar por finalizada la jornada deportiva. Después y ya con más calma esperamos un rato en los columpios mientras el enano juega y nos acercamos a animar en los últimos metros, a los corredores de esta segunda carrera. En la entrega de trofeos y con la “suerte” de ser viejo, puedo recibir una gran bolsa de productos que nos va a amenizar estos días.

Foto 10k Camargo

De camino de vuelta, nos topamos con el capo del equipo y con el gran Juan Carlos Higuero y charlamos un poco antes de despedirnos. Y como todavía nos queda un día de disfrute aprovechamos para visitar algún paraje de los alrededores antes del gran apagón del 28-04-2025.

miércoles, 26 de marzo de 2025

XLII Carrera de San José Villasana de Mena 2025

Seguimos con el proceso de mejora y esta vez descubría un sitio nuevo, su nombre Villasana de Mena y aunque en el camino de ida hacia allí, los telerines no confiaban en demasía donde podíamos aparecer, la cosa fue cambiando a medida que pasaban los minutos.

Llegamos, vimos unos arcos en el centro del pueblo y busco aparcamiento, las 10 de la mañana y no se veía mucho movimiento (que raro). Buscando la entrega de dorsales nos dirigimos al polideportivo, ahí ya empieza a cambiar el tema. Los críos empezarán a correr a las 10:30 y recojo el dorsal de Aihotz y el mío, hay un ambiente increíble y me doy cuenta que esto es el epicentro de salida. Una cantidad de chavales ya están calentando por el campo de futbol y mientras tanto me topo con el capo Oskar e intercambiamos la camiseta del equipo (que esta vez me queda perfecta, jiji).

Por un momento parece un poco agobiante porque hay mucha chavalería y hay salidas cada poco, Aihotz corre en la segunda y se ha “colado” con un grupo que estaban haciendo calentamiento. Se le va acercando el momento y se coloca en línea de salida, la verdad que son una pasada, que felicidad e ingenuidad a partes iguales. Dan el pistoletazo, se queda medio rezagado, pero bueno, lo importante como le he dicho, es que haga la vuelta y termine contento.

Foto Rakel

Le voy siguiendo con la mirada mientras voy a línea de meta, llega cansado, pero con una sonrisa en la cara y eso quieras que no es lo que cuenta y orgulloso de que de momento le gusten estas cosas, comentamos la jugada mientras investiga la bolsa del corredor que le han dado en meta.

Ahora toca hacer tiempo mientras continúan las siguientes carreras y nos aproximamos al bar para que los acompañantes puedan también reposar del ajetreo. Yo siempre en estos momentos tengo mucha pereza y más con la comilona que nos metimos ayer los amigos, así que espero que se me vaya disolviendo esa sensación con el paso de los minutos. De momento me voy cambiando, con 20 minutos por delante me pongo a trotar por los alrededores, le dejo la sudadera a Diana que le está tocando hacer de supporter estos días, a ver si se recupera y vuelve a dar guerra. Mientras voy calentando veo un poco del recorrido y antes de irme a la salida me acerco a Gontzal para que me pueda dar alguna indicación, puesto que él ya había corrido en alguna ocasión.

Con todo esto me coloco en segunda fila esperando que acaben las presentaciones de los buenos y poder afrontar este circuito a priori exigente. Salida después del pistoletazo y me quedo un poco estancado sin poder avanzar por ningún lado, así que espero que aparezca algún hueco para ir recuperando posiciones. De momento se van Celada y Daniel a las primeras de cambio y me quedo a la expectativa detrás de Jairo y Gontzal, que sabiendo cómo va el compañero de equipo, ya demasiado estoy haciendo con aguantar.

Foto Rakel

La cosa se tensa y me cuesta coger aliento, pero no puedo perder el tren tan pronto. Jairo se aburre del ritmo y pega un cambio al que le sigue Gontzal, yo viendo el panorama decido quedarme con mi ritmo y nos quedamos 4 compañeros en este tercer grupeto. Después de dar una pequeña vuelta nos vamos alejando del pueblo con una ligera subida por el kilometro 2.  Ahora es Andrés quien coge la batuta y nos va llevando en la interminable recta que por lo menos pica un poco hacia abajo.

Foto tufotocorriendo

Por delante parece que hay movimiento y veo al compañero de equipo que se empieza a quedar, muy inteligentemente se deja caer a nuestro grupo sabiendo que el ritmo es mas llevadero, en vez de quedarse en solitario peleando con el ligero viento que hay. Yo me agazapo como puedo y le mantengo la distancia hasta llegar a mitad de carrera donde giramos para retornar hacia el punto de partida. Es aquí cuando le relevo para que pueda descansar un poco porque me sentía un poco mal no ayudándole. En el kilometro 6 pequeña subida y nos adentramos en la zona de pista, el barro y las piedras dificultan el camino y me tengo que andar con ojo, sigo primero del grupo y aunque parece que voy sobrado y me crea Kilian, en la bajada cambia el ritmo Gontzal, me pasa y se lleva con él a Carrascal y Andrés, alejándose de mí sin poder ir más rápido para reducir la distancia.

Después del Kilometro por la tierra, llegamos al asfalto, y como viene siendo la tónica estas carreras, al llegar al siete se me empieza a acabar la gasolina. Les tengo cerca, pero soy incapaz de contactar con ellos y solo sucede eso cuando bajan drásticamente la velocidad y me uno al grupo de nuevo.

Foto tufotocorriendo

 Están jugando sus bazas y yo llevo haciendo la goma en varias ocasiones así que en cuanto pegan otro cambio de ritmo me quedo definitivamente en tierra de nadie.

La llegada al último kilómetro y el ánimo de la gente que empieza a aparecer por los alrededores del pueblo hace que, aunque no tenga opciones de alcanzar a nadie, por lo menos me motive para acabar de la manera mas digna posible. Después de la rotonda y el giro de izquierdas veo por delante que Juan se queda un poco rezagado, pero ya me va a ser imposible darle caza. Toda la recta esta plagada de gente, es espectacular lo que se ha congregado y me da tiempo a mirar un poco hacia atrás para poder defender mi puesto.

Foto Rakel

El arco de meta se deja ver entre la multitud y lo rebaso con el convencimiento de haber dejado todo lo que tenía en la carrera. Parada del cronometro en 32:59 y un buen séptimo puesto. Después lo de siempre hablar, saludar, felicitar a los demás participantes y con el avituallamiento en la mano me dirijo a buscar a los acompañantes. 

Suelto un poco las piernas de vuelta a la plaza y allí esperamos a la entrega de premios, porque parece que por viejo me cae algo (buen surtido de morcillas) y por equipos también, así que guay. Después del ajetreo, los telerines nos dirigimos a nuestro picnic habitual para reponer las fuerzas de todos los componentes antes de retomar camino de vuelta a casa.

Aunque lleve muchísimas ediciones tengo que reconocer que para un primerizo como yo ha sido una grata sorpresa toparme con este tipo de carreras muy muy bien organizadas y con el cariño hacia los corredores por bandera, desde los mas pequeños hasta los mayores, insto a cualquiera que quiera pasar un buen día deportivo que se acerque hasta Villasana.

martes, 11 de marzo de 2025

10Km Bilbao Campeonato España 2025

Después de mucho tiempo retomamos las competiciones, con la calma, pero con ganas. Este año después de muchos tantos, estoy federado en atletismo, sin comenzar ni demostrar nada, sé que no voy a poder devolver todo lo que me están dando, pero aun así y de antemano, gracias club Atletismo Santurtzi. Y acabados los agradecimientos que tanto se merecen continuamos con la chapa.

Se celebra el campeonato de España de 10km en Bilbao y me pueden inscribir a la categoría master acreditando marca. Según se va acercando el día veo la cantidad de gente que vamos a tomar parte y me empieza a entrar la pereza (no me gustan estas carreras masificadas) pero bueno, está al lado de casa. Para empezar, está la recogida del dorsal, solo se pude coger hasta dos horas antes del comienzo y yo no voy a llegar tan pronto allí, pero gracias al capo del club Oskar, me lo recoge el día anterior.

Segundo punto era el aparcar allí, cosa que me lo soluciona el compañero de equipo Aritz haciéndome un favorazo increíble, así que de momento la cosa esta encarrilada. Llegamos la familia en la flagoneta y gracias a que ha mejorado bastante el día nos vamos dando un paseo hasta la línea de salida a ver que se cuece. Allí recojo el dorsal del pequeño de la casa y espero a Oskar para que me entregue la equipación. Surgen unos problemas de tallaje, pero por suerte, con el mono que me entrega puedo ir algo cómodo, así que toca salir como en los tris.

Foto Rakel

Ahora ya solo falta esperar a la salida mientras los demás integrantes de la aventura se relajan con su cafelito habitual. Como tengo que hacer una cámara de llamadas, otra cosa nueva para mí, salgo a calentar un poco antes con el dni en la mano, me fastidia no poder ver la “carrera” de Aihotz y me voy a falta de 20 minutos al tumulto que se ha formado. No me piden dni ni nada y parecemos ganado arremolinado en una cuadra al lado de mi compañero equipo Gontzal. No hay un orden ni unos cajones por tiempos ni nada, un montón de personas delante, gente que va a correr a 3 por detrás de gente que va a correr a 4, esto me parece que va a ser un caos absoluto, pero bueno.

Foto Dy

Levantan la cinta unos minutos antes, todos como borregos hacia delante, estoy todavía más atrás que antes, calculo que tendré entre 500 y 1000 personas delante, en fin. No veo ni el inicio y solo espero al pistoletazo de salida para que empiece y poder salir del atolladero. Primeros metros andando, las ganas de echar a correr pueden sobre todos nosotros y hay empujones, caídas y eso sin poder correr, es una auténtica locura, solo intento no ser yo el que se va al suelo como estoy viendo a varios muy cerca de mí, la verdad que un poco de miedo también he pasado, porque como te caigas te pasan por encima.

Acelerones, frenazos, cambios de dirección intentando encontrar un hueco para correr, pero imposible, el agobio y la angustia priman en el comienzo y me dan ganas de pararme y salir de aquí. Mira que he estado en carreras a lo largo de los años, pero me atrevería a decir, que esta ha sido de las peores a la hora de tomar la salida (y por lo que me dijeron luego, a la hora de meta). Veo a gente de la carrera popular muy por delante mío, esto no tiene explicación, pero solo me queda esperar que se vaya estirando la carrera e intentar correr. Llega el primer km, hay algo más de hueco, ahora que puedo empezar un poco es cuando estoy gastando una energía enorme para intentar pillar a gente que debería estar con ellos, son dos kms de acelerón, que veremos la mella que nos hace más tarde.

Foto Rakel

En el tercer km se puede decir que me “relajo” un poco e intento coger ya un ritmo constante, pero llega el puente de Deusto y me trastoca los planes. En la subida mantengo la distancia con la gente y al llegar arriba recupero poco a poco el aliento que tanto me falta. He pasado a Juan hace un rato y espero que podamos ir juntos hacia delante, ahora llega el momento de aguantar en un grupo.

Mitad de carrera, en un giro de 180 grados veo toda la gente que me precede, está claro que es un campeonato de España por lo que tampoco me importa en exceso, me empieza a entrar flato y dolor en un costado que hace que reduzca un poco mientras soy sobrepasado por el bueno de Apraiz. Intento pegarme a él, pero le aguanto muy pocos metros y el cuerpo se empieza a quejar, por lo que a medida que van pasando los metros me veo rebasado de vez en cuando. 

Foto Aritz

Llega el séptimo kilometro y a pesar de ser un terreno algo favorable me empiezo a encontrar bastante cansado, el gasto del comienzo lo empiezo a pagar, las piernas cargadas comienzan a dar una señal de alerta y el tibial derecho también reclama mi atención. Asi van pasando los minutos, echo en falta algún avituallamiento, la verdad que está haciendo bastante calor, pero entiendo que a estas alturas ya no lo voy a encontrar, otro punto negativo de organización.

Me pasa más gente de la que yo rebaso, pero por lo menos a falta de 1 km voy reconociendo el terreno por el que estoy transitando, cosa que durante todo este tiempo apenas he podido disfrutar y mira que el recorrido es bastante chulo. Rebasamos el puente y giramos a la derecha para entrar en la recta de meta, aquí es donde la gente se deja lo que tiene para arañar una posición, yo no quiero arañar, pero por lo menos intentaré mantener la que tengo, cosa que tampoco consigo, jajaja.

Al final, cruzo la línea de meta completamente destrozado en el puesto 153 (de los participantes del campeonato) con un tiempo de 33:12. Recupero un buen rato el aire y voy pasando por el avituallamiento que parece la cola del supermercado, hasta llegar fuera donde me reencuentro con parte de la expedición. También me junto con los compañeros del equipo y comentamos la jugada, casi todos coincidiendo en lo mismo.


Llegan los demás integrantes y después de estar un rato por los alrededores nos ponemos a improvisar nuestro picnic habitual, aparecen las tortillas, el embutido y demás menesteres que la jefa de los telerines ha preparado con su habitual cariño. Este año y los siguientes vamos a echar de menos al gran artífice, ese que cuando empecé con los duatlones era el único que me acompañaba para apoyarme en mis locuras, pero como bien sabemos todos, siempre estarás con nosotros. Y para finalizar y aprovechando el tiempo que nos está haciendo damos una vuelta por el centro antes de tomar camino hacia la capital Alavesa.



jueves, 2 de enero de 2025

60ª San Silvestre Vallecana 2024

Ultimo cartucho deportivo del año, por suerte se ha podido cuadrar para poder hacer de nuevo la Vallecana y allí que nos dirigimos. Antes de eso aprovechamos para coger una semana de vacaciones para desconectar, a priori la cosa pinta bien para poder ir a correr en condiciones, pero la cosa se tuerce a falta de 5 días para el evento. Por desgracia un puñetero virus me deja un poco echo mierda y pienso que no voy a poder realizarla, fastidiando un poco los días vacacionales.

Por suerte los dolores y molestias van remitiendo con el paso de los días y veo algo de luz para poder por lo menos tomar parte en la carrera. Llegamos a Madrid un par de días antes y evitamos tener que volver a urgencias. El día 30 hacemos la procesión anual para ir a recoger los dorsales en la feria del corredor acompañados de la familia y solo queda esperar un día para vivir de nuevo la fiesta de este gran evento.

Los primeros que salen de casa para ir a la carrera popular son los abuelos (que ellos también corren) con la gestión del pequeño de por medio, que sin ellos serían imposibles estos periplos deportivos. Horas más tarde, con la mochila preparada (pena de que se me haya olvidado la camiseta de KmsxEla) y ya sabiendo los resultados de los primeros participantes, salimos Diana y yo hacia el metro y empezamos la aventura. Llegamos con bastante antelación, están recogiendo todo el tinglado de la popular y nos vamos acercando a la salida. Hace un frio espantoso y nos dedicamos a vagar por los alrededores esperando la hora de ponerse de corto, pero la pereza es máxima.

Para no tener problemas con el ropero, a falta de 40 minutos empezamos a quitarnos los atuendos, estoy congelado por lo que me pongo de corto y rápidamente la bolsa de basura que este año hemos traído a conciencia (que diría de mí el chaval que hace 20 años miraba con escepticismo a aquellos que hacían lo mismo). A pesar de quedar bastante tiempo empezamos a trotar para intentar entrar en calor como todos los demás corredores que estamos por aquí en la recta de siempre.

Calle arriba, calle abajo, parada para estirar, meadilla y vuelta al circuito, esperando que el estómago no me dé problemas, a falta de 15 minutos, me despojo de la bolsa y decido acercarme a la salida.  Por suerte al poder acreditar tiempo tengo la opción de salir relativamente delante, donde en un rato se pondrán los buenos de la carrera, pero buenos buenos. Entre la gente ya no se nota el frio, ya se acercan los elite y tengo el placer de poder saludar a Unai que este año se ha dejado caer por aquí, hará una buena actuación sin lugar a dudas.

Últimos segundos y dan el pistoletazo de salida, una marabunta de personas salimos cuesta arriba, la ancha calle hace que no haya muchos problemas y me intento colocar en una buena posición. Este año no tengo ninguna referencia y dado mi estado, tampoco voy a gastar muchas balas desde el comienzo. Subo relativamente bien y giramos a derecha para comenzar a bajar. Paso a algunos otros tantos me pasan, se nota que el nivel aquí es otro mundo e incluso a estos ya elevados ritmos para mí, la cantidad de gente que vamos es espectacular.

Los ánimos son impresionantes desde los primeros metros, el dolor de pecho me duele menos, pero a pesar de estar en bajada noto como me cuesta tomar aire y no estoy tan cómodo como en anteriores ocasiones, por lo que me relajo un poco intentando encontrar un ritmo más acorde. Después de pasar el rápido segundo kilometro llega el pequeño repecho que nos pone las piernas duras y al girar un poco la cabeza veo a Chema Martínez en el grupo en el que voy, se nota porque le animan por todos los lados.

Continuamos en bajada, en ocasiones me coloco en cabeza de grupo, pero más que nada por mantener el ritmo sin ninguna pretensión. Las luces de navidad en la noche hacen que esta carrera sea mucho más bonita, aunque si te soy sincero creo que disfruto bastante menos de lo que podría debido a la agonía que se lleva a estas velocidades. Antes del 4 me sorprendo con el compañero que va con Chema, puesto que va como si nada, haciendo videollamada y grabando con el móvil, me parece sorprendente viendo lo apurado que voy yo y lo fresco que va el, pero ahí está la calidad de cada uno.

Pasamos el ecuador de la carrera por debajo de los 16 minutos, las piernas las empiezo a notar sin energía, pero espero poder exprimirlas un poco más. Los compañeros deciden pegar un pequeño cambio, me es imposible seguirles, la verdad que la capacidad de sufrimiento de hoy no está siendo muy buena y estoy tirando un poco más a lo defensivo para poder llegar. Llegamos al kilómetro 7, me pasan las féminas, tampoco me puedo agarrar a ellas y menos sabiendo que en breve van a llegar los dos últimos kilómetros de cuesta.

Entramos por Vallecas, la gente se agolpa y los ánimos son tremendos, pero la pendiente también me ha recibido con los brazos abiertos. La disminución de ritmo es la esperada y me centro en mantener la zancada y olvidarme de la gente que me va rebasando. Las zapatillas se vuelven de plomo y me cuesta levantar los pies del suelo. Oigo el cohete que indica la llegada del primer corredor antes de llegar a mi último km y poder recuperar el aliento en la única zona llana de este final de carrera.

Hay que hacer el último esfuerzo, el intento de apretón hace que pueda pasar a algún corredor, estoy llegando a la zona donde suele estar Pablo “el del megáfono” y me quedo mirando a ver si le veo. Por suerte y a pesar de no llevar la camiseta del Ela nos conseguimos ver y le choco para afrontar los últimos metros. Estamos bordeando el estadio, solo me queda el repecho y ya no me quedan ni fuerzas, pero consigo llegar al acceso para adentrarme en la tan ansiada alfombra naranja.

El fogonazo de las luces hace que me ciegue en los primeros metros, este año, al contrario que en otras ocasiones no soy capaz de sacar una miserable brizna de energía para llegar a meta con fuerzas y me resigno a mantener la velocidad mientras rebaso los dos cornes del campo de futbol. Alzo la vista y por fin puedo ver el tan ansiado arco de meta, la grada llena de gente y mi sufrimiento a punto de acabar.

Foto Kiko

Cruzo la meta con un tiempo de 32:26 en la posición 125 y me tengo que parar un poco para recuperar. Hay una barbaridad de corredores con estos tiempos, se nota el nivel del evento y sigue entrando mas y mas gente mientras yo busco al vástago y descanso apoyado en la valla esperando la llegada de Diana. Cuando hace su entrada, nos vamos poco a poco hacia la salida para recoger la ropa. Nos reencontramos de nuevo con Pablo que lleva desde las 16 animando por los alrededores. La mochila se hace de rogar porque se ha generado un gran caos, pero conseguimos salir del atolladero, cambiarnos y retomar el camino a casa para despedir el año.



martes, 17 de diciembre de 2024

46ª Media Maratón Vitoria Gasteiz 2024

El día empieza a las 5 de la mañana con la presencia vespertina inesperada del pequeño de la casa con dolores (como dice Biain “mejor cerdos que dan jamones”), así que ya estamos listos para empezar con una nueva media maratón en la ciudad. La mochila está prácticamente preparada desde ayer, así que solo quedan los últimos detalles y salir hacia mendizorrotza. Suerte de tener en amplio aparcamiento de Mendizabala para aparcar sin problemas antes de ir a por la taquilla correspondiente y dejar al cargo al abuelo del diablo.

Todavía una hora y algunos ya están calentando, que necesidad. Yo por mi parte voy haciendo tiempo para que cuando arranque sea todo seguido y no tener que estar haciendo tiempo, porque la climatología, a pesar de no hacer el frio de días anteriores, no es muy apetecible. A falta de media hora me meto a los vestuarios a cambiarme y en cuanto estoy listo salgo a dar los primeros trotes. No parece que vaya a ir a más la ligera lluvia que está cayendo y después de un par de sprines vuelvo al polideportivo para dejar la sudadera y desplazarme hasta la salida.

Me cuelo por la parte delantera y dejo sitio a los federados y a los más rápidos, mi segunda fila para no molestar esta cubierta y doy los últimos saludos a los conocidos. Sin darnos cuenta y dejándonos con la conversación en la boca a Bravo a Aitor y a mi, dan el pistoletazo de salida y como no estábamos casi ninguno preparado hay ligeros empujones en el comienzo sin mucha gravedad.

Foto El Correo

Primeros compases como es habitual en esta carrera (en bajada hasta la mierda corre) y se estira el pelotón. Esta vez tengo claro que no voy a seguir a los galgos, aunque me quedo un poco cerrado y viendo que el grupo de Uribe se esta alejado me tengo que desplazar para encontrar un hueco y pegar un acelerón para poder pillarlos, no es plan de quedarse cortado en el inicio. Recupero el aliento al llegar a ellos y entramos en la avenida, los “rápidos” esta vez se están tomando las cosas con calma y me coloco detrás de Urko (se nota que esta enfermo) para resguardarme del ligero viento.

He tenido un comienzo bastante bueno, puedo respirar en condiciones, las pulsaciones se han estabilizado y las piernas están mejor de lo esperado, a pesar de la molestia que llevo un mes arrastrando del dolor en la planta del pie, así que de momento perfect. Retorno por la Avenida y sigue todo parecido, ritmo alto pero que se puede llevar. En el kilometro 3 se empieza a romper el grupo, los buenos cambian el ritmo y tengo claro que no voy a seguirles con lo que nos quedamos un pequeño grupo liderado por David, un poco por detrás.

Foto Noticias de alava

Por la zona de San Martín seguimos a buen ritmo, en ocasiones David se aparte para que continue otro tirando y yo hago lo que buenamente puedo, queda todavía mucho y tengo que correr con cabeza para no morir en el intento. El paso por el puente de Castilla es espectacular, los ánimos hacia mi persona hacen que me motive un poco mas y a pesar de no devolver el saludo, que sepan que me alegro de recibirlos, e intento no perder la concentración.

Foto Quieromisfotos

Por portal de castilla sobre el km 6 Uribe le da un pequeño relevo a David y seguimos con buen ritmo para entrar en Manuel Iradier. Viendo el grupito que formamos los 4 que vamos decido ponerme a relevar, la idea es ir un poco cada uno a ver cómo surge, aunque es difícil sin todavía llegar al ecuador de la carrera. La ligera cuesta de la plaza de toros hace mella, para no perder comba toca gastar un poco mas y en la bajada un corredor nos rebasa, pero al ver su ritmo, ni se me pasa por la cabeza el salir a por él.

Llegamos a los Herrán, zona muy buena, como digo todos los años y que a pesar del pequeño cambio que ha habido por las obras, sigue siendo muy agradecido. Un nuevo corredor nos alcanza y Uribe le sigue, en esta ocasión decido ver si puedo continuar con ellos y cambiar un poco la estrategia, pero antes de llegar a Iparralde veo que voy muy forzado y me dejo caer, no van mucho más rápido de lo que yo podría ir, pero lo suficiente para destrozarme. Me doy cuenta de que nos hemos quedado David y yo y que Ander del Santurtzi se ha descolgado. Por delante veo a Gontzal que cada vez lo tenemos mas cerca y que tiene algún problema y a la hora de rebasarle por el kilometro 10 le insto a que se pegue a nosotros. La subida hacia la calle Francia se hace notar también, al igual que la ligera subida hasta la bajada de la calle La Paz. Seguimos David y yo dando relevos en cuanto podemos hasta entrar de nuevo en la gran animación de la Avenida.

Nuevamente espectacular y no se si por la emoción, me he separado y decido esperarle para seguir juntos, que entre los dos creo que nos va a ir mejor que en solitario. Al darme el relevo siento que ha aumentado un poco y me cuesta seguirle, pero me mantengo con él y giramos para retornar. En el cambio de dirección es de las pocas veces que veo como esta el panorama perseguidor, viene un grupo con Apraiz no muy lejos y me concentro en no perder el ritmo, porque todavía quedan 6 km que se me van a hacer muy largos.

Foto Kiko

Vuelta al puente castilla con un poco menos de gente, pero mismos ánimos, y somos rebasados por un nuevo corredor, que se nos va alejando poco a poco. Llegando al Ciudad de Vitoria ya tengo bastantes dolores en los gemelos, pero por suerte no tengo un bajón de rendimiento como en anteriores ocasiones. A pesar de disminuir el ritmo me veo con fuerzas suficientes que a estas alturas ya es algo.

Me he separado sin querer de mi compañero de viaje y solo me centro en mantener la velocidad. Antes del puente de San Cristóbal los ánimos de Olaso son bien recibidos para afrontar el repecho infernal, lo subo con menos penurias de las esperadas e incluso me acerco al de delante. Iluso de mí, en la bajada, mi mente se cree que le puede dar caza, pero se que tengo que mantener el ritmo en estos últimos dos kilómetros. Como bien sabía llegando a corazonistas, el poco recorte que le había hecho ha aumentado bastante y ya solo me queda mantener la posición.

Foto Ander

Paso por El Prado y me adentro en el último kilómetro, insisto en que los ánimos de la gente de tu cuidad es un punto extra y se nota en estos compases de la carrera. A pesar del dolor de piernas, tengo que reconocer que me siento con fuerzas suficientes para poder acabar en condiciones y eso se nota en la ligera subida hacia el Estadio, solo tengo que aguantar ese tramito y después la cuesta abajo se hará cargo del resto. Aprovechado el giro miro a ver como esta la situación, tengo el margen suficiente para mantener posición y me dispongo a empezar la “larga” recta hacia el arco.

La primera reacción es intentar mirar el tiempo de meta, como no lo suelo mirar en el reloj el instinto me lleva a ojear para ver cuanto voy, desde donde estoy lo veo todo borroso así que nada. Según me acerco los números se van aclarando y veo algo como el año pasado, por lo que rondaré el mismo tiempo, un poco mas adelante veo que esta en 10 minutos el reloj y ya por no verlo pasar a 11 intento apretar un poquito, aunque creo que llegare de sobra. Cruzo el arco, a penas puedo respirar y me tomo mi tiempo apoyado en una valla por no irme al suelo directamente.

Puesto 9 en un tiempo de 1:10:54, ya no se ni las veces que he corrido esta carrera, pero la verdad que me puedo sentir orgulloso de volver a cruzar la línea de meta. A partir de aquí y después de recuperar el aliento voy a felicitar a Uribe por el carrerón que se ha pegado, Josu Apraiz también llega, otro de los clásicos que nunca fallan. Continuo con la “ronda” de saludos de camino al pabellón para recoger el avituallamiento y de la que salgo aparece de la nada Aihotzin y nos damos un abrazo antes de ir a ver cómo llega la buena de la familia. Está bastante reñido su final con la tercera corredora a escasos metros, pero al final no le pudo dar caza y se tiene que conformar con el cuarto puesto, eso sí, mejorando todas sus expectativas, estoy invirtiendo bien el dinero por lo menos, jajaja.

De la que termina me dirijo a la ducha para poder entrar en calor y seguir comentando la jugada con lo diferentes conocidos que han finalizado. Uno de ellos es David, el que por suerte/desgracia ya ha caído en las redes del carbono y esta “disfrutando” de las zapatrampa.

Para finalizar voy a dar mi opinión sobre el evento, es una carrera que me encanta, pero que con el paso de los años ha ido perdiendo pequeñas cosas para quedarse en una carrera básica destinada al ahorro. De la ya inexistente camiseta (si no la pagas) se ha pasado a entregarte el dorsal sin ningún “obsequio” de los patrocinadores (mas que al final) que es una tontería, pero pierde un poco el encanto de la recogida. Antiguamente los avituallamientos eran muy buenos con naranjas, frutos secos, agua…. Hoy en día, simplemente botellas de agua y gracias y para finalizar disponíamos de un servicio de masaje dentro del poli donde nos agrupábamos después de la carrera, que quieras que no se echa de menos. Por estas pequeñeces y para mi gusto, se esta convirtiendo en una carrera más, cuando no lo era.

martes, 8 de octubre de 2024

IV Duatlón Vitoria 2024

Por unos motivos o por otros nunca había podido participar en el duatlón de casa y este año coincidieron los astros, no sin necesidad de logística y pude tomar parte en la cuarta edición. Siendo una carrera en la que no hay que desplazarse a ningún lado me apetecía hacerla a pesar de que el circuito de la bici no me gustaba en absoluto.

Salgo de casa con el vástago y de la que aparco en gamarra (este año se cambió la ubicación) contacto con la abuela, como todavía es pronto estamos por los alrededores viendo las diferentes carreras de los populares y los txikis antes de ponerme manos a la obra. Media hora antes del comienzo voy metiendo las cosas a los boxes, no hay que dejar gran cosa, así que la labor esta hecha en un suspiro y salgo preparado para calentar.

Me despido del enano, aunque calentando me lo encontraré por diferentes lugares y comienzo a trotar. La zona esta llena de hojas y esta el suelo mojado por lo que habrá que tener un poco de precaución. 1 minuto antes de nuestra salida arrancan las féminas y al oír su inicio me voy acercando al arco para colocarme en segunda fila al lado de Josu.

Bocinazo y arrancamos a todo lo que da la máquina, va a ser una carrera rápida y es mejor estar colocado lo mejor que se pueda. Por delante Urko, Joanes y Borja, a estos se les une Elur, por un momento pienso en ir con ellos, pero la experiencia me dice que es una estupidez, por lo que me quedo en el grupo perseguidor intentado recuperar el aliento del inicio frenético.

Primer kilometro y los chavales del garraitz están tirando, estos jovenes de Leikeitio no dejan de sorprenderme, por lo que me pongo a rebujo y a ver que pasa. Por delante Elur ya se ha descolgado y un poco más adelante a Borja también le han soltado. Es una pena la poca gente que esta animando, pero teniendo en cuenta que también somos “4 gatos” corriendo pues es lo que hay.

Retomamos al complejo deportivo de Gamarra, las parrillas empiezan a desprender unos olores que dan ganas de parar, pero toca empezar la segunda vuelta. Entre las curvas del parque me coloco liderando el grupo y mantengo el ritmo, creo que si continuamos así podremos dar caza a alguno de los rivales que nos preceden. Los metros van pasando el grupito que formamos nos empezamos a colocar para realizar la transición después de capturar a uno de los escapados y con poco mas de 4kms realizados entramos en la zona de boxes.

Foto Juani

Tengo que hacer una buena transición para no perder el tren y consigo salir el primero del grupo con la bici. La línea de montaje se ha colocado en la subida por lo que la rebaso y sigo corriendo con la bici en la mano hasta un pequeño descansillo donde salto y continúo subiendo. Me rebasan un par de ellos y tengo que esperar a colocarme bien las zapatillas para engancharme a ellos. Damos la rotonda de la fabrica y en la bajada puedo acabar la labor antes iniciada y me preparo para el circuito ratonero que nos han preparado.

De momento en la recta y con el viento a favor no se va mal, somo 6 componentes en el grupo y los relevos empiezan a fluir. Pero empiezan los giros de 180º, las curvas y si a esto le unes el suelo mojado, los baches y las hojas pues se empieza a complicar la cosa. A la hora de tomar las curvas las estoy cogiendo con mucha precaución y no estoy nada cómodo, por lo que casi en la salida de cada una de ellas tengo que esprintar para no quedarme rezagado. A pesar de eso intento dar los relevos para no ser cazados por los de detrás. Por delante esta Borja en tierra de nadie, pero tampoco somos capaces de recortarle mucho.

Foto @h.a_argazkiak

Primera de las tres vueltas que componen el sector y tengo las piernas que me arden y a penas puedo respirar cada vez que salimos de una curva para mantenerme con ellos. En la curva de la bajada de la fabrica otro y yo estamos a punto de perder el grupo y tengo que sufrir como nunca para mantenerme, cosa que el otro compañero no consigue y se queda descolgado. A partir de aquí ya me es imposible entrar a los relevos, están yendo muy por encima de mis capacidades, estos jóvenes me están matando así que si quiero llegar a la carrera no me queda otra que ponerme en cola de grupo e intentar aguantar. En algún trozo de recta cuando puedo ayudar un poco me meto, pero mi aporte es casi nulo no llegando a cabeza para tirar en alguna ocasión y siendo rebasado de nuevo, lo siento mucho pero luego hay que correr.

En la ultima vuelta se baja un poco el pistón y puedo ir un poco mas cómodo, se nota que en la cabeza de todos esta la transición y a pesar de estar bastante cerca de Borja no hemos podido cogerle. La entrada al parque hay que hacerla con mucha precaución, por suerte solo somos 5 y no nos molestamos por las zonas estrechas del recorrido.

Foto Juani

Ultima entrada en boxes, cada segundo cuenta, cuelgo la bici me pongo las zapatillas y a sufrir de nuevo. Por delante han salido 2 del grupo que yo, antes de salir del complejo puedo rebasar a uno de ellos, a pesar de ir muy fundido me mentalizo en que solo son 2 kms y hay que darlo todo. En la recta de barratxi antes del giro puedo dar caza a uno de los jóvenes del Garraitz, a Borja lo llevo teniendo a la vista desde que hemos salido pero los 100m que tenia de desventaja con él, en vez de reducirse se van ampliando por lo que el ataque al tercer puesto se convierte en una cosa efímera.

Bajando por barratxi intuyo cerca de mi al corredor que me precede y en el cono de giro compruebo que esta a escasos metros. Araño las milésimas que puedo en la curva de entrada al parque y dentro de éste me exprimo para intentar no ser alcanzado, cosa que por suerte consigo al echar una miradita a falta de 200m para ver cómo estaba la situación.

Finalmente consigo entrar en cuarta posición con un tiempo de 51:53, detrás de Borja que se ha cascado un segmento de bici espectacular para no ser alcanzado, carrera rapidísima y muy muy dura sobre todo en el segundo sector que las he pasado canutas, contaba con que el recorrido era bastante llano y podría mantenerme bien, pero no contaba con la velocidad de los chavales que me han puesto al límite.

Ahora toca ir a buscar al cachorro a ver en que lio se nada metiendo, dar las gracias a la abuela que lo ha aguantado, que sin la familia esto no se podría hacer y esperar a la entrega premios, porque siendo tan pocos algo me caerá…

Foto DuVitoria