miércoles, 6 de noviembre de 2013

Gasteiz Hiria XIV Herri Lasterketa 2013

Después de unos días con bastante viento por esta zona alavesa, lo primero que he hecho al levantarme, es ir a mirar por la ventanuca, por suerte el movimiento vaivenoso de los arboles es nulo, lo que significa, unido a la fresca temperatura, que no va a ser un mal día de carrera.
Van entrando las cosas en su respectivo orden a la mochila y en un plis ya estoy dirigiéndome a por el acompañante. Un par de vueltas para encontrar aparcamiento por las cercanías y nos dirigimos a por el chip a la salida (están destruyendo el mítico chip amarillo… más negocio? Prefiero no pensarlo). Ahora es cuando va comenzando lo bonito de esto, amistades deportivas que nos vamos saludando por todos los lados y eso que todavía no hemos empezado a calentar, es el añadido que tiene el correr en la ciudad.
Poco a poco toca ir mentalizándose para la carrera, el pantaca corto ya está enfundado y comienza el calentamiento. Suaves trotes de corredores invaden la zona céntrica Vitoriana, a cada minuto la densidad aumenta. Calentamiento completado, con todas sus fases bien ejecutadas y las últimas conversaciones llenan los minutos previos a la salida.

Foto Ehkirola
Me coloco a la izquierda de la salida, en el primer sitio que he encontrado y ahí espero hasta que después de algunos momentos de confusión para ver como daban la salida, suena el pistoletazo de salida.
La primera curva está muy cerca, justo al lado contrario del que me he situado y tengo que salir de ese embotellamiento, con alguna dificultad esquivo a algunos y ya en la nueva calle consigo correr con soltura, aunque con precaución por el mal estado de algunas baldosas. Después del primer obstáculo toca decidir qué hacer, hay gente muy muy rápida que ya está estirando la carrera, esos son de otro nivel para poder seguirles, con lo que intento que no se me vayan en exceso. En esto que uno de los de adelante se para, se mira algo de la zapatilla, se queda un rato ahí, más tarde me pasa, llega a cabeza de carrera y se pone a mirar casi girado por completo hacia atrás, va sobrado no, sobradísimo (seria el que al final ganó).  

Foto Ido
El callejeo inicial, hace que en ocasiones me una al grupo cabecero y vaya haciendo la goma, hasta que llegan las largas rectas y me voy quedando atrás en el kilómetro 2.
El objetivo ahora es recuperar fuerzas y cuando me pille el segundo grupo intentar engancharme a ellos. En el tercer Km ya me noto algo raro, las piernas me empiezan a doler y voy como sin fuerzas, la cabeza empieza calcular, y me dice que todavía queda la subida hasta Armentia, me parece que lo voy a pasar mal. Comienza una lucha entre lo que quiero hacer y lo que realmente puedo hacer, así que comienza el sufrimiento. Es en la ascensión, cuando me alcanza el otro grupo, formado por unos 5 o así, la verdad que demasiado tengo yo con lo mío como para contar ;). Pasa Davitxo, me saluda, va como un tiro e intento mantenerme unido a ellos. No lo estoy pasando nada bien, pero llego con ellos hasta la entrada del bosque. Ni siquiera en la bajada por los senderos consigo recuperar, me cuesta respirar y a duras penas llego al santo, con los cuádriceps hechos polvo.

Foto 42.195
Llega la bajada que los días de entrenamiento  hago con soltura, hoy no va a ser un día de esos. En mi cabeza sólo queda la satisfacción de ir descontando kilómetros, ya he pasado el ecuador y calculo los minutos que me quedan. Pasada por el Prado y ánimos de la gente que hace que me esfuerce un poco más, llegada a la recta de los institutos, gasto todo lo que queda en recorrer este último kilómetro de la forma más digna posible, el oír que me estoy alejando de un corredor que me acompañaba, me hace sentir un poco en carrera. Cartel de 500m, solo quedan un par de curvas, y ya se vislumbra el arco de meta, miro por inercia en la último giro a ver quien viene, y me relajo al ver que está lejos.  

Foto Rakel
Llega el final de una carrera que se me ha hecho una de las más duras de la temporada, con un tiempo de 34:34 y entrando en 15ª posición.


Las piernas me duelen una barbaridad y entre felicitaciones a unos y a otros consigo recuperar el aliento al cabo de unos minutos. La verdad que no he disfrutado casi ninguno de los 10 Km, cuidado, que no quiero decir que este enfado ni nada de eso, las competiciones son así y por suerte, analizando ya se lo que me ha pasado en esta. Así que nada, una más para la buchaca.



Por ultimo decir, que hoy he querido correr con la camiseta de una persona que no lo está pasando nada bien, por diferentes circunstancias físicas, así que me apetecía darle este pequeño homenaje y decir, que “no todo está en lo que hemos hecho, sino en lo que nos queda por hacer” animo Divad.


miércoles, 9 de octubre de 2013

7 Km Ciudad de Miranda 2013

Segundo finde consecutivo de carrera, se celebra la ½ Maratón de Miranda y dentro de ésta, una “popular” (esto de las populares se ha acabado amigo…). Viendo que no estoy para hacer una media con calidad y que la cercanía es absoluta, me inscribo para sufrir un domingo más.
Día bonito para el runing, la temperatura es buena y sabiendo que son un poco más de 7,5Km no creo que varíe mucho la situación entre inicio y final de prueba. Aparco al ladito de la salida, me acerco a por el dorsal y comienza el baile de saludos con los insensatos que han decidido pasar el “día del Señor” de la misma manera que yo. A falta de media hora, me dirijo al vehículo para el cambio de atuendo, y empezar a entrar en el ambiente. Tengo el depósito de bio-liquido inservible del organismo con el luminoso encendido, así que aprovecho los primeros trotes de calentamiento para buscar un lugar idóneo para la extracción.
A partir de aquí todo como de costumbre, estiramientos y carreras de un lado hacia otro de la calle, viendo quien corría en mi carrera, mucho makina por ahí suelto, pero lo mejor es ver a personas que todavía esta temporada no había coincidido con ellas. Están avisando para que nos acerquemos a la salida y obedientemente me coloco, esta vez sí, en primera fila. Unos minutos más tarde nos instan a avanzar un poco para coger la verdadera salida, con lo que casi pierdo esa posición privilegiada.

Foto Ido
Pistoletazo de salida, sé que la carrera es corta, y se quién va a estar tirando, por lo que me pongo de inicio con los de cabeza y que venga lo que tenga que venir. El primer estrincon, lo aguanto bien y pasamos cinco corredores, por el arco de inicio, después de dar la pequeña vuelta al parque. Estoy en cola de grupo y por lo que intuyo todos menos uno somos de la corta. El de la media está poniendo un ritmo increíble, por “suerte” el reloj no está cogiendo bien los satélites y no puedo asustarme con la velocidad a la que vamos, así que, sensaciones y una cosa menos por la que preocuparse. 

Foto Chusmiranda
Pequeño arreon por el kilómetro 2 e Iban sale a por él, todavía tengo gas y decido seguirles a ver qué pasa. A partir de ese momento nos quedamos 3 en cabeza, uno de los buenos de Salamanca, un gran corredor de Vitoria y…….yo,  mientras que nos vamos separando de los otros 2 compañeros de viaje.
Callejeo por las calles de Miranda y cada vez voy más con el gancho y aunque en tramos me veo más o menos bien, sé que me van a dejar, el objetivo es intentar aguantar lo máximo posible. Por la periferia se echa un poco de menos la animación, pero los pocos que hay se agradecen. Llegamos al Km 5, avituallamiento, la primera botella se me escapa y la segunda la engancho a duras penas con los dedos, vendito rocódromo ;). Bebo, me refresco, pero creo que hasta aquí, centímetro a centímetro, se me empiezan a escapar y es en el 6 cuando aprovechando una curva, miro a ver como está la situación, por suerte no veo a nadie y eso me tranquiliza, con lo que vuelvo a recobrar el aliento y continuar con una zancada digna.

Foto Aita
El último kilómetro y medio, pica un poco hacia arriba, delante está el fiera Salmantino de la media, por lo que no creo que se me escape la segunda posición. En recta de meta, observo como, de los dos atletas que me preceden, uno tira recto para continuar con su carrera y el otro encara la cinta de meta. Tras chocar la mano con mi sobri y mi hermana y mostrar reciprocidad por los aplausos recibidos de la gente, paso línea de meta a 15s del primero, que parece poco, pero recuperarlos en carrera es un mundo.

Foto Rakel
Nada más llegar felicito a Iban por el carrerón que se ha marcado, todavía imagino que tendría algo guardado en la manga por si le hubiese hecho falta. Por mi parte, llego bastante “entero” con la petada de rigor, con un tiempo de 25 minutos y 01 segundos. Ahora toca comer, estirar, dar la enhorabuena a todos los compis que van entrando y digerir una nueva carrera, con la satisfacción de haberla finalizado de la mejor manera posible.

Las duchas están un poco lejos y para poder estar con la gente de la media cuando finalice, decido ir rápido hacia allí (luego me entero de que también había masaje para los de la corta, que fallo, jeje). Por suerte a mitad de camino un alma caritativa me recoge en coche y me acerca a los vestuarios (la piloto Ido y el gran Davitxo, que ha firmado una tremenda 6ª posición, os debo una, jeje).

Por último y aun sabiendo que en mi categoría no había podio (solo había para el primero) me quedo a ver dicha entrega y que sorpresa la mía, cuando al nombrar al primero en categoría sénior, dicen mi nombre, pensaba que se habrían equivocado o algo así, pero la segunda vez que lo repite para que suba al podio, le entrego la mochila a mi hermana y allí me presento con la cara de sorprendido (es lo que tiene no estar acostumbrado a estas cosas). Bueno un trofeo más para casa, que siempre hace ilusión.

Foto Chusmiranda

martes, 1 de octubre de 2013

Urduña Hiria Herri Krosa 2013

Ya metidos en el otoño, comienza la segunda fase del año, al lio con el mono-deporte (y no es que yo sea un mono, que también, jeje). Una carrera de las que hace años no puede faltar en la temporada, desde allá por el 2009, es la Herri Krosa de Orduña.  No hay que madrugar mucho, ni está muy lejos, con lo que las cosas el domingo se van haciendo con calma hasta que toca la hora de marchar (ni meter neopreno, no cargar mochilón, ni bici en el coche, que fácil se hace esto ahora…)
Llegada muy temprana al pueblo a falta de más de una hora, se empieza a ver el ambiente, mucho chándal de equipo, ojeada a las zapatillas de la gente (que costumbre más antigua, jajaja). Después de rellenar la inscripción, toca la charleta con Dorothy, contándole los detalles, un poco por encima, de lo que iba a ser su “bonito suplicio”. Sin prisas, me marcho al coche a vestirme de corto, pequeños estiramientos y trote ligero hacen que los dolores habituales empiecen a minimizarse.

Foto Aita
Entre carrerilla por aquí y por allá, la plaza ya empieza a estar petada de gente y las calles llenas de arduos corredores dominicales intentando encontrar la forma idónea a su cuerpo, para dar comienzo al evento.
A falta de 5 minutos me dirijo hasta el arco, a buscar una buena posición, pero lo más que consigo es una tercera fila a la izquierda, bueno espero quitarme a la gente antes de la primera curva. Sin mucho tiempo para más y deseando suerte a diversos compañer@s se da el pistoletazo de salida. Apelotonamiento inicial,  la curva de izquierdas está muy cerca y tengo que salir de ahí, con lo que aprieto un poco y me coloco en 5 posición. Así damos la primera vuelta al pueblo, buscando las partes planas de la los adoquines de la plaza, para no tener ningún disgusto. Animación total para este primer paso por el sitio de inicio, y en nada se pone a tirar un corredor, llega el momento de tomar la primera decisión, “le sigo o me quedo buscando sensaciones”, el tío que ha pegado el apretón es el que suele ganar aquí, así que no me lo pienso mucho y decido seguirle a pesar de saber que su ritmo es un par de puntos superior al mío.

Foto Aita
Segunda pasada por el pueblo y noto como nos vamos alejando los 2, no sé si me pasara factura más adelante, pero la táctica ya está decidirá. Intento dejarme llevar en la bajada que nos lleva a la periferia, pero ni con esas, así que hasta en el descenso me toca apretar para no perderlo. Zona tranquila la que transitamos, llana y con rectas largas, llegada al kilómetro 2 y me está llevando con el gancho, aguanto lo justo hasta que el Garmin me marca el ritmo del ultimo Km al llegar al siguiente, 3:09, ahí es cuando toca tomar la segunda decisión, que se marche, “que así no llego ni al cinco”. Poco a poco se va yendo y yo intento recobrar el aliento. Hemos dado un giro de 180º y el viento pega de cara, con lo que toca sufrir para llegar al ecuador de la carrera.
Me he quedado en tierra de nadie, se me pasa por la cabeza un par de veces, mirar hacia atrás, pero no querría desmoralizarme, con lo que cabeza alta y hacia delante, como en los entrenos. Toca sufrir la primera cuesta por las calles del casco, por suerte los aplausos de la gente levantan mis entumecidas piernas del  asfalto, para llegar al primer avituallamiento.

Foto Arkaitz
Aprovecho la bajada para beber y me meto en el callejeo anual por los estrechos repechos de la villa. Ahora por mi mente solo ronda la idea de, en qué kilometro me van a pillar, paso el 6 y digo, bueno por lo menos he llegado aquí. Kilómetro 7 y se complica un poco más la cosa, la segunda parte de la carrera es la menos bonita, se empina y no hay apenas ambiente, me encuentro completamente solo, bueno miento, por parte Egipcia me acompaña Ra y por parte Griega Eolo, que se alían para que esto no sea un paseo de rosas. Es imposible avanzar, las piernas me duelen y la mesa con el segundo refrigerio parece que no se acerca nunca, a pesar de tenerla a la vista hace bastantes metros. Km 8 curva de derechas, por primera vez miro a ver dónde están los perseguidores, los veo lejos, no me pueden pillar. Me conozco el recorrido y la parte más dura casi esta pasada, me queda una recta de unos 300 metros, llegar al 9 y apretar en la bajada antes de callejear de nuevo. Ahí es donde me dejo llevar, amplio la zancada, los pulmones se llenan otra vez de oxígeno. Los voluntarios me van indicando el camino hacia meta, a la par que me dan sus aplausos en cada curva, solo quedan 3 giros, 2-1 y encaro recta de meta. Los chavales están con las manos para que les choquen, así que miro por última vez a ver si viene alguien y lo único que observo son adoquines inanimados, con lo que bajo el pistón, bajo ritmo y agradezco los ánimos como se merecen.

Foto Rakel
Llegada a meta, tiempo de 35:55 en ¼ de maratón (como suena eh?) y en la posición que he estado el 95% de la carrera, una segunda plaza muy sufrida y aprendiendo a correr. En la llegada, como de costumbre, saludos, risas, cambios de impresiones y sobre todo colegueo.


Después han corrido lo txikis, después mi sobri en los minitxikis, una gran idea para este tipo de eventos, que los convierte en una manera sana y entretenida de educar desde la base.

Foto Rakel
Y por último toca la entrega de premios, me acuerdo que hace un tiempo dije que no sé cómo sería estar ahí recibiendo algún obsequio en alguna carrera, y este año ya lo he podido saborear en tres ocasiones. Reconocer el esfuerzo y el gran trabajo de este pueblo, que cada año se supera con la organización de esta Herri Krosa, es increíble como unos, con 5 euros puedan hacer virguerías y otros……
Para finalizar, cogemos camino a Vitoria y nos pegamos una comidota familiar espectacular y con buenas risas incluidas, así sí que se recuperan las proteínas, vitaminas o lo que sea que haya perdido….


martes, 17 de septiembre de 2013

Wild Wolf San Sebastian 2013

Madrugón elegante el que toca un día dominical como este, despertador a las 5:30 y para arriba sin haber pegado mucho ojo.  Voy medio dormido por casa, hasta la luz de la cocina me molesta, me estoy poniendo las tostadas a tientas, eso sí, desayuno, hoy sí que sí, a lo Noya. La bolsa preparada, últimos detalles y cargo la bici en el coche para arrancar hacia Donosti, broche final de temporada.
El cielo lagrimoso de Vitoria, no me da muchas ganas que se diga, pero mientras va amaneciendo y avanzan los kilómetros, la mejoría toma otro rumbo, hasta llegar a tierras Gipuzkoanas, con una buena temperatura y con pocas nubes en la inmensidad celeste.  Aparcamiento al lado de Boxes y me dirijo a por el dorsal, que previamente me habían recogido (thanks pool-girl). Comienzan los preparativos del ritual y entre charla y charla con conocidos, se van pasando los minutos. Queda decir, que por fin unos boxes muy bien puestos, sin 2 sentidos de bicicletas en la percha, hay mucho más espacio.

Foto Aita
En esta ocasión soy de la primera salida, por lo que me toca estar un poco al loro mientras doy mis primeras carreras por el paseo. Tras estirar lo justo, me coloco el neopreno y me dirijo a la otra punta donde se va a dar la salida. Toca meterse en el agua para los primeros largos, los brazos acusan el esfuerzo, pero después me va a venir bien. La pregunta del millón es, como va a ser el recorrido?  Casi nadie lo ve claro, con la cantidad de barcos que hay entre las boyas, cuando esta todo más o menos en orden nos abren las vallas para empezar a colocarnos en la salida. Ubicación lateral, como en todos los anteriores, en primera fila del lado derecho, ofreciéndome el sitio uno de los compis del equipo. Nervios, explicación de salida y en nada estamos como patos sin cabeza hacia la inmensidad del mar.

Foto Rakel
Primeros metros cómodos, incluso con falsa sensación de estar adelante, cosa que cambia cuando miro al lado contrario del que respiro habitualmente y veo  más gente peleando por ahí. Cojo pies e intento descansar un poco del arreón inicial, entre brazada y brazada veo que llego, casi sin darme cuenta, a la primera boya, después de sortear al barquito en cuestión, golpes 0, brazos bien y a por más. Natación limpia y llegada a la segunda, incluso me “doy el lujo” de abrirme a la izquierda e ir adelantando, hasta llegar a la tercera y última. A partir de ésta, es como no saber hacia dónde tienes que ir, literalmente, me fio de los que me preceden, porque no veo ninguna referencia en la playa que me pueda indicar si voy correctamente o no, pero bueno, como no soy el único….
Este último tramo se me está haciendo eterno, y encima el agua está clara y en ocasiones se ven piedras enormes a muy poca profundidad. Por fin y después de jugar psicológicamente conmigo mismo, llegamos a la orilla, me pongo de pies, intento correr, pero oh oh!! Está lleno de piedras, con lo que ves salir a unos cachalotes a lo chiquito de la calzada muy despacio hacia la primera transición (que dolor).

Foto Rakel
Largo pasillo hasta coger la montura que me hace recuperar el aliento, cojo todo el instrumental y salgo a por el 2º sector. He debido de hacer las cosas bien, porque hemos salido del agua un pequeño grupo y voy solo bastante rato,  sin nadie por delante, lo que me da para tomarme las cosas con calma y habituar a las piernas, para lo siguiente. A los pocos Km me pillan los de detrás y me voy con ellos a la aventura. Inicio bastante llano, cosa que cambia con la primera pendiente del circuito, intento seguir la rueda de mis dos compañeros, pero a mitad de subida recuerdo como es (coincide con circuito de Onditz) y decido ponerme en modo Valverde y subir a mi ritmo. Llegada arriba, bajada con notables precauciones y se me acopla otro grupillo, este sí que no se puede escapar. No conozco  la ruta y cuando quiero dar algún relevo se pone cuesta arriba, con el consiguiente desgaste y dolor de piernas, así que decido ponerme detrás y ver cómo transcurre la primera vuelta. 

Foto Aita
Hay muchas curvas cerradas, badenes y rotondas, al igual que pequeños repechos de porcentaje aceptable, lo bueno es que los últimos Km son llanos y se puede pensar en carrera con piernas descansadas. Llegada a Donosti y vuelta a lo mismo. Ahora se mas o menos donde se puede apretar y donde viene las cuestas, eso hace que nos pongamos un poco de acuerdo y pillemos a algún grupo de delante (aunque todavía no entiendo esa “obligatoriedad” de entrar a los relevos, que exigen algunos, si puedo voy y si no, no, muchas veces demasiado tengo con seguir a rueda y no es por nada que fuese dirigido a mí precisamente).
Con la seguridad que da conocer por donde vas pedaleando, se van pasando los kilómetros y cuando me quiero dar cuenta estoy de nuevo en la recta que enfila el final de la bicicleta. Mucho rollo estratégico incluso a la hora de entrar en boxes (que si lo hago delante, detrás, aprieto, me dejo llevar, cuando me saco las zapas, jajaja) Al final me pongo un poco delante y salto literalmente. Entrada a toda velocidad, cuelgo la montura, me calzo las voladoras y como si no hubiese un final.

Foto Rakel
Salgo con 2 corredores que están haciendo la carrera de relevos, por lo que están frescos y me pueden ayudar en estos primeros compases a controlar el ritmo. A nada de empezar uno de ellos pega un tirón y descuelga al otro, veo que tiene buen ritmo y me pego a él. No sé qué tiene correr por San Sebastián, pero me noto bastante bien, de primeras quiero ver hasta donde tenemos que ir, para así poder hacerme una idea de la “estrategia” a seguir. Es prácticamente llano, con alguna subida pequeña, y eso a la vuelta me puede ayudar. Primer giro, ¼ de recorrido y aprieto un poco para ver si puedo coger a unos que están delante de mí. Al primero no tardo en cogerle, pero al segundo hasta que no llegamos a mitad de carrera, no le doy caza y decido descansar a su ritmo un poco y recuperar el aliento.

Foto Aita
El circuito ya se está llenando de gente, saludos a los compis y a por un poco más. De nuevo en el mismo sitio de antes, después del avituallamiento líquido, veo que tengo piernas, la caja está tocada, pero puedo tirar un poco más, aprieto para intentar descolgar al compañero y aunque al principio parece que no me despego de él, a cada metro le oigo la respiración más lejana. El ánimo de la gente (que te animen por tu nombre es la os y yo intento corresponder con ligero movimiento de cabeza, no me da para más) y el ver que tengo a otro rival bastante cerca, hace que me deje todo lo que tengo en el último km a meta. Debajo del puente le paso, la gente se agolpa, desvío hacia meta, al siguiente le estoy recortando metros pero me voy a quedar sin espacio, veo que mira hacia atrás un par de veces, para ver a cuanto estoy, yo viendo que va a ser imposible echo una miradita a falta de 100m, ningún peligro de posición, y el reloj marca un sub 2h, con lo que disfruto entrando en el pasillo de gente, entre aplausos y llegando al pedestal que han puesto los de Wild Wolf como meta.

Foto Rakel
Me paro a coger aliento, ha sido un gran final de carrera,  de camino al avituallamiento saludo a los compañeros, reconociendo y felicitando su gran actuación. Por lo que a mí respecta, acabo en 7ª posición con un tiempo de 1:59:50, muy contento por cómo ha ido todo en general, me lo he pasado en grande.


Ultimo triatlón del año, resumen de una temporada preciosa, en la que me he sorprendido del nivel ofrecido, aunque lo más importante, es que he aprendido muchas cosas y sobre todo he conocido a gente estupenda, ya sea dentro o fuera de las carreras, el ambiente que se respira hace que esto no solo sea competir y entrenar para ser mejor que alguien, simplemente tienes que intentar ser mejor tú mismo, tanto deportiva como personalmente y eso es lo que he tratado de hacer. Agradecer a los que me han animado, me han ilustrado con sus camaras y me han soportado (que han sido muchos). Pero bueno, que parece una despedida, jajaja. Ahora retomaremos con las carreras populares, que también tienen lo suyo.

martes, 20 de agosto de 2013

X Legua Nocturna de Santa María del Páramo 2013

Después del pequeño “stage” por tierras Ibicencas y Salmantinas, tocaba el turno de dar el último salto del verano hacia las cercanías Leonesas, y arrimarse a una carrera para empezar a coger de nuevo el gusanillo del deporte.
Llegada el viernes a Valdesandinas y que mejor recibimiento que formar pareja con el gran Johny y ganar, con espectáculo incluido, el mítico juego del huevo, estuvo divertido la competitividad que se respira hasta en esto, y la importancia de la posición, jajaja.

Foto Laura
Sábado, día del evento, se celebra por la noche así que hay tiempo de sobra, por lo que vamos preparando la post carrera, que no solo de deporte vive el hombre, ;) . Un poco de ambiente motero como todos los años en La Bañeza, y el sol que aprieta con ganas, por suerte la salida se hará cuando empiece a caer y no se está generando tanta humedad como el pasado año. Entre unas cosas y otras por la tarde, se me va echando el tiempo encima, así que petate al hombro y hacia Santa María del Páramo.
Hemos cambiado los monos y las 2 ruedas, por gente en pantalón corto y zapatillas en tan solo 15 Km. Con tiempo me dirijo a por el dorsal, ritual que hace que el cuerpo se vaya adaptando lentamente a lo que le espera. Vuelta al coche para cambiarse, empezar a estirar y trotar un poco.

Foto Maxi
El calor se nota, pero se puede respirar, la carrera es corta, demasiado corta, así que hay que salir con las piernas ya en su punto óptimo. En 15 días solo he corrido en 2 ocasiones, la táctica de carrera la tenía clara, salida a muerte desde el principio y esperar a petar lo más tarde posible, si no hacia eso, corría el riesgo de no llegar ni tan siquiera a mi ritmo y en algo más de 5 Km, poco se iba a poder hacer. Últimos minutos y me sitúo a la derecha en primera fila, aquí no hay pistola ni bocina, pero si un “preparados, listos, YA!!”

Foto Ángeles
Salida fulgurante ante la estrechez de la calle y evitar problemas es el primer objetivo. Rápidamente se va formando un grupo elegante, vamos a toda ostia, pues nada, a muerte se ha dicho. A los 500m amplían el ritmo 2 corredores, pero si este ya es demasiado rápido para mí, como para salir a por ellos. Primer kilómetro 3:10, no sé exactamente los que estaremos, pero calculo que unos 10 o así, uno le comenta a otro de su equipo que estire el grupo, pero qué necesidad hay, si vamos bien así, jeje. Acelera el ritmo, veo que todavía puedo con ello y elimina a algunos, con lo que nos quedamos 4 en persecución. Ahora la oscuridad predomina por las carreteras periféricas del pueblo y pasamos por el km 2, entre asfalto y carril bici. Mantengo el ritmo de la mejor manera posible a la llegada del kilómetro 3, la impresión que tengo es que soy el más lento de los 4, pero intentaré estar con ellos todo lo que pueda. Llegada al cuarto y comenzamos a entrar por el pueblo, ahora toca callejear un poco para recorrer el último kilómetro y medio. Sorprendido de lo que he aguantado, es ahora cuando veo que no puedo correr tanto como ellos, voy perdiendo fuerzas y se me van alejando lentamente. Los focos de la pista ya se empiezan a ver más cerca y las voces de la gente hace que me esfuerce un poco más para sacar lo poco que me queda.
Ultimo giro de derechas para entrar al tartán, la multitud se agolpa en la curva y anima de forma espectacular, que bonito. Mitad de óvalo, solo 200m, miro hacia atrás en la curva y veo que no viene nadie, últimos metros tranquilos dejándome llevar y agradeciendo a la gente de la grada su apoyo y sus aplausos.

Foto Ángeles
Cruzo línea de meta, el reloj marca 17:50 y pocas veces en mi vida sé en qué posición llego, pero esta vez la cosa ha sido fácil, un 6º puesto, total!!


Mientras estiro y me hidrato, llega un contentísimo Diego, que simplemente por la cara, se le nota muy satisfecho, cosa que luego me ratifica contándome su carrera, muy buena crack. Más tarde aparece un muy tocado Joaki, que poco a poco está aprendiendo a correr y más tarde el último de los integrantes de la expedición, el gran veterano Jose.

Sin perder mucho tiempo, ponemos rumbo a La Bañeza de nuevo, para poner la guinda, con un tremendo ambiente festivo, entre risas y aventuras varias, dignas de tiempos pasados.