martes, 8 de octubre de 2024

IV Duatlón Vitoria 2024

Por unos motivos o por otros nunca había podido participar en el duatlón de casa y este año coincidieron los astros, no sin necesidad de logística y pude tomar parte en la cuarta edición. Siendo una carrera en la que no hay que desplazarse a ningún lado me apetecía hacerla a pesar de que el circuito de la bici no me gustaba en absoluto.

Salgo de casa con el vástago y de la que aparco en gamarra (este año se cambió la ubicación) contacto con la abuela, como todavía es pronto estamos por los alrededores viendo las diferentes carreras de los populares y los txikis antes de ponerme manos a la obra. Media hora antes del comienzo voy metiendo las cosas a los boxes, no hay que dejar gran cosa, así que la labor esta hecha en un suspiro y salgo preparado para calentar.

Me despido del enano, aunque calentando me lo encontraré por diferentes lugares y comienzo a trotar. La zona esta llena de hojas y esta el suelo mojado por lo que habrá que tener un poco de precaución. 1 minuto antes de nuestra salida arrancan las féminas y al oír su inicio me voy acercando al arco para colocarme en segunda fila al lado de Josu.

Bocinazo y arrancamos a todo lo que da la máquina, va a ser una carrera rápida y es mejor estar colocado lo mejor que se pueda. Por delante Urko, Joanes y Borja, a estos se les une Elur, por un momento pienso en ir con ellos, pero la experiencia me dice que es una estupidez, por lo que me quedo en el grupo perseguidor intentado recuperar el aliento del inicio frenético.

Primer kilometro y los chavales del garraitz están tirando, estos jovenes de Leikeitio no dejan de sorprenderme, por lo que me pongo a rebujo y a ver que pasa. Por delante Elur ya se ha descolgado y un poco más adelante a Borja también le han soltado. Es una pena la poca gente que esta animando, pero teniendo en cuenta que también somos “4 gatos” corriendo pues es lo que hay.

Retomamos al complejo deportivo de Gamarra, las parrillas empiezan a desprender unos olores que dan ganas de parar, pero toca empezar la segunda vuelta. Entre las curvas del parque me coloco liderando el grupo y mantengo el ritmo, creo que si continuamos así podremos dar caza a alguno de los rivales que nos preceden. Los metros van pasando el grupito que formamos nos empezamos a colocar para realizar la transición después de capturar a uno de los escapados y con poco mas de 4kms realizados entramos en la zona de boxes.

Foto Juani

Tengo que hacer una buena transición para no perder el tren y consigo salir el primero del grupo con la bici. La línea de montaje se ha colocado en la subida por lo que la rebaso y sigo corriendo con la bici en la mano hasta un pequeño descansillo donde salto y continúo subiendo. Me rebasan un par de ellos y tengo que esperar a colocarme bien las zapatillas para engancharme a ellos. Damos la rotonda de la fabrica y en la bajada puedo acabar la labor antes iniciada y me preparo para el circuito ratonero que nos han preparado.

De momento en la recta y con el viento a favor no se va mal, somo 6 componentes en el grupo y los relevos empiezan a fluir. Pero empiezan los giros de 180º, las curvas y si a esto le unes el suelo mojado, los baches y las hojas pues se empieza a complicar la cosa. A la hora de tomar las curvas las estoy cogiendo con mucha precaución y no estoy nada cómodo, por lo que casi en la salida de cada una de ellas tengo que esprintar para no quedarme rezagado. A pesar de eso intento dar los relevos para no ser cazados por los de detrás. Por delante esta Borja en tierra de nadie, pero tampoco somos capaces de recortarle mucho.

Foto @h.a_argazkiak

Primera de las tres vueltas que componen el sector y tengo las piernas que me arden y a penas puedo respirar cada vez que salimos de una curva para mantenerme con ellos. En la curva de la bajada de la fabrica otro y yo estamos a punto de perder el grupo y tengo que sufrir como nunca para mantenerme, cosa que el otro compañero no consigue y se queda descolgado. A partir de aquí ya me es imposible entrar a los relevos, están yendo muy por encima de mis capacidades, estos jóvenes me están matando así que si quiero llegar a la carrera no me queda otra que ponerme en cola de grupo e intentar aguantar. En algún trozo de recta cuando puedo ayudar un poco me meto, pero mi aporte es casi nulo no llegando a cabeza para tirar en alguna ocasión y siendo rebasado de nuevo, lo siento mucho pero luego hay que correr.

En la ultima vuelta se baja un poco el pistón y puedo ir un poco mas cómodo, se nota que en la cabeza de todos esta la transición y a pesar de estar bastante cerca de Borja no hemos podido cogerle. La entrada al parque hay que hacerla con mucha precaución, por suerte solo somos 5 y no nos molestamos por las zonas estrechas del recorrido.

Foto Juani

Ultima entrada en boxes, cada segundo cuenta, cuelgo la bici me pongo las zapatillas y a sufrir de nuevo. Por delante han salido 2 del grupo que yo, antes de salir del complejo puedo rebasar a uno de ellos, a pesar de ir muy fundido me mentalizo en que solo son 2 kms y hay que darlo todo. En la recta de barratxi antes del giro puedo dar caza a uno de los jóvenes del Garraitz, a Borja lo llevo teniendo a la vista desde que hemos salido pero los 100m que tenia de desventaja con él, en vez de reducirse se van ampliando por lo que el ataque al tercer puesto se convierte en una cosa efímera.

Bajando por barratxi intuyo cerca de mi al corredor que me precede y en el cono de giro compruebo que esta a escasos metros. Araño las milésimas que puedo en la curva de entrada al parque y dentro de éste me exprimo para intentar no ser alcanzado, cosa que por suerte consigo al echar una miradita a falta de 200m para ver cómo estaba la situación.

Finalmente consigo entrar en cuarta posición con un tiempo de 51:53, detrás de Borja que se ha cascado un segmento de bici espectacular para no ser alcanzado, carrera rapidísima y muy muy dura sobre todo en el segundo sector que las he pasado canutas, contaba con que el recorrido era bastante llano y podría mantenerme bien, pero no contaba con la velocidad de los chavales que me han puesto al límite.

Ahora toca ir a buscar al cachorro a ver en que lio se nada metiendo, dar las gracias a la abuela que lo ha aguantado, que sin la familia esto no se podría hacer y esperar a la entrega premios, porque siendo tan pocos algo me caerá…

Foto DuVitoria


martes, 1 de octubre de 2024

XVIII Urduña Hiria Herri Krosa 2024

Finales de Septiembre y no podía dejar de asistir a una de las carreras más queridas en mi calendario particular. Allá por el 2009 conocí la herri krosa de Orduña y desde entonces he intentado asistir siempre que he podido. Este año cuando entrábamos por el pueblo para ir a aparcar se notaba que había menos huecos por los alrededores y cuando ya lo hicimos y fuimos a por los dorsales pude comprobar el porqué, siempre ha habido un nutrido grupo de personas aquí, pero este año es de los que más gente he visto, será porque lo hacen con mucho esmero y cariño….

Lo dicho, coger el dorsal de todos los participantes (casi toda la familia se anima a correr) y a por el desayuno de rigor de los acompañantes mientras que los corredores nos vamos a cambiar. El día acompaña y nada más dejar las cosas en el coche me pongo a trotar, acompañado de mi sobrina, que este año se decide por el nuevo formato de 6km que han insertado. Primera toma de contacto con la gente conocida habitual y con el señor Peio al que pude “engañar” para que viniese.

No he salido con mucho tiempo y mis preparativos habituales van a estar muy comprimidos, pero bueno mejor así, sin esperas. Minutos antes del comienzo decido expulsar los últimos líquidos corporales y rápidamente a la salida donde están ya la mayoría de gente, espero que no arranquen mientras voy de camino. Llegando al arco de meta diviso a mi gran referente en esta carrera, Josu no me puede fallar y nos saludamos como de costumbre.

Foto Rakel

Sin cuenta atrás ni gaitas suena la bocina de salida y Apraiz se pone a liderar la prueba, sabiendo que es de los que no hay que dejar ni un metro me esfuerzo para aguantarle en estos primeros instantes. Primera vuelta al pueblo y la animación no falla como en ninguna ocasión, me sitúo por la zona lisa del terreno para no pisar el adoquín y sin quererlo me coloco en primera posición. Las patas me están respondiendo y a pesar de ver en el reloj el paso del primer km demasiado rápido intento mantener el ritmo.

Foto Rakel

Antes de abandonar el pueblo siento como me voy alejando poco a poco de mis perseguidores, sus zancadas las oigo más lejanas y llego a la bajada con algo de ventaja. Después de la rampa, llego al puente e intento hacer el paso por curva con la mayor velocidad posible porque, aunque parezca una tontería, quiero rascar algún segundo más por lo que pueda pasar al final. Sobrepaso el segundo kilometro con muy buen ritmo y me centro en seguir a las bicis de apertura de carrera, la carrera se ha convertido en una huida en solitario y voy a necesitar pensar en otras cosas un buen rato.

Llegando al kilómetro 3 y después de empezar a volver al pueblo empieza a dolerme el costado derecho, a esto se lo añade algo de viento en contra y paso una recta bastante fastidiada. Por suerte me acerco al ecuador de la carrera y después de regular un poco la respiración y el ritmo voy ascendiendo por la cuesta para llegar a la zona céntrica. La subida hace que acorte las zancadas y llega la bifurcación de la carrera de 6km (podría ir hacia allí y acabar de una vez jeje), pero mi destino esta por seguir recto y llegar al primer avituallamiento entre los aplausos de los allí congregados.

Foto Rakel

Ahora toca el típico callejeo para ir hacia el otro lado, la zona más mental del recorrido. En el ligero descenso hacia el km 7 me centro en un nuevo juego, llegar simplemente hasta el 9, sé que, a partir de este, lo que me queda es mayormente bajada y sería más llevadero, por lo que el nuevo objetivo está marcado. Todavía no sé a qué distancia llevo a los perseguidores, pero ahora toca lidiar con el viento en contra en el repecho de subida a la fábrica así que después de llegar a la curva me preocupare de ver cómo está la situación.
Foto Rakel

Primer vistazo de la carrera, no llego a ver a nadie cerca por lo que empiezo a pensar que puedo salir victorioso, me queda la última subida para llegar al marcador del km 9, venga ya solo me queda pelearme un pelín más con Eolo y girar a la derecha para recuperar el aliento por las pistas de bajada. Me empiezo a relajar y disminuyo ligeramente el ritmo, aunque aprovecho los descensos para no ceder demasiado y aprovechar la inercia antes de llegar a la “última cuesta” que me adentra en las carreteras del pueblo.

Primero hacia la derecha y recta para girar a izquierdas, ya me conozco el recorrido (después de tanto tiempo como para no…) y ahora sí que sí, última curva y me toca encarar la recta hacia el arco. Me pego un poco hacia la derecha para no molestar a la gente que va entrando en la carrera de 6km y disfruto del momento que como pocas veces lo puedo conseguir se saborea de diferente manera.

Foto Rakel

Rebaso la línea de meta en primer lugar con un tiempo de 33:13, cojo un poco de aire y voy a felicitar a los demás corredores que acaban de entrar, con la grata sorpresa de encontrarme a Josu entre los 3 primeros clasificados por detrás de Jon, no me esperaba menos de él. Charlo brevemente y voy en busca de Diana, que como ya viene siendo habitual no me quiere dejar el protagonismo y también queda en primera posición, seguiré siendo el malo de la familia.

  

Después también voy a ver que tal le ha ido a sobri y me cuenta sus andanzas. A partir de aquí se siguen sucediendo los eventos, a continuacion de nuestra carrera llega la de los paralímpicos, espectacular las ganas y énfasis que le ponen, todos mis respetos y admiración. Mas tarde vienen los txikis y justo después le toca el turno al pequeño de la casa, le acerco hasta la salida y le dejo que gestione el asunto. Ya en los primeros metros le pierdo de vista, asi que voy a ver si con suerte le puedo ver más adelante. Llega a la plaza del pueblo con buena cara, pero le hace falta un poco de ánimo para que apure un poco más y pueda llegar al arco de meta.

Foto Rakel

Todos los enanos reciben su bien merecida recompensa y salen enormemente contentos. Por último, queda esperar a la entrega de trofeos, con el gran ambiente de la plaza llena. Este año por primer año veo que han sorteado los premios económicos entre los participantes, cosa que, a pesar estar “perjudicado” al no obtener nada por la clasificación, me alegra que por fin optemos todos a los premios, que para eso pagamos todos la carrera.

Foto Rakel

Y sin mas acaba otra mañana por tierras Bizkainas y como siempre agradecer a la organización por realizar impecablemente este evento al que tanto cariño le tengo.

miércoles, 11 de septiembre de 2024

IV Triatlón Olímpico de Nagore 2024

Siempre diré que lo que más me gusta en el triatlón es la distancia olímpica y después de no poder ir el año pasado al Triatlón de Nagore, este año no podía dejar pasar la ocasión. Al ser un sábado por la mañana la logística es ir el día anterior y hacer noche. Por suerte y gracias a la gente de la organización podemos quedarnos en el mismo sitio (como algunos más) y un problema menos para mañana.

El lugar es espectacular y después de las pequeñas tormentas de la noche, nos amanece un día soleado y sin nubes que hace de esto mucho más apetecible. Hay varias carreras organizadas, parece todo muy familiar, sin las estridencias de muchas carreras de hoy en día, cosa que me gusta en especial y mientras que los del supersprint se van preparando yo voy con el retaco a por el dorsal y empezar a preparar. Cuando terminan los de esta primera carrera voy a meter las cosas a boxes y cuando salgo saludo a la gran Aitziber que después de un tiempo vuelve al ruedo.

Foto Dy

Miro la gran piscina que tenemos para nosotros y solo estoy deseando ponerme el neopreno para poder probarla. Las primeras brazadas hacen doler los brazos, pero la verdad que es una gozada poder nadar aquí. Diez minutos antes de la salida me dirijo hacia fuera porque hay que estar en las bicis para hacer la cámara de llamadas típica en pruebas navarras. Soy de la última fila para acercarme a la línea de salida, eso en un triatlón con el ansia de la gente por no dejarte pasar sería un problema, pero en este, compruebo que dejan meterme entre ellos y poder estar medio delante para no tener problemas.

Nos dicen que nos metamos en el agua para salir y otra de las diferencias es que la gente obedece y se queda sin querer arañar ningún metro y a la espera de que el juez nos diga cuando salir. El bocinazo no se hace esperar y allí que vamos, primeros metros saliendo medio rápido, no somos muchos y se nota a la hora de no recibir ningún golpe y se va nadando muy cómodo hasta que cojo velocidad de crucero en busca de la primera boya.

Doy el giro sin ninguna complicación y toca llegar a la boya de más al fondo, boya que veo bastante bien e intento ir lo más recto posible, pero aquí es cuando me surge la duda, porque veo que algunos participantes van mucho más a la derecha que yo y dudo si dirigirme hacia ellos, pero como tengo en la cabeza que voy bastante recto me mantengo en mi línea y continuo hasta que después de una larga recta consigo llegar a ella. Giro de nuevo y dirección al arco de meta, que por suerte se ve perfectamente. Antes estaba deseando que el reloj me marcase los 500m cuanto antes, pero ahora prefiero que se retrase esa vibración hasta estar cerca de salir para corroborar que no he alargado en exceso la natación.

Foto Dy

Me pongo de pie poco después del aviso del reloj y comienza el baile de despojarme de los atuendos, primero las gafas para poder llegar al sitio y allí todo lo demás. Se me atasca bastante el neopreno por el chip y estoy un ratillo hasta que me despojo completamente de él, a falta de caja tiro todo al suelo y me pongo el atuendo de bici y que sin hacer una gran transición no pierdo demasiado tiempo. Salida en subida y avanzo varios metros después de la línea para montarme más a gusto y no tener problemas. Me cuesta una barbaridad ponerme las zapatillas (como de costumbre) pero como tampoco veo a nadie delante (ya he perdido ese tren) me lo tomo con calma para ponerme todo en condiciones.

Los 3 primero kilómetros son bastante durillos y para mí un poco más, pero el que no te rebasen a gran velocidad hace que no me venga abajo e incluso vaya recortando distancia a alguno que veo más adelante. La idea es intentar coger a dos o tres que tengo a la vista antes del descansillo y luego ver como trascurre el sector. Veo el final de la “cima” y consigo pillar a otros 2 con lo que me doy por satisfecho. A partir de aquí nos podemos los 4 o cinco que estamos a dar relevos sin hablarlo y con gran compenetración, como digo, impensable en otros triatlones donde los “neociclistas” se ven con el derecho de manejar al grupo a su antojo. Solo en una ocasión hubo un pequeño comentario, pero vamos, que como le dije después, cada uno que haga lo que pueda o lo que quiera. Por las referencias que nos van dando parece que estamos recortando algo a los de delante, en ocasiones les podemos ver, pero no reducimos lo suficiente y cuando llegamos a la bajada ya no los vemos más (a pesar de no estar muy lejos).

La bajada con el tráfico abierto, la carretera estrecha y el suelo húmedo se antoja peligrosa y paso de arriesgar lo más mínimo. Por suerte no hay muchas variaciones en nuestro grupo, alguno se nos ha unido, pero no hay derramajes en todo el trayecto de vuelta y podemos pillar al tercer clasificado. Vamos llegando al pueblo y se acaban las curvas para empezar a pensar en la transición.

Foto Triatlón Nagore

Poco antes de dar el giro de izquierdas para entrar a la carretera de desmontaje me he quitado las zapatillas y estoy preparado para afrontar el ultimo sector. Bajada con cuidado y a buscar mi sitio después del carril de compensación. Llego al sitio, cuelgo la bici, me pongo los calcetines (si, a mi edad eso de destrozarme los pies ya no tiene ningún sentido, “antes tampoco…”). Después de ponerme las zapatillas con algún que otro problema y dejar el casco salgo a por los 10 kilómetros de rigor. La situación es la siguiente, como si fuese una repetición de Ondarroa, salgo el cuarto o el quinto, sé que el sector es el más favorable para mí, pero no sé lo que correrán los demás, así que después de la salida por tierra al llegar al asfalto plano intento coger ritmo.

El tercero está a la vista y antes del primer kilómetro consigo rebasarle, diviso al segundo, pero le voy recortando muy poco a poco. El saber que voy recortando hace que gestione un poco más el ritmo y sobre el tercer kilometro puedo darle caza. Veo la bici del primer clasificado a unos 300m y queda más de la mitad de la carrera, por lo que en los sube-bajas intento controlarme antes de lanzarme a por él. Comiendo metro a metro estoy casi pegado a él antes del ecuador del sector y decido seguir mi ritmo. Me saluda, le saludo y la bicicleta aumenta un poco su velocidad para adecuarla a mi ritmo y abrirme paso.

Es una sensación impresionante, pero todavía quedan otros 5 kms y no sé lo que viene por detrás. Doy el giro de 180 y vuelvo por donde he venido, lo bueno de la ida y vuelta es que puedo comprobar como está el panorama y sé cómo es el recorrido por lo que viendo que estoy aumentando la diferencia gestiono mejor las subiditas que hay durante todo el recorrido. Los ánimos de la bici de apertura también vienen muy bien para no venirse abajo. Paso el puente del embalse, quedaran 2 km y la proximidad del pueblo me hace estar más tranquilo, calculo el ritmo que tendrían que llevar por detrás para alcanzarme y lo veo casi inviable, por lo que este último tramo ya empiezo a saborear la victoria.

Últimos metros, la gente que está animando ya me lo recuerda y después de volver a la parte de tierra reduzco la velocidad, puedo ver ya el arco de meta y justo antes a Diana y Aihotz, echo una buena mirada para atrás para cerciorarme de que no viene nadie y me paro a saludar ante la indiferencia del pequeño de la casa, por lo que ya andando retomo el camino dirección al arco y cruzo debajo de él.

Foto Dy

Primer puesto con un tiempo de 2:12:27 ni en mis mejores sueños pensaría en volver a ganar yo un triatlón, es cierto y que a nadie le moleste, que no hay que ocultar el nivel que había y los pocos mas de 60 corredores que hemos tomadoparte, pero la gente que estábamos tampoco éramos cojos (bueno yo un poco jiji), así que con todo ello celebro la victoria que tanto esfuerzo me ha costado conseguir.

Después pues lo que toca, saludar a los compañeros con los que he competido, hacer nuevas amistades y charlar un poco por el micrófono con mucha vergüenza. Aprovecho para avituallarme primero en una fuente y después con el buen post meta que nos tienen preparado (tanto para corredores como para acompañantes). Después de las charletas habituales me voy a duchar y a seguir disfrutando del ambiente que se ha generado en este humilde triatlón. Antes de la entrega de premios, empiezan a sacar albóndigas, macarrones y ensaladilla a parte de todas las otras cosas que ya había allí y entre unas cosas y otras y salimos comidos del evento, es espectacular.

Foto Toñi

Por último, llega la entrega de premios con el cachondo del speaker que lleva todo el día dándole al micro sin parar, es un crack. Finalmente, solo queda despedirse de la gente que por allí anda, dando las gracias al organizador por una organización impecable y muy muy cuidada, de verdad que merece la pena y mucho venir aquí y espero poder repetir algún año más.

Foto Toñi


martes, 18 de junio de 2024

XI Carrera popular Ziordia 2024

Un año más toca volver a la carrera solidaria por excelencia, Ziordia nos esperaba y no se podía fallar. Animando a alguna persona mas aparecemos por el pueblo con el tiempo y la calma suficiente para ir a llevar la comida (que sirve de inscripción) y comprar varios boletos para ayudar también. Incluso algunos integrantes de la familia a pesar de no correr aportaron gran cantidad de comida y además mi padre que compro 10 boletos tuvo la suerte de ser uno de los agraciados del gran sorteo final.

Este año ha salido un gran día soleado, que al final siempre es más atractivo y a pesar del viento no empaña para nada el evento. El primer corredor en vestirse de corto es el pequeño de la casa, ligero calentamiento y allí está en línea de salida esperando dar la vuelta al pueblo en cuanto abran toriles. Dan el pistoletazo y allí salen los miuras como si no hubiese un mañana. Después habrá otras tres o cuatro salidas mas con chavales de diferentes edades y antes de la nuestra, la marcha, aquí hay actividades para todos.

Toca el turno de empezar a calentar y mientras me reencuentro con Mikel y Jorge, habituales también de esta carrera, se acerca el momento de ir hacia la salida. Mi idea, como el año pasado, es salir mas o menos tranquilo para hacer un poco de grupo por el pueblo al principio, al ser una carrera mas popular, es bonito empezar todos juntos, pero esa idea acaba en cuando nos dan la salida y veo salir a un corredor a toda leche.

Foto Diario de Navarra

Viendo que la distancia que nos saca ya es considerable, prefiero intentar recortarla antes de que sea tarde y tengo que pegar un acelerón hasta llegar a él. A partir de aquí me pego para saber cuales son sus intenciones entrando en el falso llano por primera vez. El descenso de este por la pista se me hace difícil, pero consigo mantenerme con él hasta abajo. Al llegar a la zona de asfalto y aprovechando la inercia le rebaso y me coloco en primera posición, prefiero llevar las riendas mientras retornamos al pueblo.

Foto Rakel

Cada vez le voy oyendo la respiración mas atrás, parece que me estoy alejando poco a poco y hago el primer paso por la línea de salida en solitario. Callejeo por el pueblo entre los ánimos de la gente y de nuevo toca la subidita (aunque aquí no lo llamen así). La pista se pega y el viento en contra no ayuda mucho, pero necesito sacar algo de ventaja para poder disfrutar en la última vuelta.

Foto Rakel

Se echa en falta a Pablo (el del megáfono) que tan buen ambiente crea por aquí y las llegadas a “la cima” son mas sufridas, pero sigue estando el dron para inmortalizar el sufrimiento y la alegría de cada uno de nosotros al pasar. Descenso de nuevo con cuidadito para no caerme y piso otra vez terreno liso para volver al pueblo. Paso por el parque donde ya esta colocada la hoguera que en unos días arderá en la noche de San Juan y siguiendo a la bici, paso el puente para volver a recibir el aplauso de la gente.

Foto Diario de Navarra

Tercera vuelta, antes de subir por ultima vez el “falso llano” veo que al segundo lo tengo bastante lejos y me lo tomo como un premio al esfuerzo de estas 2 vueltas. Mientras doblo a la gente les saludo, incluso ese saludo se hace mas efusivo cuando encima de la cuesta paso a toda la gente que esta llevando el carro de Markel, de verdad que esta gente se merece mucho por todo lo que ofrece. La vuelta trascurre con normalidad, adelanto a la señorita Maider y a Frank y encaro de nuevo la carretera para enfilarme hacia la meta.

Foto Rakel

Allí esta el gran José Ramon, artífice de este evento dando por concluida mi aventura y pudiendo ganar (aunque eso es terciario). Tiempo de 24 minutos para estos 7 km que quieras que no hace que la patata se te ponga un poco contenta.

A partir de aquí esperar a Ekhi como segundo de la general y en tercera posición entra el gran Jorge, que parece que deja atrás las molestias. Después voy a la contra para ver cuando llega Diana, que esta vez me deja el protagonismo y termina segunda detrás de Lucia (si es que los viejitos todavía damos guerra).

Ahora toca duchita y esperar a lo que de verdad importa, la merendola en el frontón. Cuando llego están ya los chavales a punto de empezar a comer, aunque Ramon les insta a esperar a que se dé la entrega de premios, cosa que consigue unos pocos segundos, pero es inevitable el comienzo, con el hambre que hay. Entre tanto nos entregan los premios, que esto si que me gusta y no tanta copa y después de las fotos y los saludos nos toca el turno de ir a por la chistorra, la tortilla, la panceta y demás menesteres que nos brinda la carrera.

Foto Rakel

Como digo, esta carrera o evento, como lo quieras llamar, capitaneado por Fimofito, al que no se como le cabe tanto corazón en un cuerpo tan pequeño, es el ejemplo de que de nuevo se puede disfrutar del deporte y de lo que ello rodea, sin marcas, sin malas caras, sin rivales. Yo seguiré yendo siempre que pueda y seguiré animando a la gente a que vaya para que pase una bonita tarde en familia haciendo deporte y ayudando a los demás en la Carrera de Ziordia, porque pase lo que pase seguro que te vas a casa con la sensación de haber ayudado un poquito, aunque solo sea eso, un poquito.

martes, 4 de junio de 2024

Vihalf Vitoria 2024

Toda esta aventura comienza a un mes del evento en el maravilloso pueblo de Murgia. Allí andaba yo viendo Zuiadu tan tranquilo cuando me suelta el gran Juli que vendía el dorsal para el Vihalf de Vitoria, yo en primera instancia como no tenía pensado hacerlo le digo que no, pero cada minuto le voy dando vueltas, hacer un media distancia con mi par de tiradas largas de 50m km en bici se me hacía muy cuesta arriba y más sabiendo la dureza del conjunto. Viendo que tenía “todo a mi favor” jajaja, al final del día y ya de calentón, le digo a Diana que gestione lo del dorsal.

A partir de aquí empieza el camino, para comenzar me sorprende la gran labor de los organizadores para cambiar de nombre sin añadir más gasto (como debería ser en cualquier prueba) y un par de emails después ya está todo a mi nombre. Hace 6 años que no hago media distancia (la cual se me queda grande) desde el antiguo de Vitoria que compartía con el ironman. Al Vihalf le tenía un poco de “miedo” porque las mini cuestas de la bici y sobre todo la carrera ratonera no me gustaba nada (pero eso llegara más adelante).

El segundo paso era intentar minimizar la desventaja, por lo que a falta de una idea mejor contacto con la personita que me dejo la cabra la última vez y tengo la suerte de que la gran Pereiro me la preste de nuevo. A partir de ese momento, como he dicho al principio, el objetivo era intentar alargar el par de salidas en bici que podía hacer a la semana, aunque el tiempo Vitoriano tampoco ayuda mucho.

La natación a pesar de no hacer los metros que hacía antes, no es algo que me preocupe demasiado y la carrera a pie al final es en lo que más constante puedo estar, solo me faltaría subir algunos kilómetros más, pero eso era lo más fácil. Con todo esto van pasando los días, un par de pruebas para ver cómo se va en la cabra, dolores por varias zonas, pero……llega el día.

Me comentan la posibilidad de poder salir con los chicos de elite (por ahorrar golpes y agarrones) pero no sé porque no me veo saliendo con la gente buena y decido quedarme en el grupo que me corresponde.

El día previo, es lo que menos me gusta de estos eventos largos, soy más de ir a los sitios correr y marchar. Primero ir a por los dorsales, llegar a casa y empezar el baile de las bolsas, neopreno para un lado, zapatillas para otro y así más de media hora de organización para poder llevarlo todo mañana a primera hora.

Este año lo que si voy a cambiar gracias a la “nutricionista de la casa” es como me tengo que alimentar en el trascurso de la carrera, creo que lo de ir con un plátano y una naranja, como en los otros 3 medias distancia que he hecho, no era una buena estrategia. Pregunto cada cuanto hay que tomar los geles, la barrita y el líquido e intento memorizarlo.

Llega el día de la prueba, yo tenía cogido el traslado a Garaio con la bicicleta por lo que voy con las tres bolsas correspondientes a la espalda y con la cabra hasta las universidades, donde está la T2. Dejo la bolsa de las zapatillas en la percha y mientras se va Diana yo espero a la llegada de los autobuses. Al pantano llegamos con 2 horas y media de adelanto, me dirijo a meter la bici en boxes y despreocuparme un poco. Los boxes están de lujo, sin la típica barra para colgar la bici y con mucho espacio entre unas y otras.


Espero a que llegue Diana y mientras me siento a comer un poco de arroz que había traído para no estar con el estómago vacío al comienzo de la prueba. Cuando llega con parte de la expedición del Dida les espero a que dejen todo y ya me uno a ellos. El paseo hasta la zona de salida del agua con el viento, las nubes y el frio hace que me entre una pereza impresionante y solo espero que se me quite en cuanto arranque. Ultima meada previa a la puesta del neopreno y me voy a probar el agua, que esta fria, pero aceptable con el traje. Escasos 5 minutos dentro del líquido elemento y nos mandan salir porque en breve saldrán los elite. Me acerco al arco y después de las 2 salidas pertinentes nos toca el turno. A pie de agua nos dan el bocinazo y ahora sí que sí. Primeros metros andando por las piedras hasta poder encontrar un hueco para poderme tirar y nadar.

Se presente un panorama difícil entre agarrones y golpes y decido salirme a la parte izquierda del grupo, priorizo el evitar ese agobio contra la posibilidad de coger algún pie. Sobre los 300 metros la cosa se empieza a calmar un poco y empiezo a nadar un poco más cómodo. Las pocas veces que alzo la cabeza apenas distingo las boyas así que como siempre me tendré que fiar de dónde va la gente. Primeros 500m que me marca el reloj y nos acercamos a una de las boyas donde de repente nos volvemos a arremolinar varios nadadores y comienzan de nuevo las hostilidades. No comprendo que pasa, porque no es que haya mucha curva para que suceda esto, pero lo superamos de la mejor manera posible con sus correspondientes tragos de agua.

Pasa el tiempo y no siento la vibración del reloj, lo que no se si con algún golpe se ha detenido o todavía no he llegado a los 1000 (a la salida me daré cuenta de que algo le ha pasado y se ha parado). Paso lo que resta del sector sin apenas referencia y únicamente cuando rebasamos una de las boyas, veo que encaramos camino a tierra firme, por lo que solo queda esperar y que ese arco pequeño que se ve, se vaya haciendo más grande.

A medida que nos acercamos se va oyendo por los altavoces al speaker y los gritos de las personas, vaticinando el final de esta natación tan ajetreada. Veo las piedras, pero hasta que no puedo dejar de nadar no me pongo de pie y cuando eso sucede me levanto las gafas y me dirijo a por la bicicleta. La falta de costumbre hace que no me baje la parte de arriba y llego con el neopreno puesto hasta la bici, que la encuentro perfectamente gracias a la buena disposición de los boxes. Allí compruebo que el reloj se me ha parado y lo intento poner otra vez en marcha mientras decido que hacer, porque sorpresa, esta todo mojado y con txirimiri.

Había dejado unos manguitos, dudo si ponérmelos, pero tomo la decisión de empezar a meter todo en la bolsa y salir cuanto antes. Paso la línea de montaje y me subo a la bici, he llevado las zapatillas con las que suelo salir a rodar y no las de triatlón y me cuesta horrores colocármelas mientras voy en bici. Un minuto interminable después, consigo que los pies entren y puedo ponerme rumbo al segundo sector. Me lo tomo con calma, la ligera lluvia y el suelo mojado hace que no me coloque bien hasta trazar las primeras curvas y encarar la recta de Heredia. Antes de ponerme estilo flipao acoplado, diviso a Diana a lo lejos y la rebaso cumpliendo con el objetivo del día, que era adelantarla, a partir de aquí ya todo es extra jajaja.

Voy cogiendo ritmo y me empieza a rebasar algún corredor, algo que ya tenía en mis planes y no me desconcentra en seguir a lo mío. La recta hasta Agurain bastante normal y viendo que el cielo se empieza a despejar un poco. Cogemos el repecho y nos dirigimos a Gordoa con el viento en contra, por aquí poco que reseñar, adelanté a alguna chica y me pasan algunos, solo deseando llegar al cruce para tomar dirección Egino y aprovechar el viento a favor. En la cuesta de Gordoa rebaso a Saleta y sigo mi ritmo para alcanzar la parte más alta manteniendo la concentración.

En Zalduondo consigo coger al tercer intento un botellín de agua por si acaso y como no tengo más sitios para meterlo me lo coloco en el pecho hasta que tire uno de los que llevo (mala de ser que sea bueno aerodinámicamente jajaja). Llegando a Araia empiezo con la alimentación y me como una barrita que me sabe de lujo y continuo apretando mientras se va poniendo el viento en contra. En la curva de Egino me rebasa un corredor y otro pegadito a él, aquí es donde empieza el baile de la gente tramposa, que lejos de separarse siguen igual. Este momento era crucial porque iba a saber si el viento nos iba a ser benévolo o no y por suerte parece que no nos pondrá muchas trabas para llegar a Vitoria. En los toboganes se empiezan a formar grupos de ciclistas, iremos unos quince o veinte y la gente es incapaz de respetar en estas condiciones, no me toques las narices, en los 90 kilómetros no he echado una mirada para atrás en ningún momento y algunos están continuamente mirando hacia atrás, en fin, que si en las pruebas con tecnología esto no se corta, que se va a hacer en estas y no me quiero ni imaginar lo que hay por detrás con gente mas apelotonada…

Foto @Leticiafernandez_photo

Yo como quiero irme con la conciencia bien tranquila cada vez que me pasa alguien me dejo caer y a pelear, que para eso hemos venido. Antes de llegar al cruce de Argomaniz me pasa alguien que me saluda y que a duras penas reconozco por su velocidad, pero es el terreno de Ibarrola y se nota. Ahí es donde se ven las formas de actuar de cada uno, ha venido ha pasado y así ha ido adelantando a todo el mundo hasta que lo he perdido de vista después de la bajada del pueblo, si hubiese querido pegarme a él lo hubiese podido hacer, pero de verdad se necesitan hacer esas cosas….

Esta zona era la última que quedaba con viento en contra y nos vamos acercando a la zona final. Por la N-104 voy como un obús (a mi manera) hasta el cruce de Ilarraza. Llegando a Zurbano se me empiezan a poner duros los cuádriceps y me voy masajeando para poder terminar la bici. Sobre el km 85 hacemos la entrada a Vitoria y en la rotonda cerca de mi casa se me va la rueda de atrás, pero gracias a la suerte no me caigo y consigo ver a mi padre que estaba más adelante animando. Después del altercado me lo tomo con más calma callejeando y tomando más precauciones de lo habitual para llegar intacto a boxes.

Foto Rakel

Se va acercando el momento de bajar, decido sacar los pies de las zapatillas con mucha antelación por si acaso tengo los problemas del comienzo, pero esta vez salen bien y me dispongo a encarar la alfombra antes de bajarme. Con las primeras zancadas me encuentro increíblemente bien y después de “lanzar” la bici a uno de los voluntarios me dirijo a por la bolsa. Mas o menos la encuentro rápido, la descuelgo echo todo al suelo y me siento, me coloco los calcetines, se me van subiendo los isquios a cada intento, pero no va a más. Me guardo los geles y por primera vez salgo con una botella de mano, no estoy acostumbrado a esto tampoco, pero me asegura poder beber donde quiero y bastante eficientemente.

Salgo con ganas, pero la carrera es larga y me tengo que controlar bastante para no pagarlo al final. Saludos a Kiko y a mi hermana (que estará en todos los lados) y a por el ratoneo. Empezamos por la parte llana hasta llegar al casco viejo donde comienzan las curvas y sobre todo las cuestas. La animación es espectacular y te van llevando en volandas, pero eso hace que me tenga que concentrar más para no venirme arriba. En las cuestas reduzco bastante la zancada y voy tranquilo para recuperar en las bajadas el exceso de desgaste.

Foto Rakel

Antes de llegar a la cuesta por excelencia está El gran Osoro animando a pesar del accidente que tuvo, es una persona por y para el triatlón. Primera de las 3 veces de paso por el Aldapa, animación espectacular que te ayudan a subir con el punto final de ver en la cumbre al incombustible Cesar (el diablo) con su inseparable altavoz, toda una institución. Hasta el gaztetxe sigue la subida y luego toca descansar hasta la catedral. Esta primera vuelta me la estoy tomando de reconocimiento porque no sabía exactamente por donde transcurría y de momento no hay muchas personas para poder seguir, por lo que esta vuelta se hace un poco monótona, pero por lo menos me he quedado con el recorrido para las siguientes. Porque si las cuestas hacia arriba son fastidiadas, el par de bajadas fuertes que hay también hay que conocerlas para intentar no lesionarse.

Foto Rakel

Primer paso por meta y tomo el cruce hacia la Virgen Blanca de nuevo, comenzamos otra vez la aventura por la almendra Vitoriana. Se han unido más corredores a la carrera y entre eso y que la gente se empieza a acercar más a verla, esta segunda vuelta es mucho más entretenida entre adelantamientos y ánimos a doquier. El segundo paso por la gran cuesta todavía la hago con fuerzas, pero se nota que empiezan a flaquear. Voy viendo los tiempos de cada kilómetro y me sorprende lo bien que están saliendo, pero sobre todo voy como siempre, por sensaciones. Sin mucho más que contar llego al comienzo de la última vuelta. De refilón veo el tiempo que marca en meta y restándole los minutos que he salido por detrás y lo que se supone que debería hacer en esta última parece que no voy muy mal.

Foto Rakel

Al contrario que en mis otras 3 participaciones en este tipo de distancia, tengo que reconocer que en esta es en la que mejor me encuentro, al final, el estar bien alimentado es una de las claves de este mundo, si no hay gasolina no se puede rendir. Ultima vuelta más y más gente para poder adelantar y más y más gente que te anima, es muy emocionante cada curva, cada cuesta que subes y oír tu nombre por algún lado, porque a pesar de que en muchas ocasiones no pueda saludar las escucho y las agradezco. Tengo a la tercera fémina cerca y la rebaso antes de la última parte.

Foto Rakel

Ultima recta desde el Logia hasta arriba y ya habré finalizado, cuantas veces abre recorrido estas calles años atrás, pero no de esta forma, como cambian las épocas…

Cuando llego a la parte más alta, me quedaran todavía unos 500m, me los tomo para por fin disfrutar a sabiendas de que ya está realizado, ultimo ánimo de mis padres antes de encarar la alfombra en bajada hacia el arco, Ion va diciendo mi nombre y en última instancia veo a una niña que esta con la mano para que le choque, me desvío y segundos más tarde rebaso la línea de meta.

Foto Rakel

Al salir más tarde no se en que posición he quedao lo que sí que se es que cruzo la meta en 4:16:48 posición 26 (después de ver la clasificación). Como siempre me tomo mi tiempo para coger aire, están recibiendo a los corredores Eneko y Alain y mientras les saludo solo me sale “que hi… de p..” todo ello en plan jocoso por la dureza y el buen hacer del triatlón que han organizado.

A partir de aquí me dirijo a por algo de beber y hago el camino inverso para animar a los que van llegando y esperar a ver a Diana. Ahora desde fuera y animando es increíble lo bien que les sienta a los corredores un poco de ánimo. Hago el último tramo de Diana al lado suyo, aunque va tan rápido que antes de llegar arriba me tengo que parar para ir andando y esperarle en meta. Ahora estando todos en el avituallamiento me pongo a reponer un poco, saludar a los conocidos y dar las gracias a los abuelos por haberse quedado con el pequeño para poder hacer el evento.

Foto Diana

Para finalizar esta gran chapa diré que tenía un poco de reticencias a la hora de realizar este triatlón, lo primero porque se me queda largo y no tengo el tiempo para prepararlo. Lo segundo porque seguramente tenía nostalgia del antiguo evento que había con sus partes en bici más llanas al igual que su carrera a pie. Desde fuera veía en este evento una carrera a pie (que es lo que más me gusta) llena de curvas y cuestas en las que no iba a ser capaz de disfrutar, pero después de realizarlo tengo que decir que me ha sorprendido, porque si, a pesar de ser dura en su conjunto se disfruta muchísimo y sobre todo la organización que hay detrás del evento, con gente que piensa en las personas, que ante diversos problemas que pudieran aparecer siempre ofrecían una solución adecuada sin dejar tirado al corredor que había pagado, eso dice mucho de ellos, sin duda y después de realizarlo puedo opinar que es un triatlón que merece y mucho la pena.

Foto Diana