Siete meses después de la inscripción a la carrera, por fin
llega el día de hacer el triatlón half de Vitoria. Los días previos ya se va
notando el ambiente por las redes sociales y comienzan a llegar las premisas de
cómo se iba a ir desarrollando el evento. Es una distancia más larga de lo que
estoy acostumbrado a hacer generalmente y los preparativos van a ser
diferentes, eso hace que me entre un poco de agobio al no estar habituado a
todo ese despliegue.
El viernes me acerco a la Virgen Blanca para ir a recoger el
dorsal, en el recinto ya empiezo a conocer gente, risas, comentarios, vamos lo
que viene siendo lo habitual en estos casos, pero a 2 días vista. Entre hablar
con unos y con otros, que ya están curtidos en estas batallas, me voy quedando
un poco más con la copla de lo de dejar las bolsas en las correspondientes
transiciones, desinfectar neopreno y otros menesteres, así que el pre-agobio ya
comienza a disminuir.
Sábado por la tarde, toca primeramente ir a dejar la bici y
las correspondientes cosas a la T1, así que coche cargado y hacia Landa,
observando por el camino la procesión de bicicletas y aficionados.
Foto Aita |
Ubico la
bici en la percha (menudos pepinos que hay por los alrededores) y me voy hacia
la zona de las bolsas para coger referencia y ver si he metido todo lo que
tengo que dejar. Por último y con toda la calma que da el haber llegado a una
hora tranquila, entrego el neopreno para la desinfección obligatoria. A partir
de aquí todo es observar esa inmensa piscina, en la que no he nadado
nunca, donde mañana arrancará la
competición y entre aclaraciones de algunas dudas, decido que va siendo hora de
hacer la segunda parada del día.
Foto Aita |
Retorno hacia Vitoria para dejar la bolsa de las zapatillas
en la T2, de nuevo coger referencia de la ubicación (la verdad que me han
tocado sitios fáciles de recordar) Para dar por finalizado el día, paso por la Virgen Blanca, me doy un nuevo garbeo por
los stands y por suerte y gracias a una compañera del equipo, tengo la
oportunidad de hablar con Eneko Llanos, que me da unos pequeños consejos, no te cuento con que subidón me fui para casa…Ceno
pronto y a aprovecho el haber estado de mañana durante esta semana para no
descolocar el horario y me voy pronto a la cama.
Domingo 5 de la mañana, no, hoy no toca ir a la fábrica a
picar y a pesar de que la hora es la misma, el ánimo es diferente. No desayuno
mucho que se diga y después de recoger lo poco que me queda en casa, me dirijo
hacia el autobús que nos va a llevar hacia Landa. Por la calle, la confusión se
apodera de las personas que van en sentido opuesto al mío ¿pero quienes son
estos tíos con bolsas verdes? Se estarán preguntando los viandantes que
regresan a sus respectivos hogares, para recibir el merecido descanso de una
noche diferente…
Ya en la parada, todo discurre con bastante rapidez y en
nada estamos de camino, los diálogos entre pasajeros no se hacen esperar y el recorrido se hace muy ameno pensando en
las buenas condiciones que nos vamos a encontrar. El autobús, nos deja a unos
500m de la salida y algunas “quejas”
en plan cachondeo se dejan escuchar, con lo que uno de los pasajeros con la
gracia que da la parte sureña de la península responde “te´ va a hace un
ironman….y te queja po´ 500m?”
Foto Aita |
Pues ya estamos en el césped de este terreno de juego, me
dirijo a colocar con tranquilidad las últimas cosas en la bici para no tener
agobios de última hora. Primeramente coloco las zapatillas (he decidido que voy
a salir sin calcetines) después ubico el dorsal y por ultimo preparo un pequeño
supermercado en la barra horizontal de
la bici, que ni el mejor Eroski.
Salgo de los box, me encuentro con la family, pero si hasta
mi sobri de 8 años se ha levantado a las 6 para venir…..esto es la os. La gente
de un lado para otro, los baños con unas colas enormes y yo sin saber qué
hacer, decido dar alguna carrerilla, por hacer algo, a ver si me meto en escena
de una vez. Nada, dos rectas y pienso que lo mejor es ir a por el neopreno y
dar por finalizada la previa.
Enfundado en la goma y después de echar unas risas con los
del Benetan, tengo la intención de ir a calentar, pero a estas que nos comentan
que no se puede, que nos tenemos que dirigir a la posición de las bicis hasta
que nos llamen para nuestra salida, mierda!!! Se me están quedando los pies
helados, los grupos precedentes están saliendo y decido ponerme ya el gorro y
entrar en modo carrera. Nos llaman, o eso dicen, porque yo a penas oigo y nos
dirigimos hacia la salida. Al estar colocado en los últimos puestos de fila,
llego al agua en la parte izquierda, no sé si es la mejor, pero sí que quiero
estar más o menos adelante, cosa que consigo sin ninguna dificultad y sin estar
apretujado como en otras salidas, se nota 1: que la gente sabe que es más
distancia y se lo toma con más calma y 2: que cada uno sabe cuál va a ser su
ritmo de natación (o por lo menos por lo que a mi lado respecta).
Foto Aita |
Momento previo, algo de nerviosismo típico de estas salidas,
y de repente el bocinazo. Comienza todo, quiero intentar salir rápido para
evitar el agobio de los golpes, el agua está en calma, empiezo a distanciarme y
ni me han rozado, a los 100m observo que se estira el grupo y ya voy nadando cómodo,
esta vez no hay que pelear con las olas y los pocos tragos de agua que he dado
no saben a salitre. Me sorprendo de lo cómodo que está resultando y eso me
ayuda mentalmente para continuar a buen ritmo e intentar coger algunos pies de
los que han salido más a mi derecha. Sobre los 300m me asusto un poco porque de repente aparece
algo en el agua, si, son algas, me ha tocado el premio, la natación por ahí se
hace un poco asquerosa, pero sigo a lo mío, ya se acabara.
El reloj vibra y me da la referencia de los 500 metros, se
me han hecho muy cómodos, demasiado cómodos y solo me levanto la cabeza cuando
dejo de ver burbujas delante, puesto que las boyas ni las veo. En nada me topo
con la boya, giro solo, sin golpes, sin apenas gente, pero por dios, esto es un
lujo ;). En la búsqueda de la siguiente boya comenzamos a pasar a alguna fémina
y eso hace un poco más motivante la natación, para no caer en el aburrimiento.
Nuevo
giro y vuelta al punto de partida, noto como si me estuviese yendo hacia la
izquierda y tengo que ir rectificando con bastante frecuencia, en una de estas
que me levanto diviso ya con perfección el arco de salida y lo voy tomando como
una referencia más fidedigna. Cada vez se empieza a ver más grande, voy cómodo,
la verdad que está siendo una natación soñada y para ponerle algo de emoción a
mi cabeza, espero que el reloj no me vibre y me indique los 2km (que me
indicarían un exceso de recorrido), cosa que pasa casi al poner pie en tierra,
jajaja.
Salgo un poco de lado y parece que fuese a hacer una segunda
vuelta, a lo que me responde el voluntario “que te has quedado con ganas?” Me
rio y me dirijo por la alfombra hacia la bolsa de las cosas. Esta es la
diferencia con mis otras carreras, la bolsa del material está en un lado y la
bici en otra, así que con calma, me quito el neopreno, me meto avituallamiento
en los bolsillos, meto todo lo sobrante en la bolsa y la dejo de nuevo colgada.
Con todo puesto (menos las zapas) voy camino de la bici y me cruzo con Maru y
entre decirle 4 cosas, me equivoco y meto por su fila, mientras voy corriendo
me doy cuenta del error, pero por suerte está en los sitios finales de la fila
contigua y no pierdo mucho tiempo. Dorsal a la cintura y a cabalgar por la
hierba bacheada, que hace botar toda la bicicleta, yo solo miro que las botas
no se caigan y entre los ánimos de gente conocida llego a la carretera donde
nos permiten montar.
Foto corriendovoy |
Bonita salida de bici acompañado de Aitziber y Maru,
pequeñas risas para el comienzo del
segundo sector y me despido intentando coger ritmo de crucero.
De primeras, quito del visor del cuenta, los kilómetros,
porque no me quiero agobiar con los 90 que me restan y me concentro en rodar cómodo
con los acoples. A los pocos minutos me supera un corredor y decido intentar
mantener su ritmo (a la distancia legal, por supuesto) No hace viento, ruedo a
gusto, y me sorprende la velocidad, espero no estar pasándome…Continuo así, me
hago un mapa mental del recorrido y los puntos en los que voy a tener que
comer, ya que ha esto, sí que no estoy acostumbrado y no sé cómo va a
reaccionar mi cuerpo. Con la referencia de David (eso es lo que pone en el mono
azul, tanto tiempo detrás, es lo que tiene) van pasando los kilómetros y me
vale muy bien para regularme, porque para mantener la distancia en ocasiones
tengo que dejar de dar pedales y descansar, cosa que las veces que me pongo
delante no hago.
Foto Endika Portillo |
La parte trasera de Larrea y alrededores se hace monótona y
esto sumado a las imperfecciones del asfalto, hace que no sea muy bonita, cosa
que cambia cuando volvemos a la nacional dirección Vitoria. Primer paso por
Zurbano, los ánimos de la gente son la bomba y tomamos dirección Durana con un subidón
considerable. Me estoy encontrando muy cómodo en la bici, también es cierto que
el día está acompañando, si hubiésemos pedido un día 10 para hoy, este sería un
11. En la subida a la presa, rebaso al compañero de viaje, pero no tarda en
volverme a pasar, así que más de lo mismo. Primera vuelta, pasamos por el punto
donde habíamos cogido las bicis. Aquí empezamos a coger a algún que otro
corredor del Iron y también se nos juntan algunos de nuestro grupo, con lo que
se generan algunos momentos de no saber dónde ubicarte, yo no quiero líos y me
distancio hacia atrás, la moto está advirtiendo a algunos y yo no quiero este
juego. Después de los avisos, salvo en contadas ocasiones a causa de las
circunstancias del terreno, el grupo en el que voy está siendo bastante limpio,
por lo menos lo que veo delante mío, porque para atrás nunca miro, aunque me
imagino que igual de correcto.
Foto Aita |
Antes de entrar a Zurbano, pillamos a Gurutze y se así
llegamos al pueblo, en el que un avituallamiento, con gente pasando a más de
30Km/h, se me hace muy peligroso e intento tirar hacia delante para evitar
accidentes. Ya huele a ambiente de T2, entramos por Vitoria y nos es casi
imposible respetar las distancias, en la calle Francia y sabiendo que nos
tienen que coger las bicis al vuelo, decido colocarme lo más adelante posible,
para dejarla sin problemas. Y de esta manera termina el segundo sector
“lanzando” la bici a un voluntario de la mejor manera posible, aunque confiaba
en Leonardo plenamente, jeje.
Descuelgo la bolsa, me siento, saco las zapas, me pongo los
calcetines y me meto de nuevo mi avituallamiento personal. Todo correcto, pero
como no había tenido ninguna anécdota que reseñar, pues “decido” salir sin
quitarme el casco, jajajaja. Realmente no me había dado ni cuenta de que lo
llevaba puesto, sería la comodidad de ir con él durante 90 Km, pero salgo como
si nada hasta dar la curva de bajada, donde la gente me dice que lo llevo
puesto, TORPE!!!! No sé si tirarlo, dárselo a alguien… pero pienso rápido, voy
por donde he venido, ante la sorpresa de los corredores y personal voluntario y
dejo el casco en su sitio. Otra vez giro de 180º y a seguir por dónde íbamos,
paso de nuevo por la curva y me rio de mí mismo intentado dar las gracias a la
gente que me ha avisado, bueno cosas que pasan, jeje.
Y es aquí donde empieza la guerra, paso por la virgen
blanca, gente, ánimos e intento no empezar muy fuerte, cosa que no consigo
porque el reloj me marca un primer km más rápido de lo que quería ir.
Foto jonjo1991 |
Llego a
la Florida, el paseo de Carmelo Bernaola lo veo como una autopista sin final,
pero voy adelantando gente y estoy empezando a ir a los tiempos deseados, no a
los que podría ir, pero la carrera de hoy es así. En el prado se acumula mucha
gente, se ven diferentes pasos y eso ayuda a seguir la carrera. La temida recta
del Stadio hace que ponga en duda mi capacidad mental, pero la ligera bajada de
vuelta me tranquiliza. Intento “beber” algo en cada avituallamiento y digo
algo, porque en carrera eso es muy difícil, y el aquarius pica en los ojos. La
subida por Nieves Cano, mínima cuesta que te recuerda de dónde vienes, es el
anticipo a la parte más “pestosa” por ponerle un pero al sector, donde tienes
que hacer innumerable giros en la calle de las universidades para recorrer
varios km, cosa que las articulaciones lo notan en cada cambio. Llegamos al
8ºKm los problemas que venía arrastrando empiezan a saludar, los dolores que
antes podía controlar se vuelven punzantes a cada zancada, sabía que iba a
llegar este momento, así que toca sufrir en mayúsculas más de la mitad del
recorrido.
Foto Saioia |
Los tiempos empiezan a bajar, intento ir lo más rápido que
puedo aguantando el dolor, la morfina dosificada viene de manos de los
aficionados con sus ánimos y sus aplausos, intento responderles con alguna señal,
es lo máximo que puedo hacer en este estado. Paso por la mitad del recorrido,
en los fueros y en la plaza, está la gente como loca y más cuando mi paso
coincide con la entrada del primer clasificado. Comienzo la segunda vuelta,
intento pensar en esos 2 últimos Km donde la gente va a estar empujando, lo
paso mal, realmente mal, las zancadas son cortas, asíncronas y dolorosas, pero sé
que lo puedo acabar, lo debo acabar, solo tengo un objetivo, no ponerme a
andar. El paso por el Prado y el sonido de las zapatillas arrastrando por la
arena, denota una falta de energía, intento no pensar en ello. Después de
tachar los pasos por Stadio y Nieves Cano, me enfrento a Las Unis, más gritos, más
ánimos, buf increíble. El suplicio está apunto de acabar o eso es lo que me
repito una y otra vez, con cada vaso de agua que me lanzo por la cabeza. Llego
a ese punto que me tenía marcado, Paseo de La Senda, Florida, ya lo tienes, veo
a mi sobrina, la mano extendida como siempre, me voy a su lado y le choco con
las pocas fuerzas que tengo. Solo queda la vuelta a los fueros y meterme en la
plaza nueva.
Foto NuriaGD |
Veo la alfombra azul, veo la gente, doy la curva (espero no
caerme en la rampa de meta, jeje) y a escasos metros del crono, me relajo,
aplaudo y cruzo, dando por finalizada esta mañana de domingo deportiva. Ando
como buenamente puedo, me dan una botella de agua, me quitan el chip, me dan
una camiseta, una medalla, casi no se ni dónde estoy. Poco a poco voy
recuperando el aliento y busco hidratación y sobre todo el punto de masaje, que
después de unas vueltas consigo encontrar. Al acabar éste, vuelvo de nuevo a
las inmediaciones de la llegada, saludo a los diferentes compañeros y les
felicito por la carrera, las condiciones han hecho que la alegría de la gente
sea generalizada.
Decir que el debut en la distancia lo he realizado en
4h35m46s en 39ª posición general y 2º de mi grupo de edad (este último en plan
anecdótico, ya que lo ponen…) En líneas generales he acabado muy contento con
la carrera, me he visto bien en agua, en la bici ni por mucho me esperaba ese
ritmo y sí que me quedo un poco con la cosilla de que si no hubiese estado
tocado, hubiese disfrutado bastante más la carrera, acercándome a mi ritmo,
pero es lo que hay y de verdad, estoy muy muy contento.
Foto Triathlon Vitoria-Gasteiz |
Respecto a la distancia reconozco que no me ha
defraudado, pero el día ha ayudado a ello. Y como siempre he dicho, en el tri,
aparte de la capacidad de la persona, afectan los materiales empleados y en
este caso, ese paso se hace algo más apreciable. Por ultimo no quería acabar
este “testamento” sin agradecer a todos los voluntarios por el trabajazo que
han hecho, es una lástima que no se les pueda recompensar como buenamente se
merecen, pero por todos los lados que los he visto, chapeau.
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