Comienza septiembre y con ello la vuelta de muchos a sus
respectivos hogares naturales, que no idílicos, como en los que han estado.
Como este no es mi caso y en agosto he
sido participe de una Vitoria semi-desierta, pues en unos momentos de esos de
soslayo, decido apuntarme al Triatlón de Zumaia. Las molestias de toda esta
temporada parece que van siendo menores y me anima a ponerme otra vez el mono
de trabajo y disfrutar del ambiente competitivo.
Llega el día, sábado soleado, buen tiempo y a pesar de tener
toda la mañana para organizarme, al final como de costumbre se me amontona todo
al final y llego con unos minutillos de desfase, a la recogida de los
viajeros. Después de un trayecto tranquilo, a falta de escasos 2 Km para llegar
a Zumaia, me encuentro parado en “un atasco” (consecuencia de la carrera
popular que se está celebrando horas antes de la nuestra). Después de llevar un
rato parado y sabiendo que tengo que ir a por el dorsal y demás, decido bajar
la bici del coche e ir con la mochila hasta allí, mientras mi aita espera a
poder proseguir (aunque nada más ponerme en marcha, veo que se empieza a mover
la cola…)
Foto Aita |
Nunca he corrido aquí y entre las explicaciones de unos y
otros llego por fin a los boxes con todo el material preparado. Sigo sin entender
lo del marcaje con rotulador en la piel, puesto que se borra a la minina y
estamos identificados en todos los sectores por diferentes medios, pero bueno,
espero que se vayan dando cuenta de que es una pérdida de tiempo. Coloco la
bici y voy poniendo cada cosa en su sitio, no veo una referencia clara para
quedarme con la ubicación y como no tengo mucho tiempo me salgo y voy dirección
a la salida del agua.
A pesar del calor, me empiezo a poner el neopreno, comentan
que no es obligatorio, pero está permitido, así que cualquier ayuda bienvenida
sea. A pocos minutos para que salgan las féminas, me lanzo al agua y doy unas
brazadas, volviendo al instante para que ejecuten dicha salida. Como todavía
queda un ratillo para la nuestra, vuelvo al agua y doy los últimos coletazos
para avisar al cuerpo que viene uno más. El sitio por el que tenemos que salir
se me antoja más que estrecho, y nos apelotonamos como mejor se puede. Minutos
de nerviosismo y pensar a ver por dónde puedo tirar para recibir lo menos
posible.
Foto Rakel |
Bocinazo, me voy hacia la izquierda, contra la pared parece
que hay más hueco, intento salir rápido para evitar agarrones y medianamente lo
consigo mejor de lo esperado, no sin sufrir alguna que otra “caricia”. Parece
que nos estiramos, la boya de giro ni la veo, así que me dedico a seguir a los
de delante. Las piernas y los brazos avisan del sobreesfuerzo inicial, pero a
medida que pasan los metros se van relajando. Llegada a la boya y decido
pasarla por fuera para seguir evitando problemas y nada más rebasar el
obstáculo empiezo a nadar a gusto. Incluso me doy el lujo de, a lo largo del
recorrido, adelantar a alguno que otro cambiando el ritmo. Los 750m están
llegando a su fin, toca subir por unas escaleras estrechas hacia arriba y
esperando que no se me suban los isquios, lo ejecuto de la manera más pausada
posible.
Foto Rakel |
Llegada a los boxes, ya con el neopreno a la cintura y el
gorro en la manos, entro bien en la fila, pero a falta de la dichosa referencia
y entre tanta bici, me paso, me paro, avanzo y retrocedo, solo me falta la
canción de Ricky Martin de “un pasito pa´lante María” para completar el
espectáculo, jajaja. Después de esos segundillos perdido, por fin encuentro el vehículo
y sin más miramientos y haciendo correctamente el cambio, salgo a por el segundo
sector.
No sé exactamente el recorrido, pero me han dicho que es más
o menos llano con alguna cuestecilla y sabiendo que son solo 20 Km hay que
intentar apretar a tope. Se forma un grupo de unos 15 compañeros, el inicio me
lo tomo intentando recuperar el aliento. Las hostilidades vienen en forma de
arreones y no es plan de perder a nadie así que decido colocarme en las
posiciones iniciales del grupo para intentar poner ritmo. En un par de
ocasiones y ante el desacuerdo, les digo que con relevos muy cortos, ni nos
vamos a cansar y vamos a poder recortar, pero salvo en contadas ocasiones no lo
logramos. Al llegar a la mitad del recorrido me fijo que voy en el segundo
grupo, los de adelante no nos sacan más 1 Km, pero somos incapaces de ponernos
de acuerdo. Con todo esto vamos comiendo el circuito a unas velocidades más que
altas y cuando me quiero dar cuenta estamos en la última cuesta que da acceso
al pueblo, lugar donde se hacen diversos ataques, pero que no llegan a nada.
Foto Olatz |
Pies fuera de las zapas y salto de la bici, que de la velocidad casi me mato al
poner los pies en el suelo. Ahora si que recuerdo el lugar donde tengo que
colgar el instrumental, me calzo las zapas y esta vez sí, me quito el casco,
para salir a por los últimos 5Km.
Me noto bien, es una carrera corta y no hay que dosificar, así
que a tirar desde el principio. Lo que
quiero es volver a tener la sensación de que puedo correr, esa sensación
que no estaba en las últimas carreras.
Foto Rakel |
Voy adelantando gente y eso me motiva,
noto como el oxígeno que inhalo, se distribuye por el cuerpo hasta llegar a las
piernas y permitir el impulso que antes no encontraba. Llego al primer Km, van
a ser dos vueltas al recorrido y en los cruces puedo ver la distancia que me
están sacando los atletas precedentes. Hay mucha gente en los laterales del
recorrido, agradezco los ánimos, llego al 2, en breve estaré dando la vuelta
para recorrer la última parte del circuito. Me animo pensando que ya es cuesta
abajo, que he pasado el ecuador, llámalo como quieras, pero a la cabeza se le
puede engañar con ciertas cosillas.
En el 3 noto como se me está desgarrando la piel en la
planta del pie, escuece, duele, pero ya habrá tiempo de curarlo cuando acabe,
así que con el dolor en cada impulso voy restando cada metro de las calles de
Zumaia. Solo queda pasar por el puente y desviarme hacia la izquierda, veo el
arco y a pesar de ver a otro corredor, ya me es imposible darle caza.
Foto Aita |
Y de esta manera acaba este sprint rapidísimo, con un tiempo
de 1:01:16 en 10º lugar y con mucha satisfacción, por poder tener de nuevo
buenas sensaciones, a pesar de las molestias.
Por terminar, como ya he dicho
anteriormente, no había estado antes en este Tri y me he llevado una grata
sorpresa al estar todo muy bien organizado y con voluntarios cumpliendo con
creces su labor ayudando en todo lo posible, así da gusto.
Foto Ama |
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