Se van desvaneciendo los últimos días del año y como viene
siendo habitual toca cerrar el periplo deportivo con la media maratón de
Vitoria. A pesar de que es una distancia que me queda algo larga, me gusta
correr esta carrera y espero que la tendencia de ir subiendo por lo bajini euro
a euro cada año se acabe porque si no habrá que dejar de ir, como ha pasado con
las otras bonitas carreras de Gasteiz.
Después de pasar una mala noche con el estómago revuelto, me
levanto mejor de lo esperado con un ligero dolor de tripa pero encontrándome
bastante bien para lo que pensaba ayer. El día va a ser “fresquito” pero idóneo
para calzarse las zapatillas, así que desayuno normalito, mochila y a mendi del
tirón. Aparco la bici en la puerta del polideportivo y me voy a cambiar con
mucha tranquilidad. Al salir me encuentro con un problemilla, no consigo
encontrar una taquilla para dejar la mochila y después de dar unas cuantas
vueltas decido subir a las de la piscina a ver si hay suerte. De milagro
encuentro una, tenía la intención de salir a calentar con la chaqueta, pero a
falta de media hora para el comienzo no quiero luego tener problemas a la hora
de volver a dejarla y salgo directamente como voy a correr.
Fuera del poli me espera “la
rasca” para darme los buenos días y empiezo a trotar buscando los sitios
soleados para no quedarme helado. Saludos por aquí y por allá, gente conocida
por todos los lados, esto es lo que mola. Se me están quedando las manos como
chupiteles, pero ya estamos a 10 min y me voy acercando a la salida. Ultimas
carrerillas para no quedarme tieso y me uno a la marea para meterme en salida.
No sé para que lo de diferenciación de dorsales, el año pasado se hizo
medianamente bien, pero éste por lo que estoy viendo, cada uno está donde le
sale de los hu…. Así que respetando a los que se juegan el campeonato de
Euskadi me coloco en el lateral izquierdo y a esperar.
Cuenta atrás desde 10 y allí que vamos carretera de Lasarte
para abajo. Encuentro posición rápidamente y a partir de ahí a esperar que se
estabilice esta locura inicial. Como es normal la salida es rapidísima, fuerzas
a tope y pendiente de bajada incrementan esas ganas de empujar más, pero por
suerte consigo controlarme y decido encontrar zancada aun dejando escapar a
grupos interesantes.
Foto 42.195.es |
Goiko se pone a mi par y me comenta que a qué ritmo voy a
ir, le digo que yo de esas cosas ni idea, que iré como siempre por sensaciones,
le deseo suerte y seguimos al lio. Primer Km y la cosa se empieza a estirar,
parece que el grupo de delante tiene un buen ritmo, pero van ese segundito más
rápido que hace que decida no saltar a por ellos y me quedo donde estoy. En el
giro de 180º de la avenida, muchos ánimos y griterío entre corredores y no
falta el “venga que ya queda poco” de algún espectador, jajaja.
Foto Rakel |
En el Km 3 las ppm se han estabilizado y decido poner ritmo
de crucero, por el rabillo del ojo veo que me sigue Ezquerra (últimamente
estamos en todos los saraos, jeje) un poco más adelante me pasa y decido que
ese es un buen tren. Cogemos a algún que otro corredor que se ha descolgado y
continuamos a lo nuestro. Nos vamos relevando con bastante fluidez, aprovecho
el rato que voy detrás para recuperar el aliento y le rebaso para que él pueda
hacer lo mismo. En la bajada por Los Herran (me encanta esta zona) aprovechando
la caza de algún otro me pongo de nuevo a tirar del grupo y animo a que se nos
peguen. Llegada al 10 y la deseada naranja a la vista, aminoro mínimamente para
poder cogerla bien y me doy el premio de degustar el valioso manjar con el
ritmo que impone Iker, quedándome sin aliento esos metros (comer y respirar, mala combinación).
Foto Olatz |
Vuelta a la normalidad encaramos la subida a la calle
Francia, no sin antes “robar” otro cacho de naranja de la bandeja que hay en
una mesa ;). Bajando por la calle La paz me recupero del esfuerzo de la pequeña
subida anterior y nos dirigimos hacia el epicentro de los ánimos.
Foto Javi |
14Km de
sufrimiento, todavía las piernas aguantan aunque dan alguna señal de
agarrotamiento, pero todavía se puede empujar. Los ánimos de la Avenida generan
efectos contrapuestos, por una parte te llevan en volandas, pero ese
sobreesfuerzo se paga más adelante, pero bienvenidos sean esos aplausos y
gritos.
Foto Fitgüne |
Nos acercamos a la “subidita” del puente de San Cristóbal,
le ha tocado a mí compi encararlo en primera posición y parece que la gravedad
de la tierra aumenta por momentos, llegamos con pies de plomo a la “cumbre” y
descendemos por Nieves Cano. Esta zona me la conozco, mucha suela desgastada
por estos lares lo confirma, así que de nuevo le doy el relevo.
Foto Asier |
Las piernas
empiezan a ponerse duras en cada zancada, solo están acostumbradas a 16Km y he
llegado a su tope, aun así espero que aguanten un poco más. Entre curvas nos
vamos acercando a Fray Francisco de Vitoria, curva en la que se agolpa un buen número
de gente, parece mentira que desde aquí a mendi, que está al lado, todavía
queden 2 Km y que kilómetros…
Foto Aita |
En el giro en Coras me doy cuenta de que Iker se ha
descolgado un poco, intento que se una a mí, pero también veo por delante a un
par de corredores, así que esperando que me siga intento acercarme un poco más
a ellos. Cada paso es una especie de calambrazo y la pendiente positiva del
Estadio no ayuda para nada. Por suerte llegamos al giro que nos lleva cuesta
abajo hacia el parking, es aquí donde doy caza a los otros 2 y entro en recta
de meta.
Foto Ama |
Ya se puede decir que está hecho y a pesar de tener a otro corredor
cerca no intento ir a por él, pero hay que entrar de la manera más digna
posible, así que cabeza arriba y cruzo meta en 1:15:50 sorprendido y quedando
en 56ª posición.
Como viene siendo habitual en mí, me doblo, recupero el
aliento a bocanada limpia y comienzo el baile de saludos a los compañeros.
Sobre todo busco a Iker, gran aliado en esta batalla contra el asfalto y le
agradezco su colaboración, sin decirnos nada durante la carrera hemos sabido
compenetrarnos de pm. Me dirijo a darme un masaje, aprovecho el tiempo de
espera para estirar mientras un dron revolotea haciendo que en cada pasada por
encima nuestro pensemos en ponernos la chaqueta por la ventolera que suelta el
aparato, jajaja.
Para finalizar, duchica rápida y a tomar algo con la family,
que no sé cómo lo hacían pero estaban por todos los lados.
Foto Aita |
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