Se va acercando el fin del año y aunque he competido en
menos carreras de las que me hubiese gustado (por diversos motivos) la cita con
Alsasua tenía que ser inevitable salvo fuerza mayor. Da igual que este la media
maratón a pocos días, no soy de los que planifica ningún objetivo, ni tiene
prioridad en las marcas, por lo que no había excusa para no acercarse a las
inmediaciones navarras.
Nada más llegar me doy cuenta que no hay tanta gente como
otros años, como he dicho, la proximidad de la carrera de Vitoria ha hecho que
menos gente se anime, aun así hay un buen grupo de intrépidos corredores por
las calles. Posiblemente es de los mejores años en cuanto a meteorología se
refiere, idóneo para la práctica de este deporte. Estoy con pocas ganas a la
hora de recoger el dorsal, pero al ir metiéndome en el papel mientras me cambio
y doy los primeros trotes comienzo a espabilar.
Foto Aita |
Calentamiento corto pero suficiente para lo que nos depara
la mañana y a falta de pocos minutos me voy acercando a la salida. Ninguna
intención de copar las primeras filas y aprovechando que anda por ahí Ezquerra
me uno a él y dialogamos un poco antes de salir. Después del cohete de rigor
empezamos a cabalgar, gran acierto el cambio de la primera vuelta evitando las
curvas del comienzo, porque entre tanta gente se podía hacer peligroso, ahí uno
se da cuenta de que la organización piensa en el corredor, dos puntos más para
ellos.
Vamos en grupo los primeros metros, ritmo típico de salida
aunque llevadero y poco a poco se va haciendo la primera selección de unos
10-15 corredores, las calles como siempre con bastante animación y hasta por
los balcones se oyen palabras de ánimo. La cosa se empieza a alargar y antes de
la primera vuelta veo como un grupo de 4 se empieza a despegarse para formar la
cabeza de carrera, ahí tengo que decidir si ir con ellos o quedarme en el
segundo. Lo lógico sería haber tomado esta segunda decisión, pero como no se ir
en reserva decido saltar a por ellos, cosa que me supone pegar un pequeño
apretón porque se estaban alejando en exceso.
Foto Aita |
Llego a ellos antes de la primera vuelta e intento recuperar
el ritmo y sobre todo el aliento. Esperaba poder estar arropado de ellos un
poco y aguantar su velocidad pero primero veo como uno de los 5 integrantes se
empieza a descolgar, ya solo estamos 4 y yo a duras penas puedo mantenerme
cerca, así que pasado un kilómetro yo
también tengo que desistir y voy viendo como poco a poco se van alejando.
Buenos ánimos de los vecinos que me instan a seguir y me dicen que los tengo
ahí, pero la verdad que no puedo hacer nada por alcanzarlos. Desde ese momento
me coloco en tierra de nadie a falta de 2 vueltas y media, tengo una separación
de unos 20 segundos con los de atrás así que me olvido de todo he intento
encontrar un buen ritmo.
Foto Aita |
A pesar de hacer un buen día, hay una zona en la que pega un
poco el viento de cara y eso cuando vas solo es una putada tanto física como
psicológicamente, pero vamos que son poco metros en cada giro. Segundo paso por
meta, a diferencia del año pasado donde empecé a decaer a partir de aquí, este
año noto como puedo todavía empujar y eso me motiva para dar esta penúltima
vuelta con un ritmo alegre, empiezo a doblar a algunos corredores, el primero
es uno de 70 años al que animo al pasar a su lado, que titán. Llegada a la última
vuelta, en uno de los giros de 180º observo que me están recortando la
diferencia, pero creo que todavía tengo margen. El ir rebasando a gente hace
que la cabeza tenga otro pensamiento y no se centre solo en el esfuerzo, las
piernas las tengo bastante doloridas
pero solo quedan un par de Kms, ya habrá
tiempo de descansar.
Foto Aita |
Los últimos 200m son de bajada y básicamente me dejo llevar
mientras animo a los que aún les queda una última vuelta, pero justo al pasar
al lado de mi hermana me dice que el de atrás esta justo pegado a mí y al girar
la cabeza y darme cuenta de ello no me queda otra que sprintar para no perder
la plaza en la que he estado durante toda la carrera, es lo que me pasa por no
tener la costumbre de mirar hacia atrás, menudo calentón más tonto para cruzar
la línea de meta, jajaja.
Rebasada la línea intento recuperar un ápice de aire voy
saludando a los que han entrado y los que están entrando. Invierto un tiempo de
41:36 para quedar en 4ª posición y contento de pasar una buena mañana por estas
tierras.
Por último y después de pegarme una duchica rápida, como
todos los años, hay un pequeño lunch para corredores y acompañantes con
txistorra, caldo y demás picoteo. Llevo 3 años viniendo a esta carrera y solo
tengo palabras de agradecimiento para la organización y el trato recibido,
recordemos que la inscripción es
gratuita, con trofeos obsequios y demás, a buen entendedor……
Zorionak!!!
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