lunes, 25 de marzo de 2019

XXVII Duatlon de Oñati-ko Duatloia 2019


Desde que empecé a hacer duatlones siempre había oído hablar del de Oñati, al principio lo veía duro pero aun quería ir a comprobarlo. Por unas cosas u otras, ningún año había podido acercarme, pero éste casualmente tenía el finde libre, el inicio de gripe de principios de semana ha ido remitiendo y por fin podría comprobar en mis propias carnes si lo que decían de él era verdad o solo un bulo.
Día caluroso el que nos recibe en Oñati, antes los duatlones los temía por el frio y la lluvia, pero de momento estoy librando. Aparcamos con tiempo y me acerco a por el dorsal. De momento en la plaza del pueblo hay un ambiente espectacular, las terrazas a reventar y mucho corredor empezando los preparativos. Voy haciendo tiempo, aunque me dirijo a meter la bici más pronto que tarde para evitar imprevistos de última hora.

Foto Aita
Comparado con los triatlones se hace extraño dejar tan poca cosa en los boxes, así que casi estas más rato hablando con los conocidos del mundillo que otra cosa.
Antes de empezar a calentar me reúno con los componentes del equipo, la charla graciosa impera y la espera se hace muy entretenida. Cuando faltan 30 minutos empiezo a dar las primeras zancadas, no hay dolores acusados de nada, no excuses.
Este tipo de duatlones me motivan más que los sprines, la equiparación a los triatlones olímpicos se adecua más a mis características, aun así el sector de bici me da algo de respeto por su dureza (aunque me dicen que antes era mucho peor). La cámara de llamadas de las féminas hace que termine mi calentamiento y me dirija a la salida. Saludo al gran Gontzal, otra de las amistades forjada en este mundillo y en breve comienza el baile para nuestra carrera. Presentación por megafonía de los 10 tops y detrás de ellos nos colocamos los restantes, en segunda fila se ve todo con menos presión, se pueden ver los nervios de varios de los de delante.

Foto Naike

Con todo preparado se levanta la cinta de salida, salimos como una exhalación y me intento colocar bien para afrontar estos primeros metros. Veo la cabeza de carrera, puedo ver una especie de marcador (cuan videojuego) encima de sus cabezas con el ritmo que corren, eso son de otra liga. Detrás de ellos también se lanzan a la aventura algún otro, pienso en salir, pero ese puntito de mas no creo que tenga que echarlo en estos momentos, así que con la mente fría me quedo a un ritmo adecuado mientras afrontamos la primera subidita. El primer km más rápido de lo normal como siempre y más sabiendo que estaba cuesta arriba, aunque donde me empiezan a pasar es bajando (que raro, jajaja). Mis piernas no dan para más y tengo que conformarme con que no se me vayan mucho. Cruzamos de nuevo por el centro, la animación de la gente es una pasada y la música que han puesto pone los pelos de punta.

Foto Rakel
Sobre el Km 3 estamos más o menos reagrupados de nuevo y entre Ugarte y yo llevamos el ritmo. Después de pasar a duras penas el repecho por primera vez nos dirigimos de nuevo al pueblo. En el ecuador de carrera empezamos a pillar a gente que se une a nuestro grupo, Gontzal y Bravo también pasan a los relevos y empiezo a poner la cabeza en como finalizar este primer sector. Me encuentro bien después del arreón inicial, pero tampoco me conviene romper el grupo porque va a hacer falta para la bici y gastar fuerzas en escaparme no tiene ningún sentido, así que continuo con mi ritmo.
Se aproxima la entrada a boxes, las calles para coger la bici son espectaculares, amplias y con separación así que al entrar encuentro mi bici a la primera. Me cuesta reaccionar y saber lo que hacer, pero por suerte no se me suelen dar muy mal las transiciones y salgo en segunda posición de los del grupo.

Foto Mikel
Primero aprieto para que no se me escape Mikel y cuando lo pillo, pongo todo en orden, trago de agua y a por la carretera. Con escasos 2 relevos nos pillan los compañeros de carrera y empezamos a relevarnos con bastante coherencia. Hasta el Km 5 vamos de cine, pero aquí ya nos pilla el grupo de Bizkarra, que nos pasan como aviones y nos unimos a ellos. 

Foto Naike
Hay un poco de desbarajuste con tanta gente, se va rápido pero no hay acuerdo para tirar, algún intento de fuga infructuoso hace más entretenido el tramo. Cuando me quiero dar cuenta estamos a punto de empezar la rampa del averno que me habían comentado, en las estrecheces del camino ya está el plato pequeño para lo que pueda suceder y en mi cabeza la lección de oro del compañero del curro “cuando creas que se ha acabado, pues no, todavía queda un poco”. Subida dura, para mi durísima, hasta la mitad de la rampa a duras penas me mantengo con ellos y a partir de ahí veo que me van sacando metros en cada pedalada. 

Foto Mikel
Me he quedado más o menos de los de la mitad, no me puedo descolgar en esta primera subida e intento sufriendo mucho disminuir la distancia, cosa que apenas consigo.
Llego arriba y no me da tiempo ni a descansar, tengo que hacer lo que sea por enlazar, si la subida era dura la bajada es muy peligrosa, pero no me queda otra. Es un poco desalentador ver cómo vas a tope y reduces muy poco, pero ese poco me hace confiar en que los puedo coger. Veo a mi padre y mi hermana de refilón, me dicen algo y me doy cuenta de lo concentrado que hay que ir en estas bajadas. A la entrada del pueblo ya los medio tengo, apuro un poco más en las curvas y antes de la subidita de inicio puedo contactar buff. Cuando acabamos de subir coge las riendas del grupo Bizkarra, cuan capitán de barco empieza a organizar un poco el cotarro y nos ponemos a dar relevos. Gracias a él y a los compañeros que por lo general no se están escondiendo intentamos evitar que nos coja el grupo que se ha formado detrás. 

Foto Naike
Giro de 180º, típico latigazo, apretón y a continuar con la labor hasta la rampa y allí que sea lo que Dios quiera.
Por suerte no nos han atrapado y empezamos a subir, quedarme esta vez me importa menos que antes, pero tampoco quiero que me saquen mucha diferencia, por lo que toca apretar los dientes, con la ventaja de que ya sé cómo va el tema. Los buenos de nuevo a lo suyo y yo tipi-tapa hasta arriba. Como era de esperar acabo descolgado al llegar arriba, pero ahora toca bajar con todos los sentidos en la carretera y llegar al último sector. 

Foto Rakel
Bajada rápida pero sin apurar tanto como antes, tengo referencia visual con varios compañeros mientras ingreso en el pueblo, ahora a intentar hacer una buena transición.
Me calzo las zapatillas de nuevo, consigo arañar algún segundo y salgo a dar lo que me queda en estos últimos 5 km. Con esta distancia es posible recuperar algo de terreno, aunque soy consciente que los que andan por delante están ahí porque lentos no son. En la subida del primer Km apenas recorto la distancia, pero al tomar calle abajo, esta vez soy yo quien rebasa a algunos de los predecesores. 

Foto Rakel 
A partir de aquí diviso a Gontzal que anda algo lejos, es un grandísimo corredor, pero a partir del avituallamiento intermedio observo que le estoy reduciendo la distancia y me anima a apretar.
Giro de 180º y le doy caza, tengo ligeros avisos de los isquios, espero que se no se me estropee la carrera por ello, así que reduzco un poco y ahora es Irigoien quien tira del terceto. 

Foto Rakel
Por el momento los avisos han remitido y quedando 2 km decido volver a tomar la delantera. Antes de la subida, me recibe “il demoni” de todas las carreras (este tío es un crack) con la mitiquisima canción de “Sandstorm” de “Darude”, buahhh menudo subidón de energía para afrontar la rampa. Le levanto la mano en plan saludo y afronto el repecho abriendo algo más de hueco. Ya solo me queda bajar hacia la recta antes de entrar a la plaza. 

Foto Fotorunners
Echo un vistacillo, tengo margen de sobra y entre el griterío del publico me adentro hacia la alfombra de llegada.
Cruzo con 1:54:47 en 7ª posición, que es una pasada viendo el nivel que hay en las carreras, pero más que por el puesto (que también) me alegro por como he gestionado todo, y lo bien que ha respondido el cuerpo, la verdad que hacía mucho que no me sentía tan completo.


Poco más puedo decir de esta carrera a la que tantas ganas tenia de venir, todo lo que digan de ella es poco, es dura sí, pero con un ambiente increíble, una afición espectacular y una organización de lujo.

Foto Aloñamendi K.E Triatloia


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