Después del periplo vacacional, aunque yo casi lo tengo
olvidado por lo temprano del disfrute, llega la cita del triatlón de Sestao,
indispensable si te gusta el olímpico como a mí.
A pesar de ser un domingo por la mañana, el horario no es
tan tempranero para tener que madrugar en exceso, aun así las cosas preparadas
el día anterior para solo levantarse y coger rumbo Bizkaino. La ligera lluvia
hace un poco dudar de cómo va a estar el terreno, pero por las previsiones se
supone que levantara y por el bien de participantes y público así lo deseamos
todos. Llegada a la zona de aparcamiento habitual y sorpresa de un nuevo hueco
para poder dejar los coches, esto en un triatlón no tiene precio y te da la
vida, así que otro punto más a favor.
Bajo las cosas y me voy acercando al meollo de la cuestión
mientras se inicia la carrera popular que precede a la nuestra. Esta vez aparte
de los telerines nos acompañan los miembros del sector Madrileño y cada uno se
dirige a sus quehaceres matutinos. Yo
recojo el dorsal, saludo a algún que otro gallo de la carrera y me dispongo con
tranquilidad a organizar para llevar las cosas al box.
Foto Aita |
Después de animar a Maider
en la carrera popular y con casi todos habiendo llegado a meta, me voy
acercando para meter las cosas en su sitio.
Si de normal parece que te dejas algo, cuando realizas pocos
triatlones como yo, esa sensación aumenta y repasas las cosas más de lo
necesario, pero viendo que ya he sacado todo de la bolsa, solo queda volver por
donde he venido y a pensar en el agua.
A pocos minutos de que empiecen las chicas me acerco al agua, pero como van a
dar su salida nos dicen que no podemos meternos, así que asumo que hoy saldré sin
calentar siquiera. Después del bocinazo ya se empiezan a colocar los chicos
pero veo que alguno que otro salta al medio acuoso y yo hago lo propio para
probar aunque sea como está jeje.
Calentamiento hipercorto pero lo suficiente para saber que
todo está en orden. Subo por la rampa y me coloco sin molestar a los nadadores
en la tercera fila y en un lateral, ante todo sentido común. De aquí hasta que
salimos pasa una eternidad, pero me lo tomo con calma, cada vez tengo menos
nervios en estos barullos.
Foto Rakel |
Nos cantan 10s para la salida, se acelera un poco el
corazón y el sonido de la corneta indica zafarrancho de combate.
Primeros metros a lo que doy, me voy abriendo a la izquierda
para evitar jaleo y voy progresando poco a poco. Llegada a la primera boya de referencia
y ya estoy más o menos en línea. Al ser dos vueltas, cogemos a algunas chicas
en su segunda vuelta, pero más o menos esta la cosa controlada. Pasos por las
boyas bastante limpios y natación bastante aceptable. Vamos comiéndole metros
al sector y todo continua parecido durante la segunda vuelta y boya tras boya
llegamos a la última en la nos dirigimos directos a la salida por la rampa.
Salimos tres compañeros sin estorbarnos al subir, mientras
me voy bajando el neopreno siento un dolor en la planta del pie izquierdo, pero
intuyo que será algún pequeño golpe al correr descalzo por el suelo duro (más
adelante la resolución del percance, jijiji).
Foto David Sestao |
Llego muy bien a la bici y con
aliento suficiente. Por el rabillo del ojo veo a Bizkarra, ya solo salir con él
me dice que no ha estado tan mal la natación. Consigo araña r unos segundos en
la salida de la t1 y me tomo con relativa calma la subida del puente, por
delante no hay nadie y solo me queda esperar a los compañeros de la natación.
En la bajada por el pueblo me pasa la locomotora Gorka y me
uno a ellos. Estamos 3 corredores y el
suelo esta mojado, por lo que las curvas con mucha precaución. La idea es
intentar aguantar con ellos lo máximo que pueda, pero ya en las rectas me
cuesta darles relevos y conociendo la calidad de Bizkarra me da que va a ser
poco probable. Llegamos al primer repecho de la primera subida, van como tiros
y la patata se me está poniendo a tope, en el descansillo a duras penas
mantengo y en el siguiente tirón las piernas me dicen basta y me tengo que
quedar como una colilla mientras veo como se me aleja el tren.
Como no vale lamentarse solo me queda tirar yo solo y comer
kilómetros al sector a la espera de que me de caza el grupo que he visto que
viene por detrás. Aun así no bajo mi ritmo y atrapo a un corredor antes de la
primera vuelta.
Foto Rakel |
Primer tercio de la carrera y rotonda con suavidad, para no
tener disgustos, la caballería viene en breve y hay que prepararse. A partir de
aquí nos juntamos unas 10-15 personas, podríamos ir bien a relevos e incluso en
ocasiones se realizan, pero la falta de ganas hace que vayamos en grupeta de
amigos.
En la llegada a la cuesta cojo mi ritmo y me coloco en
cabeza, prefiero ir así que estar dando tirones. Después de la bajada y la
subida corta comenzamos la vuelta al pueblo. De nuevo y se intenta hacer que
nos cansemos menos todos, lo comento en los relevos que doy, pero tampoco voy a
insistir mucho más, no soy de los gritones de la bicicleta, si no quieren
entrar pues allá cada uno.
Foto Rakel |
Blanco no se esconde y hace una buena labor al igual
que la mitad del grupo y así llegamos a la tercera vuelta, sin muchas más
novedades, nadie por delante a quien coger y nadie por detrás que se nos esté
acercando.
Llegamos a la cuesta de bajada a boxes, con tanto barullo y
carretera estrecha me coloco delante para no tener problemas. Llegamos a la
línea de bajada, todo correcto, pero al llegar a la alfombra el único corredor
que me precede se va hacia la derecha de repente, lo suficiente para que se me
cruce la bici, intento levantarla a ver si libro la caída, pero no lo consigo y
se cruza entera haciéndome caer encima de ella. Y allí estoy yo que creía que
no iba a tener problemas por estar bien colocado, en el suelo e intentando que
ningún de los de atrás me pise (no se ni como libré). Me levanto como puedo con
algún que otro golpe, al ir recoger las zapatillas me dice un voluntario que ya
me las lleva él. La mala ostia no hay quien me la quite, pero aun así consigo
cambiarme para la carrera después de dar las gracias al voluntario.
No sé si es por la mala leche pero salgo encendido, noto de
nuevo el dolor en el pie del principio, pero ya no se ni lo que es, porque
después de esta caída ya…. A pesar del dolor empiezo a correr bien, cojo a
bastantes del grupo de bici y los demás los tengo a tiro.
Foto Rakel |
Antes de subir la
primera vez la cuesta ya he dado caza a todos menos a uno al que veo que va
como un tiro y me vale de referencia para la subida de la muerte. Consigo
llegar al giro de 180º bastante mejor que otros años, aunque veo que el
predecesor tiene un puntito más que yo que hace que parezca que voy hasta
lento.
En la bajada noto aún más el dolor, pero tampoco es momento
de disminuir ritmo. Llegados al ecuador del sector toda la parte llana donde,
como siempre no puede faltar el diablo y su música, a este tío le tenían que
dar algún premio.
Foto Aita |
Por lo poco que diviso me parece que va a ser complicado
adelantar a alguien más y solo me dedico a mantener el ritmo. Segunda subida
por el puente, esta vez que sí que parece que voy andando, me pesan las piernas
y parezco un caracol, aún así me da tiempo a sacar la mano y chocar con Urko
que va como un tiro a por la victoria, como me alegro. A duras penas doy el giro para volver por
donde he venido y lo único que me motiva es ir pasando a gente, a pesar de no
estar en mi vuelta. Llego a recta final antes de tomar la bifurcación y encaro
la alfombra naranja para pasar por el arco de meta en 16ª posición con un
tiempo de 2:05:24 y con un dolor por todo el cuerpo considerable.
A la que cojo aire me alegra recibir las felicitaciones de
un voluntario que está en meta (como lee las crónicas se dará por aludido
jeje). Después de recuperar el aire un paseo por el área de avituallamiento,
que a pesar de ser un lujo, solo le pego un bocado a la cuarta parte de lo que
me gustaría, pero como siempre, hambre después de una carrera poco. Despido a
los supporters madrileños, charlo de nuevo con la gente conocida y le felicito
a Omar, que por fin le conozco en persona, por su buena labor en carrera.
Foto Rakel |
Con esas y medio cojo voy hacia la duchas para no encontrarme
con todo el jaleo después. Cuando me estoy cambiando empiezo a analizar los
percances. Me encuentro toda la zapatilla llena de sangre, esto no parece un
golpe con las piedras ni con la bici. Me he hecho varios cortes, no sé con qué,
al salir de la natación, tengo un par de rajas bastante feas y decido buscar a
los de la cruz roja para que me venden un poco aunque sea momentáneo.
Y así con todos esos dimes y diretes finaliza un día más en
este mundillo de las carreras, con una gente del Club Triatlón Sestao que se
vuelca con este evento y que se nota en cada voluntario, una vez más agradecerles
el esfuerzo y el espíritu con el que lo organizan.
Foto ama |
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