Aunque parezca mentira todavía no había hecho un triatlón hasta
hoy e iba a ser en Laredo donde me tocaría este debut particular. Ya he estado
varios años por allí unas veces en el puerto deportivo (aquellos 15€ por un triatlón
espectacular, como olvidarlo) y otras en la playa, así que ya conozco la zona.
Mochila en ristre y con tiempo de sobra nos dirigimos hacia el lugar con un
tiempo soleado y una temperatura más que aceptable para la carrera. Al llegar comprobamos que el mercurio ha
bajado un poco, pero lo que más me preocupa es el viento que hace por la zona.
Voy a por el dorsal y la primera sorpresa es que tengo que
dejar una consigna de 20€ por el chip, como es algo que nunca lo había tenido
que hacer me sorprende y más cuando no estaba avisado, pero tampoco es para
tanto (siempre que no pierdas el chip, como le debió pasar a un participante). Mientras
estoy recogiéndolo, oigo al speaker algo de que tienes que decir a la hora de
recoger el dorsal en que quieres participar, que si en categorías o en
absoluta, yo no entiendo nada, siempre se ha corrido contra todos y luego si
perteneces a una categoría pues eso que te llevas, pero aquí parece que no. Aún
así pregunto a la gente que había allí, les digo que yo soy veterano pero que
yo quiero participar con todos (la verdad que no entiendo nada) y me dicen que no
tengo que hacer nada. El problema es que hay dos salidas con gente la gente de
las categorías las chicas y los no federados y otra “la de todos”, la verdad
que no lo sé explicar, pero un puto lio.
Como parece que se está formando algo de cola me voy hacia
los boxes y así dejo todo preparado, no veo por ningún lado las pegatinas del
casco o la bici, cosa que nunca lo había visto. Segundo escollo organizativo al
dejar la bici, es que las perchas no están numeradas, tenemos que ir dejando
las bicis por orden de llegada e ir rellenado hueco.
Mira que lo de el marcaje con el rotulador nunca lo he
considerado una buena idea y que no se haga me parece correcto, pero esto de no
tener las vallas identificadas ni las bicis, nunca me había pasado y creo que
es necesario. Ante la extrañeza de todos los allí presentes vamos dejando las
cosas y claro uno pregunta si el dorsal es obligatorio en la bici (cosa que
desde el año pasado no lo era), a falta de identificativo en la bici éste se
hace imprescindible así que tocará ponérselo en la primera transición.
Con todo esto todavía queda un rato largo para la salida y
hago tiempo mientras los telerines comen cual campestres experimentados. Media
hora para la primera de esas salidas y me voy al agua.
Foto Rakel |
Desde que entras al agua
hasta que te pones a nadar hay un tramo y eso va a ser un problema al
principio. Antes de la salida hay un juez que está dando las instrucciones, no
se le oye mucho, pero la cosa parece clara, se va acercando la hora, no hay una
línea de salida definida y cada vez nos vamos yendo más a la derecha y metiéndonos
poquito a poco al agua, nadie dice nada, así que pasito a pasito por la inercia
vamos arañando terreno.
Se da la salida más desperdigada a la que he asistido y allí
voy peleándome por intentar correr con el agua por las rodillas. A la que puedo
me lanzo al agua e intento nadar, pero todos estamos a lo mismo y empieza el
agobio de la natación. Ligeros golpes me van recordando lo que era esto, a la
que veo mucho lio, echo el freno, “dejo pasar” e intento continuar. Llega la
primera boya y colapso de nuevo, con algunos apuros la paso y empiezo a nadar más
a gusto con la gente más estirada. Segunda boya de nuevo sin grandes problemas
y encaramos la playa para dar la primera de las 2 vueltas. Cuando ya estamos lo
suficientemente cerca me levanto, pero me pasa lo mismo que al salir, mis pequeñas
piernas apenas salen del agua y me cuesta llegar a la valla de giro.
Foto Rakel |
Arranco la segunda vuelta ya con más calma y con un grupo
pequeño delante mío al que doy caza al llegar a la primera boya y por primera
vez me consigo poner a pies. Al salir de la segunda boya veo que la gente se
abre a la derecha, yo veo la boya de salida y como la tengo recta, continuo con
mi trayectoria. Me levanto lo más tarde posible para comenzar la cabalgada
hacia boxes.
Foto Rakel |
Al entrar en la arena mi sobrina se pone a mi par y casi me da hasta
vergüenza porque va más rápido que yo y encima no para de hablar, jajaja. Llego
a la bici, hago una buena transición y salgo a sufrir un poco. Me pasa San
Vicente (que a la postre conseguiría un gran 3er puesto) e iluso de mi me
intento pegarme a él, rotonda a la izquierda y ya empezamos hacia arriba. El circuito
es bastante duro para mí, e intento llegar al final de la primera cuesta con
ellos, pero a ¾ me empieza a salir el ácido láctico por las orejas y decido
detener este suicidio.
Pego un parón elegante y voy a mi ritmo recuperando el
aliento que tanto me faltaba. En la bajada me uno a la gente que me rebasa y
consigo mantenerme con ellos. Después de la primera cuesta viene otra y luego
otra y luego otra…. Van a ser cuatro vueltas subiendo y bajando continuamente y
en la segunda todo comienza a ponerse aburrido, el circuito la verdad que no es
muy chulo. En la última vuelta después de subir ya no sé cuántas veces, las
piernas ya están tostadas y cada vez me cuesta más mantenerme con el grupo que
hemos ido formando. La penúltima cuesta sufro para llegar arriba en grupo y que
no se me escapen en la bajada y en la última a pesar de que la cabeza me decía que
lo intentase las piernas me ponen en mi sitio y tengo que desistir, no quiero
ir de cadáver por el sector de carrera. Me da pena porque empiezo a perder
segundos por un tubo, pero cuando la bici no es tu fuerte hay que aceptarlo,
demasiado he aguantado.
Con mi ritmo caribeño llego a la parte de arriba mientras
que me ha ido rebasando la gente de atrás, pero ya solo queda afrontar la
bajada y llegar al pueblo después de este infierno de circuito.
Foto Rakel |
A la hora de
bajarme no sé si me van a responder las piernas y bajo con mucha cautela. Entre
los aplausos de la gente me vengo un poco arriba y gracias a la buena
referencia que tengo puedo encontrar mi sitio. Los años me han ido enseñando (más
tarde que pronto) que no merece la pena correr con los pies destrozados por las
heridas que me hacen las zapatillas y estar una semana casi sin poder andar, por
lo que desde el año pasado pierdo un pelín de tiempo y me pongo los calcetines.
Salgo con dudas de si me quedara algo para estos 10km, los
primeros metros son de prueba y al ver que todo está dentro de lo normal
comienzo a poner mi ritmo.
Foto Rakel |
Van a ser 2,5 vueltas y ya desde la bici me empezaba
a notar deshidratado, así que a la primera oportunidad cojo la botella de agua
del avituallamiento. Voy alegre pero en las zonas de aire el ritmo decae mucho,
por suerte tengo objetivos cerca y me mentalizo en por lo menos coger a la
gente con la que iba en el grupo de bici. Primera vuelta completada y viendo cómo
va a ser el recorrido se dónde puedo coger aire y donde voy a sufrir. El calor
empieza a hacer mella, noto los altibajos del ritmo y como no soy de geles y
esas cosas exprimo mis gajos de mandarina hasta el final para ver si me dan
algo más de energía.
Foto Rakel |
Me queda media vuelta, es la zona en la que más gente hay,
la verdad que el sector de carrera es muy agradecido si no se te da mal y con éstas
encaro la recta final cruzando la línea de meta en 2:17:36 en 12ª posición, que
oye, no está nada mal.
En meta saludo a participantes conocidos y otros que han
estado peleando conmigo antes de ir a oír las primeras impresiones de mis
supporters. Me acerco al avituallamiento, me rehidrato un poco y voy a
recuperar los 20 euros entregando el chip y el dorsal. Aprovechando que estaba
por allí Andoni, que ha llegado casi a la par que yo a meta, nos dirigimos
hacia el polideportivo para pegarnos la ducha merecida de rigor. Ya de vuelta
esperamos un poco gracias al buen tiempo a la entrega de premios. Yo no tengo
ni idea y tampoco me preocupa mucho puesto que se supone que yo “participaba”
en la general esa que decían. Pues bien, a la hora de los Veteranos 1 dicen mi
nombre (no entiendo nada) y subo a por la copa del primer veterano.
Foto Rakel |
Y básicamente
esto fue lo que nos deparo el fin de semana por tierras Laredanas. Decir que en
general me gusta este triatlón, lo recomendaba a la gente, pero este año me ha
sorprendido los “fallos” de organización que no había visto en ningún triatlón
anterior. Espero que sepan hacer una autocrítica y pueda continuar como las
ediciones anteriores, porque es un sitio que está muy chulo para la práctica de
este deporte y hasta el día de hoy no se pasan con la inscripción.
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