Ultimo día del año y como ya es costumbre hay que correr la san silvestre. Este año de nuevo está la opción de correr la internacional Vallecana, así que cogemos las maletas para pasar estos últimos días en la Capi y allí que nos dirigimos. Días previos de patear el centro, disfrutar del teatro y conocer al bueno de Fernando Carro, uno de los top del atletismo español.
Foto Dy |
Y llega el día en cuestión… para abrir boca se va el señor Kiko para correr la popular a las 17h, después la señora Juani con el pequeño renacuajo para esperarnos en el estadio y por último nos vamos Diana y yo camino al metro para acercarnos con la calma al punto de salida cerca del Bernabeu, no sin antes ver la clasificación final del primer integrante.
Un trasbordo y con una hora de antelación estamos por las
inmediaciones con algunos atletas ya calentando (madre de dios). Damos un
ligero paseo para ver el ambiente y para retrasar lo máximo la transición, hace
frio y estando parado más, pero la verdad que para correr no ha quedado mala
noche. A falta de 40 minutos nos empezamos a cambiar, el frio se empieza a
meter en los huesines y la larga cola para dejar la mochila en el ropero no
ayuda nada.
Por fin dejamos la ropa y nos ponemos a trotar, ya está toda
la gente carretera arriba carretera abajo, cada uno con sus costumbres y
manías. Un par de sprines dan por finalizado el tramo de calentamiento y me
dirijo a la zona de salida. Por el tiempo acreditado tengo la suerte de estar
entre los 300 primeros que pueden entrar más adelante y me coloco en 4 fila de
salida viendo en la primera a los pros. Minutos de espera escuchando las
tonterías de siempre, nos cantan los 30” previos y se da el pistoletazo de
salida.
Foto tufotocorriendo |
Gracias a estar bien colocado, a pesar de haber bastante
gente se puede correr con la soltura suficiente para no tener problemas en la
primera cuesta. Primer arreón fuerte para llegar a la curva de derechas y
empezar con los toboganes. Recupero el aire en la pronunciada bajada mientras
me voy colocando en algún grupo que sea acorde a lo que quiero ir. El año
pasado salí a correr rápido, pero exprimirme y sin zapatillas de carbono y este
año me he propuesto salir a muerte hasta reventar.
Primeros kms rondando los 3 minutos/km y hay un montón de
gente, el nivel aquí ya no es como en otras ocasiones, todos van con las
camisetas de sus respectivos equipos y yo fiel a mi camiseta blanca parezco el
infiltrado, jajaja. A pesar de estar en bajada, que siempre ayuda, tengo que
apretar para mantener el ritmo así que no va a ser todo camino de rosas.
Bajamos la Castellana y llegamos a la Puerta de Alcalá con un ambiente
impresionante con las luces y la gente animando.
Llegamos a una zona llana después de algún repechillo corto
(que destroza las piernas) y pasamos por el ecuador escuchando por primera vez
la frase de “venga que ya queda poco” mucho había tardado en escucharla. Unos
metros atrás hemos pasado a una de las chicas que van grabando, me parece que
mal no está yendo la cosa. Entramos en la zona de más ambiente, la gente casi
no deja ni pasar con su jolgorio y sus aplausos, nos ponemos en fila india y
mantengo la distancia con el chico que me precede.
Pasamos por el arco de los 7,5km, la orquesta en directo y
la pancarta digital donde van a poner los mensajes de ánimo está un poco más adelante.
A duras penas percibo con el rabillo del ojo algún mensaje que habrá dejado mi
familia para mí, pero solo leo “Alberto Diaz…” la sincronización no ha estado
fina jajaja. Tengo las piernas abrasando, los tiempos que me marcaba el ritmo
de cada kilómetro también corroboran mi cansancio, pero era la baza que tenía
que jugar, ganar segundos hasta el 8 para que vayan volando a partir de éste,
solo espero no decaer demasiado cuando empiece la cuesta. El desnivel entra en
acción, parece que la gravedad aumenta y tengo que disminuir la zancada.
Primera parte de estos últimos 2 Km complicada que me hace pensar si no me he
pasado demasiado. Algún que otro corredor me rebasa, pero lejos de venirme
abajo, intento poner una cadencia adecuada y aguantar hasta donde pueda.
Los avisos del reloj se hacen de rogar y la llegada al
noveno km se me hace eterna entre jadeos. Ligero descanso, veo a lo lejos el
estadio del Rayo, este año por lo menos me conozco un poco la trampa final y sé
que quedan varios giros. La gente te va marcando las pautas de estos últimos
metros cantándote lo que te queda para que se acabe la subida. Empiezo a ver
los focos del estadio y entro por el acceso para recorrer los últimos 300m con
la tribuna de la grada llena de gente. En el llano de la pista y con los focos
cegadores puedo recuperar un poco el aliento, pero a las velocidades que vamos
todos es difícil adelantar.
Ultimo giro y veo el arco de meta, la verdad que es una
llegada espectacular, de las más bonitas que he vivido. Veo en el marcador los
31 minutos largos del crono y esta vez creo que podré parar el reloj antes del
siguiente minuto.
Foto tufotocorriendo |
Cruzo la meta, paro el crono en 31:50, después veré que en
el puesto 77 de la general y sin que sirva de precedente, pero por la sorpresa
que me dio, en el 3er puesto de la categoría (aunque lo que siempre digo,
división de divisiones, lo importante la general, no soy un vende puestos de categorías).
Y con la alegría de haber hecho una gran carrera me pongo a buscar al pollito
con los abuelos que estarán en la grada. A pesar de que me cuesta encontrarlos,
les veo en primera fila y me acerco a la valla para charlar un rato y esperar a
Diana.
Es increíble la de gente que está entrando con estos
tiempos, ahí es donde se ve que la carrera tiene un nivel espectacular. Minutos
más tarde entra el último componente, cansada como una perrilla chica, pero con
una sonrisa en la cara, por lo que percibo que tampoco le ha salido nada mal.
Unas fotos para el recuerdo y nos dirigimos hacia la salida entre el tumulto. Nos
dirigimos a por la mochila, nos cambiamos en la acera y en el metro de vuelta
hacia casa charlamos de la bonita experiencia deportiva y disfrutamos de los últimas
horas de este 2022.
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