miércoles, 30 de abril de 2025

IV 10k Camargo "Pedro Velarde" 2025

Seguimos con el descubrimiento de carreras, esta vez toca la zona de Cantabria, aprovechando unos días, nos acercamos la expedición para correr la carrera de Camargo. Arrancamos un par de días antes y visitamos los alrededores (con muy mala meteorología) antes de ubicarnos, el día anterior de la carrera, en Maliaño, aquí se va a desarrollar el evento y me acerco a recoger el dorsal. A la hora de mirar la lista de inscritos veo que no aparezco, pero tengo la seguridad de que me he inscrito correctamente. Hablo con la persona que está entregando los dorsales, le enseño el email de confirmación y aunque sigo sin aparecer hace las gestiones pertinentes y me puede dar un dorsal para la carrera, menudas historias.

Después del contratiempo también recojo el dorsal de un compañero y nos vamos a “disfrutar” del día perruno que hay, con lluvias constantes y viento, pero gracias a la compañía se hace la aventura más amena. Ya en el aparcamiento y pensando en el día de mañana preparamos la cena y después de jugar un poco nos vamos a descansar esperando que mejore un poco la meteorología.

El madrugón se hace más llevadero cuando ya te encuentras en el lugar y con la calma me voy preparando para salir a calentar, todavía llueve algo, pero el viento ha bajado bastante y no ha quedado mal día para correr. Tan calmado estoy preparándome que me tienen que decir que vaya a calentar o se me hará tarde y acatando ordenes salgo a trotar ya vestido de corto. Es una carrera dividida en dos (hasta 38 minutos y a partir de 38 minutos) lo cual mejorará el tema de la salida, porque hay bastante buenos atletas apuntados.

Foto Dy

Calentamiento algo escaso, pero tampoco me apetecía mojarme mucho, por lo que me aproximo a la línea de salida y con sentido común me coloco en 4 o 5 fila para no estorbar a los corredores más rápidos. Minutos de presentaciones y en nada se da la salida al evento. Intento salir como siempre, fuerte al principio, pero el tumulto de la salida hace que vaya a trompicones buscando los huecos. 

Foto Dy

Cuando por fin se estira la carrera, noto que me empiezan a doler un poco los cuádriceps, espero que no vaya a más y al ver a Gontzal por delante pruebo a ver cuánto le puedo aguantar, es una buena referencia para los primeros kilómetros a sabiendas que es bastante más rápido que yo, pero me motiva el intentar seguirle, siempre con cabeza.

Foto Bea

Sobre el segundo kilometro le doy un relevo y me coloco en cabeza, a pesar de que hay menos viento que estos días, todavía pega algo y se hace molesto en bastantes momentos del recorrido. Son 3 vueltas al circuito, en algunas ocasiones los charcos hacen que tengas que coger la curva más abierta y eso también penaliza mentalmente. Sobre el kilómetro 4 empiezo a oír los pasos y los jadeos de los perseguidores y decido reducir un poco el ritmo a la espera de ser rebasado e intentar mantenerme con ellos. De esa manera me pasa la primera fémina apoyada por un corredor del Vicky Food y varios corredores más e intento pegarme a ellos.

Foto 10k Camargo

Al principio les aguanto el ritmo, pero viendo que llegando al sexto kilometro ya mi cuerpo me pide un poco de calma para poder llegar al final, me voy descolgando y me quedo mano a mano con otro corredor. Entre él y yo vamos dando algún relevo y nos acercamos a los dos últimos kilómetros. Los cuádriceps han ido decayendo con el paso de los metros y ya empiezan a doler demasiado, a lo lejos veo la bandera de los 9 kilómetros y con ganas de terminar el evento cuanto antes, intento sacar lo poco que me queda.

Foto Dy

En la rotonda nos dirigen hacia meta, reconozco la recta principal y gracias a que escucho las zancadas de los perseguidores intento que no me rebasen. Por desgracia y a pesar de exprimir mis piernecillas todo lo que puedo, a falta de unos metros me rebasa uno y ahora si, por primera vez, miro hacia atrás para ver el panorama. Por suerte los demás están “lejos” y disminuye esta especie de mini-sprint que estaba haciendo para cruzar línea de meta.

Foto Bea

Puesto 33 para esta carrera plagada de buenos corredores en un tiempo de 32:22 y en cuanto veo una valla a unos pasos, me apoyo en ella intentando recuperar el aliento, que en esta ocasión tarda más de lo habitual en llegar. Cuando por fin puedo andar un poco, me paseo por el área de avituallamiento que, dicho sea de paso, está muy muy bien, mientras saludo a varios corredores conocidos y les felicito por la carrera.


Luego voy a buscar a las otras 2 patas de la familia y sabiendo como se suele poner la ducha, me acerco al polideportivo para dar por finalizada la jornada deportiva. Después y ya con más calma esperamos un rato en los columpios mientras el enano juega y nos acercamos a animar en los últimos metros, a los corredores de esta segunda carrera. En la entrega de trofeos y con la “suerte” de ser viejo, puedo recibir una gran bolsa de productos que nos va a amenizar estos días.

Foto 10k Camargo

De camino de vuelta, nos topamos con el capo del equipo y con el gran Juan Carlos Higuero y charlamos un poco antes de despedirnos. Y como todavía nos queda un día de disfrute aprovechamos para visitar algún paraje de los alrededores antes del gran apagón del 28-04-2025.

martes, 1 de abril de 2025

XXXI Duatlón Oñati 2025

De vuelta al ruedo duatletico me toca escapar este sábado lluvioso hacia Oñati, sitio que a pesar de haberlo conocido tardiamente (nunca me agradaban los duatlones porque son épocas de mucho frio) me encantó en cuanto lo saboree en 2019, por la organización, el ambiente que se respiraba nada más acercarse a la plaza y la distancia, que es de mis preferidas.

La mañana del sábado comienza con el planning nutricional completo que me va a preparar la buena de la casa (yo que era de llevar mandarinas, ahora resulta que hay que tomas geles, jaja). Después se torció, cuando esa misma persona se tiene que dirigir hacia urgencias, así que nos quedamos el pollo pequeño y yo para acabar de organizar e ir a recoger a la abuela y a Iñigo que se vienen con nosotros hacia allí.

Llegada con antelación, todo el trayecto con la lluvia y el único deseo de los participantes es que no se repita lo de hace 2 años, con granizada incluida. Aparcamos fácilmente y nos dirigimos, con las que esperemos que sean las ultimas gotas (deseo muy fuerte) a por los dorsales. Este año han cambiado la zona de boxes y está más repartido todo. Al volver a la plaza me encuentro un escenario bastante diferente al de otras ocasiones y es que los, alrededor de 100 participantes que vamos a tomar salida, no es nada comparable con la de anteriores ocasiones, pero bueno es lo que hay.

Todo está casi en marcha, empiezo a poner las pegatinas correspondientes y después meto la bici en boxes, siempre con la mosca de haberme dejado algo sin hacer bien. A falta de 20 minutos me empiezo ya a preparar y de momento, con la esperanza que no llueva, me pongo los manguitos. Mientras estaba trotando, veo la necesidad de salir con camiseta interior, sobre todo para el sector ciclista y gracias a que en la consigna me prestan de nuevo la mochila me puedo cambiar mientras empieza la carrera femenina.

Últimas carreras, le dejo la sudadera a mi madre y me voy acercando a la salida, pocos problemas para llegar a la posición de delante y me coloco a la izquierda de la línea. La cuenta regresiva pone la guinda y salimos a ver que nos depara el evento. La idea es clara, aprovechar la carrera, que es en lo único que puedo destacar un poco y sufrir en la bici.

Por delante Joanes, Arrasate e Iker, no se me ha perdido nada con ellos y me quedo en la subida del primer km en el segundo grupo. Rodrigo coge la batuta y yo me mantengo con él al pillarle en la bajada, después de transitar la larga recta hasta el giro de 180º, veo como está la situación, se está estirando el grupo, pero estamos bastante juntos todavía. Le doy un relevo e intento mantener el ritmo para rascar algún segundo más.

Foto Aitor Arotzena

El recorrido no tiene muchos desniveles salvo en el primer y casi último kilómetro por lo que se puede correr bastante a gusto. Antes del paso por la primera vuelta Ugaitz se pone a liderar y nos vamos alejando los dos de los demás. Ahí estoy yo con un Junior intentando aguantarle el ritmo, madre mía que sufrimiento. En ocasiones intento darle algún relevo para que pueda descansar, pero no puedo rebasarle y no baja el pistón por lo que me quedo detrás de él lo que resta de sector. Al grupo de atrás, que se ha reunificado, le hemos sacado algo más de ventaja, pero por lo que sé, no tardaran en darnos caza.

Foto Ama

Llegamos a la transición, bastante rápida para las pocas veces que las hago y salimos prácticamente los dos igual, me subo a la bici, increíblemente tengo cero problemas para meterme las zapatillas y comienza la andadura con una pequeña cuesta hasta alcanzar la carretera. Miro para comprobar que Ugaitz sigue conmigo, me dice que el en bici mal, pues ya somos 2 y le comento que tranki, que en breve nos pillarán. Y así es, yo creo que en los 5 primeros kilómetros ya somos absorbidos por el pelotón, lo que cuesta sacar renta a pie y lo fácil que te pillan jajaja. A partir de aquí todo es velocidad pura, a pesar de ir en grupo hay momentos que se pega tal tirón que casi me quedo descolgado. El corazón se me pone a tope solo con aguantar, estoy yo para tirar... Rotonda de vuelta, apretón increíble el que tengo que dar para no perder el tren y me falta el aliento. En mi cabeza se empieza a presentar la primera de las subidas, es corta, pero dura como ella sola. Giramos hacia la derecha, salta San Vicente y algunos detrás, yo viendo que la carretera no está para muchas filigranas, voy lo más precavido posible hasta que empieza el repechón.

Foto Naikefotosport

Ahí lo esperado, la mayoría me empieza a dejar atrás, yo echo en falta piñones mas grandes y luchando para llegar arriba. Por suerte no me he quedado el último y consigo mantener un grupo menor para llegar hasta la subida a Arantzazu. Allí comienza una nueva odisea, las cuestas interminables y las piernas para el arrastre. Cada vez que pasamos una curva espero con ansias ver la zona de avituallamiento que me diga que ya se ha acabado la penuria, pero esta subida se me hace eterna mientras veo con impotencia como me van rebasando, que después de tantos años ya lo tengo asumido, por lo que el disgusto es menos jijiji.

Por fin consigo agarrar el botellín de agua que me indica que tomamos el camino de vuelta en, esta vez sí, una trepidante bajada hasta llegar al pueblo. Nos queda recorrer de nuevo la primera parte del circuito, consigo dar caza a un par de corredores de delante y con el trascurso de los kilómetros se nos juntan algunos más. 

Foto Aitor Arotzena

Para finalizar mi odisea personal solo queda rematar con la pequeña subida de nuevo. Esta vez la encaro con mas calma, meto todo lo que tengo de nuevo y esta vez sí, me quedo el último del grupo. Bajada tranquila en solitario y pensando en cómo responderán las piernas para este final de carrera.

Foto Ama

Buena transición de nuevo, salgo a dar todo lo que me queda, es hora de “vengarme” en mi sector. El primer kilometro parece que no avanzo y solo puedo rebasar a un compañero del grupo en el que íbamos. Por delante me fijo un objetivo a lo lejos, que en el primer sector corría como un demonio, su color de mono rojo lo hace distinguible pero no soy capaz de reducirle casi nada. Lo bueno de esta distancia de duatlón es que te da margen para intentar recuperar algo y eso me da tranquilidad.

Foto Aitor Arotzena

En la larga recta veo algunos corredores y se me enciende de nuevo el chip para apretar un poco más. Giro de 180 y pequeña subida, paso a algunos, se me empiezan a acabar los objetivos, de lejos veo a Bizkarra y empieza un nuevo juego. Es el único corredor al que podría dar caza, pero los kilómetros se me van acabando y todavía le llevo a bastante distancia. La cuesta antes del último kilómetro hace mella en las piernas de Gorka resentidas de Zuia la semana pasada y consigo rebasarle en el giro. Ya solo me queda disfrutar, cuesta abajo, para llegar a meta. Me rio con los comentarios de Unzu antes acceder a la plaza y disfruto de las últimas curvas.

Foto Naikefotosport

Cruzo el arco en 9ª posición con un tiempo de 1:59:35 con un buen sabor de boca y cansado como un perrete. Al poco llega Gorkita, nos felicitamos por la carrera realizada y a degustar un poco del avituallamiento rico que hay por aquí. Después de mucho tiempo me encuentro con Beñat, un referente de este deporte que hacia mucho que no veía y me alegro un montón de poder charlar con él y deseando volver a verle en alguna batalla.

Luego ducha, recoger la bici e ir con el resto de la familia para esperar a la entrega de trofeos donde recibo una buena cesta de fruta y lo que mas me gusta, una rana de peluche que me encanta, diré que es para el hijo, pero reconozco que es muy chula hasta para mí. Gracias a toda la gente que ha organizado esta maravillosa carrera, porque a pesar de pasarlo rematadamente mal en el sector de bicicleta me parece que es uno de los bonitos duatlones que tiene el país vasco y se nota el cariño y la dedicación que emplean en montar todo este tinglado.