Como dijo un novato de la música “The show must go on” y así
ha sido. Después de una larga espera he vuelto a enfundarme el mono de competi,
esta vez uno amarillo y no el negro de “independiente” del año pasado, tocaba
la hora de debutar con el 42.195.
Lo que iba a ser un invierno de intento de mejora en los
puntos débiles, han sido unos agonizantes meses en los que la lesión de cadera
que tenía desde las últimas carreras del año pasado, me han hecho estar parado más
tiempo del deseado, con entrenamientos alternativos para intentar recuperarme
al 100%. Y aunque todavía sigue molestando un poco, el gusanillo de las
competiciones estaba con su run run.
En Vitoria lleva casi dos semanas con un tiempo muy
desapacible, entre viento y lluvia que no dejan hacer gran cosa y hoy no
pintaba muy bien, tocaba salir hacia Azkoitia (el mismo duatlón en el que
debute el año pasado), así que dejé hecha la mochila la noche anterior, para
que por la mañana no me pillase el toro. Recoger a mi aita y salir fue todo
uno, marcaban las 8:40 en el reloj y ahí empezaba todo.
Lo que más me preocupaba era el tiempo, porque aunque no me
moleste correr con lluvia, la bici se me antojaba bastante peligrosa, como pude
comprobar el año pasado, el cielo parecía contenerse, así que aunque con mal
aspecto, de momento aguantaba. Aparco el coche, y voy a por el dorsal, todavía
queda una hora, y va llegando la gente. De vuelta al coche y con mucha calma
saco las cosas y me empiezo a organizar para meter las cosas al box, no hay
casi nadie todavía, pero prefiero ir con tiempo ya que se puede.
A media hora del comienzo empiezo a calentar, muy suavecito,
he intentado calentar bien las partes doloridas para no tener problemas en
carrera. La intención es salir bastante enchufado y poder coger grupo de
adelante (no los primeros claro, pero no quería reservar mucho) para así poder
hacer una buena subida con ritmo en el sector de bici y luego en el último
exprimir lo que quede. A final del calentamiento me encuentro con algunos del
equipo, bien es cierto que de momento no conozco a casi nadie, así que me
acerco a saludar y en breve hacia la salida.
Las chicas han salido 10 minutos antes y ya estamos nosotros
preparados para el bocinazo. La salida es brutal, salimos como alma que lleva
el diablo, adelante se forma un grupo en el que yo me veo que no puedo seguir, pero
por lo menos no pierdo contacto visual, mucha caña para el principio alcanzo
las 173ppm en muy poco tiempo, así que tranki que esto acaba de comenzar. Hacia
el kilómetro 2 ya se empieza a estirar el grupo delantero y a partir de aquí
seguimos corriendo en grupo a un ritmo bastante aceptable y después del subidón
inicial parece que se calma un poco la patata. Mientras damos la segunda vuelta
al circuito, intento visualizar en la mente lo que tengo que hacer en la
transi, porque hace ya bastante que no practico; zapas, casco, bici….
Llegada a la T1 entre los 20 primeros, esta todo lleno de
bicis, y me cuesta un poco encontrar la mía, cuando lo hago y me dispongo a
salir noto que la bici de al lado está muy cerca y casi no puedo meterme para
coger la mía, después de “chocarme “ con la rueda delantera de esta tres veces
(menudo pardillo) consigo acceder y sacarla. Pasar la línea y montar es todo
uno, no puedo perder el grupo que habíamos formado, en los baches del pueblo la
bici hasta salta, no es hora de andar con cuidado, salimos del pueblo y nos
espera un muro corto pero duro, las piernas se calientan, pero hay que tirar.
El grupo está formado por unos 6 corredores y están imponiendo un ritmo muy
alto, yo intento dar los relevos, pero en algunos, gasto demasiado y decido
entrar solo cuando este algo mejor.
Sobre el Km 6 se empieza a acoplar más gente, y los relevos
empiezan a ser más efímeros, arreones de los rodadores intentado aumentar
velocidad pero poco más, la idea es no perder el grupo por nada. Como siempre
se oyen los gritos de “tirar” “entrar” y cosas similares, pero es el pan nuestro
de cada día, no voy a entrar a polemizar con eso. Lo que si se oía era una bici
que tenía al lado, que no se si eran los perfiles de las ruedas, pero parecía
un obús. A la llegada a Urretxu, ya
somos unos 25-30, es donde damos la
vuelta hacia el punto de partida, esta vez la carretera esta seca y el descenso
no va a ser tan peligroso, eso sí muy muy rápido, los de delante están algo
lejos y escaparse del pelotón es imposible. El sector transcurre sin mucho más,
algún botellín que se cae, pero sin incidencias.
A la llegada a la T2 decido colocarme de los primeros, ya
que somos bastantes y la bajada de la bici es complicada, se ven un par de botas
que se han soltado de los pedales y bastantes cruces a la hora de dejar la bici,
que incluso yo, aun estando bien colocado sufro, así que no ha sido mala
elección. La idea es intentar que no me pasen muchos del grupo en el que íbamos
en la bici. Salgo algo tosco, con respiración entre-cortada, pero sin muchos
dolores, hay un corredor que ha salido muy bien, pero lo poco que puedo hacer
es mantener contacto visual, porque no puedo ir a su ritmo. Voy memorizando lo que me falta de recorrido, no se hace muy
largo, pero hay un par de repechos que me van a hacer sufrir, no me noto muy
bien corriendo este último sector. En la última cuesta es el único
adelantamiento que hago, queda una bajada pronunciada y en par de giros que me pondrán
en meta. Mi poca o nula costumbre de mirar hacia atrás, hace que en los últimos
5 metros, literal, me adelanten 2 corredores, a lo mejor hay que echar un
vistazo de vez en cuando, jeje.
Al final top ten, posición 10º de 129 con un tiempo de
1:34:23. Hay que decir que algunos triatletas de los que suelen estar arriba no
han venido…..
Por cierto, decir que los kilómetros (8Km carrera pie - 36Km Bici – 4 Km carrera pie) han sido algo menos.
Por ultimo dejo un video que se han currado de dicho evento.
Grande Alberto!!!
ResponderEliminarBueno grande lo que se dice grande,jeje.
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