Domingo
invernal en Vitoria, 8 de la mañana, hoy tocan 21 km y tengo bastantes ganas de
ir a correr. A pesar de hacer bastante frio, estar lloviendo y se pronostique
que algo de nieve pueda caer, estoy animado, será que no he corrido en 2
semanas y tengo ganas. No quiero ni estar ni un minuto parado, así que a
preparar un poco todo y salida hacia Mendi.
Hay
mucho ambiente por las inmediaciones, se ha comentado que rondaran las 3.300
personas. Es una carrera muy chula, y aunque no sea una de mis distancias
favoritas me encanta correrla. Aparcar el coche, y empezar a cambiarse es todo
uno, la verdad que con el frio que hace es importante no estar parado mucho
tiempo, así que trotes, estiramientos y en poco tiempo a la línea de salida.
En
medio de toda la gente no se nota el frio para nada, parecemos sardinillas en
lata, todos quieren estar en el mejor sitio posible. Antes de la salida se
guarda un minuto de silencio y nada más acabar dan el pistoletazo de salida.
Allí sale el séptimo de caballería a conquistar Vitoria. Primeros metros
difíciles, decido irme hacia la derecha por el carril de bicis, antes de llegar
a la zona prado me reincorporo a la carretera (ya he librado el tumulto).
Empiezo con buena zancada, hace un buen día para correr, para correr eh dicho, jeje,
y voy cogiendo ritmo. En el kilómetro 1,5Km me doy cuenta de que se me están
cayendo las llaves del coche que tenía atadas al culote, por suerte, las puedo
coger antes. Sigo con ellas en la mano hasta que en el kilómetro 3 veo a Txetxu
de refilón (menos mal que me grito) y se las lanzo, bueno un peso que me he
quitado de encima.
Los
grupos ya se han estirado bastante y en el que estoy parece que lleva buen
ritmo (algo superior al que yo debería ir, pero me encuentro bien) así que me
quedo con ellos. Kilómetro 6, empiezo a tener ligero dolor en la cadera
(maldita lesión) pero no me entorpece a la hora de mantener el ritmo. Seguimos
el mismo grupeto bastante rato, la bajada hacia Los Herrán me la tomo como un
pequeño respiro, aunque el viento frio que pega lo hace un poco difícil.
Llegando al kilómetro 8 se me empieza a cargar el isquio izquierdo y el gemelo,
se empieza a poner la cosa fea….A pesar de los dolores me encuentro bastante
bien, mantengo zancada y la respiración esta de lujo. Kilómetro 10 en 35:01 a
3:30 clavados (eso después de ver los datos, que en carrera ni miraba el reloj)
Muchísimo mejor de lo esperado y con buenas sensaciones. Espero con ansia la
naranja del avituallamiento, y aunque esta difícil cogerla a esas velocidades
al final “le robo” una y pa dentro se ha dicho. Recupero el aliento y veo que
poco a poco se me están yendo unos metros los de delante, yo sigo a mi ritmo.
Pasamos por Jacinto Benavente, coño mi antiguo barrio, habrá que poner buena
cara por si alguien me conoce, jeje.
Kilómetro
13, hasta aquí la primera parte de la Media, muy bonito todo, buenos tiempos,
pero la falta de entrenamiento de estas dos últimas semanas empiezan a notarse,
la pierna izquierda ya la he perdido hace bastante, y el gemelo y los
cuádriceps de la derecha están a punto de reventar, “venga un último esfuerzo”,
me digo a mi mismo, “si mañana vas a estar jodido igualmente…..”
Después
de la pequeña subida, la recta dirección a Mendizabala se hace llevadera, tengo
las piernas muy muy duras y los gemelos me dan pequeños amagos de subida. El
avituallamiento está cerca y estoy pensando en la naranja, a ver si me puede
recuperar algo, pero que sorpresa la mía, cuando lo que veo es solo gente dando
botellines de agua, después de coger uno intento buscar la fruta deseada, pero
la veo detrás de un contenedor, ya cuando paso de él, muy mala ubicación, si no
hay gente para poder entregarla, que menos que dejarla en mesas (como en otras
ocasiones) que se vean bien al lado de la carretera, pero bueno…..mi gozo en un
pozo y 6 kilómetros de sufrimiento sin efecto placebo.
La
llegada a Mendi de nuevo, es un choque de sufrimiento y subidón, mucha gente en
los laterales de las carretera animando, el nombre en el dorsal y sus animos haciendo referencia a este. Es inexplicable lo que se siente, en el fondo eres una
personilla que está corriendo una carrera, y la gente te anima como si
fueras el primero, la verdad que no hay palabras, chapó por ellos.
Llegan
los últimos kilómetros y en las cercanías de San Cristóbal, comienza una ráfaga
de viento y lluvia que es lo que menos me hacía falta en esos momentos, las
piernas están como piedras y a la altura de las unis, me rebasan un par de
corredores, imposible seguirles. Falta poco más de un kilómetro, los ánimos de
la gente en el parque del Prado es de lo poco que hace que las piernas se
muevan, unos chavalillos animan mientras corren al lado, “si casi van más
rápido que yo!”. Cartel del KM.20 y pica hacia arriba en la recta del Estadio,
aprieto los dientes, hay que dar la vuelta como sea y dejarse llevar hasta
meta. Veo el parking a 200m, curva cerrada para meterse hacia dentro y ya veo
el arco. La ultima instantánea del “fotógrafo” que ha estado sacando varias
fotos durante la carrera, dice que me vacie, yo solo puedo levantarle un dedo
en muestra de mi agradecimiento a sus ánimos (thank Txetxu).
Por fin
piso las alfombrillas, oigo que la speaker dice mi nombre al entrar, yo no
puedo apenas andar y a duras penas intento llegar al polideportivo. Lo único en
lo que estoy pensando es en que me den un masaje para descargar, si es posible,
algo las piernas. Esperando a mi turno me pongo la camiseta que me han dado,
porque me estoy empezando a quedar frio y todavía queda un rato. Subirme a la
camilla me cuesta horrores, y los masajes me están doliendo muchísimo (eso
aunque parezca mentira es bueno). Acabado el “suplicio”, voy hacia el coche
medio tiritando para ponerme algo de ropa, “pero que frio se ha levantado”,
casi estaba mejor corriendo…..
Balance
positivo entre comillas, si bien, que para como estaba y sin haber entrenado
nada en medio mes, he hecho una marca similar a la del año pasado 1:15:57 con
un ritmo impensable de 3:36 y llegando en 44ª posición, así que por ese lado estoy contento, pero me quedo
con algo de rabia, porque creo que podía haber ido un poco mejor de no ser por
esos pequeños detalles, pero bueno, hay momentos es los que estas bien y otros
como en este caso en los que toca sufrir. Ahora intentar recuperar a la perfección
la cadera y el año que viene vendrán nuevos objetivos.
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