Hacía ya mucho tiempo que la regusilla de colocarme un
dorsal quedaba lejana y ha vuelto a entrar un 3-3-13. Se celebraba la XII
carrera de Bomberos de Bilbao, con lo que después de preguntar por unos lados y
por otros nos han dejado participar, la carrera en si es muy muy popular, pero
bueno el hecho de ir con el cacho papel en el pecho motiva. No ha habido que
madrugar mucho, preparado el petate (ya no me acordaba ni que se metía),
salimos los 3 “académicos” dirección Norte. No ha habido problemas a la hora de
aparcar, con lo que estábamos en rango de carrera. Nos dirigimos a inscribirnos
al parque, con la correspondiente cuantía de inscripción “CERO EUROS”, así
da gusto correr.
Ya se va viendo a gente calentado por los alrededores, no es
como en otros eventos, puesto que la cantidad de inscritos está más limitada, pero
con el día que ha salido es gratificante ver a la gente vestida de corto
(aunque tengo que reconocer que esperaba a alguno más). Entre risas, bromas y
comentarios se acerca la hora de la salida, no he calentado a penas y los
estiramientos son escasos, encima la cadera no está en su mejor momento, pero a
por ello…
Salida muy light y decido ver como transcurren los primeros
metros, se supone que va a ser alrededor de la ría, pero no tengo ni idea del
recorrido. Antes del primer kilómetro intuyo que nos quedamos 3 personas en
cabeza, y digo intuyo porque solo veo las sombras. Pequeña subida para pasar la
ría y nos encontramos al otro lado con el cabeza de carrera aumentando un poco
el ritmo, puesto que sé que no le voy a poder seguir, me limito a intentar marcar ritmo constante. Sobre el kilómetro 2
es donde empieza la yincana de puentes, el primer encontronazo me lo encuentro
cuando al bajar por uno de ellos, pensando que es una rampa, veo que son
escaleras con gran paso, menos mal que las he visto, a lo largo del recorrido
eso va a ser una constante. Llegados al tercer kilómetro, veo que me quedo en
tierra de nadie, al primero lo tengo a unos 40 metros y por detrás lo tengo
algo lejos, así que viendo que ya empiezo a ir un poco justo, decido ir
regulando en la medida de lo posible.
Los puentes son rompedores y las escaleras pequeñas en
bajada peligrosas, con lo que aprovecho para intentar recuperar el aliento, eso
sí, las arrancadas después de una subida o bajada son matadoras. Entre tanto
cruzar de un lado a otro, ya no se ni dónde está la meta, el reloj me
marca la llegada a un nuevo kilometro e
iluso de mi creo que es el 5º, pero que pasa al mirar, que no, que solo es el
4º, madre mía que largo se me está haciendo la carrera corta, jeje.
Por suerte, la bici se ha quedado con el primer corredor y
la moto está conmigo indicándome más o menos el camino a seguir, paso el ultimo
puente y cuál es mi sorpresa cuando al saltar de la última escalera me
encuentro a un corredor, que antes no estaba por delante mío (luego me entero
de que algunos se han colado uno de los últimos puentes y han seguido recto,
por fallo de indicación). La llegada está a unos 300 metros y con la velocidad
que llevo le rebaso sin problemas, con lo que finalizo en 2ª posición con un
tiempo de 20:37.
Hacía mucho que no recogía un trofeo, casi me podría
remontar a la época de EGB, con lo que hace ilusión oír tu nombre en la entrega
de trofeos. Por ultimo tienen preparado un sorteo de varios obsequios para los
participantes, y acto seguido un pequeño lunch para todo el que se ha acercado.
La verdad que me quedo impresionado por todo lo que han ofrecido y más teniendo
en cuenta lo que nos ha costado. Por último destacar el ambiente familiar y el
buen rollo que ha habido, ojala no sea el único año que la corra, por lo que
esto significaría.
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