Con la loca meteorología que estamos teniendo da cosica
pensar en hacer alguna carrera por lo que te puedas encontrar, así que como la anterior
vez, hasta última hora no hubo decisión de ir al duatlón de Santo Domingo de la
Calzada. Nunca había ido por allí, pero me motivaba la distancia y me echaba
para atrás que fuese muy “ciclista” pero cuando organizan algo a un precio
adecuado no tengo más que intentar ir.
Las nubes nos reciben en el pueblo, buen sitio para aparcar
al lado de la zona cero y muy buena organización. En cuanto me bajo de la fula
empieza el baile de las cabras, yo por mi parte intento ajustar los cuernicos
de mi bici para aparentar algo, jeje. Dorsales recogidos, todo preparado y para
boxes. No sé si es porque faltaron las bicis de mi lado, pero me encuentro con
un sitio como debe ser para colocar todo sin estar apretujado como de costumbre,
otro punto más para ellos.
Ya con todo listo me dispongo a calentar, me pongo el traje
de faena y a trotar se ha dicho. Me decido a ir con camiseta térmica porque el día
está muy falso y aunque sé que en carrera me va a sobrar, nunca se sabe lo que
puede pasar en la bici. A falta de cinco minutos nos indican que nos vayamos
acercando, encuentro un sitio delante y me quedo esperando a la salida.
Foto Raul Gutierrez |
Faltan
2 minutos y oigo una conversación “tienen que llevar dorsal” y le responden “si
ya llevan chip”, “no no, tiene que ir todos con dorsal” yo por acto reflejo
miro que el mío por supuesto está en la cintura, pero…….la madre!!!!!!! Y ahí
estoy yo en la línea de salida sin el dorsal, como en un mal sueño busco a mi
hermana para poder ir a por él al coche, bendita mi suerte que está cerca y
bendita mi suerte que el coche está a escasos metros. Sprint como si no hubiese
un mañana, abrir el coche buscar en la mochila donde narices está, ponérmelo y
volver a lo loco, bufff he librado. Me da el tiempo justo para meterme dónde
puedo y en unos segundos salir zumbando al darse la salida. Menuda cabeza!
Con esto que estoy en mitad del pelotón e intento abrirme
hueco en cada zancada, por suerte y con un pequeño calentón consigo llevar a la
cabeza al salir de la plaza. Sabiendo que me van a quitar muchos segundos en la
bici la táctica es clara, a tirar se ha dicho. Me coloco primero y empiezo a
poner ritmo. Primeras curvas y aun asi aparecen recortadores, con el
consiguiente grito de Bravo, pero como quien oye llover. Sé que por mucho que saque yo en carrera la
diferencia con la bici va a ser brutal, pero bueno eso que me llevo. Hay un
tramo donde veo que la bici que va abriendo paso salta un montículo de unos
50cm, yo miro para los lados por si tenemos que ir hacia alguno de los
laterales, pero no, hay que saltarlo.
Foto Raul Gutierrez |
Llegando al Km 4 Elgezabal hace un rato
que se ha quedado rezagado y es cuando Osoro se aburre de mi ritmo y se pone en
cabeza, eso hace que espabile un poco y continúe con él.
Primera vuelta completada y las cosas están igual yo
aguantando y con algo de ventaja sobre los de detrás. De nuevo llegamos al
montículo ese, esta vez me tropiezo al saltar y casi aterrizo con los dientes,
pero medio gateando puedo salvar la caída y continuo. Después del incidente he
perdido unos metros con Pello, metros que van a ser insalvables. Enormes los ánimos
recibidos durante este sector que está llegando a su fin. Entro en la
transición a unos 15 segundos y mientras
me estoy cambiando oigo decir “mira que pedazo de bici lleva” (por Osoro) y le
respondo al salir “casi como la mía” y nos empezamos a reír (que iba a ser de
esto sin humor).
Al subirme a la bici y ponerme las botas veo que tengo la
pierna llena de sangre desde la rodilla y la otra con una herida también, me da
que ha sido en el salto ese que casi carpo, no molesta, así que adelante. Bueno a lo que iba, tocan los 41 km en la bici,
con viento y sin drafting, vamos, lo justo para mí. De primeras me encuentro
comodo, voy a buen ritmo y salvo alguna pequeña subida todo va bastante bien. Me
pasa Elgezabal pero le sigo viendo a lo lejos. La verdad que no sé porque pero
voy de pm hasta el 16, bueno si se porque, por la ligera bajada y el viento a
favor, a partir de aquí ya me empiezan a sobrar los Kms jajaja. Veo a lo lejos
a la policía como cortando el paso, pero no está muy bien indicado si es para
los coches o es porque tenemos que cambiar de dirección, y cuando me voy
acercando veo que era para esto último, clavo frenos, derrapo y como puedo me
reincorporo a la carretera bacheada de la izquierda.
Foto Raul Gutierrez |
Seguimos por este mal asfalto pasando por Hormilla, me imagino
que es lo que hay, pero no es nada cómodo. A estas alturas también me ha pasado
Bizkarra, pero ese también es de otra raza y yo ya estoy en modo supervivencia.
En el Km 24 casi hasta me alegro de que me pase uno con una bicicleta “normal”
ya iba siendo hora, jeje. Después de los repechos y las subidas comenzados a bajar, el
asfalto sigue muy facheado y la carretera es estrecha así que me lo tomo con
calma. En una curva de derechas algo cerrada, me confío veo que me voy abriendo
bastante, pero entre la gravilla de la carretera y su estado no quiero cerrarme
más, veo que me voy hacia fuera y pienso ya en la mejor manera de caer porque
esto no hay quien lo libre, entro en la hierba, buff esto ya está muy mal, me
enderezo como puedo e intento no girar mucho para ver si poco a poco voy
entrando en la carretera de nuevo, por suerte y esta sí que ha sido una buena
librada, la hierba no me resbala y en vez de echarme vuelvo al asfalto, me he
tensado tanto que me empieza a doler el hombro y todo, como digo, una librada
muy muy seria.
Bien continuamos para bingo, a partir de aquí es la vuelta
hacia el pueblo de nuevo, la bajada y el viento a favor que tanto me divertían
antes ahora se han vuelto en contra, me van pasando algún que otro corredor más
y voy restando los km que veo que faltan para acabar esta agonía. Diviso el
pueblo a lo lejos pequeña bajadita de 4 km nos van a llevar hasta él, entro en
las calles una especie de “S” y ya veo la zona de bajada, apuro hasta la línea
me bajo y casi no siento ni las piernas.
Foto Rakel |
Estoy al final del box y me tomo el
camino para que los pies entren en calor. Dejo la bici, ante la atenta mirada
de la jueza, me calzo las zapas y al lio.
Malas, muy malas sensaciones en estos primeros compases, la
sensación es de ir a paso tortuga (aunque eso no diga el reloj). Miro el
montículo que hay que saltar y si antes casi caí, ahora más cansado no sé lo
que pasara. Lo paso sin problemas y empiezo a recuperar las sensaciones, tengo
a unos cuantos corredores en el punto de mira y eso me anima. Voy cazando de
uno en uno, pero a mitad de sector me empiezan a dar amagos los cuádriceps, ya
están muy tocados, reduzco un poco e intento recuperar.
Foto Rakel |
El último tramo entre
las calles del pueblo me vuelven a motivar y corro mucho más ligero, aunque no voy a poder dar caza a
mi predecesor me gusta volver a encontrar ritmo. Últimos giros, últimos ánimos
y veo el arco de meta, madre mía que carrera más sufrida pero madre mía que
bonito.
Llego sorprendido en 9ª posición en 2:06:26 y comento la
jugada con los corredores mientras intento que las piernas no me dejen de
responder.
Cuando ya estoy un poco mejor
voy a ver la llegada de Diana y a animar a los corredores que están todavía en
carrera. Para finalizar y después de una refrescante ducha helada, toca ir a
por los utensilios de los boxes y a degustar la rica paella que nos ofrecen.
Decir que me ha parecido una carrera muy muy bien organizada, para luego ver
barbaridades por ahí con inscripciones de infarto que dicen que no es posible,
(venga hombre) y aunque no es muy de mis características espero poder volver
por estos alrededores en el futuro.
Siempre un gusto leerte!
ResponderEliminarGracias tocayo, pasan muchas cosas y aún así se me quedan en el tintero por no alargarla ;)
EliminarGran carrera alberto! Y cuando tengas cabra a volar jiji
ResponderEliminarJajaja si, tampoco soy tan iluso, que ni con cabra os pillo, hacen falta patas (pero a lo mejor me sacáis menos, jeje). Carreron el tuyo Zorionak
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