martes, 31 de diciembre de 2019

VI San Silvestre Iruña de Oca 2019


5 de la tarde plaza de toros de Zaragoza un calor…..A no que esto no es de aquí. Pues al revés 29 de diciembre un frio que te cagas plaza de Iruña de Oca….
Antes de llegar a ese punto estamos apurando la mañana para gestionar la salida hacia el pueblo Alavés, todo más o menos en orden y salimos en hora hacia el destino. La niebla es muy espesa en Vitoria  pero al ir acercándonos a Nanclares el sol empieza a hacer acto de presencia.  La san silvestre de Iruña de Oca es de las que crea afición, ya no por ser gratuita sino por contar con marcha  (para los que todavía no se animan a correrla), carrera de peques, carrera, post carrera y si señores, gratis.
Bueno como iba diciendo, aparcamos, me acerco a por el dorsal y vamos a un bar a esperar a que pasen los minutos mientras que cada uno de los componentes de los telerines se dedica a sus quehaceres. 

Foto Rakel
A falta de 20 minutos me cambio, decido que a pesar de la rasca, correré solo con camiseta, espero no pasar mucho frio viendo el perfil de la prueba (que vi ayer por primera vez “miedito”)
Saludos y risas habituales con la gente de siempre y se va acercando la hora de salida. Aquí no hay muchos problemas de colocación, pero a pesar de ello yo como siempre un paso atrás y segunda fila. Estamos escuchando a la speaker cuando de repente dan el pistoletazo de salida, nos pilla a la mayoría en fuera de juego, así que botón al start del Garmin y a disfrutar.
Primeros metros, yo pensaba que iba a haber un poco de respiro pero veo que nanai, han salido un par de ellos a toda leche, después Iker y Urko, luego un corredor con la camiseta del Kirolak que me pasa y detrás mío viene Iñigo. Empiezo a coger ritmo y antes de la primera curva rebaso al del Kirolak. Empieza el baile de la montaña rusa, primera subida brutal (tachuela para los traileros) que empieza a hacer estragos y rebaso a otro corredor. Bien situación de carrera con Urko e Iker delante a sus anchas, yo cada vez más lejos e Iñigo detrás de mí.

Foto Rakel

Antes de acabar la subida veo que la sombra de mi perseguidor cada vez está más lejos hasta que la pierdo de vista, es buena señal pero esto acaba de empezar y no sabemos cómo van a aguantar las piernas. En la bajada, intento ir lo más rápido posible sin desmontarme e intento recuperar algo de aliento. En el segundo ascenso vuelvo a tener a la vista la ropa verde de los cracks, pero vamos, que ni por asomo me voy a poder acercar a ellos, por lo menos me viene bien para mantener la chispa intentando mantener referencia visual, aunque eso ya depende más de ellos que de mí jeje.
Nos empezamos a cruzar con los que están haciendo la marcha, en parte está bien porque ves a gente y se te hace ameno el recorrido, pero según la aglomeración es un poco peligroso porque cada uno va por donde quiere. Me habían dicho que era ir y volver por el mismo sitio pero al ver que llegamos al Km 5 de 8 y no volvemos estoy un poco mosca, pero es que había que rodear una zona y ahí empezaba ya el retorno, menos mal.
Las bajadas del comienzo me empiezan a venir a la mente porque ahora toca deshacer lo recorrido y no eran moco de pavo. Por “suerte” recuerdo que el primer km era de subida por lo que ahora nos tocara bajarlo y llegar hasta meta. No soy de mirar atrás y esta vez todavía menos, prefiero vivir sin saber que me pisan los talones hasta que llegue a la parte favorable del último del descenso.
Los ánimos de la gente de marcha hacen que las cuestas sean un poco menos pronunciadas y eso quieras que no ayuda. Después de un fuerte repecho me dicen que un kilómetro de bajada y a meta. A mitad de descenso es cuando me giro para ver la situación final de la carrera, no veo a nadie que pueda cogerme en los metros que quedan. 

Foto Aita
Los dos de delante han ido silbando toda la carrera, pero eso ya lo sabíamos, por lo menos van a respetar lo de que me esperen en meta como les dije, jeje. Última recta, parte de los telerines están por el contrario los pollitos han tenido que hacer sus asuntos. Cruzo la meta con el saludo al gran Aitor y felicito entre risas a los ganadores.
Un crono de 30:58 para algo menos de 9 kms de sube-bajas y buen desnivel me han  colocado en una 3ª posición que ha hecho merecer la pena el calentón de piernas. Después del repost y animar a los demás corredores me dirijo a buscar al Little chicken para degustar entre todos la parrillada que han organizado para los participantes y acompañantes.

Foto Iruña de Oca
Por ultimo viene la entrega de premios, en mi opinión, no soy muy partidario de dar premios en metálico en las carreras populares o por lo menos no tan cuantiosos (200 euros me parece una exageración y lo “critico” desde mi posición de agraciado de un premio de estos), porque al final el interés de algunos corredores va a ser venir, pillar el dinero y marchar (por suerte este año no he visto que haya sido el caso) pero como ya he visto que pasa en algunos sitios… al final el interés por el dinero puede perjudicar el interés por pasar un buen rato corriendo, vamos lo que eran la mayoría de carreras populares cuando yo comencé.


Agradecer toda la organización de este gran pueblo Alavés por todo lo que organizan y que se acabe el año para todos de la mejor manera posible.

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