martes, 20 de diciembre de 2011

34ª Media Maratón Vitoria Gasteiz 2011


Domingo invernal en Vitoria, 8 de la mañana, hoy tocan 21 km y tengo bastantes ganas de ir a correr. A pesar de hacer bastante frio, estar lloviendo y se pronostique que algo de nieve pueda caer, estoy animado, será que no he corrido en 2 semanas y tengo ganas. No quiero ni estar ni un minuto parado, así que a preparar un poco todo y salida hacia Mendi. 


Hay mucho ambiente por las inmediaciones, se ha comentado que rondaran las 3.300 personas. Es una carrera muy chula, y aunque no sea una de mis distancias favoritas me encanta correrla. Aparcar el coche, y empezar a cambiarse es todo uno, la verdad que con el frio que hace es importante no estar parado mucho tiempo, así que trotes, estiramientos y en poco tiempo a la línea de salida.
En medio de toda la gente no se nota el frio para nada, parecemos sardinillas en lata, todos quieren estar en el mejor sitio posible. Antes de la salida se guarda un minuto de silencio y nada más acabar dan el pistoletazo de salida. Allí sale el séptimo de caballería a conquistar Vitoria. Primeros metros difíciles, decido irme hacia la derecha por el carril de bicis, antes de llegar a la zona prado me reincorporo a la carretera (ya he librado el tumulto).


Empiezo con buena zancada, hace un buen día para correr, para correr eh dicho, jeje, y voy cogiendo ritmo. En el kilómetro 1,5Km me doy cuenta de que se me están cayendo las llaves del coche que tenía atadas al culote, por suerte, las puedo coger antes. Sigo con ellas en la mano hasta que en el kilómetro 3 veo a Txetxu de refilón (menos mal que me grito) y se las lanzo, bueno un peso que me he quitado de encima.


Los grupos ya se han estirado bastante y en el que estoy parece que lleva buen ritmo (algo superior al que yo debería ir, pero me encuentro bien) así que me quedo con ellos. Kilómetro 6, empiezo a tener ligero dolor en la cadera (maldita lesión) pero no me entorpece a la hora de mantener el ritmo. Seguimos el mismo grupeto bastante rato, la bajada hacia Los Herrán me la tomo como un pequeño respiro, aunque el viento frio que pega lo hace un poco difícil. Llegando al kilómetro 8 se me empieza a cargar el isquio izquierdo y el gemelo, se empieza a poner la cosa fea….A pesar de los dolores me encuentro bastante bien, mantengo zancada y la respiración esta de lujo. Kilómetro 10 en 35:01 a 3:30 clavados (eso después de ver los datos, que en carrera ni miraba el reloj) Muchísimo mejor de lo esperado y con buenas sensaciones. Espero con ansia la naranja del avituallamiento, y aunque esta difícil cogerla a esas velocidades al final “le robo” una y pa dentro se ha dicho. Recupero el aliento y veo que poco a poco se me están yendo unos metros los de delante, yo sigo a mi ritmo. Pasamos por Jacinto Benavente, coño mi antiguo barrio, habrá que poner buena cara por si alguien me conoce, jeje.
Kilómetro 13, hasta aquí la primera parte de la Media, muy bonito todo, buenos tiempos, pero la falta de entrenamiento de estas dos últimas semanas empiezan a notarse, la pierna izquierda ya la he perdido hace bastante, y el gemelo y los cuádriceps de la derecha están a punto de reventar, “venga un último esfuerzo”, me digo a mi mismo, “si mañana vas a estar jodido igualmente…..” 


Después de la pequeña subida, la recta dirección a Mendizabala se hace llevadera, tengo las piernas muy muy duras y los gemelos me dan pequeños amagos de subida. El avituallamiento está cerca y estoy pensando en la naranja, a ver si me puede recuperar algo, pero que sorpresa la mía, cuando lo que veo es solo gente dando botellines de agua, después de coger uno intento buscar la fruta deseada, pero la veo detrás de un contenedor, ya cuando paso de él, muy mala ubicación, si no hay gente para poder entregarla, que menos que dejarla en mesas (como en otras ocasiones) que se vean bien al lado de la carretera, pero bueno…..mi gozo en un pozo y 6 kilómetros de sufrimiento sin efecto placebo.
La llegada a Mendi de nuevo, es un choque de sufrimiento y subidón, mucha gente en los laterales de las carretera animando, el nombre en el dorsal y sus animos haciendo referencia a este. Es inexplicable lo que se siente, en el fondo eres una personilla que está corriendo una carrera, y la gente te anima como si fueras el primero, la verdad que no hay palabras, chapó por ellos.
Llegan los últimos kilómetros y en las cercanías de San Cristóbal, comienza una ráfaga de viento y lluvia que es lo que menos me hacía falta en esos momentos, las piernas están como piedras y a la altura de las unis, me rebasan un par de corredores, imposible seguirles. Falta poco más de un kilómetro, los ánimos de la gente en el parque del Prado es de lo poco que hace que las piernas se muevan, unos chavalillos animan mientras corren al lado, “si casi van más rápido que yo!”. Cartel del KM.20 y pica hacia arriba en la recta del Estadio, aprieto los dientes, hay que dar la vuelta como sea y dejarse llevar hasta meta. Veo el parking a 200m, curva cerrada para meterse hacia dentro y ya veo el arco. La ultima instantánea del “fotógrafo” que ha estado sacando varias fotos durante la carrera, dice que me vacie, yo solo puedo levantarle un dedo en muestra de mi agradecimiento a sus ánimos (thank Txetxu).


Por fin piso las alfombrillas, oigo que la speaker dice mi nombre al entrar, yo no puedo apenas andar y a duras penas intento llegar al polideportivo. Lo único en lo que estoy pensando es en que me den un masaje para descargar, si es posible, algo las piernas. Esperando a mi turno me pongo la camiseta que me han dado, porque me estoy empezando a quedar frio y todavía queda un rato. Subirme a la camilla me cuesta horrores, y los masajes me están doliendo muchísimo (eso aunque parezca mentira es bueno). Acabado el “suplicio”, voy hacia el coche medio tiritando para ponerme algo de ropa, “pero que frio se ha levantado”, casi estaba mejor corriendo…..
Balance positivo entre comillas, si bien, que para como estaba y sin haber entrenado nada en medio mes, he hecho una marca similar a la del año pasado 1:15:57 con un ritmo impensable de 3:36 y llegando en 44ª posición, así que por ese lado estoy contento, pero me quedo con algo de rabia, porque creo que podía haber ido un poco mejor de no ser por esos pequeños detalles, pero bueno, hay momentos es los que estas bien y otros como en este caso en los que toca sufrir. Ahora intentar recuperar a la perfección la cadera y el año que viene vendrán nuevos objetivos. 


martes, 6 de diciembre de 2011

XV. Gasteizko Herri Krosa 2011


Una mañana más en esta aventura del deporte. Hoy toca la Herri Krosa de la ciudad, una cita que no hay que perderse. Pese a estar lesionado, hay que intentar correrla, solo un penúltimo esfuerzo y se parara para poder recuperar y que no sea nada grave.
Las pocas ganas de comer la pasta matutina son las mismas de siempre, pero bien sea por lo físico o por lo psicológico, nos hemos acostumbrado a ello y cualquiera lo deja. Son las 10 y  me dirijo a Mendizorrotza para recoger el dorsal, he quedado con David, y ni con los dos hacemos un corredor sin dolores. La cola es bastante larga, estamos 50 minutos para recoger el dorsal y todavía queda gente por cogerlo, esto no había pasado nunca, una mala organización (según mi punto de vista) hace que la salida se tenga que retrasar una media hora, y no es por la gran afluencia de gente que se ha apuntado, que sí que es cierto que hay más gente que otros años.
Hace algo menos frio que en ediciones anteriores, pero aun así el momento de cambiarse no es nada placentero. Me pongo la ropa de faena y a intentar calentar un poco, el cuerpo se ha quedado apelmazado, con lo que se agravan los dolores de la pierna. El calentamiento es de los peores desde hace bastante, 2 carreras 4 estiramientos y a la salida, de repente esta todo las gente en el arco y hay que buscar un hueco. Después de estar unos 10 minutos esperando parece que se deciden a dar la salida. Ya sé que es una carrera popular y que todo el mundo tiene derecho a salir donde quiera, pero parece que no impera el sentido común, yo que no estoy muy atrás a la hora de salir tengo que ir esquivando a muchos chavalillos y gente que se ha colocado delante, no siendo su ritmo el idóneo para estar ahí posicionados, es como si a Gontzal le mandan salir en mitad del pelotón, pues nos comería a todos nosotros.  Es bastante peligroso por las dos partes, los atropellos son involuntarios, pero pueden acarrear accidentes serios, ahí creo que la organización tendría que poner un poco de orden, más que nada como he dicho antes, sentido común.


Salvado el obstáculo de los primeros metros, veo que el grupo de cabeza se va estirando, no están muy lejos, pero es tontería hacer esfuerzo por pillarles.  Primer kilómetro y me encuentro bastante bien, no noto dolores en la pierna y puedo mantener un buen ritmo, a la salida del Prado, sopla algo de viento y dando un pequeño acelerón intento colarme en el grupo de cabeza. Llegado al kilómetro 3 los galgos empiezan a tirar y hasta ahí llego el momento de estar en posiciones de cabeza, veo que se alejan y me quedo con Gil y Zubia, pero este último parece muy fuerte y se aleja sin que pueda hacer nada.


Llegada a los institutos y el cuádriceps de la pierna derecha está excesivamente cargado, es raro porque solo llevamos 4 o 5 kilómetros, pero los pocos entrenamientos que he hecho y cambiar la forma de correr para no lesionarme del todo, son los causantes de este intenso dolor, pero ya solo queda la mitad y hay que tirar como sea (por lo menos engañemos a la cabeza…). Llegada a la zona de las unis, “solo” queda volver a la meta, pica un poco hacia abajo así que a intentar recuperar fuerzas.
Sobre el kilómetro 6 escucho como viene la caballería por detrás, y en la llegada al Prado, me pasan como titanes, me intento quedar con ellos, solo quedan 2 kilómetros y aunque voy con el piloto encendido hace bastante hay que dar lo que queda, si es que queda algo. Entre los que me pasan, veo a Beloki, como ha mejorado en carrera el tío, se nota la mano de Martin. No me separo del grupo, y los ánimos de la gente a falta de 1 kilómetro para meta me dan un poco de energía. A la altura del Estadio, uno de los atletas de delante se retira echándose la mano al glúteo, cuando le paso, veo que es Joseba, una lástima lesionarse a falta de tan poco. La bajada hacia la meta se hace eterna, intento dar el último apretón y a pocos metros de la llegada paso a dos corredores. A la hora de pisar las lonas de meta, se acaba el sufrimiento, no sé ni el tiempo que he hecho, lo único que intento es coger aire y recuperar el aliento que en estos momentos me falta.


Después del avituallamiento (que por cierto algo sólido no estaría de más) llego donde mi hermana que esta con Olatz, la alegría que tiene, choca con los dolores que me empiezan a venirme a mí. Casi no puedo ni andar, pero eso ya lo sabíamos, así que como suelen decir sarna con gusto…. En unos minutos darán la salida a los txikis y me voy con Olatz hacia la salida. De nuevo la organización brilla por su ausencia, desde donde se sale no se oye la megafonía, la gente no sabe en cuál de las carreras tienen que salir los txikis y lo peor de todo, los padres se creen los amos de la pista entrando por cualquier lado y haciendo lo que quieren, con lo que el caos y la aglomeración de gente es aún mayor. Olatz me decía que a ver si corría con ella y en un principio lo iba a hacer (aunque visto como corrió después me hubiese dejado atrás) pero viendo el desorden le comento que corra ella sola y que en la meta le espero. Lo acepta estupendamente, que tía, y ahí está ella a la hora de salir toda preparada. Sale desde atrás y le espero para ver la primera vuelta, al poco tiempo veo que ha pasado a toda la marabunta y ya está de vuelta, increíble, ya tengo que empezar a pensar en un planing especifico, para su entrenamiento, jeje. Finalmente llega a la meta con una sonrisa de oreja a oreja, menuda campeona está hecha (si, se nota que soy su tío…..)

Conclusión, carrera finalizada con un buen tiempo 30:55 y acabando en 17ª posición, pero con un punto negativo, que es que tengo unos dolores tremendos en la pierna izquierda, que habrá que mirar seriamente y que ponen en duda la participación en la media de Vitoria dentro de 2 semanas, lo que está claro es que no voy a correr más hasta esa fecha y si puedo correrla la corro sin entrenar, es una lástima pero es así.

martes, 8 de noviembre de 2011

XII Gasteiz Hiria Herri Lasterketa 2011


Son las 8:30 de la mañana y el silbido del viento sigue sonando, es increíble, parece que no se acaba nunca, llevamos unos días bastante lluviosos y además ayer se le unió el viento, así que las ganas de ir a la carrera son muy bajas. Después de preparar la mochila y repasar para que no se olvide nada, toca la hora de acercarse hasta la calle Dato y comenzar el ritual.
Hay bastante ambiente, a pesar de quedar todavía una hora para el comienzo y eso anima, porque si lo dejamos todo en manos de las condiciones meteorológicas nos volvemos para casa. Hoy íbamos David (otro enganchado mas), Txetxu y yo, que quieras que no, los momentos previos son más amenos.
A falta de unos 40 minutos toca la hora de cambiarse, no hay que caer en el error de otras carreras de casi no calentar, así que acompañados por el frio, cambiamos de indumentaria y salimos a trotar, que hoy más que nunca se agradece para entrar en calor. Todo el centro de Vitoria se va llenando poco a poco de corredores, la verdad que es una carrera que suele atraer a bastante gente y hoy está quedando demostrado. Entre saludos con unos y charletas con otros, se va acercando la hora, dan la señal de los últimos 5 minutos y todos en procesión vamos hacia la línea de salida. Puntual-puntual se da el pistoletazo de salida y ahí vamos todos a ver lo que nos depara el recorrido.
La primera sorpresa, es que parece que va a ser distinto al del año pasado, puesto que no damos las 2 vueltas a la manzana de la otra ocasión (todo un acierto), y después de que el grupo se vaya alargando cogemos dirección de las unis. Hay algo de viento y chispea un poco pero, no es excesivo, así que nos ponemos en fila de a uno, para intentar minimizar el genio del Dios Eolo e intento controlar un poco el ritmo para no pasarme en estos comienzos alocados.
Sobre el kilómetro 2 se van formado grupos y veo que los primeros se alejan a gran velocidad, como esa no es mi guerra, decido engancharme al grupo donde está más o menos el ritmo que quería llevar, veo que esta Iván gil y si puedo seguir el ritmo, creo que no me ira muy mal. Después de callejear un poco, toca la parte más delicada de la carrera, la subida hacia Armentia, las pequeñas ráfagas de viento hace que sea algo incómodo, pero la verdad que la pendiente no me está afectando en exceso. Noto como alguno se va descolgando, y digo noto, porque lo de mirar como que no. Nos quedamos otro y yo (luego miro que es Aitor Zubia) más o menos a la llegada al pueblo, e intento relevar cuando puedo, para que vayamos los 2 algo más cómodos.
El segundo cambio de recorrido llega cuando nos metemos por el parque de Armentia, que incluso tengo que mirar el cartel porque no se hacia dónde me dirijo, parecería que no soy de Vitoria, pero si digo la verdad no me suena haber estado por ese parque, jeje. La salida de la zona de barro nos lleva hacia el santo, llega una gran bajada donde poder recuperar un poco y así afrontar los últimos 3 kilómetros. Veo cómo vamos alcanzando a uno de los de delante y ya al meternos en la zona del prado contactamos con él, le doy ánimos, y veo que se engancha a nosotros. Me veo con fuerzas, no es que este al 100% pero voy con buena zancada y la caja responde, se notan los pequeños cambios de relevo que hemos efectuado.
Con los aplausos de la gente que se ha acercado a ver la carrera, llegamos los 3 a los últimos 2 kilómetros, quedan unos callejeos por las calles adyacentes a Dato, en los que intento un pequeño cambio de ritmo, pero el viento pega de cara y es difícil, aun así, en breve entramos en la recta de meta, unos 200 o 300 metros para dar todo lo que queda. Mucha gente mucho ambiente, así da gusto correr, unos metros antes de entrar en meta me pasa como una exhalación, el compañero que habíamos alcanzado en la zona del prado, yo voy a todo lo que doy,  así que me pasa y llego en su mismo tiempo. En la llegada me saludo con el corredor con el que he estado casi toda la carrera, en el último cambio de ritmo le he dejado un poco y he entrado un pelín antes, la verdad que cojundo el tío, comentamos un poco la carrera y muy majo la verdad.
Me comentan que al final el 12º, bastante bien y lo más importante es que he llevado un ritmo de 3:28, así que me quedo muy-muy contento con el tiempo. Ahora llega la hora de ponerse algo de ropa porque el frio que no he notado corriendo, se nota empieza a notar ahora. La variación del recorrido ha sido positiva, es más bonito. Un 10 a la gente que ha corrido a pesar del mal tiempo y un 11 a todos los que han ido a apoyar y animar en cualquier punto del recorrido.


miércoles, 5 de octubre de 2011

XXIX MEDIA MARATON DE MIRANDA

La mañana comenzó algo más fría de lo habitual, hoy tocaba ir hacia Miranda para competir en una media maratón. Como no había podido engañar a nadie para que fuese conmigo, pues después de desayunar, hacer la bolsa y a por una competición más.
Llegue, aparqué el coche y me fui directo a por el dorsal, a falta de una hora para el comienzo ya se veía bastante ambiente por los alrededores, eso está bien, cuando no sabes exactamente donde tienes que ir, que la marea te hace llegar. Iba con bastante tiempo y como hacia algo de frio decidí cambiarme un poco más tarde para estar lo menos posible de corto.
El calentamiento previo fue muy-muy escaso (cosa que habrá que cambiar para las próximas) cuatro carreras para un lado, cuatro estiramientos mal hechos y hacia la línea de salida. Rondábamos los 600 participantes, puesto que a parte de la media, se corría una carrera popular dentro de esta de unos 7 kilómetros. Después de unos 10 minutos se da el pistoletazo de salida, se sale como aviones y con la inercia, voy algo más rápido de lo que debería. La idea era hacer entre 3:40 o 3:50 el kilómetro, y en el primer Km pase a 3:24 (ya llegarían las consecuencias). Dejo algo de margen con los de delante e intento ir algo más despacio, puesto que el ritmo de estos primeros no me conviene para nada y quedan 20 Km todavía.


Me quedo en tierra de nadie muy temprano, los delante van como motos y no quiero que me pillen los de detrás, no pasa nadie con mi ritmo y a partir del 6 empieza el infierno. Aunque parezca una tontería el ir con alguien de un ritmo similar es beneficioso, siempre que no sea muy superior al que llevas, pero en esta ocasión solo y a tirar se ha dicho. En cuanto te sales del centro, hay muy poca gente, lo que aún empeora todavía un poco más. A unos 2 kilómetros de acabar la primera vuelta (había que dar 3 al circuito) han puesto un equipo de música que escucho a lo lejos…..”Saca el whyski cheli para el personal y vamos a hacer un guateque…..”  Madre mía, así que ya tenía objetivo para las siguientes vueltas…… a ver que ponían la siguiente vez.
El paso por meta muy bonito, con bastante gente animando y dando su apoyo. Las piernas estaban muy pesadas, joder, 2 vueltas todavía, no conseguía mantener un buen ritmo y las sensaciones no eran muy buenas. Miraba el pulsómetro y de caja iba muy bien, sobre las 150 ppm pero las piernas decían que no, un choque de situaciones bastante desmotivante, un dato te dice que vas ok y el otro que no, así que toca sacar lo mejor que se tenga en ese momento para salvar la situación. El avituallamiento tampoco ayudaba mucho, si había agua, pero se echaban de menos las naranjicas de la media de Vitoria.
Se acercaba de nuevo el punto musical de la jornada, que nos depara esta vez……”Danza kuduro…la mano arriba, cintura sola, da media………” No si la cancioncita está bien, pero estaba yo como para levantar la mano, jeje. Llegada a la segunda vuelta se empiezan a ver a lo lejos doblados,  me doy cuenta de que solo me queda una vuelta y no estoy muy bien de piernas, no quiero ni pensar como lo están pasando ellos y al pasarles pienso que ole por ellos, cada uno a su ritmo pero el mérito no se lo va a quitar nadie, a que si Diego.


En algunos kilómetros me encuentro con una buena zancada, así que intento aprovechar para no bajar demasiado el ritmo, por lo menos hasta que vuelta a venir el bajón. Ya va quedando menos, las curvas se hacen imposibles y las rectas no más bonitas, yo creo que ya había que buscarle pegas a todo. Último paso por la discoteque, esta vez esta Maná, que si donde estas mi amor, que si no sé qué, así que eso ayuda a marchar de allí cuanto antes, eje.
Y así llego a la parte final de la carrera, lo que parecía muy lejano se está acercando, a menos de 1000 metros me pasa uno, pero ni amago en seguirle, solo quiero pasar por entre la gente, y llegar al arco de llegada. Al final llego en 15ª posición, que aunque un  buen puesto, me quedo con un poco de cosa, porque creía que podía haber hecho un poco menos de tiempo (1:19:34) si hubiese sabido regular, pero bueno, para las próximas esperemos aprender.
Al finalizar veo que hay masaje y como no hay mucha gente, decido quedarme (aunque hasta que me cogieron tardaron un poco).  Eso sí, no era un masaje como los de otras veces, era mediante un maquina (abalada por el atleta Chema Martínez) decían que era para recuperar mejor, y le daremos un margen de confianza, porque los isquios a última hora de la noche no estaban tan cargados.
Y lo que es la paradoja del deporte, mientras lo estas practicando y a los pocos kilómetros, el sufrimiento llega, y piensas en quien narices te mandará hacer estas cosas para sufrir de esta manera, y después de cruzar meta, recuperar algo de fuerzas, ya estas pensando en cual será el siguiente reto, y así en forma de bucle, espero que esto no termine.


miércoles, 28 de septiembre de 2011

URDUÑA HIRIA HERRI KROSSA 2011

No se podía faltar a esta cita, que desde hace 3 años venia corriendo, la verdad que tiene todos los adjetivos que busco en una carrera, cerca, barata y bien organizada.
Daban buena temperatura para el fin de semana y eso aunque no es muy bueno para la correr, sí que lo es para que la gente se anime a venir y apoye. Llevaba 2 semanas sin poder correr a causa de un dolor molesto en los ligamentos del tobillo, y no quería forzar entrenado, así que la cosa era llegar allí y correr sin saber cómo estaba. Llegamos al pueblo y después de aparcar el coche fuimos a por los dorsales. En esta ocasión había ido mi hermana y le comente la posibilidad de que la sobri corriera, y la peque como loca, así que cogió dorsal y se dirigió a la línea de meta. Solo tenían que correr 600 metros, pero es muy bonito ver a los chavalillos tan ilusionados por correr con poco más de 5 años. 


Después de las dos carreras que hubo para los peques, llegaba la hora de ir a calentar un poco, era la hora en la que vería el estado del tobillo, empiezo trotando con bastante miedo y a los pocos minutos veo que los pinchazos siguen ahí, soy de los que piensa que la cabeza hace mucho en estas cosas, pero ya veía que se iba a poner complicada la carrera, así que poco calentamiento y que le vamos a hacer.
Al no haber muchísima gente (aunque luego comentaron que había sido el año que más participación había habido) la salida no iba a ser muy complicada. Así que pistoletazo y a correr. La verdad que no noto nada en el pie, y corro bastante bien, bueno una cosa menos en lo que pensar de momento. La primera vuelta a la plaza intento colocarme entre los primeros, para no tener que sufrir para pillarles. Al kilómetro ya se estaba formando algo de grupo, pero vamos por imaginación, porque eso de mirar para atrás no lo suelo hacer (bastante tengo yo con lo mío). Llevamos un ritmo bastante fuerte, pero las pulsaciones no se me disparan así que intento seguirles. Los kilómetros van pasando y el sol empieza a pegar con fuerza, pero es para todos lo mismo. Hay pequeños tirones de los de adelante, cambiando mínimamente el ritmo, pero veo que siguiendo mi ritmo les tengo ahí, así que a seguir. 


De repente sobre el kilómetro 4 hay una bajada bastante notable del ritmo, nos agrupamos mucho y los de delante parece que están estudiando la situación, así que mira, ni tan mal para poder coger un poco de aire. El tobillo ni me molesta, he tenido un par de amagos pero nada de nada, mejor.  Después de 1 Km entramos de nuevo en el pueblo y ya empieza a saltar la gente, yo me mantengo constante, todavía queda la mitad de carrera y queda la parte más dura. Al botellín de agua del avituallamiento no le puedo ni echar un sorbo, así que me lo echo por encima para refrigerar, parece una tontería, pero después de recuperar la respiración se nota mejoría.
Ya en la segunda parte de la carrera, que discurre por la zona de pabellones me junto con otro atleta, y como vamos muy parecidos, el objetico está claro, llegar con el e intentar que no nos adelanten. A falta de Km y medio veo que tengo algo de fuerzas todavía, escasas, pero incremento un poco el ritmo a ver si le puedo dejar un poco atrás. Por lo que oigo, sus zancadas están cada vez más lejos y creo que podré llegar delante de él. Ultimas curvas por el pueblo y llegada a la plaza, mucha gente, muchos peques chocando la mano, y al fondo el arco, ya está acabado.


Entro en la meta pero no sé cómo he quedado, hay premio hasta el 15 y eso creo que sí que lo he conseguido, pero exactamente no sabía cuántos estaban por delante. Al final me comentan que he llegado en la octava posición, así que 50 €urillos para la saca, así da gusto ir a correr.


martes, 23 de agosto de 2011

VIII Legua Nocturna Santa Maria del Paramo


Todo comenzó una noche hace una semana en las fiestas de La Bañeza (pueblo de un amigo), con esa presentación está casi todo dicho. Llegó uno diciendo, que el finde que viene había una carrerilla en el pueblo de al lado que si nos apuntábamos (que por cierto era gratis, a ver si aprenden en algunos sitios de por aquí), que si no se que….ya se sabe cómo acaban estas cosas. Y la verdad que como coincidía con el fin de semana de las motos en La Bañeza pues podía ser una excusa buena para volver al cabo de unos días por esos lares.
Así que tenía que llegar todavía a Vitoria, empezar a hacer un poco de algo, para tener las menos agujetas posibles para dicho día, puesto que después de 15 días sin hacer nada, la verdad que la cosa estaba complicada, y si se va a una carrera por lo menos se intenta no hacer mucho el ridículo…
Pues llegó el viernes, la carrera era el sábado por la noche. Se trataba de recorrer una legua, si así me quede yo cuando me lo dijeron, pues resulta que son 5.572 metros, de esas que no dejan tiempo a respirar, no estoy acostumbrado a hacer esas distancias tan cortas, y que en la mayoría de los casos son muy jodidas.
El sábado fue el único día que comí algo de pasta, por lo menos engañar a la cabeza, que nunca viene de más, y eso de estar de poteo y con los pintxitos…….pero bueno el caso era pasar un buen rato. Estuvimos un poco en La Bañeza con las moticos y tocaba salir hacia el pueblo para ir a recoger los dorsales.


 La verdad que había muy buen ambiente  y estaba todo bastante bien organizado, se veía a mucho pro por ahí calentando, vamos lo de siempre, y a pesar de ser popular había nivelillo.
Llegaba la hora de la salida, como no había hecho casi nada estos días atrás la táctica era clara, salir hasta petar y luego sufrir para llegar, no había tiempo para adaptarse a la distancia, así que pistoletazo y como si fuese un encierro, todos como locos. Me coloco con los primeros, veo que van de la os, con un ritmo impresionante, el primero se escapa a los 500m y me quedo con el segundo y tercero. La verdad que voy bastante acelerado, pero la táctica es la táctica, jeje, me da por mirar el pulsometro en el primer Km y ya paso de las 170ppm cosa que no suele ser normal.


Alrededor del kilómetro 2,5 noto como algo me toca el hombro y al girarme me saluda un tipo muy majo, si si, el señor del mazo ha llegado, y queda algo más de la mitad de la carrera, madre mía y yo que pensaba que tardaría algo más. A partir de entonces, velocidad de crucero y esperando con ansia cada cartel con la indicación del kilómetro que vamos, encima la carrera discurre por la periferia del pueblo con todo oscuro y  casi sin gente que te pueda animar un poco. Veo que me van pasando algunos, pero ni amago en intentar seguir con ellos, porque hoy no es el día. Veo el cartel del 4 y se va oyendo algo de ruido a lo lejos, bueno parece que estamos cerca del pueblo.
Los últimos 300m se hacen por la pista de atletismo del pueblo y justo antes de entrar oigo que animan los amigos del pueblo, si los oigo, porque lo que es verlos, con lo oscuro que esta y lo jodido que voy pues como que no. A falta de 1Km más o menos ya he estabilizado el ritmo e incluso he podido acelerarlo un poco y ya la entrada a la pista hace el resto, porque el ambiente es bastante bonito y hay que gastar lo poco que queda, que ser adelantado al final como que no gusta.


Al final una muy buena 15ª posición con un tiempo de 18:43, que para lo que había estado haciendo este verano de playita, fiesta y demás no está nada mal.


sábado, 2 de julio de 2011

III Triatlon Deba-Itziar Extreme 2011


Todavía estoy intentado buscar calificativo para esta carrera, porque lo de dura se me ha quedado corto.
El día comenzó bastante raro, no tenía la misma sensación de ir a una carrera como en otras ocasiones, no estaba muy motivado, aunque esperaba que cuando llegase a Deba y con el ambiente eso cambiaria. La mañana empieza con mucho sol y por lo que parecía iba a ser bastante calurosa, así que desde primera hora de la mañana intente hidratarme bastante.
Lo peor de la llegada era encontrar aparcamiento en el pueblo, y por suerte encontramos un sitio, donde aparco mi hermana y yo me fui a la zona reservada, que aunque estuviera lejos, era sitio seguro para aparcar y no dar vueltas a lo bobo. Antes de ir hacia allí y como estaba al lado de los box, fui a por el dorsal, y una cosa menos de la que me tenía que preocupar. El coche quedo bastante lejos y tocaba cargar con la bici y la bolsa hasta el pueblo. Dicho camino era parte del recorrido de correr y solo de verlo ya me estaba acojonando, que si cuestas, que si campo, que si escaleras…..
Aun después de meter las cosas en el box y ponerme el neopreno, seguía sin sensación de carrera,  no se era algo extraño. Uno de los organizadores me comento “que, buen día verdad?” y le dije “si, para estar en la playa”, y era bien cierto porque rondarían los 26 grados. Calenté bastante brazos por medio de los bañistas, que por cierto estaba lleno. Después de la salida de las tías, todavía estuve algo más de rato en el agua, porque la espera en línea de salida se hace muy aburrida. Había pensado salir por la parte izquierda y evitar aglomeraciones, pero cuando fui a la línea de salida nada más entrar por la parte derecha, vi un hueco adelante y me quede allí. Parecía buen sitio, la boya al fondo y no muy escorado.



Después de breves indicaciones de cómo era el recorrido, pegaron el bocinazo, esta vez, aprovechando que estaba adelante, intente llegar al agua de los primeros y después de unos saltos empecé a nadar. No recibía ningún golpe y las aglomeraciones no estaban cerca, se notaba que había algunos menos triatletas que en otras ocasiones. Levantaba la cabeza para ver si iba bien hacia la 1ª boya, pero casi ni la veía de lo lejos que estaba, así que me dedique a seguir a los que me precedían e intentaba aprovechar los rebufos. Me encontraba bastante bien nadando, no había recibido apenas golpes e incluso veía que adelantaba a gente, con lo que me animaba bastante. La boya se iba viendo cada vez más grande, y la llegada aunque nos juntamos algunos nadadores no fue muy accidentada, con lo que cambio de dirección y a por la otra cosa pequeña naranja que se ve al fondo. Después de llegar a la 2ª boya toca poner camino hacia la playa, veo que hay un nadador cerca de mí un poco por delante e intento seguir sus pies, pero la falta de experiencia, hace que me vaya de un lado para otro y tenga la sensación de que no estoy nadando recto, así que vuelvo a centrarme en seguir como antes y si coincido en su trayectoria pues de lujo. La verdad que fue de las mejores nataciones que he hecho este año, a mi ritmo y sin muchos golpes.
Por fin llegamos a la playa y nada más salir intento bajarme la cremallera, cosa que no consigo, porque no encuentro el agarre, me cuesta más de lo imaginado pero como había bastante camino hasta el box consigo bajarla antes de llegar a por la bici. 



Hay bastante espacio y encuentro la bici bastante rápido, pero el maldito neopreno parece que hoy tiene el día tonto y no quiere salir.
La salida a la carretera es bastante tranquila y veo que voy cogiéndole el truquillo a lo de montarme a la carrera,  no empieza muy fuerte, así que intento recuperar el aliento y abrocharme la zapatillas con tranquilidad. Pero todo lo bueno se acaba y sobre los 6 kilómetros empieza el baile, viene un grupeto de unos 10 ciclistas y me quedo con ellos, con la intención de aguantarles….iluso de mí. En las primeras cuestas empiezan a poner un ritmo impresionante y me digo, “si los sigues, petas”. 



Hay más de uno que se queda descolgado también del grupo y las cuestas son horribles, plato pequeño, piñón grande y a subir como se pueda. Aun así me estaban quemando las piernas, ya no sabía qué hacer, “pero si voy con lo mínimo”, así que a tirar de cabeza e intentar seguir como sea. Algún que otro compañero se le oye jurar en hebreo por lo mismo, y yo pensando, si solo es el principio, madre mía. Con mucho sacrificio llego a la parte de arriba, veo el cartel del nombre del puerto  “Calvario” (2ª Categoria), no si el nombre le va que ni pintado. En las bajadas solo intento recuperar, porque es inútil que me ponga a tirar para pillar a los de adelante, si en breve va a venir otro puerto. Eso si los frenos se tienen que estar poniendo al rojo vivo, porque pegamos unas frenadas de impresión. Así transcurren otros 2 puertos de 3ª categoría, aprovechando los falsos llanos para descansar piernas y continuar. En el último puerto me alcanza un grupeto y la bajada hasta Deba la hacemos juntos.
Llega la última transición, al dejar la bici y ponerme las zapatillas noto que los cuádriceps están cargadísimos, aunque espero que a medida que vaya cogiendo ritmo se me vaya pasando, que ingenuo. Y así llegamos a la yincana de la carrera, 10 Km de solazo, cuestas, escaleras y tierra, vamos un poco de todo. Los cuádriceps parecen que me van a estallar, el dolor no se me quita y cada paso es un infierno, ni aun cambiando la forma de correr consigo que se me pase un poco, como siga así incluso pienso en la retirada, pero bueno ese es el último recurso. La forma de correr, es casi arrastrando los pies, nada de las carreras con soltura de otras veces, lo único que me reconforta es que no me adelanta nadie y por lo menos yo voy adelantando a algún que otro corredor, esta vez no muchos, pero hoy más que nunca el objetivo es llegar.
Hay que dar 2 vueltas al circuito, y la gente que ha venido a vernos anima bastante, eso como siempre he dicho es de agradecer, da un puntito de energía extra. Van pasando los Km 6, 7, 8 ,9 en el último kilómetro ya no hay ni repechos ni escaleras ni nada que se le parezca, y viendo que tengo posibilidades de alcanzar a algún triatleta más, intento correr un poco más suelto. La verdad es que es el mejor kilometro que hago, solo queda chocar la mano a mi sobri (que menos mal que la vi a la pobre) y pasar línea de meta. 



Llego con las piernas destrozadas, pero con una alegría impresionante por haberlo acabado. Hoy sí que echo en falta unos masajistas, intento estirar un poco mientras recupero con bebidas y naranjas, pero me es casi imposible, se me están subiendo todos los músculos al mínimo movimiento.
Por ultimo voy a mirar el cartel de los premiados para ver si me había tocado algo, y cuál es mi sorpresa cuando veo mi numero en el premio de una comida en un restaurante de Deba. Madre mía, por fin me toca algo, jeje.
Y así fue la aventura de finalizando en 43º posicion y probablemente el ultimo triatlón de la temporada (a no ser que en verano vea alguno por ahí que me motive), ahora semana de recuperación de piernas más que nunca y después de agosto a empezar a pensar en las carreras populares de siempre. 


sábado, 18 de junio de 2011

Triatlon Lekeitio 2011


Nueva aventura de fin de semana de triatlón, las previsiones no eran muy buenas porque daban día nublado, pero al final quedó un día bastante bueno con una temperatura de unos 22° y sol.

Al llegar a Lekeitio había mucho ambiente por el pueblo y gente por todos los lados, lo primero era ir a por el dorsal, después de eso unos momentos de tranquilidad antes de entrar al box. Parece una especie de ritual lo de meter la bici y dejar las cosas ordenadas para las transiciones, se intenta dejar lo mejor posible pero siempre parece que hay una mejor manera. Tanto es así, que después de haber salido a última hora tengo que volver a entrar para dejar las gafas en el casco, que se me habían olvidado.

Al ir a ponerme neopreno veo que a mi derecha hay australianos, menudo nivel, me digo yo. Mientras nos dirigimos hacia la playa se ven unas olas bastante grandes, lo cual me hace presagiar un sector de natación bastante complicado. Después de salir las chicas, nos dirigimos hacia la salida. Es bastante aburrido tener que esperar unos 15-20 minutos antes de salir, pero los jueces mandan. La salida complicada, un sitio bastante estrecho y mucha gente, cada uno a buscar el sitio que podía, así que entre las olas y los golpes, un infierno. Nunca había nadado en mar en esas condiciones, era un sube y baja constante rodeado de gente. Hasta casi alcanzar la segunda boya no nado más o menos a gusto, y con los brazos bastante cansados, así que sólo intentó llegar a tierra de la mejor manera posible.



En la salida mucho tumulto, la gente animando y con el desconcierto solo oyes ruido, encima hay que deshacerse del neopreno. Encuentro la bici bastante bien y cuando ya voy a salir me doy cuenta de que no me puesto el dorsal, una breve parada y listo. La gente sale muy rápido por todos los lados e incluso a la hora de subir a la bici casi hay un accidente delante mío. Los primeros momentos entre los adoquines del suelo y que no me había abrochado las zapatillas es algo incómodo así que se agradece la llegada al asfalto. Empieza picando un poco hacia arriba y las piernas se resienten pero no lo llevó mal. Al ir avanzando el sector empiezan las buenas pendientes y a las piernas parece que no les llegan energía, por lo tanto aunque vaya  más lento cojo ritmo e intento subir lo mejor posible, vamos lo de siempre, jeje. Las bajadas son bastante rápidas pero se añadía el riesgo de los coches y hubo algún que otro susto. Al llegar abajo media vuelta y otra vez para arriba. En las orillas se iba viendo a corredores parados con la bici, algún que otro pinchazo ya hubo.



La baja fue bastante rápida y en esas circunstancias no merece la pena tirar hacia adelante, puesto que no te vas a escapar del grupo y así reservas piernas. Se acerca el pueblo y toca la última transición. Bajo bastante bien de la bici y de nuevo el ánimo de la gente se hace notar. Me calzo los zapatillas y a correr ha dicho. 



Me habían avisado que la mitad de la carrera era cuesta arriba, pero no esperaba que fuese tan dura. De todas formas y como es costumbre veo que voy adelantando gente y eso me motiva un poco más. Deseando llegar arriba doy la vuelta y aunque parezca mentira la bajada no es tan bonita como cuando vas en bici, no puedes pararte y dejarte llevar. Pero bueno ya sólo quedan 2 km y medio y una más hecha.

La llegada como llevo diciendo en toda la crónica, espectacular de ambiente, un último obstáculo antes de llegar a meta (a quien se le ocurrió poner estas escaleras) y el sufrimiento termina en satisfacción. Cuando llegas ves a todos los triatletas que han llegado y los que están llegando, qué sensación, indescriptible. Dialogas con algunos que conoces e intercambiáis experiencias.



Al final posición 68º, una carrera bastante dura pero con una gran recompensa moral.