miércoles, 6 de noviembre de 2013

Gasteiz Hiria XIV Herri Lasterketa 2013

Después de unos días con bastante viento por esta zona alavesa, lo primero que he hecho al levantarme, es ir a mirar por la ventanuca, por suerte el movimiento vaivenoso de los arboles es nulo, lo que significa, unido a la fresca temperatura, que no va a ser un mal día de carrera.
Van entrando las cosas en su respectivo orden a la mochila y en un plis ya estoy dirigiéndome a por el acompañante. Un par de vueltas para encontrar aparcamiento por las cercanías y nos dirigimos a por el chip a la salida (están destruyendo el mítico chip amarillo… más negocio? Prefiero no pensarlo). Ahora es cuando va comenzando lo bonito de esto, amistades deportivas que nos vamos saludando por todos los lados y eso que todavía no hemos empezado a calentar, es el añadido que tiene el correr en la ciudad.
Poco a poco toca ir mentalizándose para la carrera, el pantaca corto ya está enfundado y comienza el calentamiento. Suaves trotes de corredores invaden la zona céntrica Vitoriana, a cada minuto la densidad aumenta. Calentamiento completado, con todas sus fases bien ejecutadas y las últimas conversaciones llenan los minutos previos a la salida.

Foto Ehkirola
Me coloco a la izquierda de la salida, en el primer sitio que he encontrado y ahí espero hasta que después de algunos momentos de confusión para ver como daban la salida, suena el pistoletazo de salida.
La primera curva está muy cerca, justo al lado contrario del que me he situado y tengo que salir de ese embotellamiento, con alguna dificultad esquivo a algunos y ya en la nueva calle consigo correr con soltura, aunque con precaución por el mal estado de algunas baldosas. Después del primer obstáculo toca decidir qué hacer, hay gente muy muy rápida que ya está estirando la carrera, esos son de otro nivel para poder seguirles, con lo que intento que no se me vayan en exceso. En esto que uno de los de adelante se para, se mira algo de la zapatilla, se queda un rato ahí, más tarde me pasa, llega a cabeza de carrera y se pone a mirar casi girado por completo hacia atrás, va sobrado no, sobradísimo (seria el que al final ganó).  

Foto Ido
El callejeo inicial, hace que en ocasiones me una al grupo cabecero y vaya haciendo la goma, hasta que llegan las largas rectas y me voy quedando atrás en el kilómetro 2.
El objetivo ahora es recuperar fuerzas y cuando me pille el segundo grupo intentar engancharme a ellos. En el tercer Km ya me noto algo raro, las piernas me empiezan a doler y voy como sin fuerzas, la cabeza empieza calcular, y me dice que todavía queda la subida hasta Armentia, me parece que lo voy a pasar mal. Comienza una lucha entre lo que quiero hacer y lo que realmente puedo hacer, así que comienza el sufrimiento. Es en la ascensión, cuando me alcanza el otro grupo, formado por unos 5 o así, la verdad que demasiado tengo yo con lo mío como para contar ;). Pasa Davitxo, me saluda, va como un tiro e intento mantenerme unido a ellos. No lo estoy pasando nada bien, pero llego con ellos hasta la entrada del bosque. Ni siquiera en la bajada por los senderos consigo recuperar, me cuesta respirar y a duras penas llego al santo, con los cuádriceps hechos polvo.

Foto 42.195
Llega la bajada que los días de entrenamiento  hago con soltura, hoy no va a ser un día de esos. En mi cabeza sólo queda la satisfacción de ir descontando kilómetros, ya he pasado el ecuador y calculo los minutos que me quedan. Pasada por el Prado y ánimos de la gente que hace que me esfuerce un poco más, llegada a la recta de los institutos, gasto todo lo que queda en recorrer este último kilómetro de la forma más digna posible, el oír que me estoy alejando de un corredor que me acompañaba, me hace sentir un poco en carrera. Cartel de 500m, solo quedan un par de curvas, y ya se vislumbra el arco de meta, miro por inercia en la último giro a ver quien viene, y me relajo al ver que está lejos.  

Foto Rakel
Llega el final de una carrera que se me ha hecho una de las más duras de la temporada, con un tiempo de 34:34 y entrando en 15ª posición.


Las piernas me duelen una barbaridad y entre felicitaciones a unos y a otros consigo recuperar el aliento al cabo de unos minutos. La verdad que no he disfrutado casi ninguno de los 10 Km, cuidado, que no quiero decir que este enfado ni nada de eso, las competiciones son así y por suerte, analizando ya se lo que me ha pasado en esta. Así que nada, una más para la buchaca.



Por ultimo decir, que hoy he querido correr con la camiseta de una persona que no lo está pasando nada bien, por diferentes circunstancias físicas, así que me apetecía darle este pequeño homenaje y decir, que “no todo está en lo que hemos hecho, sino en lo que nos queda por hacer” animo Divad.