miércoles, 20 de diciembre de 2017

40. Media Maratón Vitoria Gasteiz 2017

Se acaba el año y llega una de las carreras de casa que de momento sigue sin excederse en las inscripciones. Después de unas semanas frías y lluviosas, parece que el domingo no va a ser muy diferente, aunque  yo pienso..."pues como casi todos los años no? jejeje". A ultima hora la compañera de fatigas tiene que renunciar a la media y me dirijo con la bici con una horita de adelanto. Lo primero al aparcar, ir a pillar una taquilla, que luego con el tumulto se venden caras y después como todavía es pronto, me doy una vueltilla por los alrededores para ver el ambiente.
El frío ya se empieza a notar en el cuerpo y a falta de 30 min me meto al vestuario a cambiarme. Los comentarios, los nervios de algunos y las gracias de otros son dignos de un libro de anécdotas. Para comenzar a espabilar comienzo con el calentamiento "made in Serra" despacito pero seguro y voy saludando a algun conocido con el que me cruzo. Las aceras cada vez mas llenas de intrépidos corredores y el cielo que parece que nos esta respetando. Después del primer calentamiento y viendo la cercanía de la salida me dirijo a dejar la sudadera. Después de los últimos trotes me voy hacia el arco como toda la marea de corredores y espero el pistoletazo de salida.
Unos minutos de demora y empieza esta larga aventura recorriendo las calles de la ciudad. El disparo empieza a desperdigar a la gente y salimos buscando un buen hueco para estos primeros metros. La bifurcación de la rotonda genera un poco de malestar porque la gente se tira hacia la derecha esté donde esté, por suerte un pequeño grupo seguimos por la izquierda dividiendo el pelotón. Al unirnos se ve a dos corredores destacados y otro grupeto un poco más retrasado, es el momento de la decisión. De los conocidos veo a Rodriguez y sin pensármelo 2 veces decido que este año me arriesgo un poco mas. Primer km 3:04 se me esta yendo la cabeza, espero que se estabilice mas adelante. El segundo kilómetro tampoco tiene nada que envidiar al primero, por suerte a partir de éste empieza a "calmarse" la cosa.

Foto Aita
Estoy en el segundo grupo con gente como Urko, Marc, Lucena....de momento estamos apelotonados y no voy muy mal a pesar de ir revolucionado. Llegamos al km 5 con buenas sensaciones, el paso por el puente crea un bullicio de personas animando a tope. La pequeña subidita me sube las pulsaciones, pero llegamos a la curva de para encarar Mendi juntos. A partir de aquí parece que los buenos se empiezan a aburrir y cambian el ritmo, ahora si que lo tengo claro, me quedo donde estoy junto con Iban y David, por lo menos no me he quedado solo. Recorremos la larga recta hasta llegar a Adurza y nos dirigimos a la zona que mas me gusta de esta carrera, la calle los Herran es de esos sitios que los corredores agradecen por su ligera pendiente negativa.
Mitad de carrera y primer avituallamiento, si unos llegan donde llegan por el Salbutamol, Efedrina....yo doy gracias a esta carrera por poner mi doping preferido, la naranjina y de la que alargo el brazo agarro un pedazo y para dentro. La pequeña subida hacia la calle Francia este año parece que no me ha costado tanto y aprovecho el tirón para dar un relevo a David que esta llevando la batuta del grupo la mayor parte del tiempo. Por delante algunos corredores se han descolgado, pero a pesar de tenerlos a la vista no conseguimos recortar mucho. Seguimos con ritmo vivo y llegamos a La Florida, que nos lleva de nuevo a la Avenida, aquí es donde mas gentio se congrega y los animos hacen poner los pelos de punta y apretar un poco mas los dientes si es que eso es posible a estas alturas.
A la llegada al Km 16 empieza la pesadez de piernas, bueno era algo que ya me esperaba y a partir de aquí llega el sufrimiento. Por Manuel Iradier se me empieza a escapar el dueto con el que he compartido todo el trayecto, las piernas me duelen y a pesar de no estar muy mal de caja noto que no puedo ir mas rápido.

Foto Amari Erretratua
La larga recta me deja unos metros por detrás, pero inexplicablemente vuelvo a enlazar con ellos en el puente San Cristobal que tanto daño hace. Aun así, es simplemente un espejismo, porque en la bajada se vuelven de nuevo a ir y aquí es donde comienzan los últimos 4 Km de agonía. Por suerte esta zona ya es una vieja amiga y confío en engañar un poco a la mente.
En mi cabeza voy restando los metros, llego al 18 con los ánimos de Llanos y de mi aita, el cartel de los 19 me mete de lleno en Fray Francisco, veo a la gente por delante que también esta dando lo ultimo que tiene para este tramo final. Llego a la curva del año pasado donde me caí,  por lo que la tomo con suma delicadeza casi parándome pero sin besar el suelo. Al levantar la cabeza veo que viene el séptimo de caballería con Bravo a la cabeza, me parece que poco voy a poder hacer para evitar ser alcanzado, pero aun así no me doy por vencido y encaro la recta del estadio con los aplausos de la gente.

Foto Rakel
Me pasa Gutierrez, intento seguirle pero me duran las fuerzas 5 segundos, vuelvo a mi ritmo de supervivencia. Giramos para ir cuesta abajo hacia el parking de Mendi, me pasa Bravo le animo y de nuevo intento seguirle. Gracias al gradiente negativo del terreno puedo mantenerle cerca y cuando giramos en la curva, creo que por la inercia que llevo, consigo pasarle de nuevo, este año creo que podré entrar con él.
Ya solo queda la recta, con el arco al fondo, es ir echando el resto para llegar hasta ella. No soy de objetivos, ni tiempos prefijados, no miro el marcador de llegada, solo recorro esos últimos metros con la soltura que me dejan las piernas y cruzo la linea de meta.

Foto Jose Cruz
El tiempo se para en 1:12:24, se acaba la batalla, respiro todo el aire posible y me quedo con las manos en las rodillas un buen rato hasta que me encuentro en condiciones de seguir. Saludo a los galgos de delante y charlo con las gente que va entrando. Me voy hacia donde David y le agradezco el que haya llevado el peso de la carrera, sin él seguro que no hubiese podido llegar en esta 16ª posición.


Como marca la tradición y ya van unos años, me dirijo al polideportivo y me tumbo en la camilla. Cuando me reincorporo, el recinto se ha llenado de personas, hay gente que solo veo en estos eventos, pero que gusto dar poder charlar un poco con ellas.