lunes, 19 de diciembre de 2022

44 Media Maratón Vitoria 2022

Últimos momentos para finalizar este año 22 y llega La Media, muchos años han pasado desde aquel 2008 donde empezamos a correrla con los despidos de Cegasa por bandera. El día anterior vamos a por los dorsales, dando un paseo por la gélida ciudad hasta los campos de Mendi. Cada año que pasa los recortes se hacen notar y este año la entrega del dorsal es lo más “cutre” que he vivido para una carrera de estas características, ya no solo por la “polémica” de no dar camiseta, sino porque ha sido ir allí y recoger el trozo de papel con el numero para la carrera y para casa, ni una bolsa, ni un detalle, no sé, me ha parecido algo triste.

La noche precarrera tranquila, por la mañana a preparar los últimos detalles y para los aparcamientos de mendizabala. Allí están esperando los familiares, mas tempraneros que yo, que se apuntan a todas estas aventuras. La suerte de jugar en casa y después de tantos años es que ya sabes como organizarte el panorama, así que exprimo todos los minutos que puedo para que cuando empiece a rodar la bola no tenga que pararse.

Me voy con la calma a los vestuarios (con la gente como de costumbre cambiándose en las taquillas) me pongo lo poco que me queda y guardo las cosas en la taquilla. Cuando comienzo a trotar me acuerdo que se me ha olvidado una cosa y tengo que volver sobre mis pasos a por ella. Se me están escapando los minutos, condenso el corto calentamiento lo mejor que puedo y antes de ir a línea de salida dejo la sudadera en el armario para dar los últimos trotes.

Este año la salida esta al lado del polideportivo y no hay que ir hasta arriba, nos recortan los metros de bajada, que yo creo que es hasta bueno para no envalentonarse demasiado y sobre todo porque los ánimos de la gente se agrupan en un mismo lugar más cercano. Busco un hueco detrás de los federados y espero el pistoletazo de salida.

Con el humo de la pistola me intento abrir hueco mientras bajamos como todos los años como pollos... aunque esta vez con un poco más de cabeza. En la rotonda ya estoy bien situado y empiezo a ver como se estira la cosa. Veo a Gontzal y me quedo cerquita de él, sabiendo que tiene mas velocidad que yo, me parece una buena rueda para seguir. 

Foto Rakel

En la avenida y con el viento a favor me quedo en cabeza del mini grupo que se ha formado y es ahí donde intento mantener el ritmo y recuperar la respiración.

En el giro de 180 para volver por la gran recta toma el control Koldo y me escondo como una ratilla detrás de él intentando protegerme del viento. Gontzal me rebasa de nuevo y es donde empiezan a imponer su ritmo. Es aquí donde me toca decidir que hacer, sabiendo que tienen ritmos más altos que los míos, tengo la opción de forzar la maquina y arriesgar o quedarme a verlas venir y asegurar un poco. Me veo con fuerzas (siendo el tercer km como para no) y me la juego a seguirles. Por los campos de San Martin veo que empezamos a dar caza a Marc, algo le habrá pasado porque no es normal, pero este tipo de corredores que ante cualquier contratiempo y sabiendo que no van a hacer el puesto que tenían en mente continúan adelante y no toman la decisión fácil de retirarse, son los que hacen este deporte bonito.

Foto Rakel

Continuamos el trio callejeando la por donde la cruz roja, a Koldo le sobran fuerzas hasta para bromear diciendo que voy muy callado a lo que yo como buenamente respondo que demasiado que puedo aguantarles, bromas a parte seguimos a buen ritmo por la calle Castilla. Por Manuel Iradier sufro bastante y hay momentos en los que cedo mas metros de los que me gustaría, pero sabiendo que llega Los Herrán (la calle agradecida) intento aguantar hasta allí.

Foto Aita

En la bajada de la plaza de toros hay un incremento de ritmo que me trastoca todos los planes, Gontzal aprieta un poco, no se si porque se ve fuerte o porque estamos cogiendo a Gustavo y otro corredor, sea como fuere, me toca apretar los dientes de nuevo y gastar un poquito más. Por Iparralde les damos caza, pero siguen con ese ritmo endiablado que mis piernas no pueden seguir, por lo que decido bajar un poco ya que todavía queda mas de la mitad de carrera. En el giro del antiguo scalextric vamos a pasar por el décimo Km, madre mía lo que queda todavía. Yo me empiezo a gestionar mis gajitos de mandarina, si tonterías de viejo, pero oye…. (ya que las naranjas que solían dan también han desaparecido) nuevamente nos hemos quedado Gus y yo, parece la repetición de algunas carreras y como en la Santurce nos entendemos para relevarnos como buenamente podemos.

Ansío llegar a bajada hacia El Corte Inglés, aunque el viento en contra de nuevo no nos pone las cosas fáciles. Al entrar en Ortiz de Zarate le relevo para que pueda descansar y de esta manera vamos mas o menos todo el tiempo.

Foto Rakel

La llegada a la Avenida de nuevo, con el animo de la gente hace que te vengas arriba y eso a estas alturas es un arma de doble filo. Este año tenemos que volver hasta el fondo de la calle para dar la vuelta y se me hace eterno hasta llegar al 15. Es en este momento donde después de tantos años decido probar el maravilloso mundo de los geles (los había probado en los triatlones, sin mucho cambio y no los había utilizado más, así a doparse un poco se ha dicho).

Con los traguitos de agua que estoy pegando me cuesta coger de nuevo ritmo, ya que la respiración se entrecorta, pero en cuanto me despojo de la botella volvemos a las andadas. Nos pasa un corredor que esta teniendo un gran final de carrera, nos dice que nos peguemos, pero eso es imposible y no le aguanto ni 10 metros. 

Foto Mikel Aguirre

A pesar de estar bastante tocado no noto tanto el bajón de rendimiento como en años anteriores y mantengo una buena zancada volviendo por la maldita calle de Manuel Iradier. Por lo que oigo, Gus parece que esta un poquito mas lejos, pero como se que tiene una buena recuperación no tarda en cogerme y subimos juntos la “mortal” cuesta del puente de San Cristóbal. Las zapatillas se agarran y cuesta levantar las piernas, recuperando el aliento tomamos la bajada y encaramos la recta de las universidades.

Foto Josu

Aquí es donde ya empiezo a perder definitivamente al compañero de viaje al igual que ocasiones anteriores y solo me queda no desfallecer demasiado en estos 2 Km que quedan. Las ampollas de uno de los pies me están matando, pero consigo pasar por El Prado con dignidad y encarar la ligera subida cediendo pocos metros y con el ánimo del “roble noble” que me hace sacar una sonrisa. 

Foto Rakel

Al girar en el Estadio miro como está el panorama, algo más de 10 segundos me separan de mi perseguidor y ahora es cuesta abajo por lo que no debería tener muchos problemas en mantener la posición, que a decir verdad no se ni cual es.

En plena bajada se me empiezan a subir los gemelos y antes de encarar la recta del aparcamiento ya me han dado un par de pinchazos, espero que no vaya a más. Mientras me acerco hago una cosa que no suelo hacer, mirar el reloj del marcador, pero como no esta colocado en el centro no soy capaz de verlo. Los ánimos de la gente hacen que los dolores sean menores y cuando a falta de pocos metros consigo ver los dígitos, compruebo que efectivamente hemos ido bastante rápido.

Foto Rakel

Entro en meta en 10ª posición con un registro de 1:11:11, muy muy contento con el resultado, el esfuerzo ha sido bestial y más después del parón que tuve, pero eso ya es agua pasada. Con todo ello me apoyo en la valla y recupero el aliento antes de ir a saludar a uno de los compañeros de viaje. Para despejar la meta en la que se empieza a acumular gente, me voy dirección del poli, donde converso con otro de los que me ha ayudado a realizar este tiempo. Otra de las cosas que se echan de menos son las camillas de masaje que eran habituales en este evento y la llegada se hace más fría sin el tumulto de los corredores contando sus batallas resguardados del frio.


De la que salgo a la calle, aprovecho para dar el ultimo saludo al gran Koldo, otro de los que me ha llevado en “volandas” gran parte del trayecto. Aprovecho para irme a duchar antes de que se colapse todo y vuelvo a animar a los corredores que van entrando. Poco a poco se va reagrupando la familia y nos vamos a tomar algo.

He de decir que la Media me parece una gran carrera, ambiente espectacular, buena organización y trato, pero lo mismo que digo las maravillas también hay que reseñar las cosas buenas que se están perdiendo. Las bolsas con los regalos de los patrocinadores en la recogida, los buenos avituallamientos con agua, bebidas energéticas, frutos secos y naranjas que siempre había y como he dicho hace un momento, el post carrera con las camillas de masaje que hacían recuperar de mejor manera después del esfuerzo. No se el motivo ni el porqué de este recorte, pero parece que nos conformamos con una foto para el Instagram y fuera. Creo que tendrían que considerar un poco los organizadores en no caer en el ahorro y alimentar cada edición para que sea cada vez más atractiva.

Y como no, después de esta chapa, agradecer también a la gente del Dida la comida que han organizado con la mayoría de los integrantes del club y dando cabida a los pegados, tendrán sus cosas, pero malos malos no son :P

sábado, 10 de diciembre de 2022

XLI Carrera Sociedad Zubeztia I Memorial Candi Arnanz

 Como es habitual en mi reducido calendario fijo de carreras llega la de Alsasua, indispensable para todo aquel que quiera disfrutar de una carrera de las de siempre, a pesar de la incertidumbre meteorológica que albergan estas fechas y la ubicación del lugar.

Decidimos que el diablo de Tasmania no viaje con nosotros porque acaba de salir de una bronquitis y no es plan de tenerlo allí muerto de frio. Los telerines se animan como siempre y camino del pueblo que nos vamos.

El viento en la autovía hace presagiar lo peor y solo espero que la lluvia no entre a formar parte de los elementos. Aparcamos mejor que nunca y con mucha pereza (y frio) vamos a por los dorsales. No me cansare de decirlo, pero señor@s 3 euros tienen la culpa de esta inscripción. Los Vecillas necesitan su dosis de cafeína y yo por lo menos disfruto del calorcito del bar.

Veinte minutos y retraso todo lo que puedo para ponerme de corto, hace un frio cojonudo y se me mete por todo el cuerpo. Hago la transición los más rápido que puedo y me pongo a trotar, vamos lo que hemos hecho la mayoría de la gente. Tengo las manos heladas, pero por lo menos el cuerpo no se queja demasiado del gélido día. Pego las ultimas carreras saludando a gente conocida como al señor Manu que hacia una eternidad que no nos encontrábamos en estos fregaos. Dejo la sudadera a los suporters y espero entre los atletas la ansiada salida.

Después del petardazo de salida y los 5 segundos pertinentes que hacen de cuenta atrás salimos lanzados calle arriba para iniciar la mini vuelta de 400m. Como hay un “premio” para el primero que realice este rodeo salen/salimos escopeteados. 

Foto Rakel

Mi intención, fuera del regalo ese, es coger el grupo delantero y sin querer me quedo en segundo puesto, pero a una eternidad del primero, no le he podido aguantar ni 400 tristes metros. Aun así y sabiendo lo que queda no me quiero quemar de primeras y decido esperar al grupo que viene por detrás teniendo en cuenta que la cabeza que mantiene Unai es inalcanzable.

Dividiendo en 3 tramos la vuelta, el primero y el ultimo van a ser con el viento en contra y el del medio (que me da un poco de aliento) a favor. Vamos bastante resguardaditos para no sufrir los envites del aire y en la calle de arriba nos equivocamos y nos vamos largos los primeros, así que toca recuperar y volver al carril. A partir de aquí es Javi quien toma las riendas del grupo y hacemos la primera pasada por meta.

Foto Rakel

Después de los giros de la parte baja del pueblo le doy un relevo y me pongo a tirar un poco, no para pillar a nadie, que es imposible, sino porque me veía con fuerzas. En uno de los giros de izquierdas para seguir subiendo mas por el pueblo, con la cabeza en otras ediciones, me equivoco y en vez de hace 90 grados, hago 180, pero me avisan rápido e intento recuperar los metros perdidos, con el enfado de algún corredor, que no entiendo el porqué.

Foto Rakel

Cuando giramos para bajar de nuevo al centro del pueblo Javi se aparta para que alguien tire un poco, yo hago lo propio, porque tonto sí, pero no tanto. Nadie pasa al relevo y sigue él en cabeza de carrera y empieza a cambiar el ritmo. Empiezo a ver que se está resquebrajando el grupo y tengo que pegar un arreón para no perder tan pronto el grupo.

Al paso por la segunda vuelta nos quedamos los 2 pero seguidos muy de cerca por los demás. Sigue apretando y ya me es imposible seguirle así que me quedo solo luchando por no perder la plaza de podio. Hace un tiempo que hemos empezado a doblar a algunos corredores y los pasos por curva a veces se hacen peligrosos intentando recorrer el menor camino posible. 

Foto Rakel

Continuamos de la misma manera por el paso de la última vuelta y la campana que avisa me da a entender que el corredor perseguidor esta bastante cerca. Yo también me he arrimado al de delante, pero creo que mas bien por despiste por creer que eran menos vueltas de las que son. Con el cansancio acumulado recorro los últimos 2km sin querer mirar hacia atrás y empujando todo lo que puedo. La mala suerte hace me que tuerza el tobillo izquierdo, pero para lo que queda habrá que apretar los dientes. En caliente tampoco tengo mucho dolor y en la recta un poco antes de llegar a meta mi padre me dice que me lo tome con calma que me he alejado un poco.

En el pequeño giro antes de encarar echo un vistazo para asegurarme de la distancia que tengo y me tomo la llegada a meta con bastante tranquilidad recuperando el aliento que tanto me costaba coger hace un buen rato.

Foto Rakel

Llego a meta manteniendo la tercera posición con un tiempo de 33:01 y con las piernas que echan humo. Nos piden que nos pongamos para la foto y saludo a los 2 compañeros, que me han destrozado y mas tarde a los que van entrando.


Nos hemos librado de la lluvia, pero el frio se me empieza a meter por lo huesos y con la sudadera voy a ver cómo va la situación de los otros 2 integrantes de la aventura. Al finalizar todos, vamos a buscar la ducha, pero entre que nos equivocamos y que se acerca la hora de la entrega de trofeos, al final me voy con lo puesto. Después de recibir los obsequios, vamos con ganas a por el lunch recuperante anual. Caldito, txistorra, carne…menudo atracón que nos pegamos y el calorcito comienza a entrar en el cuerpo. Como siempre un placer enorme correr esta carrera con su gran organización y voluntarios.

Foto Rakel