martes, 25 de enero de 2022

Laudioko XIV. Herri Krosa Llodio 2022

 Empezamos el año yendo a un evento al que todavía no había ido nunca. Gracias a la inercia que cojo porque Diana se apunta a las carreras, me inscribo yo también a las 5 millas de Llodio.

“Aprovecho” que salgo de Espejo de trabajar la mañana del domingo para ir directo, los -6ºC y la niebla no es que sean muy llevaderos, pero por el camino parece que va saliendo el sol y aunque la mañana seguirá gélida los rayos acompañaran.

Llego con tiempo y ya me han recogido el dorsal por lo que toca aguantar lo máximo posible para ponerse de corto. Los Didas ya están revoloteando por ahí, incluso algunos de esos locos ya llevan una hora corriendo (están como una regadera, jajaja).             20 minutos y como este año tampoco ningún club me ha hecho oferta alguna (jajaja) pues me coloco mi camiseta blanca de toda la vida, dejo la mochila en la consigna y salgo a entrar en calor con Enaitz, que en las zonas de calor se consigue, pero en la sombra… osti tú!

La gente se va acercando al arco, saludito al gran Apraiz y hago lo propio, esquina derecha donde encuentro un sitio y a esperar. Speaker con la cuenta regresiva y allí salgo intentando colocarme en un buen lugar. 

Foto aiaraldea.eus

Como ya es habitual empiezan las hostilidades desde el primer metro y con suerte me puedo mantener con el grupillo que se ha formado. Pasándolas canutas el reloj marca el primer Km rozando los 3 minutos, menuda salvajada. Veo como los Koldos, Unai y Marcos dirigen al resto de los participantes, Enaitz delante mío va como si no le costase y yo me estoy muriendo, que sensación de agonía.

En el segundo kilometro empiezan a tirar los 4 de delante, las piernas no pueden ir más rápido y a pesar de estar estabilizada la respiración, se abre un hueco entre estos y nosotros. Tres, cuatro, cinco metros, veo como se van alejando y decido intentar cambiar el ritmo para poder alcanzarlos, no se como me va a salir la apuesta, pero hay que jugar las pocas bazas que tengo. Con mucho esfuerzo y gran gasto de energía consigo llegar hasta ellos e intento recuperar el aliento, menudo calentón más gratuito.


Foto Dani Ibarrola

Es muy bonito estar al lado de esta gente para poder ver como gestionan la carrera (también es cierto el 70% de ellos es mi 100%, así cualquiera, jejeje) yo por mi parte solo puedo intentar adaptarme a dicha gestión y gracias. En el Km 3 se baja un poco el ritmo y en el 4 Ayesta decide hacer un cambio de ritmo. Le siguen Unai y Koldo, a mi me cuesta un poco, pero puedo mantenerme con ellos y Marcos se distancia un poco, pero gracias al nuevo “parón” y la llegada a una zona en la que se empieza a empinar un pelín consigue pillar el grupo de nuevo.

Comienza la tan temida zona de subida, primero con un poco de asfalto, pero después con las rampas de barro y hierba helada. En la primera curva, sin comerlo ni beberlo, me veo en la primera posición y viendo como esta el terreno, mantengo para evitar posibles caídas entre la zona de “trail” que nos han metido. Nos van avisando del peligro constantemente, primero Ibarrola que iba en bici en la zona asfaltada y ahora la gente que esta por la zona agreste. Después de pasar un puente de madera con mucha precaución por parte de todos comienzo a ver el final de la ascensión.

A partir de aquí toca una bajada vertiginosa en la que mis piernas no dan para mas y comienzan a rebasarme los demás integrantes del grupo. Consigo llegar mas o menos con ellos a la zona llana de abajo, en estos momentos soy el ultimo de los 4 corredores que nos hemos quedado y de nuevo realizan otro cambio para estos 2 últimos Kms que quedan. Mi cuerpo dice hasta aquí, demasiado a durado la aventura de estar con los buenos y me voy quedando rezagado viendo como se me alejan sin que pueda hacer nada al respecto.

Foto aiaraldea.eus

Ya solo me queda mantener la cuarta posición que no va a ser moco de pavo, porque intuyo que no estará Marcos muy lejos (cosa que no quiero ni mirar). Por la zona delantera veo que el tercero se ha quedado cortado y ya no se si es una ilusión óptica o le estoy recortando algo. A penas queda un kilometro y ese aliciente de verlo algo mas cerca cada vez me da una chispa que si no fuese por eso ni me lo plantearía. Pasan los metros distancia parecida, pero parece menor, se me esta acabando la carrera y no consigo alcanzarle, la gente me anima y aprieto un poco mas si cabe. Le estoy recortando, pero no sé si será suficiente. Que sensación de impotencia el ir lo más rápido que puedes, verle tan cerca y tan lejos a la vez. A falta de 300m consigo llegar a él y sin perder la inercia que llevo continúo tirando. Llego a la ultima curva, pica un poco hacia arriba y después de echar un vistazo doy lo último que tengo para poder entrar en tercera posición totalmente sin aliento. 

Foto aiaraldea.eus

Me siento un rato en el suelo para poder recuperar, madre mía que final, que carrera más bonita. De esta manera consigo llegar con un tiempo de 24:39 en tercer lugar y con calentón de tres pares de narices. Cuando me recupero un poco voy a felicitar a los demás corredores y charlar un poco de la carrera.


 También espero a Diana que acaba de llegar en primera posición para saber un poco de su carrera (aprovecha, que toca apretar el culo en otro ámbito). Pero al final lo que nos queda es lo de siempre, buena mañana para pasarla con la gente de este mundillo, risas, poteo y vuelta a la normalidad, agradeciendo como no podía ser de otra manera, la buena organización desempeñada por el Club Atletismo Laudio para realizar todo esto.
Foto aiaraldea.eus