martes, 22 de marzo de 2022

XI Duatlón Sprint Alsasua 2022

Nuevo fin de semana de competición, estaba la posibilidad de ir a Oñati o a Alsasua, Oñati me gustó mucho un año que fui (en distancia corta) pero este año viendo que era sprint y que costaba casi el doble que la otra alternativa, me decanto por ir a Altsasu, más tranquilidad en el trayecto y mejor para planificar en familia. Desplazamiento fácil y aparcamiento al ladito para poder organizar todo perfectamente. En cuanto salimos del vehículo, nos dirigimos a por los dorsales, saludo al gran Ciro y sufrimos en nuestras propias carnes lo que veíamos por el parabrisas, un viento del horror, si ya iba a pasarlo mal en bici, esto no iba a ayudar mucho. 

Foto Dantzaleku Sakana

Mientras los telerines están en la cafetería yo me empiezo a cambiar y…sorpresa, otra anécdota para la bibliografía. Al ponerme el “tritraje” me doy cuenta de que me he metido la parte de abajo del equipo de ciclismo, madre mía que cabeza. Como no voy a salir a pecho descubierto pienso las opciones y al final tendré que ir con la chaqueta de ciclismo, de donde no hay… Nos dirigimos a los boxes a dejar todo en orden, el viento mueve todas bicis y las cajas para las zapatillas, así que depositando todo de la mejor manera posible salgo para empezar a calentar. A pesar de que la chaqueta no me va a venir mal para la bici, viendo cómo se está poniendo la tarde, para correr es un poco coñazo, por el calor que genera y la incomodidad, pero sabiendo que es lo que hay no pienso más en ello. Viendo salir a las féminas nos van poniendo por orden de dorsal en la salida (que no le veo mucho sentido, pero bueno). La mayoría de “los buenos” estarán en Oñati, así que aquí estamos los menos buenos (que nadie se sienta ofendido) dispuestos a pasarlo bien. Cuando nos acercamos a la salida nos ponemos como queremos sin los codazos habituales que demuestra, reiterándome, que “los buenos” están en otro lugar, jajaja. Charlo un momento con Peio después de saludar a Asier y nos ubicamos en línea de salida esperando el bocinazo que se da de inmediato. 

Foto Dantzaleku Sakana

Salgo rápido, acostumbrado a las últimas carreras y queriendo seleccionar a la gente lo más pronto posible. Después del primer Km veo que me han dejado más sólo que la una y acompañado de la bici de la organización decido apretar todo lo que pueda para sacar ventaja para que en bici me pillen lo más tarde posible. El viento de cara y el ratoneo de las calles desgastan más de lo normal para mantener el ritmo y a esto se le suma la cuesta del segundo kilometro en la que casi me quedo clavado. Por detrás hay un buen grupo de personas que se estarán guardando para los siguientes sectores y yo decido seguir tirando. Los aplausos de la gente en esta primera vuelta dan un poco de aliento y ya sabiendo como es el circuito sigo tirando para seguir arañando segundos. 

Foto Rakel

La segunda vuelta transcurre de igual manera, los ánimos de la bicicleta de cabeza de carrera son bien recibidos y ya empiezo en hacer la transición. Entro con todas las bicis en los boxes, encuentro con facilidad el sitio, pero veo que la caja para dejar las cosas se ha desplazo, entre que la recupero y me cambio, pierdo ligeros segundos. 

Foto Dantzaleku Sakana

Subo a la bici y me cuesta más de lo normal meter los pies en las botas, no es tiempo de perder ventaja en tonterías, así que entre que me las meto bien y no, salgo del pueblo dirección a Urbasa. El viento me pega que no veas, ni siendo bueno en esto sería capaz de aguantar todo el sector, aprieto lo que puedo para que no me pillen antes de la subida. Adelanto a alguna chica y en la última rotonda me dirijo hacia el puerto. Mientras doy las primeras curvas más lento que un caracol, veo que ya se me aproxima la caballería y de la que me alcanzan intento pegarme a ellos. Me pongo el último de este primer grupo y después de unos ataques y gastar fuerzas por intentar mantenerme con ellos me desinflo como siempre. A mitad del puerto me alcanza un segundo grupo, de nuevo me intento enganchar, a duras penas puedo seguir el ritmo al grupo de Asier y de Peio, unos se adelantan varios metros y otros 2 nos quedamos atrás, por suerte para mi veo el final de la subida y consigo llegar sin mucha desventaja. En la bajada vertiginosa intento recuperar el aliento, en las curvas vamos demasiado juntos y no me está gustando nada, en una de estas Asier frena más de lo que yo esperaba, clavo los frenos para no chocar con él, me cruzo de atrás y creo que le golpeo un poco, pero por suerte y con un susto de la leche no pasa nada. Después de este desencuentro decido pasar delante para no tener problemas y las últimas curvas las doy delante. Llegamos al pueblo de nuevo, miro el reloj y veo que solo llevamos 9 km, queda más de la mitad y voy medio muerto. En este momento es cuando entra en escena Capa, empieza a tirar con cabeza para que su compañero de equipo no se quede descolgado. 

Foto Aita

El grupo líder está a escasos metros, tengo que intentar mantenerme porque todavía se puede pelear por el podio si no se alejan más. Salimos del pueblo y Capa sigue tirando, Peio me comenta que le de algún relevo para que coja aire, pero el que va en la cuerda floja soy yo y demasiado tengo con no quedarme, básicamente se encarga él de llegar hasta la cabeza. Nos agrupamos antes de girar para regresar al Altsasu, sigue tirando, no se enfada con nadie, no pide relevos, todo un ejemplo. El gemelo derecho se me está subiendo constantemente, faltan 4 Km pillamos a la primera fémina miembro del Saltoki y se engancha a nosotros. Yo pensaba que estas cosas ya estaban solucionadas, pero veo que prima más el ganar como sea y, de cualquier manera, creo que los valores se tienen que aprender desde la base (porque no creo que sea una veterana) y más en un equipo como este, pero bueno cada uno verá cómo se quiere engañar. Llegamos todos juntos a la entrada del pueblo, los badenes y un coche en medio hacen que la transición sea caótica y cada uno lucha por una buena posición.

Foto Rakel

Bajo el cuarto o así hacia los boxes, con el aliento entrecortado dejo la bicicleta y me calzo las zapatillas. Me duelen las piernas una barbaridad y me noto débil a la hora de dar las zancadas. Delante de mi veo a dos corredores, pero como también había carrera por relevos no se si son de mi categoría. Le doy caza al primero a la vez que me pasa como un avión Martin (este creo que, si es de los míos, jeje). No puedo ni intentar seguirle me pesan las piernas y el viento tampoco es que este ayudando mucho. 

Foto Rakel

 Por lo que parece, estoy en segunda posición y no tengo la frescura del primer sector para intentar ir a por el líder, así que ahora en vez de mirar hacia delante tengo que intentar que no me pillen por detrás. Llegamos al giro de 180º después de la bajada, las distancias por delante y por detrás se van manteniendo, pero los que vienen por detrás están apretando. La cuesta me hace casi andar, pero consigo llegar arriba y empezar a trotar a velocidad constante. Falta menos de 1 Km y es ahora cuando empiezo a correr algo mejor, lo que por lo menos me va a dar margen para mantener el puesto de podio. Nos acercamos al centro entre las callejuelas, lo que hace que el viento nos respete este ultimo tramo. He bajado un poco el ritmo, echo la mirada hacia atrás para ver el panorama y sin ver a nadie encaro la subidita hacia el arco de meta. 

Foto Rakel

Llego en segunda posición con un tiempo de 1:07:14 y mientras recupero el aliento me abrazo al pollo pequeño de la casa que esta sentado en la valla. Recupero el aliento y voy a felicitar al ganador de la carrera al igual que a los demás corredores que van entrando, puesto que ya son viejos conocidos de estas aventuras. 



Con el piscolabis en la mano veo entrar a Diana también en segunda posición, más quemada que contenta (luego me contraria lo sucedido con las trampas de la ganadora). Después de recuperar un poco cogemos la mochila, duchica y a esperar la entrega de trofeos, que esta vez tengo que subir en un par de ocasiones gracias al primer puesto en veteranos. 


Foto Rakel

Como siempre que vengo a Alsasua, bien sea por la carrera de diciembre (habitual) y este duatlón en el que participo por primera vez, encantado con la organización por parte de Dantzaleku Sakana y por el apoyo incondicional de la gente del pueblo a pesar del día raro que ha hecho.