martes, 6 de diciembre de 2011

XV. Gasteizko Herri Krosa 2011


Una mañana más en esta aventura del deporte. Hoy toca la Herri Krosa de la ciudad, una cita que no hay que perderse. Pese a estar lesionado, hay que intentar correrla, solo un penúltimo esfuerzo y se parara para poder recuperar y que no sea nada grave.
Las pocas ganas de comer la pasta matutina son las mismas de siempre, pero bien sea por lo físico o por lo psicológico, nos hemos acostumbrado a ello y cualquiera lo deja. Son las 10 y  me dirijo a Mendizorrotza para recoger el dorsal, he quedado con David, y ni con los dos hacemos un corredor sin dolores. La cola es bastante larga, estamos 50 minutos para recoger el dorsal y todavía queda gente por cogerlo, esto no había pasado nunca, una mala organización (según mi punto de vista) hace que la salida se tenga que retrasar una media hora, y no es por la gran afluencia de gente que se ha apuntado, que sí que es cierto que hay más gente que otros años.
Hace algo menos frio que en ediciones anteriores, pero aun así el momento de cambiarse no es nada placentero. Me pongo la ropa de faena y a intentar calentar un poco, el cuerpo se ha quedado apelmazado, con lo que se agravan los dolores de la pierna. El calentamiento es de los peores desde hace bastante, 2 carreras 4 estiramientos y a la salida, de repente esta todo las gente en el arco y hay que buscar un hueco. Después de estar unos 10 minutos esperando parece que se deciden a dar la salida. Ya sé que es una carrera popular y que todo el mundo tiene derecho a salir donde quiera, pero parece que no impera el sentido común, yo que no estoy muy atrás a la hora de salir tengo que ir esquivando a muchos chavalillos y gente que se ha colocado delante, no siendo su ritmo el idóneo para estar ahí posicionados, es como si a Gontzal le mandan salir en mitad del pelotón, pues nos comería a todos nosotros.  Es bastante peligroso por las dos partes, los atropellos son involuntarios, pero pueden acarrear accidentes serios, ahí creo que la organización tendría que poner un poco de orden, más que nada como he dicho antes, sentido común.


Salvado el obstáculo de los primeros metros, veo que el grupo de cabeza se va estirando, no están muy lejos, pero es tontería hacer esfuerzo por pillarles.  Primer kilómetro y me encuentro bastante bien, no noto dolores en la pierna y puedo mantener un buen ritmo, a la salida del Prado, sopla algo de viento y dando un pequeño acelerón intento colarme en el grupo de cabeza. Llegado al kilómetro 3 los galgos empiezan a tirar y hasta ahí llego el momento de estar en posiciones de cabeza, veo que se alejan y me quedo con Gil y Zubia, pero este último parece muy fuerte y se aleja sin que pueda hacer nada.


Llegada a los institutos y el cuádriceps de la pierna derecha está excesivamente cargado, es raro porque solo llevamos 4 o 5 kilómetros, pero los pocos entrenamientos que he hecho y cambiar la forma de correr para no lesionarme del todo, son los causantes de este intenso dolor, pero ya solo queda la mitad y hay que tirar como sea (por lo menos engañemos a la cabeza…). Llegada a la zona de las unis, “solo” queda volver a la meta, pica un poco hacia abajo así que a intentar recuperar fuerzas.
Sobre el kilómetro 6 escucho como viene la caballería por detrás, y en la llegada al Prado, me pasan como titanes, me intento quedar con ellos, solo quedan 2 kilómetros y aunque voy con el piloto encendido hace bastante hay que dar lo que queda, si es que queda algo. Entre los que me pasan, veo a Beloki, como ha mejorado en carrera el tío, se nota la mano de Martin. No me separo del grupo, y los ánimos de la gente a falta de 1 kilómetro para meta me dan un poco de energía. A la altura del Estadio, uno de los atletas de delante se retira echándose la mano al glúteo, cuando le paso, veo que es Joseba, una lástima lesionarse a falta de tan poco. La bajada hacia la meta se hace eterna, intento dar el último apretón y a pocos metros de la llegada paso a dos corredores. A la hora de pisar las lonas de meta, se acaba el sufrimiento, no sé ni el tiempo que he hecho, lo único que intento es coger aire y recuperar el aliento que en estos momentos me falta.


Después del avituallamiento (que por cierto algo sólido no estaría de más) llego donde mi hermana que esta con Olatz, la alegría que tiene, choca con los dolores que me empiezan a venirme a mí. Casi no puedo ni andar, pero eso ya lo sabíamos, así que como suelen decir sarna con gusto…. En unos minutos darán la salida a los txikis y me voy con Olatz hacia la salida. De nuevo la organización brilla por su ausencia, desde donde se sale no se oye la megafonía, la gente no sabe en cuál de las carreras tienen que salir los txikis y lo peor de todo, los padres se creen los amos de la pista entrando por cualquier lado y haciendo lo que quieren, con lo que el caos y la aglomeración de gente es aún mayor. Olatz me decía que a ver si corría con ella y en un principio lo iba a hacer (aunque visto como corrió después me hubiese dejado atrás) pero viendo el desorden le comento que corra ella sola y que en la meta le espero. Lo acepta estupendamente, que tía, y ahí está ella a la hora de salir toda preparada. Sale desde atrás y le espero para ver la primera vuelta, al poco tiempo veo que ha pasado a toda la marabunta y ya está de vuelta, increíble, ya tengo que empezar a pensar en un planing especifico, para su entrenamiento, jeje. Finalmente llega a la meta con una sonrisa de oreja a oreja, menuda campeona está hecha (si, se nota que soy su tío…..)

Conclusión, carrera finalizada con un buen tiempo 30:55 y acabando en 17ª posición, pero con un punto negativo, que es que tengo unos dolores tremendos en la pierna izquierda, que habrá que mirar seriamente y que ponen en duda la participación en la media de Vitoria dentro de 2 semanas, lo que está claro es que no voy a correr más hasta esa fecha y si puedo correrla la corro sin entrenar, es una lástima pero es así.