miércoles, 7 de septiembre de 2022

VIII Triatlón de Sestao 2022

 Vuelta de vacaciones y siempre que se pueda hay que ir al triatlón de Sestao, lástima que la distancia se ha recortado porque el olímpico es una gran distancia que cada vez hay menos carreras por los alrededores. Antes de poner pie en la competición nos pegamos el día anterior de 5 estrellas para amanecer la mañana del domingo estacionando en el parking habilitado, debajo del puente de siempre, sin mayor problema.

Poco a poco nos vamos reencontrando con los integrantes de la familia que esta vez han venido desperdigados, pero allí están todos para pasar la bonita mañana. Recojo el dorsal y hago tiempo para ir a meter las cosas. Como he dicho, nunca había corrido esta distancia aquí y voy a ver las indicaciones al panel de información, allí también me entero que se va a nadar sin neopreno, en todos los años de triatlón nunca me había tocado esta situación, así que para un no nadador como yo, otra piedrecita en el camino, pero bueno a ver como se nos da.

A falta de 40 minutos y después de saludar al pollito, me voy a meter las cosas al box, saludando al gran Joanes (mi apuesta especial para hoy) y algún que otro conocido más. Me lo tomo con calma para ir a probar el agua y tan con la calma que cuando me decido a ir y casi piso el agua, oigo que están diciendo que salga la gente del agua, como no quiero que me pase como en Legutio me tiro in extremis y doy algunas brazadas para tener algo de contacto con el medio acuático.

Al salir toca esperar un buen rato, después de las féminas todavía nos quedan 7 minutos, así que… Con todo ello va a empezar una nueva carrera, segunda fila para no estorbar y allí vamos con el bocinazo de salida. 

Foto Rakel

Primeros metros rápidos (para mi) y por lo menos me estoy encontrando bastante bien sin mucho golpe, teniendo en cuenta que me he escorado ligeramente a la izquierda. La primera boya llega antes de lo que me esperaba y nos empezamos a apelotonar, pero la paso sin mucho problema.

Larga recta hasta el siguiente globo y aprovecho para descansar un poco intentando coger algún pie. Al ser la mitad de distancia que lo que había hecho habitualmente, al dar el giro a esta segunda ya solo queda llegar al punto de partida. Ningún cambio aparente y llego bastante entero a la transición. Me sorprende salir al lado de Iker, pero no es por mi merito, porque yo sigo en mis tiempos “lentos” de siempre, eso si, nada más poner el pie en el suelo ya me ha sacado 10 metros y al final de la transición me sacara un porrón más.

Foto Rakel

No hago un cambio muy rápido, pero viendo que tampoco voy a poder pillar ningún grupo no me estreso demasiado. Salto a la bici y esperando no tener ningún percance afronto la cuesta mítica de salida del pueblo. Aprovecho para ponerme bien las zapatillas y arriba me atrapa otro compañero y empezamos a dar relevos, pero no tengo muy claro que podamos llegar a coger a nadie.

A los 5 Km nos pilla San Vicente, como sé que es un buen ciclista, intento agarrarme a él como sea para por lo menos librar el sector, pero a duras penas le puedo seguir. Llega una cuesta que también es nueva para mí, la bicicleta se atasca y las piernas dan lo que pueden, aunque con la inercia que llevaba me pongo primero del grupillo, cosa que en breve cambia cuando me empiezan a rebasar. 

Foto Festak.com

Esforzándome como puedo, intento no perderlos en la subida pero se me escapan. En la bajada loca con muchos badenes no soy capaz de contactar con ellos, se me escapa el tren. Doy lo último que tengo en el llano para intentar pillarles, las piernas me queman, pero por suerte esta vez lo libro y me acoplo a ellos.

De esta manera llegamos a la rotonda para retomar el camino y dar una segunda vuelta. Le doy un relevo a Aitor, para que descanse, pero poco le puedo ayudar. Llegamos nuevamente a la subida, en cuanto empieza se va solo para arriba y nos quedamos los demás. El último tramo del sector lo concluyo como buenamente puedo y llegamos a la bajada para desmontar. Me bajo con calma y diviso mi ubicación, dejo la bici, las zapatillas me cuesta bastante ponerlas, no están siendo buenas transiciones, pero en cuanto lo tengo todo listo salgo a ver como responden las piernas.

Primeros metros con alegría y veo que estoy corriendo a gusto, pero la caja ya está pidiendo la hora. Primer kilómetro más rápido de lo esperado, pero va a estar difícil dar caza a alguno de los de delante en tan corta distancia. 

Foto Aita

Después de recibir los ánimos de los míos, encaro la subida, vieja conocida y que como siempre, hace que la zancada se acorte y parezca que vaya andando. Los pocos que veo delante van igual de atrancados así que solo me queda mantener y ver lo que pasa al bajar.

Doy el giro de 180 y encaro el descenso, aprovecho para recuperar el aliento y me animo al ver que voy recortando un poco. Me dejo llevar por la cuesta y casi al final de esta doy caza a San Vicente y otro corredor, aunque al dar la curva cerrada me resbalo y apunto estoy de caerme, pudiendo tirar a alguno de ellos, pero por suerte es solo un susto y sigo para finalizar estos 2km restantes. 

Foto Festak.com

Ya sí que no voy a poder dar caza a nadie más, a pesar de llevar buen ritmo hay mucha diferencia. Agarro una esponja de los voluntarios y me refresco un poco mientras paso por delante del gran animador de toda la vida, Cesar el diablo, que carrera en la que está le da una alegría que no se puede valorar.

Ultimo giro y me lanzo a por este último km con las mismas ganas que el primero, las bocanadas de aliento cada vez son más dificultosas, pero las piernas me acompañan y doy todo antes de girar hacia la línea de meta agradeciendo los animos antes de cruzar línea de meta.

Foto Rakel

Llego en 9ª posición con un tiempo de 1:07:17 haciendo una buena remontada a pie, contento porque doy todo lo que tengo en cada sector, como siempre, sabiendo que llegue en la posición que llegue es la que merezco porque no me reservo nada.


Para finalizar y después el post-meta sacamos los bártulos de los coches y nos tiramos en el césped toda la familia (desde el más mayor al más pequeño) y entre tortillas, empanadas y demás, nos montamos un picnic en el que no falta de nada. Mientras estamos allí comiendo veo como los integrantes del club organizador están recogiendo todo el tinglado, por lo que aún más que nunca, agradecido por lo que montan sin desorbitar los precios.