sábado, 7 de mayo de 2011

V Triatlon Bermeo 2011

La mañana del sábado no estaba muy allá por Vitoria, tormenta, mucho viento, y por la tarde el primer triatlón. La verdad es que no podía estar peor, pero había que ir estuviese como estuviese.
Al llegar a Bermeo la cosa fue mejorando dejando por lo menos de llover. Menudo lio con la bici, la ropa,el neopreno, es lo que tiene la mala organización del novato. Ya que había sacado todo lo decido llevar y a por el dorsal se ha dicho. Primera sorpresa, no viene la goma para poner el dorsal en la bolsa, con lo que pregunto y me dicen que lo tenía que traer yo….menos mal que al final encontraron una bolsa con las gomas, que conste que no fui el único.
Me pongo a preparar el box y se me viene todo grande, madre mía que de cosas hay que poner, pero bueno solventamos la situación que para eso se va con tiempo, y a esperar se ha dicho. 



Unos 15 minutos antes, me puse el neopreno, porque no me quería agobiar mucho con él, así que al agua se ha dicho.
La verdad es que estaba bastante fría, pero con el traje no se notaba mucho. Después de unos minutos de griterío por que nos mandaban ir para atrás comienza la aventura.
Menudo lio hasta la primera boya, eso parecía el naufragio del titanic, como mejor podía iba intentando nadar, pero los golpes venían de todos los lados y cada vez que levantaba la cabeza para mirar por donde iba tragaba agua, así que intentaba respirar lo que más pudiera de lado.
Después de la primera boya se va tranquilizando la cosa, cojo hueco y con referencia de la segunda intento coger ritmo de nado. Segunda sorpresa, mientras iba nadando, a la cabeza le da por pensar y se acuerda que me he olvidado el bidón de la bici con el agua en el coche, menuda putada, es lo que tiene tanto lio, pero bueno ya no hay vuelta de hoja e intento no pensarlo mucho.




Salgo del agua que no sé ni para donde voy, me recuerda a algún sábado, jeje. Pero bueno consigo llegar a la bici y aunque me cuesta algo quitarme el neopreno, no se me ha dado tan mal como pensaba. Cojo la bici y rezo porque no se me dé mal montar en ella con las zapatillas puestas ya en los pedales.



La ruta en bici tampoco es que tuviese nada interesante. Salgo unos metros detrás de un grupo y tengo que llegar por narices para estar con ello, se que si llego se va a hacer algo más llevadero el viaje. En el kilometro 5 consigo cogerles  e intento que hagamos relevos, pero la cosa no parece que salga adelante, muchos acelerones y frenazos y poca coordinación. El circuito muy rompe-piernas, y viendo que no hay interés de tirar hacia delante, a falta de 8 kilómetros decido quedarme por detrás del grupo y reservar fuerzas.
La verdad es que me anticipo demasiado a la hora de soltarme las zapatillas para saltar de la bici, pero bueno (nota para la próxima). Llegamos a la línea el grupeto y salgo bastante bien de la bici (para ser la primera vez), así que sin perder mucho tiempo a por las zapatillas y el ultimo pichi. Las piernas aunque cansadas me responden bastante bien, así que intento coger ritmo, veo que voy cogiendo a gente y eso me anima. Como no sabía ni como era el recorrido me hago falsas esperanzas cuando estoy llegando a la meta y me mandan dar otra vuelta al circuito (ya decía yo que como iba a hacer los 5 kilómetros tan rápido). Empiezo a notar un poco el ir sin calcetines todo el tiempo, pero no está el tema para esas cosas y solo pienso en llegar. Al llegar al cambio de la segunda vuelta, veo que el que me precede está bastante lejos y va a ser difícil cogerlo, así que me lo tomo con algo de calma, el objetivo es llegar. Ya se ve el puerto y los últimos metros entre la gente y la satisfacción propia por acabar me hace cruzar la meta bastante orgulloso. 



Para finalizar veo que hay puestos de masaje y como no hay mucha cola, pienso…”que coño esta vez me quedo al masajito”. Así da gusto correr, casi me quedo dormido en la camilla,jeje.



Finalmente miro la clasificacion y veo un meritorio 28º puesto para mi primer tri. Y eso fue todo lo que dio el día, de comenzar con tormentas y viento a acabar en la costa con unos 22 grados y solecico, que más se puede pedir.