martes, 20 de agosto de 2013

X Legua Nocturna de Santa María del Páramo 2013

Después del pequeño “stage” por tierras Ibicencas y Salmantinas, tocaba el turno de dar el último salto del verano hacia las cercanías Leonesas, y arrimarse a una carrera para empezar a coger de nuevo el gusanillo del deporte.
Llegada el viernes a Valdesandinas y que mejor recibimiento que formar pareja con el gran Johny y ganar, con espectáculo incluido, el mítico juego del huevo, estuvo divertido la competitividad que se respira hasta en esto, y la importancia de la posición, jajaja.

Foto Laura
Sábado, día del evento, se celebra por la noche así que hay tiempo de sobra, por lo que vamos preparando la post carrera, que no solo de deporte vive el hombre, ;) . Un poco de ambiente motero como todos los años en La Bañeza, y el sol que aprieta con ganas, por suerte la salida se hará cuando empiece a caer y no se está generando tanta humedad como el pasado año. Entre unas cosas y otras por la tarde, se me va echando el tiempo encima, así que petate al hombro y hacia Santa María del Páramo.
Hemos cambiado los monos y las 2 ruedas, por gente en pantalón corto y zapatillas en tan solo 15 Km. Con tiempo me dirijo a por el dorsal, ritual que hace que el cuerpo se vaya adaptando lentamente a lo que le espera. Vuelta al coche para cambiarse, empezar a estirar y trotar un poco.

Foto Maxi
El calor se nota, pero se puede respirar, la carrera es corta, demasiado corta, así que hay que salir con las piernas ya en su punto óptimo. En 15 días solo he corrido en 2 ocasiones, la táctica de carrera la tenía clara, salida a muerte desde el principio y esperar a petar lo más tarde posible, si no hacia eso, corría el riesgo de no llegar ni tan siquiera a mi ritmo y en algo más de 5 Km, poco se iba a poder hacer. Últimos minutos y me sitúo a la derecha en primera fila, aquí no hay pistola ni bocina, pero si un “preparados, listos, YA!!”

Foto Ángeles
Salida fulgurante ante la estrechez de la calle y evitar problemas es el primer objetivo. Rápidamente se va formando un grupo elegante, vamos a toda ostia, pues nada, a muerte se ha dicho. A los 500m amplían el ritmo 2 corredores, pero si este ya es demasiado rápido para mí, como para salir a por ellos. Primer kilómetro 3:10, no sé exactamente los que estaremos, pero calculo que unos 10 o así, uno le comenta a otro de su equipo que estire el grupo, pero qué necesidad hay, si vamos bien así, jeje. Acelera el ritmo, veo que todavía puedo con ello y elimina a algunos, con lo que nos quedamos 4 en persecución. Ahora la oscuridad predomina por las carreteras periféricas del pueblo y pasamos por el km 2, entre asfalto y carril bici. Mantengo el ritmo de la mejor manera posible a la llegada del kilómetro 3, la impresión que tengo es que soy el más lento de los 4, pero intentaré estar con ellos todo lo que pueda. Llegada al cuarto y comenzamos a entrar por el pueblo, ahora toca callejear un poco para recorrer el último kilómetro y medio. Sorprendido de lo que he aguantado, es ahora cuando veo que no puedo correr tanto como ellos, voy perdiendo fuerzas y se me van alejando lentamente. Los focos de la pista ya se empiezan a ver más cerca y las voces de la gente hace que me esfuerce un poco más para sacar lo poco que me queda.
Ultimo giro de derechas para entrar al tartán, la multitud se agolpa en la curva y anima de forma espectacular, que bonito. Mitad de óvalo, solo 200m, miro hacia atrás en la curva y veo que no viene nadie, últimos metros tranquilos dejándome llevar y agradeciendo a la gente de la grada su apoyo y sus aplausos.

Foto Ángeles
Cruzo línea de meta, el reloj marca 17:50 y pocas veces en mi vida sé en qué posición llego, pero esta vez la cosa ha sido fácil, un 6º puesto, total!!


Mientras estiro y me hidrato, llega un contentísimo Diego, que simplemente por la cara, se le nota muy satisfecho, cosa que luego me ratifica contándome su carrera, muy buena crack. Más tarde aparece un muy tocado Joaki, que poco a poco está aprendiendo a correr y más tarde el último de los integrantes de la expedición, el gran veterano Jose.

Sin perder mucho tiempo, ponemos rumbo a La Bañeza de nuevo, para poner la guinda, con un tremendo ambiente festivo, entre risas y aventuras varias, dignas de tiempos pasados.

lunes, 5 de agosto de 2013

XVIII Triatlón Olímpico Club Natación Pamplona 2013

Domingo 4 de agosto, un día en el que empiezan las fiestas de Vitoria y día que me gusta, pero este año, por diferentes planes, no va a poder ser, así que aprovechando que había un tri en Pamplona he decidido gastar el último cartucho antes de vacaciones.
La mañana empezaba con prisas, muchas prisas, no sé porque, había puesto el despertador una hora más tarde de lo que debería haberlo puesto, y encima me fui a la cama convencido de que esa era la hora. Craso error cuando me levanto tope tranki y veo que me ha llamado mi aita, algo pasa, empiezo a echar cuentas y mierdaaaaa. Así que nada, vestirme, dejar el desayuno para otro momento y a toda ostia a recoger a los olvidados. El GPS marcaba que llegábamos justo y no por salir, sino por meter las cosas al box que cerraban pronto, así que el Astra tuvo que recordar viejos tiempos….

Foto Albert
Llego con 20 minutos para coger el dorsal y meter todo dentro, pero mientras me voy acercando veo que hay mucha cola todavía, esto no va a poder salir a la hora, así que me relajo un poco, y más sabiendo que soy la última de varias salidas que se van a dar. El calor empieza a apretar, la cola tampoco es que se mueva mucho y tranquilizo a alguno que dice que no le van a dejar entrar y que sale en nada. A las 10 entro en el poli donde se va a guardar todo, ahora más lasai, puedo poner todo en orden, no sé qué van a hacer con las salidas, pero a mí por lo menos me queda media hora.
Después del ritual, salgo hacia fuera y me encuentro con Asier, el compi del equipo, hablamos un rato y me explica como son más o menos los recorridos y las transis, porque ya ha estuvo el año pasado, la verdad que me han venido bien sus indicaciones. En esto las chicas todavía no han salido, y anuncian que van a mantener los márgenes de salidas, con lo que todo se retrasa ½ hora. En cuanto escucho esto, salgo a buscar a mi aita para que me de las llaves del coche, porque allí mi ama había dejado algo de comida y no es plan de salir con el estómago vacío.
Ya con algunas pruebas iniciadas, me pongo a calentar un poco y me coloco el neopreno (han comentado por megafonía que estaba permitido, un poco justo justo, bueno a mi no me viene mal) yo creo que se está acercando la hora, y en cuanto me meto al agua, oigo que en 4 min salimos, bueno no tengo mucho para bracear, pero lo intento aprovechar. Después de que uno de la piragua nos meta algo de “miedo”, diciendo que hay una boya que indica peligro, por haber una rama (yo si te digo la verdad no la vi) se da la salida.
Decir que el sector de natación se hace en el rio Arga y hay que hacer un recorrido de 250m de ida y otros tantos de vuelta, para completar un total de 3 giros. La cosa empieza con mucho barullo, aparte de algún golpe que otro, me están agarrando continuamente de los pies y no puedo nadar, no sé si será bueno o malo, pero los tragos de agua que estoy pegando por lo menos no son salados ;). Un poco antes de llegar al primer giro, parece que ya me he separado un poco y puedo empezar a nadar, con el desgaste que esto me ha supuesto. 

Foto Rakel
De aquí en adelante voy solo, primer giro a los 500m y vuelta a empezar. En esta segunda vuelta, el rio se ha convertido en una piscina en hora punta, con toda la gente de otros grupos mezclada y pasando por donde se podía, faltaba la abuelilla, haciendo espalda con los brazos abiertos. Es un slalom constante, que por suerte, se termina al inicio de la 3 vuelta, cuando ellos acaban su respectivo recorrido. Las boyas que están delimitando todo el largo del recorrido  son iguales que la boya de dar el giro y me crea falsas esperanzas al pensar que es en esa en la que tengo que dar la vuelta, así que no, a la siguiente. Llega la última vuelta, más de lo mismo, a los de delante les tengo algo lejos y los de detrás van cerca, hasta que unos metros antes de la salida uno me pasa por la izquierda y decido ponerme a pies para reservar fuerzas hasta la salida.
Salimos 3 tipos juntos, por una escalerilla, pero como hay que salir de uno en uno, pasan los 2 antes que yo, y nos dirigimos a por la bici, pasando por el puente.

Foto Rakel
Un poco antes de entrar al poli, veo que el que ha salido delante mío, es Bizkarra, madre mía donde me he metido….En la transi salgo un pelín antes que él y le animo mientras encaro la salida. Me monto en la bici, alguna curva un tanto peligrosa, y en la recta decido ponerme las botas, no sé que me pasa siempre, pero me voy a un lado al hacer esto, y esta vez me salgo de la carretera y voy por la hierba y a punto de ir al suelo, menos mal que saco el pie a tiempo y haciendo malabares consigo parar, bufffff susto!!! Vuelvo al asfalto y esta vez es Gorka el que me da ánimos al pasar, le pillo rueda e intento seguirle, pero es mucho jinete para tan poco galgo y entre que pica hacia arriba, me empiezo a quedar a los 2 Km con un dolor de piernas elegante.
A partir de aquí, me quedo en tierra de nadie y sigo a mi ritmo, intentando regalar un aire a los pulmones, que no sé dónde se ha metido. A los 8 Kilómetros empieza un ligero puerto y pongo ritmo de crucero para que no se me haga más largo de lo que ya se va a hacer. Voy recortando distancia a alguno y lo que es mejor, el cuerpo ya se ha estabilizado. De aquí en adelante es un continuo sube baja por carreteras estrechas y en una de estas, un peazo de tractoraco que ocupa casi toda la calzada, va más despacio que nosotros, pero es difícil adelantarle, porque también están viniendo del otro lado, así que toca dar un pequeño apretón para salvar el aparato. Giro de la mitad del terreno y vuelta hacia el lugar de origen, nos quedamos un grupo majo, pero no tengo ni idea de cómo voy, puesto que hay por lo menos 4 categorías en carrera. En el grupo, como es normal, mucha palabrería, que mejor no comentar, porque es el rollo de siempre, así que calladico y a lo mío.

Foto Aita
Se acerca la hora de empezar a pensar en carrera, el sol pega como nunca (no querías un tri con sol, pues ahí lo tienes). Volvemos a las curvas peligrosas de entrada y la gente dando arreones que no vienen a cuento, así que con cuidado y sin buscar riesgo bajo de la bici y para dentro.
Hoy están saliendo unas transis guapas, salgo a por los 10 últimos Kms entre los ánimos de mi hermana.

Foto Rakel
El terreno por el que discurre la carrera tienes zonas muy diferentes, la mayoría carretera, pero por medio hay algo de grava y zonas difíciles, hasta un tobogán que la primera vez que paso por él casi carpo, jejeje. Son 3 vueltas, intento buscar la sombra, hay mucha gente metida en faena, que en algunos cambios de sentido resulta hasta peligroso, con los que están en sentido contrario. La primera vuelta no la doy muy agusto, me está costando coger ritmo y la cabeza me dice que ya hay que coger unas vacaciones. El agua de los avituallamientos, es mayormente para refrigerarme, porque está el piloto del ventilador parpadeando. 

Foto Aita
En la segunda vuelta me cruzo con el presente y futuro del triatlón femenino, y con las pocas fuerzas que tengo le animo a la gran Ibone. Segunda pulsera, ya estoy casi en la mitad, voy adelantando a gente, no sé si son de mi vuelta ni de mi grupo, pero motiva el hecho de pasar, voy algo mejor que al principio y a pesar del jadeo, ya notable, voy relativamente bien.
Última vuelta entre ánimos de la gente, que dan un puntito y reducen el sufrimiento, ya solo queda ir hasta la pulsera de color, picando un poco hacia arriba y luego volver con algo de pendiente negativa hasta la entrada al club de natación. Choco a mi hermana, cruzo meta, me rio y a la sombra se ha dicho, a reponer fuerzas. No falta tampoco un bañito en la piscina del club, al que se apunta también mi sobri, la verdad que los más de 30º grados que hace bien lo merecen.

Foto Rakel
Con un tiempo total de 2 horas 08 minutos y 51 segundos finaliza la andadura Pamplonesa y en un buen 7º puesto, con lo que ahora si que si, por lo menos una semanita sin hacer nada de nada (deportivamente hablando) que ya iba tocando.