miércoles, 6 de julio de 2022

I Triatlon Olimpico Legutio 2022

Pensaba que no iba a realizar ningún triatlón este año, pero a falta de un par de semanas se mueven un par de fichas en el curro y puedo apuntarme al triatlón olímpico de Legutio. Ante la falta de desaparición de este tipo de distancia que tanto me gusta es agradable ver que se apuesta por ellas y no se va directamente al formato sprint.

A pesar de llegar con tiempo me las veo y me las deseo para poder aparcar y hace que empiece a perder la paciencia por momentos. Mal aparco en una zona respetando la carretera y nos volvemos al pueblo a por los dorsales. Hace un calor tremendo y la mayoría de la gente ya ha dejado sus pertenencias. Entre tanto voy preguntando un poco como va a ser el tema de transición y varias dudas del que no está acostumbrado a la competición.

Foto Rakel

En los boxes hay muy poco espacio entre bicicletas y hace que dejar las cosas se haga un poco más tortuoso. Salgo cogiendo la habitual referencia del sitio y le robo un poco de crema al enano antes de meterme en faena. Sigo con el bolsón hacia el segundo punto del día, lugar donde tendremos que dejar unas zapatillas (no obligatorio, pero recomendado) para poder llegar desde la salida de la natación hacia la t1. De camino me encuentro con Unzu y llegamos entre charlando al sitio en cuestión que parece un rastrillo, con un Ander de segurata jeje.

Foto Rakel

Siguiente paso, ir hacia la salida de natación que tenemos otro buen trecho, allí me uno a la gente del Dida y me voy preparando. A pesar de quedar media hora para la salida, dicen que no se puede calentar en el agua porque van a salir las chicas en 5 minutos (no entiendo que habiendo tanto sitio sin molestar no dejen, pero bueno). Así que me lo tomo con calma y voy a dejar la mochila en la furgoneta a sabiendas que no voy a probar el agua, empezamos bien.

Salen las chicas y nos vamos acercando, con el neopreno puesto empiezo a sudar a pesar de estar en la sombra y solo deseo empezar a nadar. Nos adentramos en el pantano y entre pitos y flautas llega el momento de salir. Intento encontrar un hueco, pero eso en estas circunstancias es casi imposible. 

Foto Rakel

Recibo algún que otro golpe pero nada grave y puedo nadar bastante a gusto a pesar del dolor de brazos. Llegamos a la primera boya, la paso fácil y sigo intentando encontrar algunos pies. Tengo la sensación de estar yéndome hacia la izquierda todo el rato y no paro de rectificar.

Al ir a pasar la segunda boya, cuando la voy a rodear, con lo larga que es me encuentro debajo de ella y no sé por dónde salir, por suerte no me estreso y aparezco al otro lado sin ahogarme. De aquí se supone que ya es todo recto y me lo tomo con calma, llevamos ya los 1500m del sector y todavía queda un gran trozo, así que modo “brazadas solidarias” y ya llegaré. Diviso el arco de salida y veo que la gente se empieza a escorar a la derecha, yo lo hago un poco menos y me toca pisar más piedras de las que me gustaría.

Salgo, me subo las gafas y me voy quitando el neopreno con la calma. Llego a la zona de las zapatillas, me aparto para quitarme completamente todo y recojo las zapatillas. Cargo con los bártulos y encaro la cuesta de transición, empieza la fiesta… Delante veo a Josu y parece que para mi nivel de natación no he salido tan mal. A pesar de empezar bien la transición, el desnivel se me empieza a atragantar y llego arriba con más pena que gloria. Dejo las cosas con calma y agarro la bici para salir a por la segunda aventura.

Paso la línea de montaje, salto a la bici, intento meter el pie, nada, segundo intento, nada y cuando me quiero dar cuenta estoy cayéndome con la valla de la derecha. Ni siquiera me he llegado a caer, me duele la pierna derecha una barbaridad, me reincorporo como puedo, pierdo una inmensidad de tiempo y cuando por fin me coloco la zapatilla de la derecha y me dispongo a salir, la zapatilla de la izquierda se ha salido del pedal, paro de nuevo me la pongo y a ver si salgo de una vez.

Foto Rakel

Me duele la pierna derecha una barbaridad, el isquio me tira también, no puedo dar pedales es dolorosísimo cada vez que intento avanzar, tengo una impotencia tremenda porque es un querer y no poder. Me pongo de pie para intentar estirar, tengo un golpe en el glúteo que me duele una barbaridad. Imposible avanzar, se me saltan las lágrimas de dolor en cada pedalada, intento coger algún grupo pero imposible. Me pienso la retirada en el km5, no soy de los que se retiran cuando algo no sale bien, pero es que no puedo pedalear, me doy otra oportunidad, voy a 10 por hora y sufriendo, segundo pensamiento de retirada, pero pienso en la familia que ha venido y pedaleo con una pierna, que ya duro iba a ser con las 2 así que imagínate con una. Cambio de mentalidad, me voy comiendo el dolor e intento llegar lo más lejos que pueda. En la subida a Oleta, meto todo lo que tengo y voy al tran tran, aprieto los dientes y ya llegaré.

El dolor se empieza a convertir en molestia, sin apretar fuerte puedo sobrellevarlo y de esa manera llego a la parte superior. Ahora lo que me empiezo a notar es deshidratado y muy cansado, me gasto todo el bidón que tengo, en cada esquina intento buscar con la mirada alguna fuente, como ya hizo Diana en Zuia, pero nah y espero al avituallamiento para parar (raro en mi) y recargar. 

Foto Rakel

Completo la primera vuelta con más pena que gloria y me dirijo a por los últimos 20. Completamente solo voy recorriendo el duro y bonito circuito hasta llegar a mi oasis. Me paro completamente, los voluntarios me ayudan a llenar el botellín, me lo ventilo mientras me como un plátano y me guardo un gel. Estoy muy cansado y mi única esperanza es que esto me reanime un poco. Antes de volver a las andadas relleno de nuevo y me despido para afrontar otra nueva subida.

Estoy perdiendo una minutada, sabía que aquí iba a pasarlo mal pero se ha torcido todo a las primeras de cambio. Lo único bueno es que la presión por ir rápido se ha desvanecido y voy como buenamente puedo por las carreteras alavesas. Después de coronar y bajar con cuidado pienso en cómo va a responder la pierna en la carrera. Me voy acercando al pueblo y tomo la recta hacia boxes. Bajo con cuidado y me dirijo a dejar la bici, las prisas están para otra ocasión y me calzo las zapatillas. Con la alegría de que solo es molestia lo de la pierna, encaro la primera cuesta y voy adelantando a gente. El circuito es muy ratonero, con muchas curvas y cuestas, lo que le faltaba para rematar la faena vamos.

Foto Aita

Los ánimos de la gente me abstraen de los pensamientos negativos que tengo, no estoy disfrutando ningún sector y eso es raro en los triatlones que he realizado, pero es lo que hay. Pasan los metros y se me hacen eternos, gracias a los voluntarios puedo refrescarme e hidratarme correctamente, las cuestas las subo a paso de burra, primera vuelta, se me están acabando las fuerzas y me queda más de la mitad, tocara echar mano de las reservas y bajar el poco ritmo que tengo. De esta manera voy sufriendo por las calles de Legutio hasta completar los casi 10Km del recorrido para entrar en meta de la mejor manera posible.

Foto Rakel

Termino sufriendo en 44º puesto con un tiempo de 2:54:33 visto lo visto ni tan mal, pero por desgracia podría haber estado bastante mejor. Una caída vergonzosa y tonta que solo hubiese traído una pequeña pérdida de tiempo se ha convertido en una carrera en la que casi abandono. Por suerte hay un buen avituallamiento e intento recuperar algo mientras charlo con los conocidos coincidiendo en muchas cosas respecto a la carrera, después buscar a los telerines y a “disfrutar” de lo que queda de día.

Como he dicho me hace mucha ilusión que vuelta esta distancia a los triatlones, pero en mi opinión se está estilando que cuanto más dura sea una carrera más “épica” es, e insisto, que solo es mi opinión, pero creo que se pueden hacer carreras duras y disfrutonas y después de muchos triatlones, esta es una en la que sólo he disfrutado un poco en la natación hasta que se han rebasado los metros correspondientes, todo lo demás has sido un querer acabar (puede que sugestionado por mi circunstancia personal, yo que se). Por el contrario, creo que la organización se ha dejado el pellejo y se lo han currado como en ningún otro sitio, ahí si que les tengo que dar un 10.