lunes, 4 de junio de 2012

XVIII Triatlon de Ondarroa 2012

Después de las tres primeras carreras de la temporada, hago una reunión con mis ingenieros y se deciden hacer mejoras en el sector de natación. El lunes están pedidas las nuevas piezas y la probabilidad de que lleguen a tiempo para el triatlón de Ondarroa está en duda. Después de hacer el seguimiento minuto a minuto de estas (Southampton-Gatwick-Barcelona-Vitoria), por suerte, el nuevo neopreno llega a mis inmediaciones 2 días antes del evento, por lo que solo queda probarlo para ver si es la talla correcta y esperar ansioso la prueba final en mar abierto.
Por fin llega un olímpico, una distancia que me gusta bastante dadas mis condiciones (o por lo menos eso es lo que yo creo). El día es caluroso, pero la preocupación porque eso pueda cambiar se palpa en el ambiente y en las nubes que se están avecinando. Llego con la family bastante pronto y me dirijo a por el dorsal, ya se empiezan a vislumbrar los colores amarillos del equipo por todos los lados, este finde nos juntamos una veintena de fosforitos.

Foto Rakel

Mucho tiempo dentro del box preparando las cosas y charlando con los conocidos que van a participar en la prueba, algunos novatos y otros ya experimentados. A falta de 20 minutos para la salida femenina me dirijo a la playa para probar a ver qué tal está la mejora adquirida, se adapta bastante más al cuerpo y no se cala tanto como el otro, dejando más libertad de movimientos. La salida de las chicas, da inicio a nuestro tiempo de calentamiento, que a la postre no se hace muy efectivo, porque hay que esperar bastante rato para la nuestra, un poco más de lo normal, puesto que hay que esperar que las féminas pasen el punto en el que nos  podríamos cruzar con ellas.
Estoy colocado a la derecha de la salida, la verdad que no parece un muy buen sitio, ya que el amontonamiento de gente esperando a salir por el lado opuesto es considerable y sobre todo teniendo en cuenta que el mar está bastante revuelto con un desplazamiento de izquierda a derecha bastante apreciable, pero como ya estoy ahí me quedo, ya que recolocarme va a ser muy difícil. El bocinazo llega, entro bastante bien en el agua e intento ir poco a poco hacia la parte izquierda, por lo poco que puedo ver hasta la primera boya, los del grupo cabecero no están muy lejos, tampoco es que sea mi guerra, pero me parece curioso. Vuelta a la derecha a por la segunda, este trozo se me hace bastante llevadero, gracias a la corriente favorable que tenemos y aprovecho para aumentar la brazada. Nueva boya y giro de 180º hacia el otro  lado, es aquí donde empiezan las malas sensaciones, parece que no avance y encima es muy- muy largo lo que nos queda hasta encontrar la última boya, que nos encaminará hacia la salida, así que paciencia y a aguantar. Últimos 300 metros hasta llegar a las escaleras de salida, que casi es el peor tramo, puesto que la gente se empieza a cruzar de forma innecesaria, en una de estas,  golpe en la gafa y agua para dentro, un ojo encharcado hasta el final. La salida del agua se hace a través de unas escaleras estrechas, y con toda la gente que nos amontonamos es muy estresante salir, una vez en tierra firme solo me queda dirigirme al box y cambiar de herramienta. 

Foto Rakel

Esta vez he tomado una buena referencia para saber la ubicación del material, no tardé en llegar al sitio exacto y después de quitar traje, coger casco y poner dorsal cojo la bici y arranco a por el segundo sector. La línea de montaje se hace sobre unos adoquines y es bastante difícil, por lo que ni salto ni nada, paso la pierna despacico y doy la primera pedalada, ya que aparte de eso es en pendiente. Como ya me dijo una vez un tal Rossi, las primeras curvas con los neumáticos fríos hay que hacerlas con cuidado, pero claro, me acorde de eso después y …….ZAS SS, en toda la boca!!! Nada más dar la primera curva a derechas cerrada y en subida, no sé ni cómo, me veo en el suelo porque se me han ido las ruedas, han resbalado como mantequilla en el asfalto y ahí estoy yo preguntándome qué coño ha pasado. Me levanto, me subo de nuevo, intento dar pedales, pero la biela está loca, joder la cadena!!! Bajo de nuevo, me cuesta volver a engranarla, lo consigo, me subo a la bici y para arriba. Mientras yo estoy haciendo todo el teatro, me van pasando por izquierda y derecha, así que el tiempo que había ganado en la natación, lo pierdo con creces a las primeras de cambio, en el comienzo de “mi sector preferido” . La confianza ganada en las curvas de bajada de Zaldiaran se esfuma en un momento, el golpe no ha sido gran cosa, pero la rabia de perder tiempo y sobre todo grupo, es lo que más me está doliendo, pero cosas que pasan, tampoco dura mucho el enfado. Hay mucho sube-baja por la mayoría del recorrido, y siempre me quedo cortado, cuando se podría rodar con algún grupo, así que paso la mayoría del trayecto en tierra de nadie. En las subidas no me cambian bien los piñones, me imagino que a causa de la caída se han quedado algo tocados y tengo que ir con un desarrollo un poco más duro para que no esté saltando la cadena continuamente. Los últimos 10Km los hago más o menos en grupo, por lo que hay que ir empezando a cambiar el chip, para la cabalgada.

Foto Rakel

Dejo la bici y me coloco las zapatillas, hay que dar tres vueltas a un circuito de unos 3Km y poco para completar el tri. La primera vuelta decido tomármela con relativa calma, esto tiene pinta de que se va a hacer largo. No me encuentro con sensaciones de carrera al 100%, pero no voy a disgusto, por lo que decido ampliar un poco el ritmo en la segunda. Ya con mucha gente por el recorrido a pie, es difícil saber si esta en tu misma vuelta o es un doblado, así que me “entretengo” en mirar si llevan pulsera o no y de qué color es, para motivarme. En la mitad de esta segunda vuelta, veo que me pasa una bici de la organización, y al poco tiempo me sacan “bandera azul”. Parece ser que a uno de un país Oceánico, le ha dado por correr un poco más de lo habitual y cuando me dobla, la cinta con el dorsal me da varias vueltas a la cintura, jeje.
Después de pasar por última vez por boxes, solo queda hacer el último esfuerzo para acabar el olímpico, el circuito tiene bastantes curvas,  giros cerrados y alguna que otra rampilla, por lo que llevar un ritmo continuo no es fácil, pero en estos últimos 3000 metros hay que gastar lo que quede. En el último paso por el casco del pueblo, solo me queda aplaudir a un grupo de personas que están en la terraza de un bar animando, la verdad que ha sido de gran ayuda oír como decían tu nombre al pasar. 

Foto Rakel

Y así se llega al final del primer tri olímpico de la temporada con un tiempo de 2:11:52 y un puesto 48 muy sufrido.


En la entrega de premios, nos han dado un premio honorifico al equipo más simpático. La verdad, yo no sé cómo serán los demás equipos, pero lo que sé, es que en este, se respira un compañerismo y buen rollo increíble.

Foto 42.195