sábado, 21 de mayo de 2011

III Triatlon Hondarribia 2011

Comienza un nuevo sábado de competición y por la ventana se aprecia buen día, así que parece que vamos a pasar algo de calor. El viaje hasta Hondarribia se hace algo aburrido y encima hay que ir algo pronto para pillar el dorsal. Una vez allí se empieza a notar el ambientillo, bicis por aquí, dorsales por allí. Después de coger el dorsal, todavía quedaban unas 2 horas para el comienzo de la prueba así que a tomárselo con filosofía. Me voy cambiando poco a poco y no quiero ir a dejar las cosas al box hasta más tarde, así que de momento observo la carrera popular que hay una hora antes de empezar nosotros. A la hora de entrar al box, de nuevo con el mochilón, mala de ser que se me vaya a olvidar algo, intento colocar las cosas lo mejor posible, y salgo a calentar un poco.
Unos 10 minutos antes de la salida me encuentro con mi vecina que esta algo nerviosilla, pero vamos que son cosas normales, seguro que le sale el tri de pm. Toca ir al agua y bracear un poco a ver qué tal las sensaciones. A las 16h salen las chicas y a nosotros nos faltan 15 minutos, y todos a la línea de salida. Se hacen eternos, y no sé de qué me ha servido calentar antes si ya casi estoy como al principio.
Bueno salida multitudinaria, casi 400 personas y al agua se ha dicho, no puedo nadar de ninguna manera, me dan ganas de ir a braza, la verdad es que me he colocado en mal sitio y no consigo avanzar, y lo poco que hago, es cansándome el triple. El paso por la primera boya, un infierno, que voy a contar, espero que se vaya solucionando el panorama, pero casi hasta un poco más de la mitad del recorrido no consigo marcar un ritmo sin me estorben. Bueno ultima boya y dirección a la playa, madre mía, pero que lejos esta…..
Salgo del agua bastante cansado y nos toca correr por la arena unos 200m para llegar a box, por lo menos tengo tiempo de bajarme con toda la tranquilidad el neopreno, la verdad es que los demás tampoco es que vayan muy rápido, así que no me preocupo en exceso.



Toca coger la bici, el neopreno se resiste un poco, pero al final sale y allí vamos a otra nueva aventura. No se por qué, siempre una goma de las botas que la sujetan a la bici está rota, pero es lo que hay y toca salir así, así que al pasar la línea monto y me calzo las botas como puedo entre los baches del pueblo que están por todos los lados. Veo que salimos unos pocos y me anima estar con alguien, pero la alegría dura poco, porque nada más salir al dar una curva aparece un peazo cueston que no estaba en mis planes. 



Las piernas se resienten bastante ante lo inesperado y lo empiezo a pasar mal, además que la gente te vaya adelantando tampoco anima mucho. Pasado este tramo, intento descansar las piernas, porque falta lo mejor, una subida de unos 3 kilómetros con bastante porcentaje, esa sí que me la esperaba, pero sigo mal de piernas y lo único que puedo hacer es subir a mi ritmo, ya que no consigo engancharme a nadie. Después de tanto sufrimiento veo que llegamos arriba, pero la bajada es muy peligrosa, con una carretera muy estrecha y curvas bastante cerradas, así que no quiero forzar mucho, para no llevarme ningún disgusto. 



A la llegada al pueblo los problemas continúan, porque la organización no es muy buena y los coches estorban bastante, llegando incluso a provocar accidentes, uno en mi grupo, que libro por suerte. Los últimos kilómetros hay que subir de nuevo el repecho del comienzo, esta vez ya se cómo es así que la cabeza va preparada.
Sobre el último kilómetro de este sector, se me empiezan a subir los gemelos y los izquios de la pierna derecha, lo paso francamente mal y no puedo dar casi ni pedaladas, la pierna se queda rígida y el dolor es insoportable. A la hora de quitarme las botas, es casi imposible, y llegando a la transición voy con la pierna estirada para ver si se me bajan algo, pero llego muy dolorido, y no quiero ni pensar en pararme.
Dejo la bici como buenamente puedo y me calzo las zapatillas (que no se me suban por favor, voy pensando).



Las primeras zancadas intento pisar de forma más plana sin estirar mucho la puntera, y con desplazamientos cortos, parece que de momento tengo piernas, con dolor pero se puede aguantar.
Me anima bastante el ver que voy pasando a gente y mi ritmo va en aumento al escuchar los ánimos de algunos amigos que se han desplazado hasta allí. Me cruzo con Aitzi y veo que va bien en carrera, nos saludamos y hacia delante se ha dicho. Los amagos de que se vuelvan a subir las bolas son continuos, pero intento no pensar y tirar. Sobre el kilómetro 3, escucho la vocecilla de mi sobrina diciendo “vamos titi, vamos titi”, y ahí sí que ni gemelos ni izkios ni nada, hay que acabar y a darle caña. Así que con esas encaro los 2 últimos kilómetros hasta cruzar línea de meta.



Acabo bastante mal, con ligero dolor de cabeza y bastante deshidratado, no sé ni que comer ni que beber y encima es que no tengo ni ganas, pero sé que tengo que hacerlo. Me cuesta algo de tiempo recuperar un poco, pero bueno, al final duchica y otra carrera finalizada.






Posición de llegada en el puesto 60º, que para lo que he sufrido no esta nada mal.