martes, 7 de junio de 2016

XXI. Ondarroako Triatloia - X.Gerado Saiz Memoriala. Euskadiko Txapelketa 2016



Pues esto de que llega un nuevo finde semana y toca ir a Ondarroa. Desde que empecé en estas cosillas del triatlón para mí es un referente, en este tiempo he ido viendo como el boom por éste y otros deportes afines ha ido creciendo, al mismo tiempo crecía también el negocio y eso es lo que más pena me está dando. En cambio, la gente de Ondarroa está sabiendo mantener el espíritu deportivo que muchos han perdido, con una buena organización, cuidado y respeto hacia los corredores, así que que voy a decir yo de él, para mí, en distancia olímpica es “EL TRIATLON”, bueno al lio.
Durante todo el trayecto está lloviendo, aunque mantengo la esperanza de que vaya mejorando la climatología. La llegada nos recibe con una buena temperatura y el cielo cubierto, pero a priori sin riesgo de precipitación, así que al aparcamiento que nos cede el puerto y a por el dorsal. Mucha cara conocida como es lo normal, los saludos son lo que prima en la previa de la carrera. Me dirijo a meter las cosas al box, por el camino veo a los buenos, mucho nivel hay por aquí, aunque como siempre en estas carreras.

Foto Aita
 Entre poner unas cosas por aquí y por allá me voy echando unas risas con los viejos conocidos del Benetan, menuda piña buena que forman los cabro….. Salgo con tiempo de sobra de pegar el trote pertinente y los estiramientos de rigor. En este calentamiento observo que se va a salir de la T1 por el mismo sitio que el año pasado, habrá que tener cuidado con el suelo en la salida.
Sin más tiempo que perder me enfundo el neopreno y me dirijo hacia la playa. A la que piso la tierra veo de nuevo a Guz y vamos charlando hasta la orilla. Me despido, nos deseamos suerte para lo que viene y me meto al agua que caliente la verdad que no está. Me meto unos buenos largos de un lado para otro, los brazos pesan, pero mejor que sea aquí que no cuando salga la marabunta. A la par que dan la salida de las chicas estoy pisando de nuevo arena y me dirijo a la línea. Como siempre que puedo, paso de meterme en jaleos y elijo un lateral, esta vez y como casi siempre el derecho, no quiero pasarlo mal en los primeros metros, aunque haga más metros. Guardamos un minuto de silencio y en nada van a dar la salida. Siempre me pongo nerviosillo antes de salir, pero esta vez yo creo que como la salida es ancha y no creo que haya mucha gresca, me encuentro más lasai.

Foto rakel
Bocinazo y aquí empieza la aventura. Primeros metros bien, gente en los alrededores, pero los justos para no molestarnos. Lo bueno de tener la primera boya tan lejos es que da tiempo a que el grupo se estire y haya menos encontronazos. Estoy nadando bastante a gusto, las veces que levanto la cabeza tampoco es que vea gran cosa, pero el camino está bastante despejado, puesto que es por el lado izquierdo donde están los más aventajados. Primer giro y algún que otro toque ya hay, pero inevitable en estas ocasiones. Vuelvo a coger ritmo a la segunda boya y todo sigue tranquilo. Segunda boya limpia, estaremos sobre los 1000m y de repente en un sitio en el que vamos recto se crea una especie de embudo que veo aprisionado con gente por ambos flancos, ni idea de lo que ha podido suceder, me meto unos buenos tragos de agua con la agonía de estar sin poder nadar, por suerte no dura mucho y encaramos camino a la salida con tranquilidad para recuperar el aliento.
La salida por las escaleras me la conozco y decido irme a la parte derecha para aprovechar la barandilla, cosa que me sale de lujo y puedo salir bastante cómodo (luego me daré cuenta de que a pesar de no ser un nadador no me ha salido nada mal).

Foto Esti
 
Arriba entre los ánimos de la gente, me despojo de parte del neopreno y me dirijo a por la bici. Entro en mi fila, tenía una buena referencia, pero cuando mis ojos por fin empiezan a ver los números me doy cuenta de que me he pasado, así que a retroceder unos metros y a por el vehículo. Salida tranquila con Asier diciéndome más o menos la situación, larga caminata hasta poder subir y en cuanto veo la línea me monto y comienzo a dar pedaladas. Con mucho cuidado me pongo las zapatillas, aunque viendo que me están empezando a pasar no me las abrocho bien hasta dar caza a esa gente.

Foto Aita
Nos juntamos unos cuantos en estos primeros metros, pero va a ser Milloi el que empiece golpeando. La cuesta no se hace esperar y es cuando se comienzan a quedar algunos componentes, no puedo quedarme descolgado tan pronto, así que aprieto los dientes y sufro para seguir a estos buenos ciclistas. Lo estoy llevando bastante bien, aunque me duelen las piernas veo que todavía puedo más, eso sí, me da una alegría enorme ver que en breve llegamos al final del puerto mítico.
Ahora toca no descolgarse en la bajada, que estos no dan ni un minuto de respiro. Pillamos a Urko, es mi primera sorpresa y continuamos el descenso. A partir de aquí intentamos dar relevos, de momento estoy bien y entro para poder seguir restando segundos a los de delante, a pesar de que no hay mucha coordinación vamos bastante rápido y llegamos a la segunda subida. Hemos ido cogiendo a gente por el camino aunque también se han juntado nuevos integrantes al nuestro. Esta subida es más llevadera que la anterior aunque comienzo a notar más los repechos. Llegamos a Lekeitio, nunca me acostumbrare a pasar a toda ostia por el empedrado y que la bici parezca que se va a romper, pero lo paso sin ningún percance y rebasando el ecuador del sector.
Bajada vertiginosa que me recuerda al año pasado donde me pegue una colada espectacular al creer que la carretera iba en otra dirección, jaja. En las curvas se pueden oler hasta los frenos que están trabajando como nunca. Ahora llegan los toboganes, continuos sube bajas, me viene otro recuerdo del año pasado donde tuve que aguantar a Beñat para poder llegar con él a la transición, este año es parecido y aquí es cuando llega mi segunda sorpresa, en un momento que miro alrededor, me encuentro con Zalakain, Herran, Bizkarra, Bravo…. Y pienso “que cojones pinto yo aquí con estos fuera de serie” viendo el percal y con las piernas como las tengo solo puedo intentar mantenerme con ellos y si hay suerte llegar a la T2. Hay intentos de relevos, pero entre que el terreno con sus constantes curvas no lo pone nada fácil y yo que voy con lo justo la idea es clara.
Bonitos paisajes de toda la costa que nos acercan a Ondarru, veo a la gente preparándose para bajar de la bici y yo hago lo propio. Llego a la curva cerrada de bajada estoy en mitad del grupo hacia detrás, a estas alturas no quiero ningún percance. 

Foto Aita
Bajo de la bici y simplemente pienso en que tengo que correr como nunca. Me fijo en que apenas hay bicis en el box, es una sensación rara, pero eso significa que la cosa va bien. Cuelgo la máquina, me coloco las zapatillas, dejo el casco en la cesta y a lo mío.
Alguien canta a alguien que el octavo, la madre que m…..Las zancadas se van sucediendo y me veo con fuerzas, es cierto que no es lo mismo salir a correr el 50 y empezar a adelantar gente que salir donde he salido, cada adelantamiento va a ser oro y eso hace que cuando paso al primero me anime y me lo crea. Este año son 4 vueltas en vez de 3, ya de primeras me alegro de no tener que subir al cuestarraca de final de vuelta, jeje. La primera vuelta he conseguido adelantar a 2 o tres y a lo lejos veo la bici del primer corredor con un dúo de cabeza, ehhh hola? Primer corredor he dicho? Buffff.

Foto Cristina
Antes del Kilómetro 3 ya los tengo a tiro, cuando ya me estoy aproximando veo que son el joven Rendo y Lazkano. Del primero ya he oído maravillas con menos de 20 años y al segundo siempre lo he visto muy lejos de mí en otras carreras sabiendo que es una máquina. Y allí estaba yo con mi duda existencial, tenía dos opciones, la primera era llegar a ellos descansar y luego tirar, me encontraba bien y era el momento de jugármela, así que opte por la segunda, seguir como hasta ahora hasta morir y si me siguen pues ya pensare otra cosa. Les paso y me coloco detrás de la bici, ésta adecua su velocidad a mi ritmo y veo como me va abriendo paso, buah menuda sensación, pienso en “bueno a ver si puedo estar primero hasta la primera vuelta” El giro de 180º antes del puente lo tomo como referencia para ver que está pasando, de momento les he sacado algo de distancia y eso me anima. Comienzo la segunda vuelta y con el vasito de agua por la cabeza de rigor, coincido con más corredores en el sector, ya no solo estoy recibiendo ánimos de la gente de fuera sino que también los propios corredores me animan, esto es la os.
Diviso a mi prima e Isma que esta vez sí, han venido a ver el tri, en la tercera vuelta Las rozaduras de los pies tampoco están acompañando nada y noto las heridas en cada zancada, pero ya habrá tiempo de curarlas después. He pasado el ecuador y ahora toca concentrarse para no venirse abajo. Sigo con buena zancada y juego a “intentar pillar” a la bici, es una manera de marcar un objetivo sabiendo que ésta siempre está pendiente de mi para mantener una distancia adecuada. Las referencias de Asier me dicen que tengo algo de margen y por primera vez pienso en conservar y bajar algo el ritmo, pero lo medito mejor y veo que tengo piernas así que sigo como hasta ahora y punto, si decaigo tendré esos segundos de margen para lo último. 

Foto Festak.com
Antes de iniciar la última vuelta me topo con un corredor que voy a doblar pero que me resulta muy costoso, lleva un ritmo brutal y no consigo distanciarme. Al pasar la bifurcación me dice que tal y le digo “que bien” se pone delante mío y me intenta llevar unos metros. La verdad que me viene de maravilla porque va más o menos como yo y me deja coger un poco de aire. Después de recuperar el aliento paso de nuevo delante, pensé que me iba a seguir, pero al no ser así no pude darle las gracias, gracias López. Entre tanto los “vamos que es tuya” “venga que ya la tienes” “esta vez sí” de diversos compañeros hacen que me vengan las fuerzas de donde no las hay.
Y por fin entro en el kilómetro 9 paso el puente y me quedo “medio parado”, me cuesta subir la mierdecilla de desnivel cuando oigo los ánimos del de la bici, me hago a la idea que ya está hecho, un poquito más y llego. Lo bueno del último tramo es que es en ligera bajada cosa que ayuda a las ya maltrechas piernas. Llego al zigzagueo final y me desvío a la izquierda en la bifurcación, le quería agradecer a la bicicleta esos últimos ánimos pero veo que coge el otro camino, una pena. Es la recta de meta todavía unos 100 metros para llegar al arco, miro hacia detrás no veo a nadie y me pongo a andar haciendo reciproco el ánimo de la gente. No me lo creo, pero este esfuerzo ha merecido la pena por estar saboreando de esta manera un triunfo impensable. Me giro, aplaudo, me llevo las manos a la cabeza y a pasitos me aproximo a cinta, levanto las manos, la speaker dice mi nombre, el plástico roza mi cintura, lo agarro con las manos y lo elevo en una inmensa alegría. He ganado, he ganado un triatlón y sigo sin creérmelo. 


Foto Festak.com
1Hora 55 minutos 04 segundos después de estar en la arena de la playa, me hacen vencedor de esta carrera a la que tanto cariño le tengo. Al poco llega Urko, está también contentísimo, nos abrazamos y le doy la enhorabuena, también entra Lazcano y le felicito. Entre tanto la speaker me acerca el micro y me pregunta, solo tengo palabras de agradecimiento Ondarru y toda su gente, a pesar de que no oigo ni lo que digo, jeje. Mientras van entrando los demás les voy felicitando, porque hasta el último corredor tiene un mérito increíble.

http://www.triatloi.org/campus/pub/clasificacionPrueba.asp?idioma=eu&idPrueba=265

Posamos los 3 primeros para la foto y me dicen que tengo que hacer una entrevista para etb y yo sigo flipando, me dicen que tranquilo que vaya al avituallamiento y luego vuelva, es lo que hago. A pesar de ser un avituallamiento de 10, como siempre, apenas como nada porque tengo el estómago cerrado como de costumbre. Me voy cruzando con corredores, me saludan, me dan la enhorabuena les conozca o no, esto es lo más bonito del deporte madre mía. Me voy acercando a la cámara, me dicen que tranquilo que diga lo que ha sido y no sé de donde saco las palabras que hasta en euskera parece que estoy diciendo algo coherente (ya me veré luego si eso es así, jajaja)
Me ducho, recojo las cosas del box, me reúno con mis familiares y entre charleta y charleta se acerca la hora de la entrega de trofeos. Siempre la había visto desde abajo, pero este año la voy a poder disfrutar desde arriba. 

Foto Festak.com
 Por último y después de esta chapa decir que agradezco a todas las personas sus ánimos, a los fotógrafos (sean profesionales o no) las fotos por mantener imborrable este gran recuerdo y a Koaxi Triatloi Taldea por su buen saber hacer en este triatlón con sus voluntarios que se han portado de 10, pero que conste una cosa, no solo hoy, sino todos los años que llevo viniendo, espero que sigan así y que no cambien.