martes, 30 de mayo de 2023

XXXII Triatlon Sprint Castro Urdiales 2023

Aprovechando que se organiza un triatlón en Castro, similar al que fuimos hace un par de años, nos animamos a pasar el fin de semana por allí y competir un poquillo. El viernes después de recoger todos los bártulos ponemos rumbo a la costa, llegamos sin mucho problema y pernoctamos hasta el día siguiente. Por la mañana con tiempo de sobra preparamos todo lo necesario antes de abandonar el vehículo, mochilas a la espalda, bicis en mano y nos dirigimos hasta centro del pueblo.

Con muchísimo tiempo de antelación buscamos una sombra y esperamos al resto de integrantes para que se puedan hacer cargo de la fiera mientras nos preparamos. Antes de nosotros hay carreras de categorías inferiores y hasta que no finalicen no podremos meter las bicis en los boxes. Se nos está echando el tiempo encima y casi a la hora de nuestro comienzo oficial empezamos a meter las bicis.

Está siendo todo un poco caos, con la propia gente que ha retrasado el evento metiendo prisas para poder comenzarlo. 

Foto Rakel

Tengo que colocar todo deprisa y corriendo, dejando todo como buenamente puedo con el calor azotando el cogote. El speaker no hace más que decir que el comienzo es inminente y eso que mucha gente está todavía en boxes, yo por mi parte me tengo que poner el neopreno que tanto me cuesta a la carrera.

Con el sudor cayéndome a chorretones y con muchas dudas de la gente para realizar el primer segmento y las transiciones, consigo acercarme a la zona de salida de la natación acompañado de Josu, el otro integrante del Dida, a las chicas todavía les están mareando de un sitio para otro porque ni siquiera saben de donde tienen que salir. Con todo puesto solo me queda esperar el momento para meternos a la fría agua, mientras hablo con el gran Asier.

Foto Rakel

En el agua y viendo que queda todavía bastante gente por bajar me voy apartando un poco hacia un lateral para sufrir lo menos posible en la salida. Después de que nos vayamos adelantando a la boya casi por instinto, por lo menos no se retrasa la salida y salimos en el sitio que estamos.

Primeros metros con bastante limpieza y sin saber hacia dónde me dirijo recibo unos de los pocos golpes de toda la natación, pero por la cuenta que me trae continuo para que no me engullan. A partir de aquí la natación se resume en intentar seguir las burbujas de los de delante e ir hacia donde vayan. La llegada a la primera boya llega antes de lo esperado, la paso limpia y voy hacia la siguiente que está al lado. Giramos de nuevo y solo queda retomar hacia las escaleras que nos darán acceso a la transición. Antes de eso casi me choco o mejor dicho nos chocamos contra un barco al que tenemos que bordear, el reloj no me ha marcado ni siquiera los primeros 500m cuando enfilo la última boya para llegar a las escaleras. Y es aquí donde me vibra el reloj, madre mía lo que han acortado este segmento.

Foto Rakel

En los peldaños me voy quitando el neopreno y llego arriba siguiendo la alfombra hasta mi lugar. Hago una transición decente y salimos escopeteados hacia la carretera cediendo el paso a varios compañeros para no tener problemas a la hora de montarnos. Me coloco relativamente rápido las zapatillas comparado con otras ocasiones y apretando un poco para no perder el tren.

Foto Rakel

El ratoneo por las calles de la ciudad hay que hacerlo con bastante cautela para no tener ningún percance y después de la última rotonda empieza el ligero ascenso hacia Mioño. Coge los mandos del grupo que hemos formado Borja y cogemos a algún que otro corredor, un poco antes de llegar arriba cambia el ritmo, no quiero quemarme a las primeras de cambio y le dejo ir. Ha llegado al grupo San Vicente y ahora ya toca apretar los dientes todo lo que pueda. En la bajada hay que ir con cuidado porque la carretera no está en condiciones óptimas. Después de dar el giro con sumo cuidado al encontrarnos con otros corredores, tomamos dirección de vuelta hacia el pueblo. La carretera sigue intratable y más corredores en sentido contrario, por lo que hay que seguir con todos los sentidos en alerta. Antes de llegar arriba de nuevo cogemos de nuevo a Borja y con el grupo de unos 5 o 6 bajamos a la rotonda para comenzar el recorrido peligrosísimo por el carril de bicis.

Foto Rakel

Aquí sí que no me la quiero jugar nada, llegamos a la zona del giro entre los ánimos del público y volvemos a retomar el mismo circuito. Gracias a estos desniveles más adecuados a mi categoría, incluso puedo entrar a dar el relevo en el ascenso. Y un poco antes de coronar, esta vez es Aitor quien se escapa, yo de nuevo me quedo donde estoy y a llegar. Después del giro de 180º Borja aumenta un poco el ritmo en la zona bacheada y me voy con el hasta arriba bajando de nuevo a toda velocidad, pero entrando por la ciudad con mucho cuidado hasta llegar al paseo. Me quito el velcro de las zapatillas por el carril bici y me coloco primero para descender en la línea.

Foto Rakel

Transición de nuevo decente, pero a la hora de salir creía que era hacia la izquierda, un juez me indica que hacia el otro lado, así que la ligera ventaja que tenía la pierdo pasando por detrás de éste para retomar la senda del último sector. El compañero de viaje durante casi toda la carrera sale como un diablo y yo no estoy teniendo muy buenas sensaciones en este comienzo, así que no hago el amago de seguir. Mas o menos la distancia inicial que me ha sacado la voy manteniendo y después del primer kilómetro me empiezo a encontrar algo mejor.

Foto Rakel

Estas distancias tan cortas son un poco puñeteras, porque es muy difícil recuperar mucho tiempo por muy rápido que quieras ir, pero el ir viendo algún objetivo hace que aumente la motivación. No sé que han hecho en el circuito a pie que al pasar de un paseo a otro tenemos que cruzarnos de carril, haciendo una especie de ocho. Gente entrando con la bici hacia la transición, corredores en la contra viniendo y yo sin saber por dónde ir. Después de esta zona de caos estamos por el paseo con un gran problema de sitio por el poco espacio que hay y si a eso le sumamos que la gente invade un poco más para sacar alguna foto resulta que hay ligeros toques.

Lo que tampoco puede ser es que la gente que está de voluntaria dando botellas de agua, quieran dar dicho avituallamiento a los corredores que están al otro lado del carril, y por este “detalle sin importancia” me choco con uno de estos que se ha metido por el medio de mi camino, en fin… por suerte me he podido preparar para el golpe y no me ha sucedido nada. Tenemos que ir hasta casi el castillo para dar por finalizada la primera de las dos vueltas. Al pasar por la contra meta han debido aprender del error anterior y ya se están poniendo unos a un lado y otros al otro para dar el agua.

Foto Aita

En esta segunda vuelta tengo cerca a San Vicente por lo que mi objetivo, a pesar de que corre bastante, es intentar darle caza antes de que se me agoten los kms. A Diana la estoy viendo en cada cruce y después de pasar a mi predecesor mi objetivo es intentar pasarle antes de la línea de meta, cosa que consigo casi en lo que yo pensaba que eran los últimos metros. La otra vez que hice el triatlón tenía una entrada rara en meta, así que a la hora de pasar por allí me quedo un poco mosca y antes de seguir haciendo, lo que yo creía que podrían ser metros de más, me paro y pregunto a ver por donde me dirijo a la meta. Por suerte en ese momento veo que gente que iba delante mío viene desde el fondo, así que habrá que llegar hasta el final de nuevo para entrar.

En la vuelta y sin ver todavía hacia donde me tengo que dirigir, les digo de nuevo que hacia donde está la meta, cosa que me indican al instante, así que un poco más adelante haciendo una S me encuentro encarando el arco de meta. Acabo cuando ya las heridas de los pies empezaban a hacerse un poco más molestas, así que ni tan mal. Espero a Diana que no estará muy lejos, la cual consigue un segundo puesto.

Foto Rakel

Una gran 8ª posición que me deja buen sabor de boca con un tiempo de 1:01:09. La verdad es que organizativamente ha sido un completo caos, en el aspecto deportivo, pues bueno, circuitos ratoneros, peligrosos y que se podrían haber solucionado mejor (sobre todo lo del cruce del segmento de carrera) pero me he sentido muy bien con mi rendimiento.

Ahora un poco de picnic familiar en los jardines y a esperar a la entrega de premios mientras charlamos de lo que nos ha deparado el evento. Finalmente agradeciendo a los telerines el cuidado del chiquillo nos quedamos por las inmediaciones para poder mañana descansar y disfrutar esta vez mejor de la playa.