Después del periplo de los crosses tocaba volver al asfalto y que mejor sitio que en la carrera del club yendo desde Santurtzi hasta Bilbao, como dice la canción. Con la ayuda de la familia podemos gestionar el viaje y me dejan para ir recogiendo el dorsal mientras ellos se van hacia Bilbao para esperarme allí. El día esta con lloviznas constantes y lo mismo hace un solazo, que te pega una chaparrada, pero para correr parece que va a estar bien.
Haciendo tiempo antes de ponerme de corto me voy al
polideportivo para estar más calentito al igual que la demás gente que está
cambiándose por los pasillos. Por aquí andan los compañeros del equipo, primeramente,
saludo a Unai y después me quedo con David para comenzar a calentar en cuanto
hemos visto que escampaba un poco (suerte la nuestra).
La pista de atletismo se va llenando lentamente y noto que
al contrario que el año pasado donde nos hizo un vendaval en contra, parece que
vamos a tener ligero viento a favor, así que, aunque nos llueva de vez en
cuanto, por lo menos un poco de ayuda tendremos. A falta de 10 minutos me voy
acercando a la salida y doy los ultimo largos antes de ir hacia el arco.
Me inserto en tercera fila al lado de Gontzal y esperamos el
pistoletazo de salida mientras presentan a los elite del evento. Salida rápida
como es habitual, se estira rápido el panorama y comienza la agonía por
intentar coger un grupo acorde a mis condiciones. Lo “bueno” del circuito es
que tiene las cuestas al principio, pero es un arma de doble filo, porque
puedes fundirte muy pronto.
En la primera cuesta me coloco primero del grupo, pero
cuando Pablo comienza a tirar y se va escapando me empiezan a pasar y me
inserto de nuevo. De momento lo estoy llevando bien y en el primer descansillo
recupero el aliento para afrontar la ultima cuesta grande. Me esfuerzo por no
perder el grupo y llegamos a las calles de Sestao donde se agradece la cuesta
de bajada.
De vez en cuando nos cae un poco de agua, por las rotondas
de salida empezamos a ver a un corredor que se ha quedado rezagado y lo
atrapamos un poco mas adelante. Iñaki está llevando la mayor parte del trabajo
del grupo, en una de las rotondas nos medio equivocamos y tenemos que corregir,
pero no ha sido muy drástico. Estamos sobre el kilometro 7 y solo quiero llegar
a la barrera psicológica de mitad de carrera, porque las ligeras subidas que me
estoy encontrando se me están atragantando demasiado.
![]() |
| Foto Juani |
Sobre el Km 9 empiezan a cambiar el ritmo y mis piernas no dan para mucho más, por lo que veo alejarse a Diego y Gontzal, llevándose con ellos a gran parte del grupo. Yo intento mantener mi ritmo, pero empiezo a tener los cuádriceps cargados y el dolor me hace aminorar un poco la velocidad. Bajamos hacia la ría para entrar en los últimos 5 km, mentalmente el saber que no va a haber más repechos hace que me motive un poco, pero la distancia con Aner no se reduce en ningún momento.
Nos cae un chaparrón de repente y parece que me refresca un
poco, porque cuando deja de llover me encuentro un poco mas despejado y me noto
mas ligero. A pesar de no poder dar caza a nadie, el saber que quedan 2
kilómetros me anima y parece que empiezo a recuperar un poco las fuerzas. A
pesar de que no oigo los pasos de los perseguidores, los puedo intuir por los
aplausos que oigo después de que yo pase, es una forma muy efectiva para no
mirar atrás.
![]() |
| Foto @Ifmsportss |
La llegada al Guggenheim en inminente, es una pena que por culpa de la meteorología no haya la animación habitual por el paseo de la ria y la mayoría de los ánimos se congregan en la ultima curva antes de pasar los arcos de meta.
Tercera Santurtzi-Bilbao finalizada en 25ª posición y con un
tiempo de 48:35 para los casi 15km que tiene. Me apoyo un poco en la valla para
coger un poco de aire, pero no es la agonía de los últimos crosses y en poco
tiempo me recupero, saludo a los conocidos y a la gente con la que he
compartido recorrido. Voy a buscar la mochila y después de ubicar a los
acompañantes me cambio parcialmente de ropa para estar un poco seco.
Como vamos a quedarnos por aquí, mientras esperamos a la entrega de premios, me acerco a hablar con el gran ausente del equipo, a pesar de su reciente paternidad Juan hubiese dado esa guerra buena que siempre es necesaria, pero hay que aprovechar también el momento, habrá más carreras…
Y con todo eso y saludando al compañero de trabajo que hace
mucho que no veía, nos vamos con la expedición Vitorimadrileña a comer y como
ha mejorado el tiempo nos vamos a dar una vuelta por Bilbao que nunca está de
más.

