martes, 29 de noviembre de 2022

Santurce a Bilbao XXXIV 2022

Aunque ya llevo muchos años corriendo, siempre hay algo nuevo que probar y esta vez tocaba correr por primera vez la Santurce-Bilbao. Si, ya sé que es una de las marcadas en rojo para mucha gente, pero hasta ahora me daba mucha pereza lo que suponía ir a correrla y este año “arrastrado” por la de siempre, me anime a correrla. Prontito estamos en mendi esperando a que arranque el bus que nos llevara hasta Santurce, mucha cara conocida o por lo menos nombre a la hora de que Marc pase lista en el vehículo. Viaje tranquilo y sin preocupación ninguna, pero que nos deja a casi dos horas del comienzo en las inmediaciones de donde se dará la salida. 

La gente se empieza a agrupar en el polideportivo, después de recoger los dorsales me infiltro con los del Dida y allí donde van, voy. Me da mucha pereza empezar a cambiarme, pero como todo el mundo lo esta haciendo me uno al ritual. A falta de 40 minutos decido ir a dejar la mochila y ponerme a trotar, mas que nada por aburrimiento. 

Foto Festak.com

La pista de Santurce parece una jaula de hamsters y cada vez hay mas gente. Las ganas de miccionar hacen que busque algún sitio cercano, pero al ver que no hay nadie en los arbustos decido ir al baño con la correspondiente espera en la cola (aunque al salir de allí vere a toda la gente de cara a los setos haciendo lo mismo que yo) 

Últimos trotes y me dirijo a la línea de salida, a pesar de quedar todavía mas de 10 minutos la gente ya esta esperando y como de costumbre, gente con ritmos lentos poniéndose delante para estorbar (me quede con el dorsal de uno que había delante mío y chico, que tienes todo el derecho de ponerte donde quieras, pero si vas a correr a 4 no te pongas en sitios que se va a salir a 3, así luego pasa lo que pasa) 

Salida rara donde ni se dio cuenta atrás ni se aviso de nada, simplemente dieron el pistoletazo pillando por sorpresa a todos los allí presentes. Intento colarme entre los huecos que veo, a esto me refiero con ponerse cada uno en su ritmo en la salida. 


A pesar de haber estado bastante adelante, me cuesta un esfuerzo extra ponerme un pasito por detrás de los que van a tirar en cabeza. El primer Km con el único momento de viento a favor hace que me una, con no pocos esfuerzos, al grupo cabecero. Mi idea en mantenerme con ellos por lo menos hasta acabar la subida y allí esperar que se forme algún grupo más lento para continuar. 

La subida se me hace dura, perdiendo en ocasiones algunos metros, pero consigo llegar al llano con el grupo. Aquí es donde se empieza a estirar, como se que mi ritmo no va a ser el de los Urko, Gontzal, Javi, Koldo…. Me dejo caer e intento conseguir un ritmo de crucero adecuado. Después del parón que tuve, sé que hasta 10 km puedo dar lo que tengo, pero luego va a ir decreciendo a medida que pasan los metros. Me he quedado más o menos solo y consigo mantener una zancada adecuada a pesar del viento en contra. Por delante va cayendo algún corredor que otro. Uno de los corredores a los que rebaso es Gustavo, veo que va fastidiado y decido rebajar mi ritmo para intentar llevármelo conmigo. 

Le digo que se ponga detrás, adecuo mi ritmo para que le sea cómodo y vamos los dos. Pasamos por el circuito del triatlón de Sestao y por el paso de las rotondas nos azota una buena racha de viento. Aquí alcanzamos a otro corredor rezagado, pero parece que va mas fresco que nosotros y me es imposible darle ningún relevo. 

Foto Festak.com

Por detrás nos pasa un corredor del Santurtzi como un avión y se lleva a este corredor hacia delante con una soltura pasmosa, así que de nuevo estamos Gus y yo contra el viento. A pesar de escucharle jadear me pasa a dar algún relevo que otro pudiendo coger un poco de aire para volver a ponerme en cabeza del dueto y seguir.

Foto Festak.com
 
Llegamos al avituallamiento del 9, yo profano de estas cosas no llevo ningún gel ni siquiera la naranjica que me viene de pm en la media (tendré que empezar a mirar para no sufrir como lo hago en los finales de estas carreras mas largas). Gustavo se toma el gel e incluso me ofrece, pero como digo, ignorante de mi voy con lo puesto y solo bebo un poco de agua. Pasamos por el polideportivo Zorroza, que me suena de unas pruebas que hice por allí y cogemos dirección a la ría. Como bien sabia mis piernas empiezan a flaquear y todavía quedan unos 4 km. Gustavo, que parece que ya se ha recuperado un poco decide hacer un cambio de ritmo y sin poder pegarme a el me voy quedando y viendo como el compañero de viaje se me aleja. Intento no descentrarme y seguir lo más rápido que pueda, puesto que perder ahora el puesto que tanto sufrimiento me ha costado no me agradaría en absoluto. 

La larga recta de la ría se me está haciendo eterna, los ánimos de la gente hacen que el tramo no se haga tan duro, pero como no se ni dónde está la meta solo quiero ver algún arco para tener una orientación. Pasamos por debajo de la araña de Guggenheim, el ambiente ya es mayor y al pasar consigo ver el globo amarillo que tanto deseaba. 

Foto @Eduborrowsport


Con un buen desgaste físico cruzo la línea con un tiempo de 51:12 y con un impensable 17º puesto.
 Me tomo unos segundos para recuperar el aliento, aunque rápidamente me dicen que me tengo que apartar de allí, así que con el aliento entrecortado me dirijo hacia delante encontrándome con Gus y felicitándole por su carrera. Mas adelante están los de la otra liga, Urko y Javi por un lado, Koldo y Marc por otro, les saludo y me quedo con Josu (el niño maravilla) dialogando sobre la carrera y su nueva adquisición, por fin va en igualdad de condiciones que los demás, que se preparen por la cabeza de carrera a partir de ahora.


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