miércoles, 11 de septiembre de 2024

IV Triatlón Olímpico de Nagore 2024

Siempre diré que lo que más me gusta en el triatlón es la distancia olímpica y después de no poder ir el año pasado al Triatlón de Nagore, este año no podía dejar pasar la ocasión. Al ser un sábado por la mañana la logística es ir el día anterior y hacer noche. Por suerte y gracias a la gente de la organización podemos quedarnos en el mismo sitio (como algunos más) y un problema menos para mañana.

El lugar es espectacular y después de las pequeñas tormentas de la noche, nos amanece un día soleado y sin nubes que hace de esto mucho más apetecible. Hay varias carreras organizadas, parece todo muy familiar, sin las estridencias de muchas carreras de hoy en día, cosa que me gusta en especial y mientras que los del supersprint se van preparando yo voy con el retaco a por el dorsal y empezar a preparar. Cuando terminan los de esta primera carrera voy a meter las cosas a boxes y cuando salgo saludo a la gran Aitziber que después de un tiempo vuelve al ruedo.

Foto Dy

Miro la gran piscina que tenemos para nosotros y solo estoy deseando ponerme el neopreno para poder probarla. Las primeras brazadas hacen doler los brazos, pero la verdad que es una gozada poder nadar aquí. Diez minutos antes de la salida me dirijo hacia fuera porque hay que estar en las bicis para hacer la cámara de llamadas típica en pruebas navarras. Soy de la última fila para acercarme a la línea de salida, eso en un triatlón con el ansia de la gente por no dejarte pasar sería un problema, pero en este, compruebo que dejan meterme entre ellos y poder estar medio delante para no tener problemas.

Nos dicen que nos metamos en el agua para salir y otra de las diferencias es que la gente obedece y se queda sin querer arañar ningún metro y a la espera de que el juez nos diga cuando salir. El bocinazo no se hace esperar y allí que vamos, primeros metros saliendo medio rápido, no somos muchos y se nota a la hora de no recibir ningún golpe y se va nadando muy cómodo hasta que cojo velocidad de crucero en busca de la primera boya.

Doy el giro sin ninguna complicación y toca llegar a la boya de más al fondo, boya que veo bastante bien e intento ir lo más recto posible, pero aquí es cuando me surge la duda, porque veo que algunos participantes van mucho más a la derecha que yo y dudo si dirigirme hacia ellos, pero como tengo en la cabeza que voy bastante recto me mantengo en mi línea y continuo hasta que después de una larga recta consigo llegar a ella. Giro de nuevo y dirección al arco de meta, que por suerte se ve perfectamente. Antes estaba deseando que el reloj me marcase los 500m cuanto antes, pero ahora prefiero que se retrase esa vibración hasta estar cerca de salir para corroborar que no he alargado en exceso la natación.

Foto Dy

Me pongo de pie poco después del aviso del reloj y comienza el baile de despojarme de los atuendos, primero las gafas para poder llegar al sitio y allí todo lo demás. Se me atasca bastante el neopreno por el chip y estoy un ratillo hasta que me despojo completamente de él, a falta de caja tiro todo al suelo y me pongo el atuendo de bici y que sin hacer una gran transición no pierdo demasiado tiempo. Salida en subida y avanzo varios metros después de la línea para montarme más a gusto y no tener problemas. Me cuesta una barbaridad ponerme las zapatillas (como de costumbre) pero como tampoco veo a nadie delante (ya he perdido ese tren) me lo tomo con calma para ponerme todo en condiciones.

Los 3 primero kilómetros son bastante durillos y para mí un poco más, pero el que no te rebasen a gran velocidad hace que no me venga abajo e incluso vaya recortando distancia a alguno que veo más adelante. La idea es intentar coger a dos o tres que tengo a la vista antes del descansillo y luego ver como trascurre el sector. Veo el final de la “cima” y consigo pillar a otros 2 con lo que me doy por satisfecho. A partir de aquí nos podemos los 4 o cinco que estamos a dar relevos sin hablarlo y con gran compenetración, como digo, impensable en otros triatlones donde los “neociclistas” se ven con el derecho de manejar al grupo a su antojo. Solo en una ocasión hubo un pequeño comentario, pero vamos, que como le dije después, cada uno que haga lo que pueda o lo que quiera. Por las referencias que nos van dando parece que estamos recortando algo a los de delante, en ocasiones les podemos ver, pero no reducimos lo suficiente y cuando llegamos a la bajada ya no los vemos más (a pesar de no estar muy lejos).

La bajada con el tráfico abierto, la carretera estrecha y el suelo húmedo se antoja peligrosa y paso de arriesgar lo más mínimo. Por suerte no hay muchas variaciones en nuestro grupo, alguno se nos ha unido, pero no hay derramajes en todo el trayecto de vuelta y podemos pillar al tercer clasificado. Vamos llegando al pueblo y se acaban las curvas para empezar a pensar en la transición.

Foto Triatlón Nagore

Poco antes de dar el giro de izquierdas para entrar a la carretera de desmontaje me he quitado las zapatillas y estoy preparado para afrontar el ultimo sector. Bajada con cuidado y a buscar mi sitio después del carril de compensación. Llego al sitio, cuelgo la bici, me pongo los calcetines (si, a mi edad eso de destrozarme los pies ya no tiene ningún sentido, “antes tampoco…”). Después de ponerme las zapatillas con algún que otro problema y dejar el casco salgo a por los 10 kilómetros de rigor. La situación es la siguiente, como si fuese una repetición de Ondarroa, salgo el cuarto o el quinto, sé que el sector es el más favorable para mí, pero no sé lo que correrán los demás, así que después de la salida por tierra al llegar al asfalto plano intento coger ritmo.

El tercero está a la vista y antes del primer kilómetro consigo rebasarle, diviso al segundo, pero le voy recortando muy poco a poco. El saber que voy recortando hace que gestione un poco más el ritmo y sobre el tercer kilometro puedo darle caza. Veo la bici del primer clasificado a unos 300m y queda más de la mitad de la carrera, por lo que en los sube-bajas intento controlarme antes de lanzarme a por él. Comiendo metro a metro estoy casi pegado a él antes del ecuador del sector y decido seguir mi ritmo. Me saluda, le saludo y la bicicleta aumenta un poco su velocidad para adecuarla a mi ritmo y abrirme paso.

Es una sensación impresionante, pero todavía quedan otros 5 kms y no sé lo que viene por detrás. Doy el giro de 180 y vuelvo por donde he venido, lo bueno de la ida y vuelta es que puedo comprobar como está el panorama y sé cómo es el recorrido por lo que viendo que estoy aumentando la diferencia gestiono mejor las subiditas que hay durante todo el recorrido. Los ánimos de la bici de apertura también vienen muy bien para no venirse abajo. Paso el puente del embalse, quedaran 2 km y la proximidad del pueblo me hace estar más tranquilo, calculo el ritmo que tendrían que llevar por detrás para alcanzarme y lo veo casi inviable, por lo que este último tramo ya empiezo a saborear la victoria.

Últimos metros, la gente que está animando ya me lo recuerda y después de volver a la parte de tierra reduzco la velocidad, puedo ver ya el arco de meta y justo antes a Diana y Aihotz, echo una buena mirada para atrás para cerciorarme de que no viene nadie y me paro a saludar ante la indiferencia del pequeño de la casa, por lo que ya andando retomo el camino dirección al arco y cruzo debajo de él.

Foto Dy

Primer puesto con un tiempo de 2:12:27 ni en mis mejores sueños pensaría en volver a ganar yo un triatlón, es cierto y que a nadie le moleste, que no hay que ocultar el nivel que había y los pocos mas de 60 corredores que hemos tomadoparte, pero la gente que estábamos tampoco éramos cojos (bueno yo un poco jiji), así que con todo ello celebro la victoria que tanto esfuerzo me ha costado conseguir.

Después pues lo que toca, saludar a los compañeros con los que he competido, hacer nuevas amistades y charlar un poco por el micrófono con mucha vergüenza. Aprovecho para avituallarme primero en una fuente y después con el buen post meta que nos tienen preparado (tanto para corredores como para acompañantes). Después de las charletas habituales me voy a duchar y a seguir disfrutando del ambiente que se ha generado en este humilde triatlón. Antes de la entrega de premios, empiezan a sacar albóndigas, macarrones y ensaladilla a parte de todas las otras cosas que ya había allí y entre unas cosas y otras y salimos comidos del evento, es espectacular.

Foto Toñi

Por último, llega la entrega de premios con el cachondo del speaker que lleva todo el día dándole al micro sin parar, es un crack. Finalmente, solo queda despedirse de la gente que por allí anda, dando las gracias al organizador por una organización impecable y muy muy cuidada, de verdad que merece la pena y mucho venir aquí y espero poder repetir algún año más.

Foto Toñi