miércoles, 28 de septiembre de 2011

URDUÑA HIRIA HERRI KROSSA 2011

No se podía faltar a esta cita, que desde hace 3 años venia corriendo, la verdad que tiene todos los adjetivos que busco en una carrera, cerca, barata y bien organizada.
Daban buena temperatura para el fin de semana y eso aunque no es muy bueno para la correr, sí que lo es para que la gente se anime a venir y apoye. Llevaba 2 semanas sin poder correr a causa de un dolor molesto en los ligamentos del tobillo, y no quería forzar entrenado, así que la cosa era llegar allí y correr sin saber cómo estaba. Llegamos al pueblo y después de aparcar el coche fuimos a por los dorsales. En esta ocasión había ido mi hermana y le comente la posibilidad de que la sobri corriera, y la peque como loca, así que cogió dorsal y se dirigió a la línea de meta. Solo tenían que correr 600 metros, pero es muy bonito ver a los chavalillos tan ilusionados por correr con poco más de 5 años. 


Después de las dos carreras que hubo para los peques, llegaba la hora de ir a calentar un poco, era la hora en la que vería el estado del tobillo, empiezo trotando con bastante miedo y a los pocos minutos veo que los pinchazos siguen ahí, soy de los que piensa que la cabeza hace mucho en estas cosas, pero ya veía que se iba a poner complicada la carrera, así que poco calentamiento y que le vamos a hacer.
Al no haber muchísima gente (aunque luego comentaron que había sido el año que más participación había habido) la salida no iba a ser muy complicada. Así que pistoletazo y a correr. La verdad que no noto nada en el pie, y corro bastante bien, bueno una cosa menos en lo que pensar de momento. La primera vuelta a la plaza intento colocarme entre los primeros, para no tener que sufrir para pillarles. Al kilómetro ya se estaba formando algo de grupo, pero vamos por imaginación, porque eso de mirar para atrás no lo suelo hacer (bastante tengo yo con lo mío). Llevamos un ritmo bastante fuerte, pero las pulsaciones no se me disparan así que intento seguirles. Los kilómetros van pasando y el sol empieza a pegar con fuerza, pero es para todos lo mismo. Hay pequeños tirones de los de adelante, cambiando mínimamente el ritmo, pero veo que siguiendo mi ritmo les tengo ahí, así que a seguir. 


De repente sobre el kilómetro 4 hay una bajada bastante notable del ritmo, nos agrupamos mucho y los de delante parece que están estudiando la situación, así que mira, ni tan mal para poder coger un poco de aire. El tobillo ni me molesta, he tenido un par de amagos pero nada de nada, mejor.  Después de 1 Km entramos de nuevo en el pueblo y ya empieza a saltar la gente, yo me mantengo constante, todavía queda la mitad de carrera y queda la parte más dura. Al botellín de agua del avituallamiento no le puedo ni echar un sorbo, así que me lo echo por encima para refrigerar, parece una tontería, pero después de recuperar la respiración se nota mejoría.
Ya en la segunda parte de la carrera, que discurre por la zona de pabellones me junto con otro atleta, y como vamos muy parecidos, el objetico está claro, llegar con el e intentar que no nos adelanten. A falta de Km y medio veo que tengo algo de fuerzas todavía, escasas, pero incremento un poco el ritmo a ver si le puedo dejar un poco atrás. Por lo que oigo, sus zancadas están cada vez más lejos y creo que podré llegar delante de él. Ultimas curvas por el pueblo y llegada a la plaza, mucha gente, muchos peques chocando la mano, y al fondo el arco, ya está acabado.


Entro en la meta pero no sé cómo he quedado, hay premio hasta el 15 y eso creo que sí que lo he conseguido, pero exactamente no sabía cuántos estaban por delante. Al final me comentan que he llegado en la octava posición, así que 50 €urillos para la saca, así da gusto ir a correr.


martes, 23 de agosto de 2011

VIII Legua Nocturna Santa Maria del Paramo


Todo comenzó una noche hace una semana en las fiestas de La Bañeza (pueblo de un amigo), con esa presentación está casi todo dicho. Llegó uno diciendo, que el finde que viene había una carrerilla en el pueblo de al lado que si nos apuntábamos (que por cierto era gratis, a ver si aprenden en algunos sitios de por aquí), que si no se que….ya se sabe cómo acaban estas cosas. Y la verdad que como coincidía con el fin de semana de las motos en La Bañeza pues podía ser una excusa buena para volver al cabo de unos días por esos lares.
Así que tenía que llegar todavía a Vitoria, empezar a hacer un poco de algo, para tener las menos agujetas posibles para dicho día, puesto que después de 15 días sin hacer nada, la verdad que la cosa estaba complicada, y si se va a una carrera por lo menos se intenta no hacer mucho el ridículo…
Pues llegó el viernes, la carrera era el sábado por la noche. Se trataba de recorrer una legua, si así me quede yo cuando me lo dijeron, pues resulta que son 5.572 metros, de esas que no dejan tiempo a respirar, no estoy acostumbrado a hacer esas distancias tan cortas, y que en la mayoría de los casos son muy jodidas.
El sábado fue el único día que comí algo de pasta, por lo menos engañar a la cabeza, que nunca viene de más, y eso de estar de poteo y con los pintxitos…….pero bueno el caso era pasar un buen rato. Estuvimos un poco en La Bañeza con las moticos y tocaba salir hacia el pueblo para ir a recoger los dorsales.


 La verdad que había muy buen ambiente  y estaba todo bastante bien organizado, se veía a mucho pro por ahí calentando, vamos lo de siempre, y a pesar de ser popular había nivelillo.
Llegaba la hora de la salida, como no había hecho casi nada estos días atrás la táctica era clara, salir hasta petar y luego sufrir para llegar, no había tiempo para adaptarse a la distancia, así que pistoletazo y como si fuese un encierro, todos como locos. Me coloco con los primeros, veo que van de la os, con un ritmo impresionante, el primero se escapa a los 500m y me quedo con el segundo y tercero. La verdad que voy bastante acelerado, pero la táctica es la táctica, jeje, me da por mirar el pulsometro en el primer Km y ya paso de las 170ppm cosa que no suele ser normal.


Alrededor del kilómetro 2,5 noto como algo me toca el hombro y al girarme me saluda un tipo muy majo, si si, el señor del mazo ha llegado, y queda algo más de la mitad de la carrera, madre mía y yo que pensaba que tardaría algo más. A partir de entonces, velocidad de crucero y esperando con ansia cada cartel con la indicación del kilómetro que vamos, encima la carrera discurre por la periferia del pueblo con todo oscuro y  casi sin gente que te pueda animar un poco. Veo que me van pasando algunos, pero ni amago en intentar seguir con ellos, porque hoy no es el día. Veo el cartel del 4 y se va oyendo algo de ruido a lo lejos, bueno parece que estamos cerca del pueblo.
Los últimos 300m se hacen por la pista de atletismo del pueblo y justo antes de entrar oigo que animan los amigos del pueblo, si los oigo, porque lo que es verlos, con lo oscuro que esta y lo jodido que voy pues como que no. A falta de 1Km más o menos ya he estabilizado el ritmo e incluso he podido acelerarlo un poco y ya la entrada a la pista hace el resto, porque el ambiente es bastante bonito y hay que gastar lo poco que queda, que ser adelantado al final como que no gusta.


Al final una muy buena 15ª posición con un tiempo de 18:43, que para lo que había estado haciendo este verano de playita, fiesta y demás no está nada mal.


sábado, 2 de julio de 2011

III Triatlon Deba-Itziar Extreme 2011


Todavía estoy intentado buscar calificativo para esta carrera, porque lo de dura se me ha quedado corto.
El día comenzó bastante raro, no tenía la misma sensación de ir a una carrera como en otras ocasiones, no estaba muy motivado, aunque esperaba que cuando llegase a Deba y con el ambiente eso cambiaria. La mañana empieza con mucho sol y por lo que parecía iba a ser bastante calurosa, así que desde primera hora de la mañana intente hidratarme bastante.
Lo peor de la llegada era encontrar aparcamiento en el pueblo, y por suerte encontramos un sitio, donde aparco mi hermana y yo me fui a la zona reservada, que aunque estuviera lejos, era sitio seguro para aparcar y no dar vueltas a lo bobo. Antes de ir hacia allí y como estaba al lado de los box, fui a por el dorsal, y una cosa menos de la que me tenía que preocupar. El coche quedo bastante lejos y tocaba cargar con la bici y la bolsa hasta el pueblo. Dicho camino era parte del recorrido de correr y solo de verlo ya me estaba acojonando, que si cuestas, que si campo, que si escaleras…..
Aun después de meter las cosas en el box y ponerme el neopreno, seguía sin sensación de carrera,  no se era algo extraño. Uno de los organizadores me comento “que, buen día verdad?” y le dije “si, para estar en la playa”, y era bien cierto porque rondarían los 26 grados. Calenté bastante brazos por medio de los bañistas, que por cierto estaba lleno. Después de la salida de las tías, todavía estuve algo más de rato en el agua, porque la espera en línea de salida se hace muy aburrida. Había pensado salir por la parte izquierda y evitar aglomeraciones, pero cuando fui a la línea de salida nada más entrar por la parte derecha, vi un hueco adelante y me quede allí. Parecía buen sitio, la boya al fondo y no muy escorado.



Después de breves indicaciones de cómo era el recorrido, pegaron el bocinazo, esta vez, aprovechando que estaba adelante, intente llegar al agua de los primeros y después de unos saltos empecé a nadar. No recibía ningún golpe y las aglomeraciones no estaban cerca, se notaba que había algunos menos triatletas que en otras ocasiones. Levantaba la cabeza para ver si iba bien hacia la 1ª boya, pero casi ni la veía de lo lejos que estaba, así que me dedique a seguir a los que me precedían e intentaba aprovechar los rebufos. Me encontraba bastante bien nadando, no había recibido apenas golpes e incluso veía que adelantaba a gente, con lo que me animaba bastante. La boya se iba viendo cada vez más grande, y la llegada aunque nos juntamos algunos nadadores no fue muy accidentada, con lo que cambio de dirección y a por la otra cosa pequeña naranja que se ve al fondo. Después de llegar a la 2ª boya toca poner camino hacia la playa, veo que hay un nadador cerca de mí un poco por delante e intento seguir sus pies, pero la falta de experiencia, hace que me vaya de un lado para otro y tenga la sensación de que no estoy nadando recto, así que vuelvo a centrarme en seguir como antes y si coincido en su trayectoria pues de lujo. La verdad que fue de las mejores nataciones que he hecho este año, a mi ritmo y sin muchos golpes.
Por fin llegamos a la playa y nada más salir intento bajarme la cremallera, cosa que no consigo, porque no encuentro el agarre, me cuesta más de lo imaginado pero como había bastante camino hasta el box consigo bajarla antes de llegar a por la bici. 



Hay bastante espacio y encuentro la bici bastante rápido, pero el maldito neopreno parece que hoy tiene el día tonto y no quiere salir.
La salida a la carretera es bastante tranquila y veo que voy cogiéndole el truquillo a lo de montarme a la carrera,  no empieza muy fuerte, así que intento recuperar el aliento y abrocharme la zapatillas con tranquilidad. Pero todo lo bueno se acaba y sobre los 6 kilómetros empieza el baile, viene un grupeto de unos 10 ciclistas y me quedo con ellos, con la intención de aguantarles….iluso de mí. En las primeras cuestas empiezan a poner un ritmo impresionante y me digo, “si los sigues, petas”. 



Hay más de uno que se queda descolgado también del grupo y las cuestas son horribles, plato pequeño, piñón grande y a subir como se pueda. Aun así me estaban quemando las piernas, ya no sabía qué hacer, “pero si voy con lo mínimo”, así que a tirar de cabeza e intentar seguir como sea. Algún que otro compañero se le oye jurar en hebreo por lo mismo, y yo pensando, si solo es el principio, madre mía. Con mucho sacrificio llego a la parte de arriba, veo el cartel del nombre del puerto  “Calvario” (2ª Categoria), no si el nombre le va que ni pintado. En las bajadas solo intento recuperar, porque es inútil que me ponga a tirar para pillar a los de adelante, si en breve va a venir otro puerto. Eso si los frenos se tienen que estar poniendo al rojo vivo, porque pegamos unas frenadas de impresión. Así transcurren otros 2 puertos de 3ª categoría, aprovechando los falsos llanos para descansar piernas y continuar. En el último puerto me alcanza un grupeto y la bajada hasta Deba la hacemos juntos.
Llega la última transición, al dejar la bici y ponerme las zapatillas noto que los cuádriceps están cargadísimos, aunque espero que a medida que vaya cogiendo ritmo se me vaya pasando, que ingenuo. Y así llegamos a la yincana de la carrera, 10 Km de solazo, cuestas, escaleras y tierra, vamos un poco de todo. Los cuádriceps parecen que me van a estallar, el dolor no se me quita y cada paso es un infierno, ni aun cambiando la forma de correr consigo que se me pase un poco, como siga así incluso pienso en la retirada, pero bueno ese es el último recurso. La forma de correr, es casi arrastrando los pies, nada de las carreras con soltura de otras veces, lo único que me reconforta es que no me adelanta nadie y por lo menos yo voy adelantando a algún que otro corredor, esta vez no muchos, pero hoy más que nunca el objetivo es llegar.
Hay que dar 2 vueltas al circuito, y la gente que ha venido a vernos anima bastante, eso como siempre he dicho es de agradecer, da un puntito de energía extra. Van pasando los Km 6, 7, 8 ,9 en el último kilómetro ya no hay ni repechos ni escaleras ni nada que se le parezca, y viendo que tengo posibilidades de alcanzar a algún triatleta más, intento correr un poco más suelto. La verdad es que es el mejor kilometro que hago, solo queda chocar la mano a mi sobri (que menos mal que la vi a la pobre) y pasar línea de meta. 



Llego con las piernas destrozadas, pero con una alegría impresionante por haberlo acabado. Hoy sí que echo en falta unos masajistas, intento estirar un poco mientras recupero con bebidas y naranjas, pero me es casi imposible, se me están subiendo todos los músculos al mínimo movimiento.
Por ultimo voy a mirar el cartel de los premiados para ver si me había tocado algo, y cuál es mi sorpresa cuando veo mi numero en el premio de una comida en un restaurante de Deba. Madre mía, por fin me toca algo, jeje.
Y así fue la aventura de finalizando en 43º posicion y probablemente el ultimo triatlón de la temporada (a no ser que en verano vea alguno por ahí que me motive), ahora semana de recuperación de piernas más que nunca y después de agosto a empezar a pensar en las carreras populares de siempre. 


sábado, 18 de junio de 2011

Triatlon Lekeitio 2011


Nueva aventura de fin de semana de triatlón, las previsiones no eran muy buenas porque daban día nublado, pero al final quedó un día bastante bueno con una temperatura de unos 22° y sol.

Al llegar a Lekeitio había mucho ambiente por el pueblo y gente por todos los lados, lo primero era ir a por el dorsal, después de eso unos momentos de tranquilidad antes de entrar al box. Parece una especie de ritual lo de meter la bici y dejar las cosas ordenadas para las transiciones, se intenta dejar lo mejor posible pero siempre parece que hay una mejor manera. Tanto es así, que después de haber salido a última hora tengo que volver a entrar para dejar las gafas en el casco, que se me habían olvidado.

Al ir a ponerme neopreno veo que a mi derecha hay australianos, menudo nivel, me digo yo. Mientras nos dirigimos hacia la playa se ven unas olas bastante grandes, lo cual me hace presagiar un sector de natación bastante complicado. Después de salir las chicas, nos dirigimos hacia la salida. Es bastante aburrido tener que esperar unos 15-20 minutos antes de salir, pero los jueces mandan. La salida complicada, un sitio bastante estrecho y mucha gente, cada uno a buscar el sitio que podía, así que entre las olas y los golpes, un infierno. Nunca había nadado en mar en esas condiciones, era un sube y baja constante rodeado de gente. Hasta casi alcanzar la segunda boya no nado más o menos a gusto, y con los brazos bastante cansados, así que sólo intentó llegar a tierra de la mejor manera posible.



En la salida mucho tumulto, la gente animando y con el desconcierto solo oyes ruido, encima hay que deshacerse del neopreno. Encuentro la bici bastante bien y cuando ya voy a salir me doy cuenta de que no me puesto el dorsal, una breve parada y listo. La gente sale muy rápido por todos los lados e incluso a la hora de subir a la bici casi hay un accidente delante mío. Los primeros momentos entre los adoquines del suelo y que no me había abrochado las zapatillas es algo incómodo así que se agradece la llegada al asfalto. Empieza picando un poco hacia arriba y las piernas se resienten pero no lo llevó mal. Al ir avanzando el sector empiezan las buenas pendientes y a las piernas parece que no les llegan energía, por lo tanto aunque vaya  más lento cojo ritmo e intento subir lo mejor posible, vamos lo de siempre, jeje. Las bajadas son bastante rápidas pero se añadía el riesgo de los coches y hubo algún que otro susto. Al llegar abajo media vuelta y otra vez para arriba. En las orillas se iba viendo a corredores parados con la bici, algún que otro pinchazo ya hubo.



La baja fue bastante rápida y en esas circunstancias no merece la pena tirar hacia adelante, puesto que no te vas a escapar del grupo y así reservas piernas. Se acerca el pueblo y toca la última transición. Bajo bastante bien de la bici y de nuevo el ánimo de la gente se hace notar. Me calzo los zapatillas y a correr ha dicho. 



Me habían avisado que la mitad de la carrera era cuesta arriba, pero no esperaba que fuese tan dura. De todas formas y como es costumbre veo que voy adelantando gente y eso me motiva un poco más. Deseando llegar arriba doy la vuelta y aunque parezca mentira la bajada no es tan bonita como cuando vas en bici, no puedes pararte y dejarte llevar. Pero bueno ya sólo quedan 2 km y medio y una más hecha.

La llegada como llevo diciendo en toda la crónica, espectacular de ambiente, un último obstáculo antes de llegar a meta (a quien se le ocurrió poner estas escaleras) y el sufrimiento termina en satisfacción. Cuando llegas ves a todos los triatletas que han llegado y los que están llegando, qué sensación, indescriptible. Dialogas con algunos que conoces e intercambiáis experiencias.



Al final posición 68º, una carrera bastante dura pero con una gran recompensa moral.


sábado, 4 de junio de 2011

XVI Triatlon Ondarroa 2011


La mañana comenzó soleada en vitoria, decían que podía empeorar por la tarde y ese era el miedo que había, pero había que ir de todas maneras así que…
El camino hasta Ondarroa se hizo bastante tranquilo, el día parecía que aguantaba y hacía bastante sol, así que a aparcar e ir a por el dorsal. El ambiente era bastante bonito, ya sólo quedaba ir preparándose para el evento.



A media hora del comienzo voy llevando las cosas al box, puesto que no quiero estar mucho tiempo esperando. A la hora de la salida de las chicas empiezo ponerme el neopreno porque hace bastante calor sobre los 22 ºC y no es agradable estar con el abrochado hasta arriba mucho tiempo, así que me pongo gorro y al agua para calentar un poco. Es curioso mezclarse con la gente que está en la playa tomando el sol o dándose un baño como cualquier fin de semana harán, y 300 tíos con neopreno inundando su paz y tranquilidad.

A pocos minutos del comienzo voy hacia la línea de salida es bastante ancha así que espero que no haya problemas a la hora de salir corriendo. A la hora de meterse en el agua intento no meterme en ningún barullo y los primeros metros comparados con otros tris se hacen relativamente agusto. Primera boya y giro hacia la derecha no he recibido muchos golpes, intento coger ritmo viendo que se puede nadar bastante bien. Se acerca la segunda boya y giro a la derecha de nuevo, la verdad que aun que se me están cargando bastante los brazos voy mucho más a gusto que los anteriores. Ultima boya a lo lejos, la mente ya casi está preparando la transición, a llegar a ella la dejamos hacia la izquierda y recto hasta pasa el puente de Calatraba, estos últimos metros parecen kilómetros, pero llegamos a las escaleras de acceso.



Muchas multitud animando, la verdad que se agradece bastante aunque no sepas dónde vienen los gritos te dan un poco de energía extra. Esta vez el neopreno parece que sale bastante mejor cojo casco, dorsal y a por la bici. En los primeros kilómetros empieza a picar hacia arriba, se que a lo largo del recorrido va ser esta la constante así que intento no desmoralizarme. Algún que otro corredor me va pasando e intento seguir su rueda, pero me es imposible. Después de los 10 primeros kilómetros decido ir a mi ritmo y olvidarme de los demás, puesto que se que es mi punto débil. Hay un momento en el que pasamos por un terreno que está adoquinado, parece que se me va a caer la bici a cachos. A mitad de recorrido llega un grupo bastante grande de corredores así que intentar seguir con ellos es mi único propósito. A falta de 5 km la cosa se empieza a tranquilizar, y la mente ya está pensando en coger las zapatillas.

La parada con la bicicleta entre tanta gente se hace un poco complicada y la entrada a los boxes, también puesto que cada uno se dirige hacia un lugar diferente. Por fin hemos llegado a la carrera, que era a priori el objetivo. Hay que dar tres vueltas al circuito de unos 3 km y medio y me intento tomar las cosas con calma. 



Empiezo a adelantar algunos corredores y eso me motiva porque veo que las piernas me responden, pero empieza un pequeño problema. No puedo respirar mucho aire, me empieza doler el pecho en cuanto lo intento. La verdad que nunca había sucedido esto, así que la primera vuelta intento aguantar como sea. Después del avituallamiento y beber un poco de agua, bajo la cremallera del mono para ver si puedo respirar mejor y aunque no es la solución parece que va algo mejor. La segunda vuelta y el ánimo de toda la gente que había en la meta me ayuda a intentar olvidar el dolor y poco a poco voy cogiendo ritmo, es agradable el detalle del nombre en el dorsal, puesto que mientras vas corriendo la gente te llama por tu nombre, y es muy alentador. Casi al acabar la segunda vuelta un corredor que iba bastante tiempo detrás mío me adelanta y viendo que tiene un buen ritmo intento seguirle. La última vuelta empiezo a notar cómo las heridas de los pies se acusan un poco más, pero ya habrá tiempo mañana de curarlas, y de esta manera llegamos los dos a meta, no tengo intención de sprintar para ganar un puesto más y menos cuando me ha “ ayudado” a incrementar el ritmo.

Pasó la meta y aunque este bastante cansado oigo una vocecilla "titi,titi", me doy la vuelta y allí esta mi sobrina sentada al lado del arco hinchable gritándome, como lo había hecho cada vez que pasaba delante de ella, no tengo por más que ir hacia atrás y dar un beso, eso sí luego me dijo su madre que había dicho "me ha dejado toda sudada".



En la llegada hay un recipiente enorme lleno de agua con hielo, la verdad es que nunca lo había probado, y depues de comer y beber algo me voy a probarlo, una sensación fría pero placentera, parece que vale para algo….posicion 29º, no esta mal no?


Así que por fin consigo hacer un reto que me había planteado hace bastante tiempo, acabar un triatlón olímpico. Cansado al principio pero con mucha satisfacción interior….esto es el deporte.