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martes, 20 de junio de 2023

X Carrera Solidaria Ziordia 2023

Llega el fin de semana de la carrera de Ziordia, digo carrera porque en el fondo es lo que es, pero es mucho mas que eso, es un evento solidario en toda regla, con inscripción en forma de alimentos para una asociación, compra de unos boletos para la enfermedad de Markel y con diferentes eventos para que toda la gente que se desplace hasta allí viva una tarde deportiva sin parangón.


Este año vamos a correr las tres generaciones de Vecillas y yo y los demás integrantes que se desplazan con la entrega de alimentos y compra de boletos para la rifa. Al correr el mas pequeño de la casa nos hemos acercado al pueblo antes de lo habitual. Este año, en lo que a meteorología se refiere, me parece que no nos libramos, aprovechamos a coger los dorsales nada mas aparcar en el pueblo y me reencuentro con un compañero del equipo de futbol Michelin, donde militamos hace más de 20 años (que bien nos lo pasamos ahí).

En la primera carrera de los peques empieza a hacer presencia la lluvia, por lo menos no hace mucho frio y se puede aguantar. Aihotz ya esta preparado con su dorsal en la línea de salida, pequeña caída a la hora de colocarse no frusta su vuelta a la plaza que hace ayudado en ocasiones por su madre y abuelo. Momento en el que aprovecho para saludar a Pablo (“el del megáfono”, jajaja) gran persona que conocí el año pasado y que le da vida a esta fiesta.

Con la esperanza de que la tormenta ya haya pasado nos vamos a cambiar para empezar a trotar un poco, habrá que hacer buena la activación que hice ayer en el trabajo con los calvorotas jajaja. La idea de este año es ir un poco mas tranquilo, intentando hacer participes de la carrera a mas gente e intentar ir un grupo por lo menos la primera vuelta. Asi se lo hago saber a Jorge (el año pasado segundo) cuando me lo encuentro un poco antes de empezar.

También charlo con Mikel (el año pasado tercero) momentos antes de ponernos en la salida, como digo siempre, esto es lo bonito del deporte, las amistades que se crean. Y sin mucho mas nos vamos acercando debajo del arco hasta que el gran artífice de todo este tinglado nos da la salida.

Lo dicho, primeros metros con calma para ver como reacciona la gente, me ubico detrás de mis compañeros y dejo que no se rompa el grupo. Primeros callejeos por el pueblo y la lluvia que pensaba que se podría ir resulta que hace todo lo contrario y arremete con más soberbia sobre nosotros, así que a agachar la cabeza toca.

Foto Ziordia

Llegamos al famoso “falso llano”, acorto un poco la zancada y continuo con los de cabeza hasta arriba, donde nos espera el top de la animación con su megáfono a pleno rendimiento, es increíble lo de este tío, que grande. En la bajada es donde peor lo paso, al estado del terreno se le han sumado las roderas realizadas por la lluvia y entre la tierra suelta y que nos estamos acelerando tengo hasta un amago de torcerme el tobillo. Llego abajo con más pena que gloria, pero por lo menos retomamos al asfalto.

En la recta y echando la mirada hacia detrás veo que se ha roto definitivamente el grupo y es aquí donde ya empiezo a apretar un poco. Por intentar seguir el camino del parque y no acortar por la hierba tengo otro resbaladizo susto con el barro que hay, así que para la siguiente vuelta… por la hierba. En el puente estrecho de salida la bici que nos abre camino tiene una caída y digo a los compañeros que paremos un poco, aminoramos la marcha, pero viendo que esta bien y por suerte sabiendo el camino seguimos para completar la primera vuelta.

Foto Ziordia

Pasada debajo del arco, ánimos de la gente y estamos Mikel y yo mano a mano, tomo las riendas en la nueva subida por la tierra, desde abajo ya se escuchan los mensajes de apoyo de Pablo que te hacen sacar una sonrisa a pesar de esta con las piernas ardiendo y sin aliento. Al llegar arriba nos “felicita” y nos insta a acabar juntos la carrera. Nunca he sido muy partidario de las entradas pactadas, porque prefiero perder a no competir, pero como he dicho y repito, esta carrera tiene ese no se que especial que hace que me lo plantee. De momento continúo sufriendo en la bajada y las piedras que me habían entrado antes en la zapatilla siguen su camino por el pie molestando en alguna zancada.

Segundo paso por el parque, esta vez sin incidentes y al poco de pasar la pancarta Mikel me comenta la idea de entrar juntos, a ver que me parece. Sin mucho que pensar le digo que de acuerdo, así que rebajamos un pelo el ritmo e intentamos disfrutar de estos últimos Kms. Ultima subida, al no estar en modo competición es mucho mas llevadera y agradable y pasamos junto a Pablo que nos da sus “ultimas bendiciones”.

Foto Ziordia

Ponemos los pies en el asfalto, hemos empezado a doblar a algunos corredores y vamos animándolos en cada adelantamiento, hoy sí que ganamos todos (y no como en cierta carrera con camisetas rosas). Nos vamos acercando al arco de meta y justo antes de llegar nos damos la mano y cruzamos juntos, me ha parecido un gran broche para esta carrera (pero que no sirva de precedente, jeje)

Foto Ziordia

Llegada a meta con un tiempo de 24:29 en primera o segunda posición (es lo de menos) y espero al tercer clasificado para felicitarle por su carrera. Ya que estoy empapado aprovecho para ir en contra para ir a buscar a Diana que llega primera, ella hace lo mismo y nos vamos a buscar al ultimo integrante para acompañarle los últimos metros que le faltan, realizando una buena mitad de temporada.

Seguidamente nos vamos a la furgo a cambiarnos y nos metemos en el frontón donde sigue la fiesta con el castillo hinchable, merienda y entrega de premios.

Foto Ziordia

Como digo, una de las pocas (si no la única en la que he estado) donde el organizador no gana ni un duro. Donde el gran José Ramon se desvive para poder dar comida a la Fundación 365, donde recauda una gran cantidad de dinero vendiendo boletos para la enfermedad de Markel y donde da luz a organizaciones como KmsxEla, RetoDravet y con la gran ayuda de la gente de DrinkingRunners.

martes, 22 de mayo de 2018

X Triatlon Sprint Hondarribia 2018


En Mayo estaba en mente el ir a la carrera solidaria de Ziordia, pero me comentan la posibilidad de ir al triatlón de Hondarria y aunque me fastidie mucho no poder asistir el trideporte me tira y para lo poco que compito tengo que aprovechar. Hace ya unos años que no me acerco por allí y la zona es  muy chula para correr por sus alrededores, por lo que he visto dan una temperatura veraniega y eso le va a dar ese puntito extra.
Llegamos con bastante tiempo de antelación, me gusta el horario de tarde porque puedes ir con más tranquilidad en vez de pegar madrugones y apurar en los horarios. Con una suerte tremenda aparcamos en el parking del polideportivo, con lo que nos facilita mucho más la logística, jeje.
Cogemos los dorsales y después de  otear el ambiente vamos con la calma poniendo las pegatinas y dorsales en su correspondiente sitio antes de entrar a los boxes. Cola para el marcado y en nada ya estoy buscando mi lugar. Es el primero de este año y surgen las dudas de como colocar las cosas y más teniendo en cuenta que este año no tienes la obligación de ponerte el dorsal en bici, cosa que me hace pensar cuando me lo voy a poner, pero decido probar cosas nuevas y lo dejo colocado para el último sector.

Foto Aita
Hago un minitrote porque me da pereza ponerme todavía el neopreno, pero en nada ya me lo estoy enfundando para ir a probar el agua. De camino a la playa me encuentro con López, otra de las amistades que te da este deporte y charlamos un rato antes de desearnos buena suerte y citarnos para después de meta. Al meter el pie en el agua, lo normal, fresca fresca, pero tampoco creo que pasemos frio.
Después de unos largos y viendo desde lejos la salida de la chicas me acerco para la línea de salida. Veo un gran tumulto de gente en una parte (digamos que la buena) pero como paso de líos y agobios me voy al lado opuesto casi al final donde veo que hay menos gente, prefiero nadar a mi ritmo sin agobios en perjuicio de una mayor distancia. Un nervioso Javi también anda por los alrededores y charlamos un rato. 

Foto Festak
Poco a poco veo que la zona que parecía más tranquila también se empieza a llenar de gente, pero decido no moverme y espero allí hasta el bocinazo.
Salida como siempre, llego al agua y comienzo a saltar para avanzar y en cuanto llego a zona segura me pongo a nadar. A pesar del típico dolor de brazos y piernas que me entran no está la cosa tan mal, pero de la que levanto la cabeza diviso a la izquierda que estoy muy lejos de hacia dónde debo ir. Intento ir corrigiendo, pero los golpes empiezan a entrar en acción, agobio y  tragos de agua son la tónica hasta la primera boya, mala, muy mala elección. Primera boya que paso muy por el exterior porque quiero empezar a nadar más tranquilo, a partir de aquí la cosa se estabiliza, comienzo a bracear a gusto y veo que comienzo a avanzar. La llegada a la segunda boya se vuelve a convertir en un campo de batalla y al pasarla decido alejarme de nuevo de la marabunta. Encaro la playa y veo que cada vez la arena se ve más cerca, cosa que me alegra, porque no ha sido una natación nada bonita. Al ponerme de pies veo lo que ya deducía, una “mala” natación te deja donde te deja y es lo que hay. Bien es cierto que no soy nadador ni mucho menos, he tenido una mala elección y eso sumado a las microparadas te lastran.

Foto Rakel
Aun así no pasa nada, la larga transición hace que pueda coger aire y recupere algún puesto que nunca está de más. Llego a la bici, dejo el neopreno, casco en la cabeza y hacia fuera. Paso la línea, salto a la bici y ostia, siento un dolor en el pie izquierdo, la bici se para en seco, no sé cómo narices lo he hecho pero he metido el pie entre el cuadro y la rueda y claro no puedo sacar el pie porque se ha quedado pillado, así que lo único que quiero es caerme cuanto antes para poder reemprender la marcha. Caigo como las peras maduras, saco el pie como puedo, me levanto e intento reemprender la marcha lo más rápido posible. 

Foto Rakel
Chequeo los daños mentalmente, dolor fuerte en el empeine y la planta del pie cortada por los radios, pues sí que estamos bien, bueno la adrenalina hará su función y ya se verá, el día que no me pase ningún altercado voy a tirar cohetes, jajaja.
Si ya iba retrasado a esto le tenemos que sumar otro minutito por la tontería y más gente a remontar. La cronoescalada a Jaizkibel no va a ayudar mucho pero hemos venido a jugar. En cuanto se empieza a empinar la cosa me pasa Unai que va como un avión y me da ánimos. Con este tipo de circuito no tengo muchas posibilidades de recortar gran cosa, pero pongo mi ritmo de crucero e intento disfrutar de la subida. Me pasa alguno más, pero yo también estoy pillando a la gente de delante, cosa que me motiva. Llegamos hasta Guadalupe y me parece que está más cerca incluso que otros años, jeje. 

Foto Festak
Ya solo queda la mitad de la subida, Me pasa Joseba e intento engancharme un poco, por lo menos me obligo a apretar algo, que hay que salir de la zona de confort. Nos mantenemos un pequeño grupo y a falta de 2 Km pasa Iker del Dida, pues otro pequeño arreón y a ver si le consigo aguantar.
Llegada al giro de 180º y solo queda la trepidante bajada, me coloco delante del grupito porque no quiero sorpresas y bajo como a mí me gusta. Llegamos al descansillo y lo bien que me vino al subir choca con lo mal que viene ahora, jajaja. En cuanto pasamos por Guadalupe, me pasa un corredor, le doy metros y por lo menos me orienta. Poca cosa más antes de llegar completamente abajo, cuidado en las curvas y a llegar sano a la carrera. 

Foto Festak
Por cierto, como me gustas esos “deportistas” que antes de dar una curva miran para atrás para ver si hay algún juez, se pasan al otro carril y trazan. Ya que no miren por su propio riesgo pues bueno, ellos sabrán, pero teniendo en cuenta que había gente y vehículos en el otro carril, podrían tener algo de consideración en respetar su seguridad, que ellos no tienen la culpa de que sean unos kamikazes, pero claro, solo nos interesa que no nos sancionen no? En fin….
Pues eso que llegamos a la segunda transición en un grupo de unos 10, algunos adelantamientos sin sentido y unas curvas más adelante esta la línea de desmontaje. Llego a mi sitio, dejo la bici, la primera zapatilla me cuesta más de lo normal, la segunda perfect y el dorsal que no se me olvide, me duele el pie, pero a ver cómo se comporta. Mientras que me voy poniendo el dorsal en marcha, intento pisar fuerte para quitar el dolor. Salimos al carril-bici y gracias a que Plagaro esta unos metros delante me ayuda a coger inercia para despegar. Al llegar al primer Km le alcanzo y espero que se una a mí pero cada vez oigo más lejos su respiración e intento concentrarme en lo mío. 

Foto Rakel
Son 5km así que no hay tiempo para descansar y el ir rebasando a corredores y los ánimos de la gente me hacen venirme arriba, algo bueno tenía que hacer en Hondarribi por lo menos. A mitad de carrera bajo un poco el ritmo para recuperar un poco el aliento y de nuevo a la carga. Por desgracia se me van acabando los metros y cuando me quiero dar cuenta estoy entrando a la pista de atletismo para pasar la línea de meta por detrás de mis dos últimos objetivos a los que no puedo dar caza. Me sorprendo de haber recuperado hasta el 25º puesto después del hándicap inicial con un tiempo de 1:12:43 y como sé que lugar me toca, acabo la mar de contento (es lo que tiene acabar corriendo, jeje) en estas carreras cada vez mas “profesionalizadas”.